Ratisbona y la razón en los tiempos del terror

Como este planteamiento es la gran enfermedad que mina en nuestro tiempo a Europa, no sorprende que tantos estén ahora planteando la «guerra» en curso en términos de libertad absoluta occidental contra una restricción ideológica arbitraria. Pero esa guerra, así planteada, no es nuestra guerra, aunque nos puedan matar en ella de todos modos.

La razón sufre mucho durante las crisis históricas. Y esto por varios motivos: Uno de ellos es que las convulsiones del momento incitan a adoptar posturas viscerales, que implican no pocas inconsistencias; y otro motivo, más importante aún, es que las grandes crisis ponen de manifiesto los límites de las ideas y los planteamientos dominantes en la sociedad que las padece. Llegados a estos límites, la inercia de los análisis habituales falla, y da lugar a resultados grotescos. A veces se habla entonces de un estado de negación colectiva de la realidad. Pero más que ante una voluntad negadora, nos encontramos simplemente ante el fracaso de los conceptos con los que pretendíamos comprenderla.

Pues bien, no me sorprendería que el lector que haya ido siguiendo los comentarios y opiniones de estos días en los medios de comunicación europeos, a raíz de los crímenes islamistas de París, tenga ahora una sensación parecida a la que tendría ante un carro volcado que continuara girando sus ruedas en el aire. Por supuesto, aquí y allá han aparecido artículos bastante sensatos. Pero, visto en conjunto, el discurso que predomina es tan grotesco que, escuchándolo, alguien que no conociera la noticia podría llegar a creer que los redactores de Charlie Hebdo fueron abatidos por pistoleros del Frente Nacional, o poco menos.

Parece evidente que la crisis provocada por el yihadismo islamista no encaja en el pensamiento político social de nuestro tiempo. Se trata de una realidad imposible en una sociedad multicultural, pacífica, tolerante y educada como la europea. Algo así podría ocurrir en otras regiones del mundo, pero no entre nosotros. Por supuesto, ninguna sociedad se encuentra a salvo de una agresión por parte del exterior, pero, ¿cómo entender tal brote de odio en jóvenes socializados en el corazón de Europa? ¿No son nuestros valores y nuestros modos de vida tan atractivos que tendrían que imponerse de suyo? Las manidas justificaciones socioeconómicas que se esgrimen en estos casos resultan tan forzadas que ni siquiera merecen una mención de pasada.

En tiempos de terror, la lógica no suele brillar con gran intensidad. Por eso, tampoco debe asombrarnos que se estén alzando voces que esperan de la Iglesia, o de los cristianos, posicionamientos inconsistentes con la perspectiva cristiana, y que son fruto además de análisis poco realistas de la situación en la que nos encontramos, de sus motivos y de sus posibles salidas.

Se nos dice, por ejemplo, que andamos metidos en una guerra, y que tenemos irremediablemente que tomar partido. Los bandos en esta guerra no serían religiosos ―se insiste mucho en que el «enemigo» en esta guerra no es el Islam―, sino que, de un lado estarían los defensores de la libertad y la tolerancia ―que constituirían los valores esenciales de nuestra civilización―, mientras que en el otro bando se encontrarían sus enemigos ―los enemigos de la libertad desde todas las tendencias (que denominaremos preferentemente «fascistas»)―. En esta coyuntura, no habría lugar para posiciones «tibias», «equidistantes», o «neutrales». Nuestro bando ha de ser el de la libertad. Y, por eso, tenemos que identificarnos con todos nuestros compañeros de armas, por encima y más allá de las diferencias ideológicas que subsistan. De ahí que deberíamos decir que «somos Charlie», por mucho que nos indignen las blasfemias de los dibujantes asesinados. Y de ahí que tendríamos que admitir, más generalmente, la existencia de «un cierto derecho a la blasfemia», aunque estemos en contra de las mismas. Pues cualquier otra actitud fortalecería al enemigo común: los liberticidas e intolerantes de cualquier clase.

Habiendo tenido que escuchar y leer no sé cuántas veces planteamientos así en los últimos días, me ha parecido acertadísima la referencia de Juan Manuel de Prada (en su artículo «Yo no soy Charlie Hebdo») al discurso de Ratisbona de Benedicto XVI. Quedo muy agradecido al escritor por tal recordatorio, pues, en efecto, una lectura tranquila de ese discurso proporciona las claves para rechazar el argumento que he resumido, y otros por el estilo. Más aún, la lectura del discurso de Benedicto XVI puede resultar de una utilidad impagable de cara a entender los motivos profundos de la crisis y la bancarrota ideológica que se ha puesto de manifiesto a raíz de la violencia islamista.

