La imagen cristiana del hombre
Benedicto XVI | © VaticanNews

La imagen cristiana del hombre

Ahora se niega que el hombre, como ser libre, esté de algún modo vinculado a una naturaleza que determine el espacio de su libertad. El hombre ya no tiene naturaleza, sino que «se hace» a sí mismo. Ya no existe una naturaleza humana: es él quien decide lo que es, hombre o mujer.

La atmósfera que se extendió ampliamente en la cristiandad católica tras el Concilio Vaticano II fue concebida inicialmente de manera unilateral como una demolición de los muros, como «derribar las fortalezas», de tal manera que en ciertos círculos, se comenzó a temer el fin del catolicismo, o incluso a esperarlo con alegría.

La firme determinación de Pablo VI y la igualmente clara, pero alegremente abierta, de Juan Pablo II, lograron nuevamente asegurarle a la Iglesia – hablando humanamente – su propio espacio en la historia futura. Cuando Juan Pablo II, quien provenía de un país dominado por el marxismo, fue elegido Papa, algunos pensaron que un Papa proveniente de un país socialista debía ser necesariamente un Papa socialista, y por lo tanto llevaría a cabo la reconciliación del mundo como una «reductio ad unum» del cristianismo y el marxismo. La insensatez de esta postura se hizo evidente rápidamente, apenas se vio que un Papa proveniente de un mundo socialista conocía perfectamente las injusticias de ese sistema, y fue así como pudo contribuir al sorprendente giro que ocurrió en 1989 con el fin del gobierno marxista en Rusia.

Sin embargo, se volvió cada vez más evidente que el declive de los regímenes marxistas estaba lejos de haber constituido una victoria espiritual del cristianismo. La secularización radical, al contrario, se revela cada vez más como la visión dominante auténtica, privando cada vez más al cristianismo de su espacio vital.

Desde sus inicios, la modernidad comienza con el llamado a la libertad del hombre: desde el énfasis de Lutero en la libertad del cristiano y desde el humanismo de Erasmo de Rotterdam. Pero fue solo en la época de trastornos históricos tras dos guerras mundiales, cuando el marxismo y el liberalismo se extremaron dramáticamente, que surgieron dos nuevos movimientos que llevaron la idea de libertad a un radicalismo inimaginable hasta entonces.

De hecho, ahora se niega que el hombre, como ser libre, esté de algún modo vinculado a una naturaleza que determine el espacio de su libertad. El hombre ya no tiene naturaleza, sino que «se hace» a sí mismo. Ya no existe una naturaleza humana: es él quien decide lo que es, hombre o mujer. Es el hombre quien produce al hombre y quien decide así el destino de un ser que ya no proviene de las manos de un Dios creador, sino del laboratorio de invenciones humanas. La abolición del Creador como abolición del hombre se convirtió entonces en la auténtica amenaza para la fe. Este es el gran desafío que se presenta hoy a la teología. Y solo podrá enfrentarlo si el ejemplo de vida de los cristianos es más fuerte que el poder de las negaciones que nos rodean y nos prometen una falsa libertad.

La conciencia de la imposibilidad de resolver un problema de este tamaño solo a nivel teórico no nos exime, sin embargo, de tratar de proponer una solución al nivel del pensamiento.

Naturaleza y libertad parecen, en un primer momento, oponerse de manera irreconciliable: sin embargo, la naturaleza del hombre es pensamiento, es decir, es creación, y como tal, no es simplemente una realidad privada de espíritu, sino que lleva en sí misma el «Logos». Los Padres de la Iglesia – y en particular Atanasio de Alejandría – concibieron la creación como coexistencia de la «sapientia» increada y la «sapientia» creada. Aquí tocamos el misterio de Jesucristo, quien une en sí la sabiduría creada e increada y quien, como sabiduría encarnada, nos llama a estar juntos con Él.

Así, la naturaleza – que es dada al hombre – ya no es distinta de la historia de la libertad del hombre y lleva en sí dos momentos fundamentales.

