Artículos de Monseñor Julián Ruiz Martorell en InfoCatólica
Obispo de Huesca y de Jaca
Bautizados en Cristo
En Jesús encontramos el motor que nos mueve por dentro, la razón que da sentido a nuestra vida, la orientación definitiva de nuestra existencia, el ritmo de nuestros latidos. En Jesucristo toda la humanidad y toda la creación realizan su objetivo, su fin y su sentido.
Inocentes
El ser humano, creado para participar de un amor infinito, se deja llevar por la mentira, sucumbe ante expresiones falaces, tergiversa el sentido de las palabras, no protege legalmente el derecho del que ha de nacer, ejerce la violencia sobre quien no se puede defender y ni siquiera tiene voz para expresar su dolor definitivo. El ser humano no otorga confianza a la vida de un nuevo ser humano.
Sí a la vida
Es urgente una gran oración por la vida. Es necesario que desde el corazón de cada creyente, desde las familias, desde los grupos y asociaciones, desde las parroquias, desde las comunidades cristianas, se eleve una súplica apasionada a Dios, Creador y amante de la vida.
¿Me permites un momento?
Deseo sencillamente darte un nombre: Jesucristo. Para hacerte partícipe de una experiencia. Para que sientas junto a ti una presencia que te acompaña. Para que puedas conocerle y conocerle. Para que le sientas a tu lado. Para que puedas hablarle y escucharle. Para que Él sea el amigo que siempre estuviste buscando y que nunca llegaste a encontrar.
El arte de escuchar
Necesitamos hacer silencio, curarnos de tanta prisa, desprendernos de tanto agobio, detenernos en nuestro interior, sincerarnos con nosotros mismos, sentir la vida a nuestro alrededor, sintonizar con las personas, escuchar la llamada silenciosa de Dios.
Cultivar la amistad con Jesucristo
Quien se siente amigo de Cristo tiene el ánimo confiado y fortalecido porque descubre dentro de sí, como capacidad, algo que es activado y despertado por Alguien que viene desde fuera para quedarse muy dentro.
Cuaresma
Al compartir mi primer escrito con la Iglesia que peregrina en Huesca y en Jaca, deseo expresaros mi deseo de ser un pastor según el corazón de Dios, como recoge la oración pronunciada por el Obispo ordenante principal en Rito de Ordenación Episcopal.