Ah, cómo respeta la Izquierda la cultura. Ahí está la LOGSE... y la destrucción de la Catedral de Oviedo en 1934 por terroristas del PSOE y del PCE.
"Qué malos son los cristianos que quemaron la biblioteca de Alejandría!", dicen los progres que no han leído entero ni El Código Da Vinci.
No nos quedemos en mitos y mentiras; vayamos a los hechos. Así comprobaremos que los mayores asesinos de la humanidad han ido ateos y socialistas: Mao, Stalin, Pol Pot, Lenin, Ceaucescu, Castro y Hitler. Sólo el comunismo tiene en su haber 100 millones de muertos, a los que hay que sumar los millones causados por el nacional-socialismo alemán.
Podemos admirarnos del amor de la Izquierda por la cultura con el recuerdo de un aniversario.
En 1934, la izquierda, desde Manuel Azaña a La Pasionaria, montó un golpe de Estado para reconquistar el poder que había perdido en unas elecciones democráticas. La sublevación, preparada para llegar a la guerra civil, estalló en octubre de ese año. Hubo tiroteos, revueltas, motines y muertos en toda España. Cerca de 1.500 muertos. En Mondragón fue asesinado el diputado tradicionalista Marcelino Oreja en la casa del pueblo, que debía de ser una herriko taberna. En Barcelona, la Generalidad del golpista Companys proclamó la república catalana. Mientras los catalanes separatistas literalmente se cagaron cuando vieron a los soldados en torno a ellos, los mineros asturianos pelearon -mataron, saquearon y violaron- durante varios días más.
El 11 de octubre, los terroristas rojos volaron la catedral de Oviedo, que guarda en su Cámara Santa el Santo Sudario. Hoy se cumple el LXXV aniversario de ese atentado contra el arte, el cristianismo, la cultura y los españoles. Podéis ver alguna fotos de cómo los socialistas y los comunistas dejaron la catedral.
El PSOE nunca ha mostrado arrepentimiento por ese golpe de Estado y por los asesinatos que causó. Mientras la derecha tampax pedía y sigue pidiendo perdón por el franquismo y por Don Pelayo, la izquierda se mostraba orgullosa de su pasado terrorista. Así lo cuenta José Manuel Otero Novas, ex ministro, en un artículo de ABC (1-2-1996):
La noche del 30 de abril al 1 de mayo de 1976, le pedimos a Felipe González y otros dirigentes socialistas que suprimieran de un libro en ciernes una reivindicación orgullosa de su golpe de Estado de 1934. Les argumentamos que no era un buen comienzo de la democracia defender un ataque violento a las instituciones democráticas. Y se negaron. Salió la reivindicación. Y en 1984, el PSOE ya en el poder celebró en muchos puntos de España el cincuentenario del golpe, después de haber erigido estatuas a Prieto y a Largo Caballero, junto a la de Franco, al pie de los Nuevos Ministerios.
Y sinceramente: si el Gobierno de esa época hubiese fusilado a unas docenas de esos terroristas, empezando por sus jefes socialistas (Largo Caballero, Prieto, Simeón Vidarte, Carrillo) quizás se hubiese evitado la guerra civil. En cambio, algunos fueron encarcelados y luego indultaods por el Gobierno ilegal del Frente Popular, de manera que unos meses después volvieron a asesinar.