Más aspectos malvados de la ideología de género

El punto de partida paulino se sitúa en la misma línea que la mayor parte de los textos veterotestamentarios, es decir, en el análisis de la historia del pecado como alienación de Dios. Contempla el pecado en cuanto que se encarna en una cultura pervertida y en un ambiente totalmente alienado.

En mi último artículo hacía referencia a algunos aspectos malvados de la ideología de género, como pueden ser el aborto, lo referente a la educación y la corrupción de menores, Hoy vamos a hacer referencia a otros aspectos, como la fornicación y la homosexualidad.

            Fornicación. La fornicación es la cópula carnal fuera del matrimonio. En la ideología de género la fornicación es un derecho del niño, del joven y de cualquiera porque el fin de la sexualidad es el placer y él o ella tienen sus órganos sexuales para usarlos cuando y como les venga en gana, evitando, eso sí, las enfermedades venéreas y los embarazos. Recuerdo cuando me venían a clase los de Sanidad a dar una educación sexual que no pasaba de ser una instrucción a fin que supiesen ponerse un preservativo y tratar así de prevenir embarazos y evitar enfermedades venéreas, porque con el pretexto de neutralidad se evitaba cualquier educación en valores y en concreto sobre todo la palabra castidad, que no es otra cosa sino el dominio de la sexualidad por la razón para aprender a respetarse a sí mismo y a los demás, era cuidadosamente evitada Su enseñanza, nos decían, era objetiva, neutral y científica, es decir con una total ausencia de valores y una gran presencia de errores, como muestra su rotundo fracaso a la hora de prevenir embarazos no deseados, pues con una instrucción así el número de abortos ha ido en progresión constante.

            A mí me llamó especialmente la atención la afirmación que les merecía tanto respeto un chico que se acostase como uno que no lo hiciera, lo que no deja de ser falso porque por ejemplo no me merece el mismo respeto el buen estudiante que el malo, y tampoco opino que merece la misma estima un joven que tiene valores que uno que no los tiene. Desde luego si da lo mismo, para mí está claro que el que no tiene relaciones sexuales es tonto.  Eso dicho a adolescentes me parecía gravísimo. En esta ideología el único principio moral que han recibido es me apetece o no me apetece. Mientras en muchos países la enseñanza sexual se basa en el famoso método ABC, es decir A de abstinencia, que puede ser también continencia o castidad, B (be faithful), es decir fidelidad, C, condón y por ese orden, en España, como nuestros gobernantes no creen en los principios morales, y mucho menos en los cristianos, porque para algo son relativistas, ni en la libertad, ni en la posibilidad de dominar los instintos y encauzar la sexualidad al servicio del amor, han prescindido del A y B y se han ido directamente al condón, del que por supuesto no explican ni su inconveniente moral, pues indudablemente es fornicación, ni que, a pesar de todo, como no es absolutamente seguro, ella puede quedar embarazada, y los dos contraer enfermedades de transmisión sexual.

            Homosexualidad. Indudablemente los tres grandes patronos de la ideología de género son nuestros políticos, en nombre de lo políticamente correcto, rl lobby LGTB y las feministas radicales.

            Ante todo hay que recordar que absolutamente todoslos hombres, y por tanto también los homosexuales, somos queridos por Dios y llamados por Él a realizar una vocación que consiste en el pleno desarrollo de nuestra dignidad humana. La enseñanza de la Iglesia reconoce la dignidad, el valor y el destino eterno de toda persona humana. Recalquemos que el hecho de ser homosexual no pertenece al orden moral. Las tendencias en cuanto tales no son objeto de valoración moral. No es ni una “falta”, ni un “pecado”, ni un “vicio”: es un hecho. El sujeto que tiene tendencias homosexuales no ha escogido tenerlas, y sería injusto reprochárselas. Hay ciertamente que distinguir entre tendencia y conducta, entre sentimientos y actos. Además, el tener una orientación homosexual no significa que el sujeto quiera ejercer una actividad homosexual. Inclinación y comportamientos están relacionados, pero no se identifican ni se implican incondicionalmente. Es sólo en el momento en que expresa su inclinación en un acto sexual, es decir en un comportamiento, cuando se convierte en sujeto de juicio moral.

