Tema tabú

Tema tabú

La sociedad actual con las leyes anti natura que legalizan lo abominable, le niegan a la madre la ayuda para tener un hijo (que si eres muy joven, que si eres muy mayor…que si ahora no es el mejor momento…) Pero además le roban a la mujer que ha abortado la posibilidad de arrepentimiento.

Hay pocas cosas de las que no se pueda hablar hoy abiertamente en España. Nos levantamos una mañana si y otra también inmersos en una especie de centrifugado intelectual en el que no sabes, una vez acabado el programa, que saldrá primero: si la cabeza, las mangas…las perneras.

¿Seremos hoy un país? ¿Qué seremos hoy?

Unos proponen quitarle una calle a un muerto; otros le quitan la espada a un retrato…estos cuestionan la monarquía, aquellos no saben si quieren ser hombre o mujer; o mejor deciden que lo quieren poder cambiar según intereses… Ni las más altas autoridades del país se libran de este «cacao mental» e incluso la más ilustre de las chiquitinas nos amenaza con que «todo es discutible» y la Verdad absoluta es para algunos cada vez más relativa. Aquello de «tengo unos principios; pero si no le gustan…tengo otros»

Desgraciadamente sí hay un tema tabú del que no se puede hablar; y del que nadie quiere escuchar: es el aborto. Solo mencionar la palabra ya nos produce repelús. Pero hay que hacerlo; hay que hablar del tema. Hay que dar voz a quienes no tienen quien les defienda. Hay que visibilizar el dolor y el sufrimiento que supone un aborto. Por la persona que pierde la vida en este acto: el bebe.

En todo aborto muere alguien. El aborto 100% seguro es aquel en el que por lo menos muere una persona. Pero no solo eso. Hay que hablar de pecado, y de culpa, y de castigo…por amor a las madres. Matar al hijo que llevas dentro va contra natura y eso produce en la psique de quien consiente en tal acto un «terremoto emocional» y no solo emocional sino físico también cuyas consecuencias son impredecibles.

La sociedad actual con las leyes anti natura que legalizan lo abominable, le niegan a la madre la ayuda para tener un hijo (que si eres muy joven, que si eres muy mayor…que si ahora no es el mejor momento…) Pero además le roban a la mujer que ha abortado la posibilidad de arrepentimiento. Qué bien hizo el papa Francisco movido por el Espíritu Santo permitiendo que fueran muchos los sacerdotes autorizados a perdonar el pecado del aborto.

Le dicen a la madre que aborto que lo que hizo fue un «ejercicio de libre elección» cuando ella sabe que cayó bajo la presión de las opiniones de otros. Le niegan el derecho a sentir pena; a guardar luto por haber matado a un hijo, pues le dicen que ya tendrá otro cuando le venga mejor. Aunque ella sabe que ninguno que venga llenará el vacío del que ella no dejo nacer.

Hemos celebrado la fiesta de los Santos Inocentes el 28 de diciembre. Algunos hemos querido acordarnos de que siguen siendo muchísimos los niños asesinados por medio del aborto.

En toda España personas corrientes sin aspiraciones políticas (o con ellas) jóvenes, viejos, intelectuales, trabajadores…hombres y mujeres hemos acudido a los centros de exterminio prenatal de nuestras ciudades y hemos rezado en la puerta para pedir el fin del aborto.

Ocurre todos los años. Aunque no salgamos en las televisiones, ni en las noticias. Queremos expresar bien claro nuestro rechazo a cualquier legislación que no proteja la vida desde el momento mismo de la concepción. Queremos expresar bien claro que el tamaño del bebé no puede ser determinante para su eliminación. Como no lo puede ser el sexo, ni la religión profesada, ni el cociente intelectual, ni sus capacidades físicas…lo contrario sería discriminación. Queremos que le quede claro a cualquiera que gobierne en España sea del signo que sea que el tema del aborto podrá ser un tema tabú pero nunca jamás será un tema zanjado.

