Creo que el hombre es la mayor obra de la Creación, por dos razones: 1-Porque la Virgen María, creada Inmaculada, "es la excelente obra maestra del Altísimo" (S. L. de Montfort, Trat. de la Verd. Dev. 5).
2 - Porque el Verbo al Encarnarse en María, se hizo Hombre-Dios, "asumiendo en Él todo lo creado" (Col 1,17).
De estas dos verdades se sigue que el hombre redimido es de una dignidad que sobrepasa nuestros conceptos racionales, al participar de las grandezas de María y de la plenitud de Cristo (id. 19).
Como afirma el P. Santiago Martín, el hombre ha sido dotado de las potencias del alma, que lo hacen semejante al Creador. Al confiarle la Creación para que ejerza su oficio de sacerdote, profeta y rey, le participa la soberanía de Cristo. Así, la VOCACIÓN del hombre se nos presenta encubierta por el Misterio de la trascendencia, de lo que está más allá de las actuales apariencias profanas del mundo. Cristo ha puesto en las manos de la Iglesia el tesoro de la Revelación, pero no nos ha sido revelado en acto, sino sólo parcialmente. Se advierte esto, cuando se observa cómo creció la teología a partir de las Escrituras, cómo la Iglesia ha demorado 1854 años para promulgar el dogma de la Inmacualda Concepción, y 1950 años para el de la Asunción. Por lo cual, no sorprende que aún subsistan enormes regiones del Reino de Dios que no han sido incorporadas formalmente a la Evangelización, tales como el macrocosmos sideral, y el microcosmos sub-atómico, sea en el orden físico o en
20/07/20 8:25 PM
hornero (Argentina)
continúo - sea en el orden físico o en el biológico. Toda la inmensidad de la CREACIÓN corresponde a los dominios de Cristo, que deben ser liberados de la usurpación sufrida por parte del príncipe de este mundo, “a fin de que las creaturas todas participen en la libertad de la gloria de los hijos de Dios” (Rom. 8). Esto supone incorporar a la conciencia de la Iglesia, en cuanto pensamiento cristiano, una más plena comprensión de nuestra misión frente al plan de la CREACIÓN-REDENCIÓN, esto es, del DESIGNIO DE LA SABIDURÍA, AMOR Y PODER DEL PADRE llevado a cabo por el HIJO, el VERBO CREADOR. Tal tarea nos sitúa ante lo INCONMENSURABLE, imagen del universo o cosmos participada por el Infinito Divino, de modo que las fronteras del mundo cristiano son proyectadas hacia nuevos horizontes del Reino. La Iglesia, para salir del encierro y estancamiento que la paralizan, requiere una verdadera parresía que la impulse en su mente y en su corazón a asumir su MISIÓN en una magnitud acorde al Reino, que hace violencia para expandirse, como la levadura en la masa, o como el árbol de mostaza. El Reino espera de nosotros nuestra colaboración en ámbitos nuevos, poco o nada explorados, en los que la Sabiduría del Espíritu Santo ha de guiarnos.
20/07/20 9:35 PM
hornero (Argentina)
P. Santiago Martín: este su "Sexto motivo de agradecimiento en el Año del agradecimiento" : " Agradecer al Padre que haya creado al hombre", me alienta a exponer una cuestión litúrgica referida específicamente al Padre, que desde hace años vengo meditando en diversos borradores, deseo proponerla a quienes tienen competencia en la materia. Lo haré del modo breve que exige un comentario.
Copio de wikipedia: “El llamado «tiempo ordinario» o «tiempo durante el año» integra aquellos días en los que no se celebran acontecimientos centrales de la vida de Cristo. Ocupa la mayor parte del año. Abarca 33 o 34 semanas, según el año".
La CUESTIÓN : No existiendo en la Liturgia actual un Tiempo consagrado de modo específico al PADRE, propongo sea considerada por quienes tienen competencia en la materia la posibilidad de destinar el largo período del TIEMPO ORDINARIO establecido por la Liturgia a HONRAR, AGRADECER, CONOCER Y GLORIFICAR la PERSONA DEL PADRE. “…habéis recibido el espíritu de adopción , por el que clamamos:¡Abba, Padre!” (Rom 8, 15).
Estimo, Padre, que las razones que usted viene exponiendo y ha de exponer en sus anunciados artículos durante el “Año de agradecimiento”, me dispensa de insistir con mayores razones.
23/07/20 7:28 AM
Luis Piqué Muñoz
Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo ¡el dulce Jesús! Creó al Hombre por su Infinito y Eterno Amor, para que le rindiera Culto y adoración y Amara al Prójimo ¡Dios, el dulce Jesús, sabía cuántos sufrimientos e ingratitudes, desprecios y Burlas debería soportar de los Condenados ¡la Cruz, la bendita y terrible Pasión! cada Maldad del Hombre es una Cruz en el Cielo para Dios ¡el dulce Jesús! ¡el Sufrimiento Espiritual ¡el Espíritu Santo! es una Infinita y terrible demostración de Amor! Sólo los Elegidos ¡que debían ser todos! ¡Ay! ¡un Hombre solo! ¡como Jesús Dios Hombre! hace la Felicidad y el Gozo del dulce Jesús, el Espíritu Santo ¡Dios Ama apsionadamente al Hombre ¡más que a sí mismo! (!?) ¡aunque sólo Ama el Espíritu Santo, el Bien en el Hombre! a Buenos y Malos, llueve y hace salir el Sol sobre todos ¡y ama especialmente ¡con tierno e inmenso Amor! a sus Enemigos ¡más incluso que a sus Elegidos, porque lo Necesitan Más! (!?) ¡Viva Dios! ¡Viva Dios! ¡Viva Dios!
