La promiscuidad sexual

Quien practica la promiscuidad es sencillamente un incapaz de amar a nadie de modo duradero, si es que es capaz de amar de algún modo, pues lo que hay en esa persona es una ausencia total de principios morales.

En el ambiente actual postmoderno, se ha separado por muchos la sexualidad de la procreación y también de la relación estable familiar. La vida sexual de muchos no es sino la búsqueda de satisfacciones sexuales acompañadas o no de intercambios afectivos con otra persona del propio o del otro sexo.  Muchos aceptan la promiscuidad en nombre de una libertad que considera que lo realmente importante es el placer físico. La crisis familiar, la ausencia de convicciones y valores religiosos, el ambiente hipersexualizado y los anticonceptivos han contribuido poderosamente al incremento de todo tipo de relaciones. Los individuos promiscuos de ambos sexos se autojustifican diciendo que tienen grandes necesidades sexuales en cantidad y calidad y que deben cambiar de comparte, sea en intercambio de pareja, sea en trío, sea anónimamente. Su sexualidad no es sino la consecuencia patológica de una sexualidad bloqueada que toma las características de una adicción, siendo hasta tal punto así que es bastante frecuente que vaya acompañada de otras adicciones, como dependencia de fármacos, desórdenes en la comida, ludopatía, alcoholismo. En las mujeres se llama ninfomanía, y es una compulsión sexual que les impele a multiplicar sin freno las experiencias sexuales, lo que las puede conducir a una prostitución voluntaria y a una insatisfacción sexual imposible de llenar.

Quien practica la promiscuidad es sencillamente un incapaz de amar a nadie de modo duradero, si es que es capaz de amar de algún modo, pues lo que hay en esa persona es una ausencia total de principios morales. Además, estadísticas fiables demuestran que la promiscuidad sexual es una conducta de alto riesgo que lleva a las enfermedades de transmisión sexual. Esto hace que la promiscuidad, no sólo es un pecado contra la castidad, es decir contra el sexto mandamiento, sino también contra el quinto, al poner en riesgo la propia salud.

Los estados de ánimo negativos, como la desilusión, el descorazonamiento y el fracaso son una de las causas principales de los encuentros sexuales anónimos.

No olvidemos tampoco que los preservativos fallan y que las personas promiscuas, aún sin hablar del sida, sufren índices muy elevados de enfermedades sexuales, enfermedades que nos recuerdan que la humanidad no posee una libertad ilimitada. Además, la enfermedad del sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), afecta con gran frecuencia a este tipo de personas. La causa evidentemente es la actividad sexual promiscua, pues no parece existir tal riesgo en las relaciones sexuales exclusivas. Hay gente que piensa que el preservativo elimina los riesgos de la relación sexual, cuando la verdad es que si se tienen relaciones sexuales, el uso del preservativo disminuye algo el peligro de contagio de enfermedades de transmisión sexual, pero no lo elimina ni mucho menos del todo, tanto más cuanto que su empleo exige habilidad y motivación, pero incluso usándolos los riesgos y la tasa de fracasos son elevados (5-15% al año), siendo esta tasa mayor cuanto más joven se es. Por ello los americanos suelen emplear la expresión “safer sex” (“sexo más seguro”, que no es lo mismo que sexo sin peligro). Si hay algo que nunca ha sido “safe” en la historia de los seres humanos, por cómo nos afecta y sus consecuencias de todo tipo, ese algo es la sexualidad. Es decir, “el llamado “sexo seguro”, propagado por la “civilización técnica”, es en realidad, bajo el aspecto de las exigencias globales de la persona, radicalmente no-seguro, e incluso gravemente peligroso” (Carta de Juan Pablo II a las familias “Gratissimum Sane” nº 13). Los otros métodos anticonceptivos, como la píldora, no protegen ni del sida ni de otras enfermedades de transmisión sexual.

El sexo seguro no existe. Aconsejar a las personas, especialmente a los jóvenes, que es seguro tener relaciones genitales usando condones es falso, especialmente si  lo hacen con alguien de alto riesgo, porque da un sentido erróneo de seguridad en algo que puede ocasionar una enfermedad muy grave. Y en este punto tenemos que recordar la ingente tarea de la Iglesia en su lucha para ayudar a estos enfermos, que le ha convertido en la Institución que, con mucha diferencia, más hace a favor de ellos.

En cuanto a los padres recordemos que aunque sus hijos anden por caminos contrarios a la sensibilidad moral de los padres y al recto orden de lo sexual y del matrimonio, siempre deberá permanecer abierta la posibilidad de que los hijos puedan encontrar calor y cobijo en ellos.