Sobre el acto en sí “apoyándose en la Sagrada Escritura que los presenta como depravaciones graves, la Tradición ha declarado siempre que los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados” (Catecismo de la Iglesia Católica nº 2333) y “gravemente contrarios a la castidad” (CEC, 2396). Pero también la Iglesia considera deficientes, pecaminosas y contrarias a la virtud de la castidad las relaciones sexuales genitales entre personas heterosexuales fuera del matrimonio. Si la dinámica del instinto fuera suficiente para regular la conducta, la moral se esfumaría, sería un simple biologismo, cada uno tendría derecho a pedir una moral según su condición y necesidad. El homosexual, al igual que el heterosexual, tiene el deber de controlar su vida y actos sexuales, y de hecho muchos así lo hacen. Pensar que es incapaz de ello, es negar que sea una persona libre. Es decir, nadie es responsable de las tendencias que encuentra en él, pero sí del uso libre de estas tendencias.

El texto más clásico de rechazo de la homosexualidad es Rom 1,18-32. Reprueba tanto la homosexualidad masculina como la femenina. Desde luego no se trata directamente de emitir un juicio sobre una persona individual. El punto de partida paulino se sitúa en la misma línea que la mayor parte de los textos veterotestamentarios, es decir, en el análisis de la historia del pecado como alienación de Dios. Contempla el pecado en cuanto que se encarna en una cultura pervertida y en un ambiente totalmente alienado. El juicio del Apóstol arremete en especial contra los ambientes que no sólo practican, sino que incluso exaltan la homosexualidad, pues “cambiaron la verdad de Dios por la mentira” (v. 25). La causa más profunda de todos estos desórdenes, que encuentran su máxima expresión en las perversiones sexuales, es el rechazo de honrar a Dios, a la que sigue el de no respetar y honrar al hombre cual imagen de Dios: “Por esto, Dios los entregó a pasiones vergonzosas, pues sus mujeres cambiaron las relaciones naturales por otras contrarias a la naturaleza; de igual modo los hombres, abandonando las relaciones naturales con la mujer, se abrasaron en sus deseos, unos de otros, cometiendo la infamia de las relaciones de hombres con hombres y recibiendo en sí mismos el pago merecido de su extravío” (vv. 26-27). San Pablo nos dice. “Huid de la fornicación” (v. 18) y “¿acaso no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo?” (v. 19). Es decir la postura de la Iglesia al rechazar la fornicación se basa nada menos que en la Sagrada Escritura, pero este rechazo de la fornicación significa que toda práctica de la sexualidad genital es ilícita fuera del matrimonio y esto vale por supuesto también para las relaciones heterosexuales extramatrimoniales.

Por cierto, sobre el matrimonio homosexual, el pasado 9 de junio, los 47 jueces que integran el pleno del Tribunal de Estrasburgo (el tribunal de Derechos Humanos más importante del mundo), ha dictado una sentencia por unanimidad, naturalmente silenciada por el progresismo informativo, que establece textualmente que “no existe el derecho al matrimonio homosexual”. También ha dicho el Tribunal que la noción de familia no sólo contempla “el concepto tradicional del matrimonio, a saber, la unión de un hombre y de una mujer” sino que no se debe imponer a los gobiernos la “obligación de abrir el matrimonio a las personas de mismo sexo”. En cuanto al principio de no discriminación, el Tribunal también añadió que no hay tal discriminación, dado que “los Estados son libres de reservar el matrimonio únicamente a parejas heterosexuales”

                                                                         

Pedro Trevijano, sacerdote

15 comentarios

CATALINA
los peligros que se corren con la homocexualidad,,,,vivir sin freno el sexo no solo se cometen pecados de FORNICASION QUE OFENDE A DIOS,TAMBIEN SE CONTAGIAN DE MUCHAS EMFERMEDADES DE TRANSMICION SEXUAL.QUE GENERALMENTE,SON MORTALES.............
3/08/16 6:36 PM
carmelo
o sea,- el Tribunal de Estrasburgo (el tribunal de Derechos Humanos más importante del mundo dice que : "En cuanto al principio de no discriminación, el Tribunal también añadió que no hay tal discriminación, dado que “los Estados son libres de reservar el matrimonio únicamente a parejas heterosexuales”--, entonces de que hay que pedir perdón a los que persisten en esta conducta desordenada e intentan cambiar todo a su manera? o de estos grupos que no tiene intención de aceptar que es una conducta y que no es un derecho ni se les margina al decir misericordiosamente que eso los lleva a la muerte? cual es el discurso desde la virtud moral humana infusa de un autentico católico y que debe decir, con amor a tiempo y destiempo?
4/08/16 4:19 AM
Ma. Teresa Gallegos
Padre me parece como siempre muy enriquecedor su artículo, pues yo creo que a la ONU se le ha pasado la mano queriendo imponer a la fuerza su nuevo orden mundial, también en México nos han salido con lo mismo, queriendo que en todos los estados de la Republica se imponga a la fuerza el aborto y el matrimonio entre homosexuales, a la mayoría nos molesta esto, porque ningún gobierno tiene derecho de imponernos como pensar y mandar sobre nuestra voluntad, creo que debemos de hacer caso omiso de sus leyes e ignorarlas, enseñando a nuestros hijos y nietos los valores cristianos en los que creemos, y defendiéndolos, aunque nos señalen como enemigos del progreso, aquí se han dado él lujo de hacer una lista de las personas que defienden los valores cristianos como nuestro cardenal Rivera y otras personas poniéndolos a la opinión pública como homófovicos, como si con esto fueran a cambiar de opinión, a ese grado llega su soberbia. Tenemos que luchar contra todo esto, uniéndonos en oración y defendiendo nuestra fe. Ma. Teresa. México.
4/08/16 8:41 AM
Mª del Pilar
El mal hace lo que sabe: imponer su doctrina. Lo que no se es ¿a que estamos esperando los que (en teoría) deberíamos defender a nuestros hijos de este mal?.