Porque salvar una vida vale el mundo entero.

Margarita Cabrer

Publicado originalmente en Iglesia en Aragón

18 comentarios

Luis J.
Yo no hago a nadie responsable de mis pecados, salvo a mí mismo. No estoy de acuerdo con ese empeño de presentar a la mujer como víctima permanente del aborto, de estarlo creo que estaría haciendo un flaco favor al sexo femenino, al que considero tan brioso como al masculino, y en ocasiones incluso más. Tanto pretender pena acabará debilitando a la mujer, ¿que hay de esas mujeres fuertes y resistentes como mi madre capaces de salir adelante con un número de hijos que ahora sería ridiculizado y con unos recursos muy limitados, haciendo frente a penurias y estrecheces y saliendo airosa de todas ellas por amor a sus hijos? Me quedo con el ejemplo de mi madre y el de otras tantas mujeres y desprecio a la indolente y débil mujer asustadiza y quejumbrosa incapaz de tomar decisiones severas mirando a los ojos a un futuro cargado de incertidumbres pero preñada ella de esperanzas, sin importarle la voces que la incitan al peor de los desenlaces.
20/01/18 9:31 AM
Pablo
Tristemente estoy de acuerdo con Luis....al menos en parte.
En este tema como en casi todos los relativos a las personas, cada caso es un mundo, una historia.
¿Existe el caso de mujer que aborta debido a la "presión externa" de familia, sociedad, trabajo...etc? Sí.
¿Existe el caso de mujer superada por su realidad (falta de dinero, más hijos, una vida con la que no puede cargar...etc) y no quiere/puede con más "obligaciones"?. Sí.
¿Existe el caso de mujer que aborta porque ese hijo es visto como una carga que no desea que le saque de su "comodidad"?. Sí.
Y, sinceramente, en este primer mundo que es España, yo conozco más del tercer caso, que de ningún otro.
Parece mentira escuchar hoy la frase de "hoy no se puede" cuando nuestros padres y abuelos sacaban adelante familias mucho mayores en condiciones mucho peores. Y en un país como el nuestro, con la anticoncepción al alcance de cualquiera (y eso no significa que yo la apoye, ojo), el 99% de los abortos no tienen justificación. Es simplemente una decisión. ¿Qué luego se arrepienten?. Me lo creo. No debe ser un buen trago algo así. Pero que no digan que la culpa viene de fuera. Eso no es arrepentirse, sino justificarse.
20/01/18 10:02 AM
Juan Mariner
Hombre, Pablo, ninguna mujer va a decir que su pareja "la obliga" a eso o aquello... En algunas parejas pasa como en la mafia, donde pocas órdenes se dan, pero todos los que pertenecen a ella saben lo que hay que hacer en cada momento. La situación de la mujer en España es un asco (lo veo cada día en los Juzgados), fuera aparte de algunas excepciones donde la mujer se impone al hombre y se hace respetar como debe ser (generalmente es la que lleva el dinero a casa o la rica de la familia).
20/01/18 2:20 PM
Dice: "desprecio a la indolente y débil mujer asustadiza y quejumbrosa incapaz de tomar decisiones severas"
Eso hace una abismal diferencia entre quien eso dice y Jesucristo. Yo lo tendría en cuenta. Quien no se asemeje a Nuestro Señor no podrá entrar al Reino.
20/01/18 2:50 PM
Luis J.
El término "desprecio" adquiere unas connotaciones concretas en según qué entornos y situaciones. Entre nosotros cristianos no es necesario aclarar que "desprecio" no es ignorar y abandonar, pues para un cristiano ese sentido de esa palabra es inconjugable. ¿Me comprende usted señor sin nombre?
20/01/18 4:11 PM
Juan Mariner
Lo de "estos cuestionan la monarquía" me ha dejado tremendamente desasosegado (y más cuando el primo de la reina actual dice lo que dice en su libro sin desmentidos), porque es un sistema de gobierno "opinable" y hay católicos monárquicos y sinceros católicos republicanos. En cuanto a los nombres de las calles, este país no será normal hasta que desaparezcan los criminales de guerra de ellas, empezando por Lluís Companys (no sólo hay en el bando franquista).
22/01/18 1:36 PM
Manuel Pérez
Yo lo que sé es que la señora que ha escrito este artículo se juega su cara y su tipo, colocándose frente a los abortorios para evitar el asesinato de inocentes. Y ante eso tengo que descubrirme, dar gracias a Dios y pedir que nunca deje de asistirla en su misión.
Y después, secundariamente, podremos discutir si sus expresiones son más o menos apropiadas. Pero lo que salva a los niños no son nuestras discusiones, sino sus heroicas acciones de rescate.
Dios la bendiga y la guarde para el Cielo.
22/01/18 4:45 PM
Luis J.
Pensar que la batalla contra la cultura de la muerte se libra exclusivamente en las puertas de los abortorios es tener muy poca visión panorámica. ¿Acaso la pobreza la va a solucionar Cáritas?
22/01/18 5:27 PM
Manuel Pérez
Que la batalla contra la cultura de la muerte no se libra exclusivamente en las puertas de los abortorios es obvio. Defender la actuación heroica de esta señora y respetarla profundamente por su valor y entrega no es reducir el problema.

