La opción por los pobres y otra maniobra oficialista
Misa kirchnerista en Luján, septiembre de 2022

La opción por los pobres y otra maniobra oficialista

Los pobres merecen la caridad de una cercanía especial –allí está la «preferencia»-, una ayuda auténticamente pastoral para que alcancen un encuentro vital con el Señor, que los encamine y sostenga en el camino de la Salvación. No es necesario, ni mucho menos, un peronismo eclesiástico.

Todavía no se han apagado el asombro y la indignación de muchísimos fieles por la «misa kirchnerista», celebrada en la Basílica de Luján. En esa singular ocasión el clima litúrgico fue el impuesto por la ola de devastación del Rito Romano que lo desnaturaliza, esta vez condimentado con salsa política. La tragedia cuenta con la indiferencia aprobatoria de Roma. Aquello fue una algarada partidista, un manoseo incalificable del Santo Sacrificio. Al subjetivismo, que ya se ha hecho habitual en la liturgia, a la destrucción de la sacralidad, se sumó la ideología y la politización. Una gravedad mayúscula: el protagonismo de un arzobispo. El custodio de la tradición litúrgica, que ese es su oficio, se convirtió en el verdugo de la misma.

Cuando, como he dicho, aún no se han agotado los sentimientos de repudio que ese abuso ha provocado en tantos católicos, la Iglesia de la propaganda --porque la grieta se percibe en las entrañas de la Katholiké ekklesía- nos ha ofrecido otro lamentable espectáculo: la convocatoria de la vicepresidente a sacerdotes y religiosas que practican «la opción preferencial por los pobres». Esta postura, lo digo con respeto y afecto por cada una de las personas concernidas, es una muestra más de que en la Argentina la Iglesia se encuentra en plena retirada de su misión esencial. Pareciera que ahora se dedica a otra cosa.

Veamos algunas razones que intentan manifestar el significado de ese encuentro habido en el Senado Nacional. En primer lugar se me ocurre una observación elemental de orden sociológico. ¿Quiénes son los pobres? Las estadísticas no mienten cuando cuentan en esa categoría a casi la mitad de los habitantes del país. Los sacerdotes y las religiosas que asistieron al encuentro constituyen un grupo --probablemente les gustaría que dijera un «Movimiento»- que se identifica con una ubicación cultural y política determinada; ¿también religiosa? Un tanto abusivamente me valgo de una analogía: es una especie de peronismo eclesial; la referencia a los pobres es un lugar común de la retórica peronista. Estoy seguro de que los lectores captarán el alcance de la comparación. Tomando en cuenta la multitud de pobres a quienes los ingresos no alcanzan para vivir holgadamente, darse los gustos, y aun comer como se debe todos los días, podemos decir que los protagonistas de la opción preferencial por los pobres son los que ejercen su ministerio en los barrios sumergidos, en las «villas» que quedaron al margen del progreso, cada vez más escaso en la sociedad argentina. Doy por descontado que esos curas y monjas piensan que se están entregando a los pobres de los que habla el Evangelio. Pero ¿quiénes eran ésos? Eran los que creían en Jesús, publicanos y pecadores, por ejemplo, judíos, samaritanos, y también algunos paganos, económicamente pobres algunos, y otros no tanto o nada, incluso. Eran despreciados por los religiosamente ricos: fariseos, saduceos, escribas, dirigentes del judaísmo, especialmente la casta sacerdotal. Si he acertado con la definición cabría decir que los sacerdotes que acudieron a la cita con la vicepresidente son los que en las capillas de los barrios, en oratorios, o aun en las casas predican la Fe, la doctrina revelada que llama a la conversión, y a la adhesión al Reino de Dios. Deben ser, según su oficio, quienes aseguran a los pobres el alimento espiritual de los Sacramentos, y los encaminan a la vida eterna. Estoy pensando en los sacerdotes, no me ocupo de las religiosas, incorporadas a la reunión cumpliendo una cierta «perspectiva de género». Aunque desde otra perspectiva, la ideológica, podrían asociarse a los presbíteros. He aludido a la palabra maldita: ideología. A mi parecer, unos y otras, curas y monjas, representan una concepción de la Iglesia y de su misión que recuerda, sin pensar mucho, un antecedente: los sacerdotes del Tercer Mundo, marcados por una inconfesada lucha de clases, y la consiguiente politización algo rencorosa con los que no compartían aquella visión de las cosas. Una distinción resulta imprescindible: en los años setenta el aire era marxista, en la actualidad es peronista. No deseo generalizar esta descripción. Probablemente entre los asistentes había algunos sacerdotes que podríamos llamar «tradicionales», que enfocan religiosamente la opción por los pobres, para quienes la coloración ideológica es un barniz sincero pero superficial.