Se ha dado poca difusión a lo que pretenden hacer en los colegios con nuestros hijos, espero que después de las vacaciones y del(como dicen algunos) merecido descanso, nos pongamos las pilas, porqué el mayor tesoro que tenemos los padres, que son nuestros hijos, que por la gracia de Dios, se nos han prestado para su acompañamiento en la tierra, cuales ángeles guardianes, ejerzamos nuestra función con la ayuda del espíritu Santo que sin duda, nos asistirá.
4/08/16 11:25 AM
Luis Fernando
Muy interesante el artículo. Muy buena la intención del sacerdote. No obstante tiene una gran falencia: condena la homosexualidad pero no brinda ninguna solución.

Dice el padre que "el sujeto que tiene tendencias homosexuales no ha escogido tenerlas, y sería injusto reprochárselas". Quiere decir que se nace homosexual. Lo cual sería como nacer condenado, pues nunca podrás llegar al matrimonio, por ejemplo.

En verdad es posible creer que se Dios creo homosexuales, cuando San Juan Pablo II en su teología del cuerpo explica claramente lo mismo que Jesús explicó a sus discípulos en el evangelio de San Mateo (19, 3 - 12).

San Juan Pablo II explica que Dios nos creó con la intención (en el principio) que hombres y mujeres se complementaran mutuamente. Por su parte Jesús dice en el ya mencionado evangelio: "¿No habéis leído que el Creador, desde el principio, los hizo varón y mujer; y que dijo: Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su mujer, y los dos no serán sino una sola carne?

Si se condena la homosexualidad pero no se brinda una solución, como la brindan muchos psicólogos, psiquiatras y seguramente sacerdotes dentro de la Iglesia que están más informados que el autor de este artículo, el lobby gay terminará por destruir la Iglesia con este problema que se le está saliendo de las manos.

Ojalá que la intención del sacerdote y una formación más profunda en la teología del cuerpo, etc., le sirva para hacer un aporte más valioso la próxima
4/08/16 8:16 PM
Luis Fernando Pérez Bustamante
El Luis Fernando anterior no soy yo
4/08/16 8:24 PM
Pedro Trevijano
En mi libro "¿Puede tener esperanza el homosexual?" digo: "Muchos psiquiatras tienden a ver la homosexualidad como una interrupción o bloqueo en el desarrollo psicosexual del individuo, y no se fijan tanto en las causas físicas o de herencia, tanto más cuanto que si las condiciones ambientales son sanas y constructivas, por ejemplo una relación positiva con el padre, los demás influjos que predisponen a la homosexualidad son muy poco eficaces.
Para éstos, entre otros R. Cohen, Nicolosi, Van der Aardweg y A. Polaino, nadie nace con una orientación homosexual, ni existen datos científicos que indiquen una base genética para las atracciones hacia personas del mismo sexo, sino que esta atracción es el resultado de traumas sin resolver que conducen a una confusión de género. Muchos pacientes destacan que las necesidades afectivas no satisfechas constituyen la base de la atracción homosexual... La orientación sexual es el resultado de un proceso histórico y no de un hecho que se impone desde el nacimiento. Con frecuencia, es un problema inherente al desarrollo, a menudo consecuencia de las primeras incomprensiones entre padre e hijo... Estos autores piensan por tanto que la homosexualidad se aprende, es decir ven su origen en el clima familiar y social" Creo que nadie nace homosexual, pero se encuentra que lo es antes de que sea una decisión libre.
4/08/16 10:16 PM
Luis Fernando
Que alegría me da leer el comentario del Padre. En mi primer comentario no quería ofender ni mucho menos, solo esperaba leer en el artículo algo como lo que está en su comentario. De todas formas si me excedí le pido disculpas al padre.