Uno de los puntos en los que conviene fijarse es que el Papa Emérito no escamotea la existencia de un posible conflicto religioso. No disuelve las posibles diferencias entre la visión cristiana y la visión musulmana de Dios en una identidad borrosa, precipitada, y finalmente vacía. Ratzinger nos recuerda que el Dios en que creemos los cristianos no es un ser incomprensible en su transcendencia, sino que es Logos, es racional. Y que ello implica que la religión, la relación del hombre con Dios, no puede imponerse por medio de la violencia sino sólo del razonamiento persuasivo. E interpela al mundo musulmán, mediante su cita de la acusación que formulara el emperador de Bizancio Manuel II, para que precise su imagen de Dios y se distancie de la idea de que es legítimo en algún caso ejercer violencia en nombre de ese Dios que predican. De este modo, Benedicto XVI nos está animando, contra toda corrección política, a que nos atrevamos a explorar la posible raíz religiosa del conflicto en el que nos encontramos. Da que pensar que fueran justo estas serenas reflexiones las que provocaran en su día tal huracán de odio en el mundo musulmán... y en Europa.

Pero más importante aún para desenmascarar el error del argumento mencionado resulta el análisis que en la conferencia de Ratisbona se hace de las insuficiencias de la razón moderna, la cual, ligada cada vez más al método que permitía el grandioso despliegue de la técnica, habría empujado los interrogantes éticos y religiosos del hombre fuera del ámbito de lo racional. El resultado sería un peligrosísimo angostamiento del concepto de racionalidad. En palabras de Benedicto:

«el hombre mismo sufriría una reducción, pues los interrogantes propiamente humanos, es decir, de dónde viene y a dónde va, los interrogantes de la religión y de la ética, no pueden encontrar lugar en el espacio de la razón común descrita por la «ciencia» entendida de este modo y tienen que desplazarse al ámbito de lo subjetivo. El sujeto, basándose en su experiencia, decide lo que considera admisible en el ámbito religioso y la «conciencia» subjetiva se convierte, en definitiva, en la única instancia ética. Pero, de este modo, el ethos y la religión pierden su poder de crear una comunidad y se convierten en un asunto totalmente personal. La situación que se crea es peligrosa para la humanidad».

Bastaría reflexionar despacio sobre las líneas anteriores para entender por qué no podemos «ser Charlie»; es decir, por qué no podemos dejarnos arrastrar a la falsa dicotomía entre el culto a una libertad (cuasi-)ilimitada ―que se nos quiere presentar como el elemento clave que nos definiría como occidentales―, y una actitud liberticida en nombre de alguna ideología totalitaria.

Y es que el hecho de que en la actualidad ―y contra la tradición de toda la historia de las legislaciones de occidente― muchos tiendan a percibir la blasfemia como algo más o menos molesto pero inocuo, que debe estar amparado en el ámbito de la libertad de expresión, resulta indicativo de una razón empequeñecida, que ha descartado lo religioso al ámbito de las preferencias particulares irracionales, de los gustos y manías de cada uno. En lugar de percibir el pensamiento religioso como una esfera de búsqueda racional donde se juegan las preguntas últimas sobre la vida y el sentido del hombre, y donde el trato mutuo debería estar regido por el diálogo y el mayor respeto posible, se percibe como un lugar de capricho y arbitrariedad, donde cualquier ofensa es, en el fondo, irrelevante. Pero, como advierte Benedicto:

«las culturas profundamente religiosas del mundo consideran que precisamente esta exclusión de lo divino de la universalidad de la razón constituye un ataque a sus convicciones más íntimas. Una razón que sea sorda a lo divino y relegue la religión al ámbito de las subculturas, es incapaz de entrar en el diálogo de las culturas».

Y éste es el motivo que nos obliga a que, por mucho que expresemos nuestra mayor repulsa de los crímenes ocurridos estos días, y nuestra condolencia por los dibujantes asesinados en París, no podamos identificarnos con ellos. No podemos «ser Charlie», puesto que tal revista respondía plenamente a ese espíritu de racionalidad empequeñecida que descarta la religión, y acaba así por concebir al hombre como un producto de sus propias construcciones arbitrarias. Sin nada que respetar ni nada que esperar.