Por un lado, se nos dice que el ser humano, el hombre Adán, comenzó mal su historia desde el principio, de tal forma que el hecho de ser humano, la humanidad de cada uno, lleva consigo un defecto original. El «pecado original» significa que toda acción individual está previamente inscrita en una vía errónea.

A esto se añade, sin embargo, la figura de Jesucristo, del nuevo Adán, que pagó por adelantado la redención para todos nosotros, ofreciendo así un nuevo comienzo en la historia. Esto significa que la «naturaleza» del hombre está, de alguna manera, enferma, que necesita corrección («spoliata et vulnerata»). Esto la coloca en oposición con el espíritu, con la libertad, tal como lo experimentamos continuamente. Pero en términos generales, también está ya redimida. Y esto en un doble sentido: porque en general ya se ha hecho lo suficiente por todos los pecados y porque al mismo tiempo, esta corrección siempre puede ser otorgada a cada uno en el sacramento del perdón. Por un lado, la historia del hombre es la historia de faltas siempre nuevas; por otro lado, la curación siempre está disponible. El hombre es un ser que necesita sanación, perdón. El hecho de que este perdón exista como realidad y no solo como un bello sueño pertenece al corazón de la imagen cristiana del hombre. Ahí es donde la doctrina de los sacramentos encuentra su justo lugar. La necesidad del Bautismo y de la Penitencia, de la Eucaristía y del Sacerdocio, al igual que el sacramento del Matrimonio.

A partir de aquí, la cuestión de la imagen cristiana del hombre puede entonces abordarse concretamente. Ante todo, es importante la observación expresada por San Francisco de Sales: no existe «una» imagen del hombre, sino muchas posibilidades y muchos caminos en los cuales se presenta la imagen del hombre: de Pedro a Pablo, de Francisco a Tomás de Aquino, del hermano Conrado al cardenal Newman, y así sucesivamente. Donde indudablemente hay un cierto énfasis que habla en favor de una predilección por los «pequeños».

Naturalmente, también convendría examinar en este contexto la interacción entre la «Torá» y el Sermón de la Montaña, sobre lo cual ya he hablado brevemente en mi libro sobre Jesús.

Joseph Ratzinger/Benedicto XVI

Este artículo fue redactado entre Navidad y Epifanía de 2019-2020. El Papa emérito solicitó que su publicación se realizara únicamente tras su fallecimiento. Se ha publicado en el tercer volumen de la revista italiana del Proyecto Veritas Amoris

10 comentarios

EDAC
Cómo no volver a "Benedicto XVI y la «nobilis forma»" del Padre Jaime Mercant Simó – 03/01/23 infocatólica.


"[...] Valga, finalmente, el siguiente pasaje del Divino impaciente ―la célebre obra de teatro, misional y religiosa, de José María Pemán―, para ilustrar lo que, a mi entender, ha sido la sincera, quieta y apacible humildad ―la de hacer sencillamente lo que debe hacerse― del papa Benedicto, irradiada ésta en su magisterio, tanto en su dimensión teórica, como práctica (verba et facta), y pienso, por lo demás, que provechosa causa ejemplar para todos nosotros en general, y para sus sucesores en particular. En un momento dado, el personaje Ignacio de Loyola exhorta parenéticamente, mediante esta fineza literaria, a Francisco Javier, elogiando la esencia auténtica de la humildad:
"
«No exaltes tu nadería; que, entre verdad y falsía, apenas hay una tilde... y el ufanarse de humilde modo es también de ufanía. [...] cuando suena mucho el río es porque hay piedras en él. [...] Javier, no hay virtud más eminente que el hacer sencillamente lo que tenemos que hacer. Cuando es simple la intención, no nos asombran las cosas ni en su mayor perfección. El encanto de las rosas es que, siendo tan hermosas, no conocen lo que son»[xviii]."

"Anima eius et animae omnium fidelium defunctorum, per misericordiam Dei, requiescant in pace. Amen."


