Cuando hace 50 años Jerónimo Lejeune descubrió la trisomía 21, causante del síndrome de Down, tal vez nunca pensó que su descubrimiento serviría como ocasión para impedir el nacimiento de muchos niños.
La posición de Leujene respecto al aborto siempre fue clara: era inadmisible pues supone la muerte de un ser humano. Y Lejeune lo sabía muy bien pues era genetista. La oposición del doctor Jerónimo Leujene al aborto le mereció no obtener el Nobel de medicina, pero le ganó el respeto y el honor por su coherencia de vida y pensamiento.
Hoy por hoy, la posibilidad del diagnóstico prenatal supone no pocos infanticidios cuando se conoce la situación de salud del niño en el vientre; estadísticamente, 1 de cada 2,000 bebés son asesinados sólo por portar alguna enfermedad, según datos del profesor Bruno Dallapiccola.
El permisivismo, la banalización de la vida humana y la inmadurez están a la orden del día. La “cura” para la incontinencia sexual, que no deja de ser una virtud faltante que bien podría formar y templar la personalidad y el carácter del ser humano, se llama hoy aborto.
El asesinato de niños en el vientre de sus madres se presenta como derecho o como un asunto de salud pública. Pero si al niño nadie le pidió opinión de ser concebido, por qué matarlo inconsultamente. Se olvida que el aborto no deja de ser una pena de muerte.
En el condado de Oxfordshire, Gran Bretaña, las jóvenes ya pueden pedir ilimitadamente las dosis de píldoras abortivas a través de un mensaje SMS y sin el conocimiento de sus padres. Este caso inglés es sólo una de las muchas situaciones presentadas como progresos humanos. Detrás de todas ellas hay nombres y palabras, intereses y mezquindades, que buscan una imposición de la cultura de la muerte.
Presiones de países, gobernantes y políticos para instaurar políticas abortistas
Diversos países promueven políticas internacionales para lograr que otros países modifiquen sus Constituciones o Códigos Penales de manera que sean favorables al aborto. Cuando esto no sucede, se les retiran subvenciones económicas o se multiplican las presiones en otros campos.
A finales de agosto de 2007, el gobierno sueco anunció la reducción paulatina de la ayuda económica que prestaba a Nicaragua, país donde el aborto no está permitido. Si bien las motivaciones públicas y “oficiales” que se manejaron para esta determinación iban en la línea de una salida de la inversión en Latinoamérica, fuentes del gobierno nicaragüense confirmaron que se debía a la política que ellos siguen en cuanto a la negativa de la aceptación del aborto.
A mediados de abril de 2008, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa aprobó una resolución en la que insta a los 47 Estados miembros a despenalizar el aborto, si no lo han hecho. El informe recuerda a los países donde el aborto ya es legal, que no basta con eso: hay que lograr que haya centros de salud destinados a esta práctica. La resolución fue aprobada por 102 votos a favor, 69 en contra y 14 abstenciones y pide, además, un costo razonable por aborto y la educación sexual obligatoria para los jóvenes.
El debate previo a la votación de la resolución supuso división en las opiniones incluso por parte de parlamentarios del mismo grupo político. Así, mientras la socialista austriaca Gisela Wurm defendía el “derecho” de la mujer a abortar, el socialista maltés Leo Brincat señalaba que el grupo socialista de su país se oponía a esa práctica.
Meses más tarde, en octubre de 2008, el Europarlamento rechazó una enmienda que pedía interrumpir todo programa de asistencia a gobiernos y asociaciones relacionados con proyectos para la difusión del aborto coercitivo, esterilización involuntaria e infanticidio. Si la enmienda hubiese prosperado, habría “obligado” a la Unión Europea a retirar aportaciones económicas a asociaciones que practican y promueven el control natal mediante el aborto.
Con la llegada de Barak Houssein Obama a la Casa Blanca, Estados Unidos se ha convertido en un centro neurálgico de irradiación de la cultura de la muerte.
