Este domingo los españoles y los ciudadanos de la Unión Europea residentes en España estamos llamados a votar para elegir a nuestros representantes en el Parlamento Europeo. Estamos por tanto ante una oportunidad de utilizar nuestro voto apoyando a la opción política que mejor creamos que puede defender nuestros valores en Europa.
El continente europeo, y muy especialmente España, está sufriendo una grave crisis económica pero, aún peor, una crisis moral y social de dimensiones considerables. En nuestro país se está llevando a cabo una ingeniería social desde el gobierno, que busca el triunfo de la cultura de la muerte en las conciencias de todos los españoles y sobre todo en las de los más jóvenes. Las leyes, vigente y futura, sobre el aborto, la experimentación con embriones humanos, la ley de divorcio express y del matrimonio homosexual, así como la asignatura de educación para la ciudadanía son herramientas de quienes en nombre del progreso están llevando a nuestra sociedad al borde del caos.
En este país no existe una sola fuerza parlamentaria que defienda los principios que cualquiera que se precie de ser cristiano debe defender. Los dos partidos mayoritarios sólo se diferencian en el grado y la forma en que se adhieren a la cultura de la muerte. Uno la impulsa, el otro no hace nada por derrotarla. Es por ello que no consideramos lícito votarles desde una perspectiva cristiana. De igual manera, no creemos que sea lógico votar a otras opciones políticas minoritarias que mantienen un discurso similar al PSOE y al PP en relación a esos valores que el Papa Benedicto XVI declaró como no-negociables.
En InfoCatólica hemos querido dar voz a los partidos que creemos que pueden defender en las instituciones políticas -europeas ahora, españolas en un futuro- esos principios por los que merece la pena luchar. Mejor dicho, el principio por el que merece la pena vivir, trabajar, rezar, luchar: Cristo y su reinado, también en la vida pública. ¿Y a quién voto yo el domingo? ¿Qué hago yo para «votar en conciencia»? Son las preguntas que nosotros y nuestros familiares y amigos cristianos nos hacemos hoy y mañana. Bien, pues nosotros creemos que el domingo no estamos llamados a votar «por los de siempre» o «para que se vayan estos» . Estamos llamados una vez más a votar para defender la vida, la familia y el bien común.
Es por ello que animamos a aquellos de nuestros lectores que pueden votar este domingo a que lo hagan, optando por cualquiera de esas tres opciones, de las que sólo se puede objetar que es una lástima que no se hubieran puesto de acuerdo para conformar una lista unitaria -junto con otro partido que finalmente no se presenta a las europeas, CTC-. Quedarse en casa no vale para nada. El único voto útil es aquel que se deposita en la urna para defender de verdad aquello en lo que uno cree. El mal menor debe ser derrotado por el bien mayor. Y es que, como dice San Pablo, «no seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal» (Rom 12,21). Eso también se aplica en política, donde los cristianos debemos hacernos presentes si no queremos que nuestra sociedad se acabe despeñando por el abismo de la apostasía.