La Paz Bolivia
Mts 22 Oct 2024 14:30
22/10/24 8:30 PM
Mauricio Riesco
Cuánta falta nos hace ese gran Pontífice Benedicto XVI. Atraía con su formidable sabiduría y clarividencia tan bien acompañada de la humildad que poseía. Por sobre todo fue un gran conductor de la Iglesia, firme defensor de la doctrina católica.
Nos dejó muchas lecciones, y nos cabe la responsabilidad de aprenderlas y divulgarlas en un mundo tan necesitado de Dios al que ha dado la espalda por creerlo innecesario. Cuánta falta nos hace su guía!!!
23/10/24 4:49 AM
Luis López
Comparamos estos textos con los del actual Prefecto para la Doctrina de la Fe, y nos preguntamos cómo es posible degenerar tanto en tan poco tiempo.
23/10/24 9:24 AM
Rodrigo
Es un texto interesante. Ya he leído mucho a Ratzinger. Entiendo que um texto publicado post mortem y elaborado en su etapa final de vida, en mi opinión, no quedó bien ensamblado. El final es escueto, remite a una parte de su obra Jesús de Nazareth y el texto como un todo como parte de la ideia de la imagen cristiana del hombre para afirmar que hay varias, según el autor. El recorrido histórico que perpasa buena parte del texto va bien hasta cuando habla del momento en el liberalismo y marxismo se extremizan. Luego, el texto pierde su foco y se desagua porque abre ventanas, toca asuntos y solo los deja indicados. Una ideia que intenta destacar es no quedarse en una visión teorética del hombre y sugiere tanto la vida cristiana convincente como una forma del cristianismo brillar delante del secularismo y otras formas que combaten la fe.
Pues... valoro el intento y la donación hechos por el Papa emérito en el fin de su vida. Lamento pero me parece que él fue mucho más lejos y más profundamente en su vida académica y pastoral. Como su renuncia ya tenía tanto tiempo, me acostumbré a pensar que su tiempo de hartas lecturas y oración y tocatas al piano etc... le otorgarían material para más progresos teológicos. Este texto me desanimó en cuanto a la expectativa que tenía y cuanto a una forma medio laxa, no tan acabada. Sus libros son mucho mejores. En fin... gracias, Benedicto. Mucho te echo de menos! Ya que hoy tantos homenajean al padre Gustavo Gutiérrez me parece providenc
23/10/24 4:39 PM
Maria
No se ha publicado tras su muerte, han pasado casi dos años.
¿Cómo sabemos que el texto es el original?
Si incluso la traducción de su renuncia fue alterada ¿habrán respetado el texto hoy publicado?
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LF 
Quienes lo publican son de su entorno cercano 
24/10/24 6:47 PM
Pecado Ancestral
B16 describe en términos precisos -pero sin caer en la cuenta- que lo que está denunciando - el transhumanismo - no es solo el mal final definitivo, final y apocalíptico, sino que es precisamente el origen del mal, el pecado original, el pecado de Adán, ese primer experimento transhumanista de la historia humana, cuyo resultado -nosotros- , es decir, los hijos de los hombres, por el que nacemos en iniquidad, sin ser hijos de Dios Padre.

Tantas veces lo he explicado hasta con citas de los doctores de la Iglesia, y tantas veces se me ha censurado, que reconforta ver como B16, nos advierte del futuro, trace conexiones entre el futuro y el pecado original, y que se quede tan cerca, a unos milímetros, de decir que son lo mismo.

Este párrafo resulta demoledor: "El hombre ya no tiene naturaleza, sino que «se hace» a sí mismo. Ya no existe una naturaleza humana: es él quien decide lo que es, hombre o mujer. Es el hombre quien produce al hombre y quien decide así el destino de un ser que ya no proviene de las manos de un Dios creador, sino del laboratorio de invenciones humanas. La abolición del Creador como abolición del hombre se convirtió entonces en la auténtica amenaza para la fe. Este es el gran desafío que se presenta hoy a la teología."
25/10/24 12:35 PM
Pecado Ancestral
Recomendaría que estudiaran lo que los padres de la Iglesia y los doctores de la Iglesia orientales dijeron sobre el pecado original y sobre la condición humana antes del pecado original, que es diametralmente opuesta a la latina, y que tantas veces se me han censurado a pesar de ser citas literales de doctores de la Iglesia católica y de haber dado las fuentes.