                                                                                         

Pedro Trevijano, sacerdote

                                                                    

6 comentarios

Tomás Bertrán
"En cuanto a los padres recordemos que aunque sus hijos anden por caminos contrarios a la sensibilidad moral de los padres y al recto orden de lo sexual y del matrimonio, siempre deberá permanecer abierta la posibilidad de que los hijos puedan encontrar calor y cobijo en ellos"
----------------------------------------------------------------En estos casos, si los hijos no hacen caso a los padres, si siguen caminos de perdición a pesar de que los padres, por activa y por pasiva, les han explicado el camino que deben seguir para su salvación eterna, si al mismo Cristo, en su tierra y en su familia (excepto sus padres) no la hicieron caso por lo que tuvo que abandonar su pueblo por lo de que nadie es profeta en su tierra ni en su familia, si a pesar de todo ello siguen sin convertirse, lo que queda es hacer oración, y creo que si va acompañado de algún acto de ascesis (ayuno de tabaco, alcohol..etc) muchísimo mejor. Y no abandonar, aunque uno se muera sin ver que su oración da frutos, ya que no es el tiempo de los padres, sino el tiempo de Dios para la conversión. Esto lo digo por propia experiencia, ya que a pesar de los consejos de mi padre, solía vivir en pecado mortal. Murió mi padre, y al año y medio de su muerte me acordé de sus consejos de forma muy fuerte, me confesé, empecé a vivir la Gracia, pecando y confesándome una y otra vez, al año hice unos Cursillos de Cristiandad, y por la Gracia de Dios hasta ahora.
Con Dios y María todos al Cielo.
3/07/15 3:44 PM
María
Mire D. Pedro, cada vez hay más fustración entre las personas, porque al final las personas queremos querer y que nos quieran. El que no se involucra en relaciones podrá estar sólo o triste si usted quiere, pero el que practica muchas relaciones al final de una manera como usted lo ha dicho su fustración es mayor y siente más rencor. Pero los humanos somos terco como mulas, al final en el pecado está la penitencia. Cada vez hay más personas deprimidas porque la vida es dura, pero estas fustraciones amorosas añaden un componente mayor. Además no se preocupe que la naturaleza se cobra sus desmanes. Porque si ya es peligroso la promiscuidad sexual no segura por las vías normales, la promiscuidad por otras vías ya ni me lo quiero imaginar.¡tiempo al tiempo!
3/07/15 4:14 PM
Juan Mariner
En el fondo, creo que la promiscuidad es auténtica adicción sexual, y toda adicción parte de una previa frustración, aunque esté muy oculta.

El fomento de la promiscuidad y otros vicios adictivos se genera en los grupos de poder que ven en el fortalecimiento de la familia una amenaza a sus intereses. De la famila nace todo lo bueno y se refleja en la sociedad inmediatamente en contra de los caciques.

La promiscuidad, como causa de una profunda frustración, debe combatirse con educación familiar, preparando a los hijos para una vida futura llena de trabas, enfermedades, fracasos de todo tipo, adversidades y penalidades hasta nuestra muerte (y para las cosas buenas de la vida también sin vanidades). La promiscuidad como origen en la falta de amor y afecto por el otro sexo, debe ser atajada por los padres, haciéndoles ver a sus hijos adolescentes que "la demanda supera la oferta", que sus expectativas están desmesuradas, que deben ser perseverantes en su expresión de amor auténtico y sincero hacia el otro sexo y no desanimarse nunca.
3/07/15 8:15 PM
Razúmijin
Como en mucho de lo que al ser humano atañe (exceptuando todas las líneas rojas que sean necesarias) habría que matizar y diferenciar un poco más. No obstante, si algo está claro es que una educación basada en el mantra del sexo seguro es un absoulto despropósito. A la juventud hay que educarla en el afecto y el respeto hacia el otro, así como hacia uno mismo. No todo el mundo va a desarrollar la misma sensibilidad, pero qué menos que primen unos mínimos que hasta no hace mucho parecían de aceptación generalizada en todas las personas que pudiéramos llamar civilizadas. Desgraciadamente, y basta con ser un poco observador, asistimos a una suplantación cada vez mayor de lo bueno por lo zafio, lo elegante y encantandor por lo meramente sexy (cuando no obsceno) y las buenas maneras y modales entre ambos sexos por un trato que de tan directo resulta más propio del mundo animal que del humano.
4/07/15 7:06 PM
Forestier
La cruda y triste realidad es que la mayoría de ciudadanos de Occidente viven la promiscuidad tal como la describes. Los porcentajes de gente que prescinde del sentido de la sexualidad cristiana son escalofriantes, y al revés, el nº de matrimonios o como se dice ahora de "parejas" que viven amorosamente el sexto mandamiento, son tan escasos que también produce escalofríos. No entiendo porque el Señor permite este descalabro y esta caída en libre del cristianismo. ¿pero que ha sucedido realmente? Tan malos somos....
5/07/15 3:21 PM
Martina
La vida se la vive como uno quiere, las acciones no determinan la capacidad de 'amar' una persona, y lo único que aquí debería importar, es el amor a uno mismo.
Está comprobado que con la correcta educación sexual, y el correcto uso de métodos anticonceptivos, no se corren riesgos de enfermedades de transmisión sexual. Saludos, abran su mente, el siglo XXI está ante sus ojos

----

LF:
Así que lo único que importa es el amor a sí mismo, ¿verdad?
Je...

Usted siga viviendo su promiscuidad como le dé la gana y déjenos a los cristianos en paz.
10/08/18 4:51 AM

Dejar un comentario



Los comentarios están limitados a 1.500 caracteres. Faltan caracteres.

No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.

Los comentarios aparecerán tras una validación manual previa, lo que puede demorar su aparición.