23/07/20 1:39 PM
hornero (Argentina)
La creación del hombre, así como la creación de los ángeles, y la del cosmos, constituye una unidad en el designio divino. Es el Acto único de valor infinito por el cual Dios por el Verbo participa su Ser "ad extra", esto es, fuera de la Vida Intratrinitaria. De aquí, que la gratitud al Padre sea un acto eminente de reconocimiento y de amor al Acto de Sabiduría, Amor y Poder de Dios.
La consideración de la creación del hombre nos conduce a la correspondiente del cosmos o universo, que Dios sometió a la soberanía de Adán, que éste perdió por el pecado, y que Cristo asumió y redimió. Como consecuencia de la Encarnación del Verbo Creador la creación es sobre-elevada a la condición de Reino de Dios, en el cual culmina la realización del designio divino. Aquí la realidad de los hombres y de las cosas entran plenamente en el Misterio que los transfigura, hasta hacer de la Iglesia, de los hombres y del universo un solo Reino al que ha descendido el Reino de los Cielos, que los colma de perfección y los proyecta hacia la eternidad. Los conceptos que podemos concebir en nuestra actual condición son insuficientes para expresar lo Inefable.
La grandiosa epopeya de la Creación que culmina en la Encarnación, reconoce como partícipe fundamental a la Virgen, la Madre del Señor Jesús. Ella es quien pone bajo el dominio del Verbo, al encarnar Éste en su seno purísimo y virginal, no sólo su cuerpo y sangre, sino también TODA LA CREACIÓN, la tierra y el universo, de los que es parte como
23/07/20 7:13 PM
hornero (Argentina)
continúo -La grandiosa epopeya de la Creación culmina en la Encarnación, reconoce como partícipe fundamental a la Virgen, la Madre del Señor Jesús. Ella es quien, al ofrecerse a Sí misma, pone bajo el dominio del Verbo, al encarnar Éste en su seno purísimo y virginal, no sólo su cuerpo y sangre, sino también TODA LA CREACIÓN, la tierra y el universo, de los que María es parte como ser humano. Cristo, como Hombre-Dios, entra en POSESIÓN de TODO LO CREADO por la obra MEDIANERA DE MARÍA. Este es su primer acto como tal. Por su MEDIACIÓN, la Virgen se vuelve PARTÍCIPE NECESARIA de la REDENCIÓN en virtud del DESIGNIO DIVINO.
Por igual razón, en un acto recíproco, María se constituye en partícipe necesaria del Acto por el cual Cristo sobre-eleva, RE-CREA todo lo existente; “He aquí que hago todo nuevo” (Apoc 21, 5).
23/07/20 9:15 PM
Rafael
Muy oportuno. Todo lo que está sucediendo con este golpe mundial es un ataque directo al Génesis: Dios creo al hombre y a la mujer y vio Dios que era bueno.
25/07/20 12:03 AM
Tito España
El que 'wikipedia' considere que durante el denominado litúrgicamente, tiempo ordinario, no se celebran hechos importantes de Ntro. Señor, no hace más que demostrar, palmariamente, que 'wikipedia' en este como en tantos otros temas, se equivoca. El error principal es pensar que la tal 'wikipedia' es el oráculo de Delfos o incluso más veraz que la infalibilidad papal.
Para cualquier cristiano, siguiendo el ejemplo de san Justino (100-165) "sine dominica vivere non possumus", todos los domingos de este tiempo son el recuerdo de la Resurrección del Señor. Si este hecho no tiene importancia, estamos como nos enseña san Pablo: "porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vana es vuestra fe" (I Cor XV, 16-17).
Luego el 'Tiempo Ordinario' podemos y debemos celebrarlo con la misma intensidad que los llamados 'extra litúrgicamente' los tiempos fuertes.
Cristo está vivo, resucitado y a todos nos espera en el Sagrario. ¿Se puede pedir más?
27/07/20 11:16 AM
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Santiago Martín
Santiago Martín Rodríguez es un sacerdote y escritor español. Es licenciado en Biología, Teología Moral y Periodismo. Se ordenó sacerdote en 1979, siendo miembro de la tercera orden regular de San Francisco (Terciarios). Dejó la orden en 1988 ante la necesidad de fundar los Franciscanos de María. Escribe en el diario La Razón y colabora con la cadena de televisión EWTN. Es consultor del Pontificio Consejo para la Familia y fundador de los Franciscanos de María.