Un aspecto de la cuestión que los documentos fotográficos y vídeos han registrado es la devoción con la que algunos seguían los dichos de la señora vicepresidente, parecían arrobados. Efectivamente, los rostros manifestaban la fe en la verdad del discurso que escuchaban con atención. No los estoy acusando de kirchneristas pero quizá descubrieron una dimensión un tanto religiosa en la convocatoria, y en las palabras de la anfitriona. Ella encontró una ocasión favorable para identificarse con esa porción de la Iglesia allí presente, y atribuyó «a Dios y a la Virgen» el haber resultado ilesa del extraño atentado, urdido por la «banda de los copitos (de azúcar)». Detrás de esta observación que deslizo se encuentra la cuestión histórica de la relación entre el peronismo con la Iglesia católica. La Iglesia peronizada en distintos niveles de altura tiene muy mala memoria, o quizá practica un perdón que incluye el olvido. Refrescando la memoria recordemos la quema, en junio de 1955, de doce iglesias históricas de Buenos Aires, y de la Curia eclesiástica, con la pérdida de una documentación importantísima. Corrieron la misma suerte la sede socialista Casa del Pueblo, la Casa Radical, y el Jockey Club. Añádase la persecución a los políticos opositores, la confiscación del diario «La Prensa», la ley de divorcio, la supresión de la enseñanza religiosa escolar, y la ideologización de los alumnos. Los discursos de odio fueron una especialidad de Perón; sus sucesores, hijos legítimos o bastardos, saben imitarlo, pero ahora se creen víctimas del odio de jueces y periodistas, de «la contra», digamos.

Es razonable que los invitados al Senado hayan puesto entre paréntesis esos capítulos negros de la historia nacional que no pueden ignorar. Doy por sentado que asistieron con las mejores intenciones. Con una visión sociológica amplia y objetiva podemos notar que el trabajo pastoral con los pobres, aggiornado, en sentido tercermundista, compite con la política de dádivas que hace de los pobres clientes del gobierno. Pienso que los curas verán con desagrado todo eso, dádivas, planes y bonos, porque seguramente aspiran a que cada familia pueda vivir dignamente con el trabajo de sus cabezas, según lo enseña la Iglesia en su Doctrina Social, formulada modernamente a partir de la encíclica Rerum Novarum, documento memorable de León XIII (1891). San Juan Pablo II, que fue obrero en su juventud, la ha retomado con elocuencia en sus discursos y escritos.

Desde el comienzo de esta nota he querido asociar la misa de Luján, con la convocatoria de la vicepresidente, porque en ambos casos observo --quizá algo maliciosamente- que el oficialismo pega un manotazo de ahogado mimetizándose con cierta porción de la Iglesia. Hace poco, el académico José Claudio Escribano, en un lúcido artículo periodístico, ha señalado la vocación transformista del peronismo, que cínicamente le ha permitido sobrevivir más de 70 años en un medio tan volátil como la opinión política argentina.

Por si no se ha traslucido todavía a través de lo expresado en este escrito, declaro expresamente que estimo de veras, con una visión teológica, la «opción preferencial por los pobres», la cual es ante todo una opción por Jesucristo, y su Evangelio. Esta es la referencia imprescindible, fundamental; desde esa referencia al Señor es posible reconocer la realidad religiosa de los pobres, la dimensión religiosa que interesa a la misión pastoral de la Iglesia. Sería criminal que ésta se redujera a procurar la justa reivindicación social de los más necesitados. En esto consiste la ideología, que se presta a la politización. Muchos de los socialmente pobres --ya no sé si todavía constituyen la mayoría- están bautizados; de ellos muchos han cumplido con la Primera Comunión, que suele ser la única, porque es ancestral en la Argentina que los bautizados católicos no van a misa, y carecen del ejercicio de una vida eclesial. Tienen sentimientos religiosos, de «religiosidad popular» suele decirse, una religiosidad de rasgos imprecisos. Deberían ser objeto de un cuidado pastoral que les transmita como ideal un modo cristiano de encarar la vida, una cultura cristiana, aun cuando el conocimiento de la fe y la pertenencia eclesial se encuentren muy menoscabados. Debemos transmitirles esa cosmovisión a quienes están colonizados por la TV, que tienen perpetuamente encendidas en sus casas.