¡Pues claro que hay que combatir en muchos frentes! Pero es claro que unas formas de luchar son más cómodas y seguras que otras. Todos estamos dispuestos a escribir comentarios por internet, y es algo que por supuesto hay que hacer, pero es mucho más duro colocarse en las puertas de los abortorios, ante gente fanática e intolerante, y profundamente amante del dinero.

En fin, luchemos todos como mejor podamos. Saludos.
22/01/18 6:53 PM
Luis J.
No escriba solo comentarios en internet. Puede que tenga muy a su mano un campo donde librar heroicas batallas. Su familia y amistades, sin ir más lejos. Hay recovecos en todas ellas que quedan por explorar, y si lo hace, le auguro agrias disputas en donde descubrirá en qué grado está usted comprometido en esta lucha. Ármese del valor de antiguos y recios guerreros y dispute la victoria. Pronto descubrirá que ésta no depende de usted, ni lo hará jamás. Y entonces descansará, se lo prometo.
22/01/18 8:17 PM
Néstor
Es muy necesario insistir con este tema. Mientras haya aborto legal la Iglesia no puede parar de denunciarlo, es elemental.

Saludos cordiales.
24/01/18 12:07 PM
Santiago Ll
Margarita sabe por qué la gente va a abortar, porque está ahí a pie de cañón. Y bueno aunque no sea el único campo de batalla contra el aborto. Es innegable que estar ahí en frente ahí denunciando es aparte de una valentía, es hacer una oposición frontal al aborto. Lo fácil es criticar desde casa sentado y decir que eso no sirve de nada, o que mejor hacer otras cosas. Creo que siempre hay mucha envidia frente a la resplandeciente valentía de algunos.
Si alguno le parece poco rescatar bebés , aunque no sean muchos, y por otro lado que día a día la gente vea la vergüenza de su ciudad cada vez que pasa frente a ese centro de exterminio, mejor que se lo haga mirar.
Es importantísimo que hubiera más gente. Lo sorprendente es que habiendo supuestamente tantos católicos y parroquias haya tan poca gente frente a estos terribles sitios.
30/01/18 4:16 PM
Emiliio J Alegre del Rey
Excelente artículo, Margarita. Creo que la última frase es un buen antídoto contra el cinismo y la pedantería: "salvar una vida vale el mundo entero". Así es. Como decía Van Thuan: "Jesús no sabe de matemáticas"...