Como este planteamiento es la gran enfermedad que mina en nuestro tiempo a Europa, no sorprende que tantos estén ahora planteando la «guerra» en curso en términos de libertad absoluta occidental contra una restricción ideológica arbitraria. Pero esa guerra, así planteada, no es nuestra guerra, aunque nos puedan matar en ella de todos modos. Y esos supuestos aliados, no son nuestros aliados. La perspectiva cristiana ―y, con ella, toda la historia de la civilización occidental― no concibe la libertad de expresión como algo ilimitado (salvo por la difamación y la calumnia), sino como un derecho limitado también por lo que nos dicta la razón que reflexiona sobre la naturaleza humana. Que esa razón, abierta a la dimensión religiosa, entienda que las creencias más íntimas del hombre deben ser protegidas, no de objeciones racionales, pero sí de ofensas gratuitas, debería ser lo obvio. Está visto que no lo es,... y así nos va.

 

 

Francisco José Soler Gil

43 comentarios

Daniel Iglesias
Muchas gracias, Dr. Soler Gil. Muy buen artículo.
14/01/15 11:08 AM
Horacio Castro
Grande S.S. Benedicto XVI. No aceptó la heterodoxia.
14/01/15 11:32 AM
Pedro
"Tenemos que decidir de qué lado estamos..."
una de las herramientas más habituales del pensamiento actual -que teme el poder de la razón rectamente utilizada- es plantear falsos dilemas.
Además, así se zanja rápidamente el debate tranquilo que requieren cuestiones de gran alcance, como la que se aquí se ventila.
Un magnífico post que pone de manifiesto que en Europa la correccion política imperante tiene miedo a la razóny que el empobrecimiento del pensamiento lo va reduciewndo a eslópganes o mantras, que se suponen verdaderos por repetidos, no por su fuerza lógica y racional.
Malos tiempos para Europa.
14/01/15 1:05 PM
GKC
Que lejos que queda ya Ratisbona.
14/01/15 1:20 PM
Renzo
Siento decir que este artículo tuyo me ha decepcionado. Siempre me has parecido una persona sensata y equilibrada; aún en la discrepancia y defendiendo posiciones muy distintas a las mías, tus artículos y libros me han resultado interesantes y de todos he sacado algo positivo.
Pero veo que esta vez te apuntas al carro del fundamentalismo católico y su deseo de convertir en ley universal de obligado cumplimiento su moral y sus principios.
Dices: "¿No son nuestros valores y nuestros modos de vida tan atractivos que tendrían que imponerse de suyo?", respóndete tú mismo poniendo en lugar de los valores y modos de nuestra sociedad occidental y europea, los del cristianismo. Con toda una vida eterna prometida a quienes abracen a Dios y con la amenaza de un castigo igualmente eterno para los que le rechacen, no parece que en 2 milenios largos hayáis conseguido ser la única religión ni mucho menos.
Lo curioso es que os resulte tan complicado entender, no digo ya respetar, que lo que para vosotros es un mal síntoma (...de este modo, el ethos y la religión pierden su poder de crear una comunidad y se convierten en un asunto totalmente personal.) , para muchísimas personas es justamente lo contrario y "La situación que se crea es peligrosa para la humanidad" sólo se nos plantea ante la posibilidad de que ese poder perdido por la religión pueda resurgir.

Sigue...
14/01/15 2:07 PM
Carmen A.
Tengo que releerlo para aprender. Muchas gracias.
14/01/15 2:15 PM
Luis Fernando
Francisco José, si Renzo te dice que "te apuntas al carro del fundamentalismo católico", es que has dado en el centro de la diana.
14/01/15 2:56 PM
Francisco José Soler Gil
Renzo: «Siento decir que este artículo tuyo me ha decepcionado».

A la entrada de la Casa de Contratación (Schiffergesellschaft) de Lübeck hay un lema escrito en dos piedras, que dice así: Caer bien a todos / es imposible.
Qué le vamos a hacer. Supongo que uno tiene que obrar y escribir en conciencia, con independencia de las reacciones que puedan producirse.