Insisto, entonces: los pobres merecen la caridad de una cercanía especial --allí está la «preferencia»-, una ayuda auténticamente pastoral para que alcancen un encuentro vital con el Señor, que los encamine y sostenga en el camino de la Salvación. No es necesario, ni mucho menos, un peronismo eclesiástico. Los pobres necesitan, aunque las más de las veces ellos no lo perciban reflexivamente que los sacerdotes no sean más que eso, sacerdotes, ni ideólogos ni políticos, buenos pastores --pienso en Brochero y en el Cura de Ars-, que para eso se ordenaron y están integrados a la misión eclesial, y asumen los desvelos que ésta requiere.

Para concluir, no quiero guardarme una convicción. Como era de esperar, o mejor dicho de temer, la Conferencia Episcopal ha permanecido en silencio ante la misa en Luján, y ante la reunión convocada por la vicepresidente. Nos tiene acostumbrados al silencio. La Conferencia, no necesariamente todos los obispos, porque seguramente muchos han juzgado correctamente sobre los dos episodios, aunque por respeto a la organización -- «la Orga»- no lo digan. ¿Algún miembro de la CEA se habría atrevido a romper el silencio? Yo he osado porque como emérito ya no pertenezco a la CEA; no estoy sometido a un pacto implícito de silencio, por eso puedo expresarme con total libertad, sin remilgos ante la verdad.

 

+ Héctor Aguer
Arzobispo Emérito de La Plata

Académico de Número de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas.
Académico de Número de la Academia de Ciencias y Artes de San Isidro.
Académico Honorario de la Pontificia Academia de Santo Tomás de Aquino (Roma).

Buenos Aires, lunes 26 de septiembre de 2022.
Memoria de San Cosme y San Damián.-

 

12 comentarios

Juan Mariner
Algunos maltusianos piensan que la anticoncepción y el aborto acaban con la pobreza, y no tanto medidas políticas, sociales, económicas y culturales.

Algunos, con el tiempo que llevan en el poder, el problema de la pobreza de la que tanto y tanto hablan día tras día ya lo tendrían que tener como mínimo controlado.

