Año de agradecimiento

Gracias Señor por tu existencia!
Gracias Padre Martín por su amor a las almas!

Gracias Padre Martín es una alegría saber que nos va acompañar en sus meditaciones ya que vivimos en tiempos convulsos y necesitamos despertar de este letargo; en algunos casos y del miedo que atenaza al ser humano en otros.

La Sociedad que parte de la familia podemos hacer la Gran Familia ;todos somos conscientes que la sociedad hay que vertebrarla sobre el eje del madero de la cruz para que salga del sufrimiento a la libertad; de la oscuridad a la luz.

Jesucristo está en los cielos y está en la Eucaristía por el Espíritu Santo desciende y penetra nuestra conciencia si le dejamos ;para ser conscientes de toda realidad humana y elevarnos al Amor y Verdad dándonos Vida Nueva.
La Sociedad todos nosotros estamos heridos de muerte por el pecado y el cambio empieza en cada persona siendo penetrada por el Espíritu Santo .
No hay orden externo si no nos vemos y agradecemos el Inmenso Don recibido
La cruz es el apoyo de los sufrientes en la roca que despierta; ama y libera.
Cada Meditación sea corta hay que incidir que toque lo oscuro nos libere y salga a la luz .Los otros somos nosotros y la luz de Cristo que ilumina su Iglesia se extienda sobre la Tierra Gracias.

Gracias Dios Todopoderoso por todo Tu amor.

Gracias P. Santiago, Dios lo bendiga.

Gracias Jesús y María Santísima por la bondadosa protección que tienen para conmigo.

¡Bendita y alabada sea la Santísima Trinidad!

Bendito sea Dios en su Providencia.

Gracias Jesús y María Santísima por la bondadosa protección que tienen para conmigo.

¡Bendita y alabada sea la Santísima Trinidad!

Bendito sea Dios en su Providencia.

Llegó el dos mil veintiuno,
y ya es tiempo de pensar
que dentro de doce años
hay mucho que celebrar,
pues el dos mil treinta y tres
se nos van a presentar
diez bimilenarios, ¡Diez!
a los que habrá que atender
desde ahora, desde ya.
Se cumplirán dos milenios
de la humana REDENCIÓN;
y los veinte siglos justos
del ORDEN SACERDOTAL
y el don de la COMUNIÓN
que instituyó Jesucristo
al comenzar su Pasión,
en la que a su misma Madre
por MADRE nos otorgó;
y por si fuera eso poco,
¡también su RESURRECCIÓN!,
y justo en el mismo día
el don de la CONFESIÓN.
Yo ya voy a comenzar
a celebrar como pueda
tanta conmemoración.
Y eso no es todo, aún queda
solemnizar su ASCENSIÓN,
y como ese mismo día
el BAUTISMO instituyó,
bimilenario tendremos
que celebrar a lo grande
y enseguida disponernos
con nuestro ser exultante
porque diez días después
cumplirá en PENTECOSTÉS
dos mil años que bajó
el Paráclito, y en Él
la SANTA IGLESIA nació,
por tanto bimilenario
celebraremos, ¿o no?...
Si hay tanto que celebrar
y tanto que agradecer,
¡caramba!, ¿a qué esperar
hasta el dos mil treinta y tres?.
Diez Bimilenarios juntos...
y ¿de tan gran importancia?...
celebrarlos en un año
poco es por tanta Gracia.
¿A que es poco lo que falta?
Doce años nada más…
Docena que está “pidiendo”
ser “Docena Jubilar”.