Renzo: «Pero veo que esta vez te apuntas al carro del fundamentalismo católico y su deseo de convertir en ley universal de obligado cumplimiento su moral y sus principios.»

En primer lugar la tipificación de la blasfemia como delito no es un deseo, sino una realidad en la legislación de muchos países de Europa, por ejemplo en la de Alemania, donde no está ahí precisamente por presión del fundamentalismo católico, que es inexistente.

De hecho, la tipificación de la blasfemia como delito ha sido una constante secular en el derecho europeo, y sólo últimamente viene siendo cuestionada en algunos países.

En realidad, el delito de blasfemia no tiene nada que ver con un intento de imponer los principios o los dogmas de una religión particular, pues protege en principio a todas.

El fondo del asunto es muy sencillo: Las creencias religiosas del creyente, sea de la religión que sea, afectan al núcleo más íntimo de su persona, es decir, al punto en que todos los acontecimientos de su vida son interpretados y adquieren un sentido. Por eso, en aras de la convivencia, es razonable que el estado, al tiempo que garant
14/01/15 3:51 PM
Francisco José Soler Gil
Carmen, y Daniel: Muchas gracias a vosotros.
14/01/15 3:54 PM
Francisco José Soler Gil
Sigo el comentario a Renzo, que quedó cortado:

. Por eso, en aras de la convivencia, es razonable que el estado, al tiempo que garantiza la libertad de argumentación racional en materia de religión, garantice también que los sentimientos religiosos de sus ciudadanos serán defendidos de la burla gratuita y el insulto. En materia de religión, la argumentación debe ser libre, pero el insulto no.
A mi modo de ver, es incluso una pena que haya que plantear estas cosas en el plano del derecho, cuando es algo que debería estar claro simplemente como norma básica de educación: un principio de respeto natural al núcleo de valores de las personas. Pero, en fin, a la vista está que no todos van por la vida procurando no herir los sentimientos más hondos de sus congéneres porque sí.

Siento no poder continuar esta discusión, pero el trabajo apremia. Un cordial saludo, Renzo!
14/01/15 4:06 PM
Renzo
Bueno Francisco José, que este artículo me haya decepcionado no implica que hayas dejado de caerme bien :-)
Gracias por responderme, lamentablemente la segunda parte de mi mensaje a sido abducida por el celo de algún moderador de esa web.
El fundamentalismo, sea católico o luterano, es poco amigo de las libertades individuales y la de expresión lo es además de un logro social significativo de nuestra cultura occidental.
Y estoy de acuerdo contigo en que "Las creencias religiosas del creyente, sea de la religión que sea, afectan al núcleo más íntimo de su persona, es decir, al punto en que todos los acontecimientos de su vida son interpretados y adquieren un sentido" y no tengo objeciones mientras se mantengan en ese ámbito, el conflicto surge cuando se pretende que lo que es algo íntimo, personal y subjetivo pase a ser de cumplimiento universal para creyentes y no creyentes.

Saludos.
14/01/15 5:03 PM
Santi
Muy bueno, D. Francisco José. Gracias a Dios aún tenemos personas razonables con criterio. Es de lo mejor que he leído sobre el tema, junto a lo de Juan Manuel de Prada y José Francisco Contreras.
Muchos saludos.
14/01/15 5:36 PM
Miguel Antonio Barriola
Pero, es que no sólo está en juego el valor supremo de las convicciones religiosas, sino además y antes, la fundamentación de lo que aquí se expone en el mero orden natural, perceptible por una razón, no dañada por el libertinaje imperante.
Si una institución, periódico, partido político, la emprende, no con razones y motivaciones, sino a puro insulto y degradaciones soeces, contra sea quien sea, andamos muy lejos de los medios aceptables para la comunicación viable e inteligible.
Aún quienes discuten, han de valerse de la misma lengua y sus reglas, no llamando arbitrariamente, por ejemplo, "zapallo" a un "martillo", a no ser que queramos caer en el capricho como regla generalizada.
El "sofisma", el creer que cada uno podía manejar la realidad y su expreción a su real antojo, fue lo que casi sumergió a Grecia en el lodazal de una nueva Babel. Gracias sean dadas a Sócrates, que, cual tábano tenaz, se encargó de sacar de tal somnolencia a sus compatriotas.
Y, por más extendido que se encuentre este estilo en la sociedad europea, el hecho no justifica que se apabulle con desprecios, para nada fundados, al "pequeño resto", que todavía confía en los principios universales, metafísicos, físicos y morales.
14/01/15 7:12 PM
Miguel Antonio Barriola
¡¡¡ Perdón !!!
"ExpreSión" no "ExpreCión"
14/01/15 10:40 PM
Ricardo de Argentina
«las culturas profundamente religiosas del mundo consideran que precisamente esta exclusión de lo divino de la universalidad de la razón constituye un ataque a sus convicciones más íntimas. Una razón que sea sorda a lo divino y relegue la religión al ámbito de las subculturas, es incapaz de entrar en el diálogo de las culturas».
---