La jerarquía mayoritaria se debe al grupo social del que forma parte: en España, a la burguesía agrupada en torno al PP y en territorios concretos a CIU y PNV; en Argentina, parece que en torno al peronismo. Por desgracia, hay grupos sociales que se identifican con el catolicismo pero no con los jerarcas que les ha tocado sufrir y que no son pastores de todo el rebaño (y no me refiero a temas político-sociales, más bien a asuntos económicos y culturales).
29/09/22 11:22 AM
maru
La Iglesia convertida en una ONG. Por eso, no se habla de Jesucristo, de sacramentos , de Mandamientos, del pecado, de salvación, etc etc. Todo queda reducido en esta "ONG" a atender a los pobres .
Naturalmente, que al ser emérito, es libre de decir "la verdad" y lo agradecemos; yo, por lo menos. Qué el Señor lo bendiga .
29/09/22 11:37 AM
Luis
¡Que vergüenza para los cristianos, y que mofa de esos políticos!.
Gracias Monseñor Héctor.
29/09/22 1:02 PM
Millan
Muy acertado lo de "PERONISMO ECLESIASTICO" de los curas que militaban con Perón nace la teologia de la liberación y la teologia del pueblo...libros y libros debería haber denunciando esta infiltración socialista.
29/09/22 1:53 PM
Quico
Lamentable que se use la iglesia para ensalzar políticos pero, dicho ésto, ya quisiéramos en España que algún político mencionara siquiera a Dios y a la Virgen, aunque fuera una alabanza engañosa. Aquí ni se les ocurriría. La consigna implícita es comportarse como si no existieran y ninguna persona razonable pudiera mencionarlos.
29/09/22 2:22 PM
Lohengrin
Mariner: no es tan así. Acá en general (desde luego, hay excepciones) los obispos son oficialistas de todos los gobiernos en realidad, aún tratándose de las mismas personas. En el gobierno anterior que era de otro signo político hacían lo mismo que con este. No se trata de que vengan de un sector social que adhiera al peronismo. Esto sucede porque los obispos reciben sueldos (generosos) del estado (que son propios de ellos, no son contribuciones a la Iglesia como institución) y cuando se retiran cobran una jubilación también bastante cuantiosa.
En cuanto a las relaciones entre el peronismo y la Iglesia, si se recuerda el episodio de la quema de iglesias del 55 también habría que recordar (entre otras cosas) la Carta Pastoral del Episcopado Argentino del 15 de noviembre de 1945 en donde aún sin nombrarlo se pedía directamente el voto por Perón.
29/09/22 3:29 PM
Juan Mariner
Lohengrin, agradezco su comentario por esclarecedor.
30/09/22 11:38 PM
Miguel Hinojosa
"Los pobres merecen la caridad de una cercanía especial --allí está la «preferencia»-, una ayuda auténticamente pastoral para que alcancen un encuentro vital con el Señor, que los encamine y sostenga en el camino de la Salvación."

Así es. No hay mayor riqueza que Dios. Todo lo demás es secundario. Todo pasa sólo Dios permanece. Pero vivimos en un mundo materialista y se ha sustutido a Dios por el dios dinero.

Que encontremos Señor en la Iglesia y sus ministros el camino que nos lleva hacía a tí. Te damos gracias por haber hecho de los pobres tus favoritos y por hacernos ver que los que a los que a ojos del mundo no contamos para nada, en tu reino valemos mucho.

Gracias Señor.

1/10/22 10:18 AM
carlos saez Argentina
Yo voy a Mercedes que esta 39 Km. de Lujan, para seguir expedientes con cierta frecuencia y en día de semana. Realizo un trasbordo de transporte ( soy de Moreno) para ir a rezarle a La virgen, como lo hicieron mis mayores. Hay siempre sacerdotes para confesar y pedir bendiciones por parte de los peregrinos, pero en realidad mucha gente le va a pedir que la oriente, sobre tratamientos a enfermedades, tramites Judiciales, etc. Es decir gente no solo esta desorientada sino angustiada, que vienen de distancias importantes. En esa orientación, veo como el consagrado le da una esperanza y aconseja evitar el conflicto violento, el decir los veo en la trinchera luchando contra el Demonio, aconsejando lo mejor, y mas practico. La Iglesia tiene que suplir lo que el Estado, no hace o se hace el distraído. Me sorprendió la autorización del Obispo y su participación en esta misa política, cuando sabe, en forma directa la angustia en que ya sobrevivimos. Creo que perdió la oportunidad, para cantarle las 40, a los burócratas de almas muy cerrada
1/10/22 4:13 PM
Héctor Alonso
Estimado Monseñor: como siempre, sus palabras ordenan el pensamiento de muchos católicos que sienten esta humillante subordinación de la jerarquía eclesial con un partido político que practica un ateísmo militate. Gracias por su claridad.
1/10/22 11:21 PM
Mercedes
Sabes ? La teología de liberación fue creado por KGB con el propósito de destruir la fe católica. Recuerda que nuestro mundo ya está infectado con errores rusos como dijo Nuestra Señora de Fátima .Además URSS lograba introducir pedófilos a los seminarios .PUTIN QUERIA RESTAURAR URSS Y SABE ADULAR A GENTE INCAUTA ! Mentir para robar territorios de Ucrania NO ES VALOR CRISTIANO! Difamar contra Ucrania con falsas noticias tampoco es valor cristiano! Basta de defender a Putin,gente ingenua !
2/10/22 4:54 PM
Margarita Niederle
Gracias Monseñor por su esclarecedor comentario.
8/10/22 9:07 PM

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