El artículo me gustó bastante. Sin embargo, quiero conocer respuestas de la Iglesia sobre el tema, ya que algunas personas las mencionan, por ejemplo los autores que el padre ha señalado, incluso él mismo en su libro.
5/08/16 12:02 AM
Luis Fernando Pérez Bustamante
Tocayo, para que no haya confusión en el futuro, pon tu nombre de forma que te diferencie de mí. Algo tipo Luis F, Luis Fdo o Luis Fernando1
5/08/16 12:32 AM
Liliana
Excelente artículo Padre. Es increíble que las personas aue alegan por el mal llamado "matrimonio gay" ni siquiera sepan el significado de matrimonio. Leí algunos comentarios de este artículo y dicen que la iglesia debería dar solución a las personas lgbti ... Y que está condenándolos. Pero, La iglesia sigue la doctrina.. Sí la cambiara ya no sería la iglesia Católica apostólica y Romana, creo que muchos tenemos diferentes formas de pensar, por qué nos tachan de homofobicos por defender la familia?... Por qué nos tachan, por querer educar a nuestros hijos con valores y como Dios manda? Yo No quiero que mis hijos vivan en libertinaje ni desbordado en los vicios!! Si no les gusta y nos respetan la doctrina Católica, creen otra a "su acomodo", y dejennos ser libres seguidores de Cristo!! Oremos para que esta imposición no vaya más allá, el grupo de "unos cuantos " nos está afectando a muchos!!
5/08/16 1:42 PM
Luis Fdo
No se trata de condenar a las personas que sienten atracción por personas del mismo sexo. Ellos, mientras no tengan comportamientos de este tipo no han pecado, eso lo explica el Padre. Pero la idea es que si no nacen así puedan cambiar y así como la Iglesia ayuda drogadictos, también puede ayudar estas personas.

el número 2358 del catecismo de la Iglesia dice: " Un número considerable de personas presenta tendencias homosexuales profundamente arraigadas. Esta inclinación, OBJETIVAMENTE DESORDENADA, constituye para ellos una autentica prueba"... Sucesivamente dice cultivando la virtud de la castidad pueden irse acercando a la perfección cristiana.

Pero si Nicolosi, Cohen, Polaino, etc., dicen que tiene una solución por qué no apostarle a ella. Yo no lo hago porque ni estudio psicología y ni siquiera he terminado mi grado, pero la Iglesia podría profundizar en ese aspecto.

En Amoris Laetitia, el Papa profundiza en la importancia del matrimonio tradicional, al Igual que lo hizo San Juan Pablo II, al igual que lo manifiesta la Biblia y cantidad de escritos más. Pero pocos quieren arriesgarse a investigar sobre una solución a este problema.
5/08/16 4:58 PM
pedro de madrid
Gracias Infocatólica por este artículo que ningún medio de comunicación antisocial se hace eco. Muchas gracias padre Trevijano
5/08/16 10:07 PM
Ricardo de Argentina
La Ideología de Género se carcajea de Dios.
6/08/16 1:48 AM
PEDRO
Creo que son temas que la gente ni conoce ni ha madurado, y que lo que hay es una ignorancia supina de los fundamentos de la ciencia y la cultura. Y tenemos unos gobernantes extraídos a menudo de ambientes de ese tipo, que solo buscan lo que gusta a la gente, y careciendo de formación ellos mismos, aprueban lo que gusta y nada más. Al fin y al cabo, van a ser votos. Respecto al origen de la homo, coincido con usted en la falta de maduración o en traumas juveniles tempranos como causas bastante habituales. Hay un período temprano de indefinición adolescente que, mal dirigido, puede abocar a esa deformidad... Pero convenza usted a los teóricos de la educación que viven, y bien, de promover estos disparates legales ...
11/08/16 6:20 PM
pedro
Ya que los legisladores, en un afán incoercible por ocupar, como los gases, todo el diccionario disponible,no saben cómo llamar a las uniones sexolegales y les ha dado por llamarlas a todas matrimonio, con evidente muestra de incultura, otra más, propongo que a esas uniones contra natura se las llame Matrihomo. Así al menos no contaminarían con sus gases fétidos el sagrado ámbito matrimonial, que debe quedar reservado para quienes lo estuvo siempre.
12/08/16 12:26 PM

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