Gracias Dr. Soler Gil por entresacar esta perla preciosa del magnífico discurso de Benedicto.

Esbozaré dos conclusiones de tan jugosa cita:

* Si "una razón sorda a los divino"..."es incapaz de entrar en el diálogo de las culturas", pues que tomen notas los fundamentalistas del diálogo, esos que lo consideran la panacea universal. Hay algunos con los que no se puede dialogar. O se puede, pero es perder lastimosamente el tiempo.

* Como católico, yo considero que "la exclusión de lo divino de la universalidad de la razón constituye un ataque a mis convicciones más íntimas.". Esa exclusión de lo divino la hace el Liberalismo. El Liberalismo, pues, agrede mis convicciones más íntimas.
15/01/15 2:51 AM
Juan Argento
Estoy de acuerdo con que "no hay lugar para posiciones «tibias», «equidistantes», o «neutrales»". Pero mi bando es decididamente el del bien, que es el del ser. El bien existe sólo en relación a los seres vivientes, y es su preservación, afirmación y aumento en el ser. (Es una definición que me brotó en el momento casi visceralmente, si algún filósofo profesional quiere aumentar su exactitud, bienvenido.)

Que el bien tiene por precondición la verdad es obvio a todo nivel. Si alguien en la selva no reconoce la verdad de que un animal es feroz y actúa de acuerdo a esa verdad, el animal lo va a matar.

Una verdad que nos confronta a todos es nuestra vulnerabilidad y finitud en el tiempo. Sólo la fe en el Ser Absoluto que premia nuestra conducta en esta vida luego de la muerte (Heb 11,6) da la esperanza de continuidad en el ser y hace que la vida y el universo tengan sentido. Sólo el teísmo antropocéntrico (en el sentido de que los seres humanos somos relevantes para Dios por puro amor gratuito suyo) ofrece la perspectiva de la preservación en el ser, y en el caso particular del cristianismo, de un aumento inaudito en el ser, la participación de la naturaleza divina.

Por lo tanto mi bando fundamental es el monoteísmo, y en ese sentido mi posición es más cercana al Islam que al nihilismo de Charlie Hebdo, cuya perspectiva última para cada ser humano y el universo en su conjunto es la nada.

