El Consejo de Laicos de la diócesis de Tarazona nos convoca a las I Jornadas de Católicos y Vida Pública, que tienen lugar en el aula San Benito de Calatayud los días 15 y 16 de mayo. El programa detallado lo tendréis en la cartelera de vuestra parroquia. Ya el título, sin más, es un mensaje muy claro: los católicos tienen el derecho y la obligación de hacerse presentes en la vida pública, haciéndose protagonistas de la misma.
La vida pública abarca todos los aspectos de la persona que vive en la comunidad civil. Es el mundo de la cultura, el mundo del trabajo y de las relaciones laborales, el mundo de la empresa y de la profesión, el mundo de la agricultura, de la industria y de los servicios. Es el mundo de la política, que tiene que organizar la convivencia, buscando la justicia y el bien común. Es el mundo de las asociaciones de todo tipo. Es el mundo de la familia, primera célula de la sociedad.
Hay quienes prefieren que los católicos en cuanto tales no salgan de la sacristía. Que cultiven sus creencias en las celebraciones litúrgicas o devocionales, en las Cofradías y en las procesiones, pero que no entren en la vida pública, como si ese no fuera su campo propio. Estas Jornadas vienen a recordarnos que no es así. Los católicos son también ciudadanos, y han de construir la ciudad terrena de acuerdo con sus principios creyentes. “El creyente no tiene que dejar de ser creyente para ser buen ciudadano”, recordaba Benedicto XVI en su reciente visita a Francia, corazón de la laicidad. Más aún, su aportación como creyente a la construcción de la ciudad terrena es una aportación valiosa e imprescindible.
La Iglesia ha reconocido cada vez más el papel de los laicos en el mundo. Ellos están en el mundo a manera de fermento, para transformar el mundo desde dentro, gestionando los asuntos temporales según Dios. Los laicos son como el alma en el mundo, son como la presencia de Dios en la ciudad terrena. Una presencia que no suprime la autonomía de las realidades temporales, sino que la reconoce, la respeta y la lleva a plenitud. La Iglesia tiene hoy necesidad de laicos que sean conscientes de su papel en el mundo. En ellos y a través de ellos, la Iglesia comunidad viva de los redimidos por el Señor, se hace presente en el mundo de la familia, de la cultura, del trabajo, de la vida política.
El testimonio y la coherencia de los cristianos laicos, que son la Iglesia en el mundo, les llevará a superar uno de los peores males de nuestro tiempo: la separación entre la fe y la vida, a superar el planteamiento de gestionar los asuntos de este mundo «como si Dios no existiera». Se necesitan laicos que no se avergüencen del Evangelio, que den la cara por Jesucristo y por su Iglesia, que lleven la luz del Evangelio a los puntos neurálgicos de nuestra sociedad actual. Se necesitan laicos con actitud martirial, testigos de Jesucristo para instaurar el Reino de Dios en la historia.
A eso vienen estas Jornadas de Católicos y Vida Pública. Es una iniciativa del Consejo de Laicos de nuestra diócesis de Tarazona. Felicito al Consejo Diocesano de Laicos por esta iniciativa, y por todos los trabajos que ha llevado consigo la organización y sus logros. Agradezco a la Asociación Católica de Propagandistas, fundada por el cardenal Herrera Oria, la deferencia de venir hasta nuestra pequeña diócesis para realizar estas Jornadas. Agradezco a todos los participantes su esfuerzo y su colaboración. Hay muchos cristianos fieles laicos en nuestra diócesis de Tarazona que quieren estar presentes en la vida pública, aportando la riqueza de ser creyentes, para construir un mundo mejor. Os invito a todos a participar en este evento, y encomendamos a Dios el fruto de estas Jornadas.
+ Demetrio Fernández, obispo de Tarzona