Miedo en la Iglesia
P. Santiago Martín analiza Fiducia Supplicans en su programa de actualidad de Youtube

Miedo en la Iglesia

El resultado es que la Iglesia está recorrida por un nuevo caballo del Apocalipsis que es el del miedo.

Ha pasado ya unos días desde la publicación de «Fiducia supplicans» y la convulsión que ha provocado en la Iglesia no remite. Ni siquiera la celebración de la Navidad ha atenuado la polémica. Cada vez son más las Conferencias Episcopales, los obispos en particular o los sacerdotes que se niegan a bendecir las uniones irregulares, incluidas las homosexuales. Algunas de ellas, como la de Haití, el país más pobre de América, considerado por muchos un Estado fallido, ha sido especialmente dura contra «Fiducia supplicans», llegando a afirmar que «Aún después de esta declaración del Dicasterio, nuestra Iglesia Católica permanece fiel a esta exhortación de San Pablo a Timoteo: «Conserva el depósito de la fe en toda su belleza, con la ayuda del Espíritu Santo que habita en nosotros» (2 Timoteo 1: 14), con lo cual, indirectamente, está diciendo que la Declaración va en contra del Depósito de la Fe. De la misma opinión son los ortodoxos; a través del metropolita Hilarion han hecho saber que se ha terminado el diálogo ecuménico y han abierto las puertas para acoger a los católicos decepcionados, pues para ellos esta Declaración confirma que la Iglesia católica es herética.

Esta división, además, está generando un enfrentamiento que llega a los insultos. Lamento muchísimo los que están siendo dirigidos contra el Papa y el cardenal Fernández, porque eso no es de Dios y el que insulta pierde en parte la razón que pueda tener. Quizá sea el malestar que esos insultos le han producido, lo que ha llevado a ese cardenal a decir, en una entrevista, que todos aquellos que consideran que la Declaración es un primer paso para la aprobación del divorcio o del matrimonio homosexual, es que «o no han leído el documento o tienen ‘mala leche’». Hablo por mí, en primer lugar, que he leído el documento y que no creo que se puedan bendecir las parejas irregulares y no lo rechazo por «mala leche», sino con gran dolor porque quiero al Papa y quiero obedecerle, pero en conciencia no puedo hacerlo. Puedo bendecir a dos homosexuales que viven en pareja, aunque estén juntos delante de mí, pero a cada uno por separado, pero dar la bendición a la pareja en cuanto tal significa que no sólo bendigo a las personas sino también a la relación que las une y las constituye como pareja. Esto me parece tan evidente que, por más que se diga lo contrario, no consigo verlo de otra manera. Del mismo modo, no creo que tengan «mala leche» ni el cardenal Müller o el cardenal Sturla, ni los cientos de obispos que se han manifestado ya diciendo que no van a aplicar el Documento.

El resultado es que la Iglesia está recorrida por un nuevo caballo del Apocalipsis que es el del miedo. Miedo a las consecuencias que pueda haber contra los que, con gran dolor, hemos rechazado algo firmado por el Papa. Lo confieso, tengo miedo, pero no soy capaz de obrar de otra manera y le pido a Dios que, si llega el momento, me dé la fuerza que dio a los mártires.

Aunque el miedo principal que recorre la Iglesia y la atenaza no es el de los posibles castigos, sino el de si «Fiducia supplicans» será sólo la primera etapa de una obra de demolición del dogma católico. ¿Cómo es posible que, habiendo ocupado el cargo en septiembre y habiendo estado todo octubre trabajando en el Sínodo, el cardenal Fernández haya podido elaborar una Declaración de este calibre, que ha puesto patas arriba la Iglesia? ¿Estaba ya escrita de antemano y por quién? ¿Si en la primera parte del Sínodo no se trató apenas este tema, por qué se ha publicado sin esperar a la segunda parte, del próximo mes de octubre? ¿Por qué tantas prisas, que llevan a saltarse incluso el diálogo sinodal, que ha quedado convertido en cenizas? ¿Se tuvo en cuenta la más que previsible reacción de los ortodoxos? Y, sobre todo, ¿es verdad, como ya se ha publicado, que está ya escrito otro documento en el que se aprueba el diaconado femenino, utilizando parecidas florituras dialécticas para decir que no y a la vez decir que sí? Si se aprueba el diaconado femenino, camuflado como se quiera, ¿la reacción será sólo la de rechazar el documento o habrá motivos suficientes para llegar al cisma?