El presidente Obama abrió fondos federales para la promoción mundial del aborto, como una de sus primeras medidas de gobierno, en enero de 2009. Desde los primeros días de su llegada a Washington se ha rodeado de personalidades ampliamente conocidas por su postura a favor del aborto. En un interesante artículo de Hazteoir.org (se puede leer aquí) se enuncia cuáles concretamente han pasado a formar parte de su equipo de gobierno. Por su parte, ForumLibertas.com también abordó el tema en un artículo publicado el 20 de marzo de 2009 (se puede leer en el siguiente enlace).
Según encuestas como la realizada por los Caballeros de Colón y el Marist Institute for Public Opinion, el 80% de los estadounidenses se muestra partidario de poner restricciones al aborto. Gallup, otra empresa demoscópica, reveló el pasado mes de mayo de 2009 que, por primera vez en la historia de Estados Unidos, los estadounidenses que se declaran pro vida son mayoría respecto a los que están a favor de alguna forma de aborto.
En la pasada visita que Obama realizó a Benedicto XVI en el Vaticano, el 10 de julio de 2009, el presidente estadounidense prometió al Papa reducir la tasa de abortos (Noticias Globales explicó después qué significa reducir el abortos para el actual gobierno estadounidense).
En enero de 2009, el congresista norteamericano Christopher Smith presentó un proyecto que buscaba bloquear el envío de fondos de Obama para promover el aborto. La respuesta que por entonces dio Smith parecería valerle a Barak Obama para cumplir la promesa hecha a Benedicto XVI: “Si el presidente Obama realmente trata de reducir el número de abortos, debe oponerse a financiar grupos que están motivados por la exportación y expansión del aborto como método de control natal”. La internacional Planned Parenthood fue uno de los grupos que más apoyó a Obama, sobre todo económicamente, mientras fue candidato a la presidencia.
Durante un congreso en España, la ex senadora socialista de origen catalán, Mercedes Aroz, también se pronunció por la abolición del aborto: “Hay que plantear la abolición del aborto como lo que es: un objetivo progresista, de avance de la civilización, pues el reconocimiento jurídico de los derechos humanos y su ampliación es fruto del progreso del ser humano en la comprensión de su realidad y de su dignidad como persona”, afirmó.
A pesar de declaraciones razonadas como ésta, el gobierno español de José Luis Rodríguez Zapatero impulsa una ley para ampliar las posibilidades de aborto en lo que se considera es la propuesta más permisiva a nivel mundial.
La reforma que quiere llevar adelante el gobierno español en este campo, prevé la posibilidad de que chicas entre 16 y 18 años puedan abortar sin el consentimiento ni conocimiento de sus propios padres. La Coordinadora Estatal de Organizaciones Feministas ha ido más allá al pedir que inclusive las niñas de 13 años puedan abortar libremente.
Este punto concreto de la reforma ha suscitado un amplio rechazo que ha quedado reflejado en diferentes encuesta (57% en contra en el estudio de DIM para el diario ABC; el 71% de la investigación de Noxa, para el diario La Vanguardia; y el 64% de Metroscopia para El País, periódico afín al gobierno socialista). Incluso entre los mismos socialistas que gobiernan España existe esta disyuntiva: entre un 56% y un 60% de los votantes socialistas rechazan la medida, según Ace prensa (cf. 02.06.2009).
También han creado polémica las infundamentadas declaraciones de la ministra de igualdad española, Bibiana Aído, encargada de llevar adelante la iniciativa para el libre asesinato de los niños en el vientre de sus madres. Contraria a la evidencia científica, Aído aseveró que un feto de 12 semanas no es un ser humano.
No obstante la generalizada oposición, es la primera vez en la historia de España que una iniciativa llegará al parlamento sin el apoyo del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial. El gobernante Partido Socialista Obrero Español así lo ha determinado.