Hoy muchos católicos fieles son contrarios al aborto, pero creo que en muchos casos necesitan acercarse más al problema para comprender realmente lo que es y lo que supone. Al menos es lo que nos pasó a mi mujer y a mí. Fue cuando nos relataron de primera mano la realidad del síndrome post-aborto y cuando conocimos a personas que se dedicaban a "rescatar" -como ellas decían-, cuando el Señor nos abrió el corazón a una realidad que hasta entonces nos afectaba sólo de oídas, fríamente.

Cor unum!
31/01/18 6:42 PM
Luis J.
Bah, no nos ha de sorprender que las mujeres aborten libremente, pues cuando el hombre se ha sentido protegido por la ley y ésta le ha permitido matar a otras personas, ¿qué ha hecho? pues matar sin pensárselo dos veces...he ahí por ejemplo el caso de las guerras en las que al amparo de la ley unos se matan a otros...el aborto guarda similitudes con la guerra en cuanto que es la persona quien decide matar a otro, y acaso la mujer es mejor que el hombre?...diferentes, pero igualmente desprotegidos ante el pecado, misma dignidad, misma maldita condición humana, tan proclive a causarle daños a sus congéneres por el atrayente placer del poder por el poder. Una guerra, con específicidades y connotaciones y quizá algo encubierta, pero guerra. Más nos valdría aceptar eso.
1/02/18 6:34 PM
Luis J.
Y tras escribir lo escrito, a mí tan solo se me ocurren agravantes en el caso del aborto, y la señora del artículo, a la que posiblemente sea yo de todos los que han pasado por aquí el que más la admire, habla de atenuantes. Que sé yo, distintos remos de un mismo barco que admitámoslo, parece ir a la deriva.
1/02/18 6:51 PM
Josefarma
Excelente artículo Margarita, muchas gracias por tu labor a favor de la vida, especialmente tu testimonio a pie de abortorio (al pie de la cruz).

Algún comentarista, concretamente Luis J., parece relativizar esta labor heróica; yo, desde este foro, me permito sugerirle que pruebe a realizarla alguna vez, no es agradable pero merece la pena.

Tanto Luis como algún otro comentarista, parecen muy ávidos de condenar a las mujeres que cometen este despreciable acto, esta condena parece ignorar las muchas presiones que esta sociedad podrida ejerce sobre las mujeres, para evitar que éstas se reproduzcan; desde un lavado continuo de cerebro, hasta amenazas de trabajadores sociales de algunos ayuntamientos (notése que ni siquiera entro en los clásicos casos de coerción, por parte de padres o novios).
2/02/18 10:52 PM
"No es, por tanto, legítima y aceptable una acepción del pecado social que, más o menos conscientemente, lleve a difuminar y casi a cancelar el elemento personal, para admitir sólo culpas y responsabilidades sociales. En el fondo de toda situación de pecado se encuentra siempre la persona que peca". Compendio de la DSI, punto 117.

Ni yo relativizo nada ni estoy ávido por condenar a nadie, pero si no hacemos caso a las enseñanzas de la Iglesia, para qué hablamos de ella. Y no me creo ni de lejos que en todos los casos de aborto exista esa coerción tan determinante.
3/02/18 3:39 PM
Luis J.
Hablemos clarito. Para personas como Josefarma lo más importante en el tema del aborto es la vida de los no nacidos. No así para mí, que priorizo el alma de las madres que acaban con las vidas de sus hijos. El arrepentimiento aunque amargo es curativo. La presión social que a mi me interesa no es esa que supuestamente obliga a las mujeres a abortar, sino esa otra que las induce a creer que cuando cometen ese execrable acto no están haciendo nada malo. La lucha a las puertas de los mataderos es encomiable y sin duda forjadora de santidad, pero existen otros muchos aspectos. Es también una lucha de astucia, y existe una única arma posible para combatir la astucia de Belcebú: la verdad cristiana. Y a nosotros se nos exigirán cuentas de qué hicimos con ella, si acallarla o proclamarla. Como verán, al final soy yo quien más de acuerdo está con la señora Margarita, y esto no puede ser un tema tabú.
4/02/18 9:35 AM

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