Vuelvo a plantear la pregunta de la semana pasada: para aprobar algo que, supuestamente, no contenta a los que beneficia, porque, como dice el cardenal Fernández, no legitima las relaciones homosexuales, ¿merecía la pena crear esta convulsión en la Iglesia, o, como sospechan muchos, esto es sólo el principio? Recemos. También por los que nos insultan.

5 comentarios

Isasa
La aplicación efectiva de este documento es la bendición de parejas con todo el boato de una boda por algunos sacerdotes y obispos en el interior de muchos templos .
Siempre son los comienzos lo más difícil.
Hay que tener en cuenta que aprobar hacer cosas ocultándolas en la sacristía es hipócrita , con lo cual el siguiente paso razonable es hacerlo en el altar mayor
6/01/24 11:12 AM
M. Angels
Padre, no seamos ingenuos. Es un ataque frontal a la Fe. Decir "sí" donde desde el Génesis hasta el Apocalipsis dice "no". Toda la mala retórica del documento es una cortina de humo y vaselina abundante para que entre y no se vea.
Señor, sálvanos, que nos hundimos!
6/01/24 1:23 PM
enri
No tenga miedo Padre Santiago. Abra los brazos a Cristo. Abra su corazón y su mente a Cristo. Sintonice su alma con Dios.
El propósito de la religión es: cómo establecer contacto con ese Gozo celestial que es Dios, el grandioso y eterno Confortador.
Siempre hay que aferrarse al pensamiento de Dios y a su omnipresencia, manteniendo la serenidad mental para que podamos sintonizarnos con Dios.

La Sagrada Familia es la clave de toda esta situación. En realidad 2000 años son sólo "unos "segundos" en el Pensamiento de Dios"....
Un matrimonio no consumado el de la Virgen María y San José.
Un matrimonio en el que el nacimiento del Niño Dios, rompe con Adán y Eva y el nacimiento mediante el sexo (la fruta prohibida en medio del jardín). En el que la soberbia de Eva produce la sumisión de Adán en su lujuria. En el que la envidia de Eva produce la gula en Adán (gula como sinónimo de excesos de todo tipo y principalmente de trabajo). La avaricia de Eva se transforma en pereza en Adán (pereza como consecuencia de los excesos).
Y luego viene la ira con Caín y Abel.

En realidad Adán y Eva forman parte de nuestra esencia pecadora y la Sagrada Familia es nuestra salvación. La Pureza de la Virgen María.
🙏🙏🙏
7/01/24 11:24 AM
Ele Caso
¡Dios lo bendiga hoy y siempre, Padre Santiago! ¡Gracias por ser tan claro!
14/01/24 11:36 AM
Pedro de Madrid
A mi pobre entender Su Santidad el Papa estuvo completamente callado durante la larga reunión de los obispos alemanes en los que se decian cosas que no podían ser al tener preparada el Papa la Fiducia que entonces se cortaba todo por la mitad y ni para unos ni para otros, porque lo de los obispos alemanes era gordo pero no eran olvidados del todo y así fue. Hay que rezar valiente e inteligente padre
22/01/24 7:54 AM

Dejar un comentario



Los comentarios están limitados a 1.500 caracteres. Faltan caracteres.

No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.

Los comentarios aparecerán tras una validación manual previa, lo que puede demorar su aparición.