En otra parte del mundo, en Brasil, el ministro de salud José Gomez Temporao se ha manifestado públicamente a favor del aborto, concretamente en casos de anencefalia. “La anencefalia es una malformación incompatible con la vida del feto fuera del útero”, declaró a inicios de septiembre de 2008. Meses más tarde, en enero de 2009, el diario Globo informó que precisamente el ministerio de salud había invertido unos 40 mil dólares en un documental a favor del aborto titulado O fim do silencio. Más de dos mil cintas fueron repartidas en febrero de 2009 a estudiantes y organizaciones feministas para promover el aborto.
En noviembre de 2008, la agencia ACI PRENSA informaba que el gobierno brasileño estaba usando pruebas escolares (concretamente el examen nacional de desempeño de los escolares) como “instrumentos de imposición ideológica” de manera que los estudiantes considerarán el aborto como un tema necesario para la inclusión de las ciudadanas.
Según la denuncia de Rodrigo Pedroso, de la Comisión de Defensa de la República y la Democracia de la Orden de los Abogados de Brasil, quien diera una respuesta distinta perdería un punto de la prueba.
En Argentina, por boca del ministro de ciencia y tecnología, el gobierno considera que el embrión no es un ser humano sino sólo un conjunto de células del cual se puede disponer para la experimentación e investigación médica. A inicios de febrero de 2009, una mujer discapacitada mental fue sometida a aborto en Santiago del Estero, Argentina. La mujer había sido violada. Era la primera vez que se permitía legalmente proceder así, pese a que la prensa hizo circular un ofrecimiento para adoptar al bebé y una carta de unas mellizas, producto también de una violación, que pedían una oportunidad para ese niño, como ellas la habían tenido.
En Egipto, y en general en todo el mundo musulmán, han generado todo tipo de reacciones las declaraciones del imán de la universidad Al Azhar, de El Cairo. Contrario a lo que no pocos piensan, el islam consiente el aborto en varios casos.
Mohammed Said Tantawi ha declarado que una mujer puede abortar si ha sido violada y lo hace dentro de los tres primeros meses del embarazo (cf. La Stampa, 06.05.2009). Said Tantawi representa la máxima autoridad del islam sunita. Por lo regular, cuando sus palabras se hacen fatwa (dictamen con valor legal en respuesta a una pregunta formulada sobre un punto de la sharia o ley islámica) queda definida como ley civil y religiosa. Ya en 2004 la había establecido y el 5 de mayo de 2009 la ha ratificado.
Ciertamente, en el islam la reflexión en torno al tema del aborto no es muy clara. Los principios sobre los que concuerdan todos es la división embrional dividida en siete fases: en la última, que coincide –según ellos– con la infusión del alma por parte de Dios al cuarto mes, el feto ya se puede considerar persona. Antes no. De aquí la condena general después de los 120 días.
Sobre lo que se puede realizar antes del cuarto mes, las escuelas varían. La hambalita (predominante en Arabia Saudí) llega a consentir el consumo de fármacos abortivos dentro de los primeros 40 días. El derecho islámico privilegia la vida de la madre sobre la del hijo, antes de los 120 días, aunque también se permite el aborto por malformación del feto o por enfermedad. Es decir: hay un coladero para el aborto.
De entre todos los continentes, África es el campo de experimentación e implantación de las políticas de reducción de la natalidad a través de abortos forzados. Sin embargo, algunos países no están dispuestos a renunciar a la defensa de la vida de los no nacidos. Por eso, el Estado de Imo, en Nigeria, rechazó en junio de 2009 el proyecto para legalizar el aborto que impulsaban diversos grupos de Estados Unidos.
A inicios del mes de julio de 2009, la agencia FIDES recogía el rechazo común de la población camerunesa ante la posible imposición del aborto en ese país. El 11 de julio de 2003, diversos países africanos firmaron un protocolo en Maputo que lleva a la despenalización del aborto en ese continente. En los días precedentes a la nota de FIDES, el parlamento de Camerún autorizó una ley que da pleno poder al presidente Paul Biya para la ratificación del así llamado Protocolo Maputo. Unos días más tarde, Barak Obama visitaba África por vez primera como presidente.
Jorge Enrique Mújica, LC