Lo que nos ha llegado es la versión agustina del pecado original, que Aquino dio por buena, pero hemos olvidado que San Agustín, antes de ser obispo creía en la versión oriental -y no en la latina-, que luego cambió de opinión por sus luchas contra las herejías, pero que al final de sus días, en su obra postrera las retractaciones afirmó que la versión oriental del pecado original, aunque él no era capaz de explicarla, también era posible porque es la que había recibido por Tradición.

Esa versión oriental dice que cuando Dios creó al primer hombre este no disponía de un cuerpo animal, sino que Dios, por causa de lo que hizo Adán en el pecado original, lo despojó de su cuerpo inmortal, y le dio un cuerpo animal mortal.

Todo apunta a que la causa fue porque transhumanaron los animales a su cuidado dotando a alguna especie simiesca con racionalidad, lo que explica nuestro parentesco con los simios, que no tendrían una explicación evolutiva como Darwin propuso, sino que sería por un diseño inteligente y artificial, jugando a ser dioses Adán y Eva.
25/10/24 12:51 PM
Pecado Ancestral
Experimentos semejantes en sus fases más iniciales ya se están llevando a cabo intentando dotar a los simios u otros animales con mayor inteligencia mediante las técnicas de ingeniería genética proporcionando genoma humano.

Todo esto está siendo aceptado con la promesa de conseguir la inmortalidad (comer del árbol de la vida) vía ingeniería genética, lo que explica el simbolismo de los dos árboles, el de la Vida y el de la Ciencia del Bien y del Mal.

Con la hipótesis transhumanista del pecado original además de explicarse de manera directa los simbolismos del Génesis se entiende el sentido literal de la carta a los Romanos.

En fin, se trata de una hipótesis antropologica que actualiza la primera antropología católica sobre el pecado original que es lógicamente la oriental, y que se pierde en vida de San Agustín porque el Imperio Romano colapsa y se cortocircuitan las interconexiones por el mediterráneo con la cristiandad oriental, y estos debates se olvidaron porque los latinos se sumergieron en la obscura alta edad media, y cuando regresa la Cristiandad latina, un par de siglos después del primera restauración fallida -la carolingia-, ya está en crisis la Cristiandad oriental, que vive bajo acoso del Islam. Para colmo el cisma de Focio primero, y de Miguel Cerulario después, acaban por romper los vínculos, y ya no va a ser posible el diálogo, y se olvidaron en Occidente a las viejas doctrinas y a los viejos doctores.
25/10/24 12:53 PM
Opinión laica
Yo tengo un sueño: "JUGADA MAESTRA DEL ESPÍRITU SANTO A TRAVÉS DEL PAPA BENEDICTOXVI": al fallacer Francisco, saldrá un documento auténtico deBenedictoXVI, sobre qué hizo inválida su renuncia; el Espíritu Santo obró:si fallecía siendo Papa era válida la siguiente elección; hizo construir la renuncia nula por varias razones, conforme al Código Derecho Canónico, (Código Ratzinger) "por el bien de la Iglesia", invalidando al siguiente "papa". Razón tiene el E.Santo: el "magisterio ordinario" de Francisco contradice flagrantemente la Doctrina Católica de2000años; ha quedado todo nulo: salvó la DoctrinaCatólica y el Magisterio de la IglesiaCatólica. Gran lección para la I.Católica. ¿Y el discernimiento del "Colegio"Cardenalicio; convendrá repensar todo? "Es un sueño..." El E.Santo siempre tiene la última palabra... 🙏
26/10/24 3:46 AM
Maria
No se ha publicado tras su muerte, han pasado casi dos años.
¿Cómo sabemos que el texto es el original?
Si incluso la traducción de su renuncia fue alterada ¿habrán respetado el texto hoy publicado?
26/10/24 11:28 PM

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