Esto obviamente no implica que las distintas tradiciones monoteístas que c
15/01/15 4:22 AM
Jaime Fernández de Córdoba
Uno de los argumentos estos días de los defensores de la libertad de expresión irrestricta (según dicen), de los laicistas, y demás, es que hay que adaptarse a nuestra "cultura" o "civilización". Aceptar estos argumentos es debatir sobre falsas premisas.
La civilización de Occidente no deriva de la Revolución Francesa, sino que es cristiana, con fuertes componentes judíos, romanos, griegos y germanos, ahormados por el propio cristianismo. Estamos en el año 2015 de la era cristiana, no del nacimiento de Voltaire ni de la decapitación de Luis XVI.
Otra cosa es la sociedad actual, donde aquellos valores que hicieron destacar a Occidente sobre los demás ya no se reconocen; por eso se habla de la "muerte" o "decadencia" de occidente.
Lo que los laicistas proponen como valores comúnmente aceptados (feminismo, multiculturalismo-toma multiculturalismo-,libertad irrestricta de expresión-mentira-etc), son consecuencia de una determinada ideología que muchos no vamos a aceptar jamás.
15/01/15 12:39 PM
Palas Atenea
Yo estoy al cien por cien con el articulista.
Las cosas no se plantean tratando de que las personas escojan entre el hambre y las ganas de comer. El pasado siglo a muchas personas se les pidió que simpatizaran con los comunistas para no parecer nazis o que simpatizaran con los nazis para no parecer comunistas. Que se lo digan al obispo Vilmos Apor de Altorja, que, después de pelear a brazo partido con los nazis y los cruces flechadas-su nombre figura como salvador de judíos- vino a ser víctima de un grupo de soldados soviéticos borrachos que intentaban llevarse a unas mujeres jóvenes cristianas, según ellos para "pelar patatas". Aquel obispo tenía todas las papeletas para que lo matara cualquiera ya que tenía la costumbre de interponerse entre víctima y verdugo. Nosotros tenemos las mismas papeletas para que unos nos llamen enemigos de la libertad y los otros nos peguen un tiro. Pero aún así tenemos que ser como el obispo de Györ.
15/01/15 12:50 PM
Palas Atenea
Por cierto si alguien está interesado-Blogueros o curiosos-en la Wikipedia viene una entrada en inglés sobre este obispo tan desconocido-tío del teólogo Hans Urs von Balthasar-y en los external links hay una biografía muy completa y sumamente interesante (también en inglés)
En su durísima vida (1891-1945) tuvo que atravesar conflictos entre terratenientes y campesinos, nazis y judíos y finalmente soldados soviéticos y población civil. Fue beatificado en 1997 por San Juan Pablo II y su biógrafo le llama "mártir de la Caridad"
Es considerado "Justo entre las Naciones" por el Yad Vashem por su labor en favor de los judíos, fue miembro-barón-de la nobleza húngara, mártir para la Iglesia y héroe nacional de Hungría, pero el repetía siempre que era un pastor, "Crux firmat mitem, mitigat fortem" era su lema.
15/01/15 1:17 PM
Yolanda
Desde luego que "esa guerra no es nuestra guerra aunque nos puedan matar en ella" Y quede claro que nos puede matar cualquiera de ambos bandos: el salvaje bando yihadista o el salvaje bando de Renzo-Charliehebdo. Por igual.

Imaginará alguno que el autor del artículo estará sin dormir varias semanas por el disgusto de haber decepcionado a Renzo, algo paliado -menos mal- por el hecho de que "le sigue cayendo bien". No es para menos: el bando Renzo-Charliehebdo está demasiado acostumbrado a que los creyentes ilustrados les pidan permiso para existir y para hablar, y se sientan legitimados sólo cuando obtienen ese permiso y no digamos ya cuando obtienen su paternalista beneplácito. Sospecho que no es el caso de Francisco José Soler Gil, cuya independiencia de criterio (en contraste con la obsesiva necesidad de aprobación de tantos otros que se dicen crtistianos y que solo se sienten verdaderamente ilustrados si un ateazo de pro les concede ese galardón) le coloca muy lejos de la estrechez de miras de la pandilla de ateos habituales de este portal.
15/01/15 1:39 PM
Renzo
Yolanda, tienes una forma muy peculiar de reivindicar respeto. En un solo mensaje me has llamado salvaje, pandillero, estrecho de miras y has insinuado que soy un asesino. Pero parece que no pasa nada y que la censura en esta web sólo funciona para los mensajes ateos aunque no incluyan insultos, calumnias o injurias como las que usa nuestra amiga, es más, tengo muy poca confianza en que este mensaje llegue a ser publicado, pero quién sabe...
15/01/15 7:28 PM
Francisco José Soler Gil
Muchas gracias a todos los comentaristas por sus aportaciones. Sólo me gustaría subrayar un tema que han mencionado Palas Atenea y Yolanda (a quien por cierto, aprovecho para enviarle un saludo, después de tanto tiempo que no coincidíamos en los comentarios de los blogs):

Los cristianos tenemos que estar preparados, porque en esta guerra vamos a ser atacados por los dos bandos, cada uno a su manera:

Para el laicismo que predomina en Europa hoy, todas las religiones son, en el fondo, igual de malas. Pues los laicistas perciben a todas ellas como un peligro para su libertad. De manera que es esperable que aumente aún más las presión de hostigamiento a la que nos tienen sometidos. Y, por supuesto, en los análisis desde este lado no se distinguirá mucho entre islamistas y católicos. Como botón de muestran, consultad, por ejemplo, la entrevista que Umberto Eco ha concedido al Corriere della Sera, a raíz de los atentados de París.

Y para los islamistas, nunca seremos otra cosa que infieles, contra los que se puede, o incluso se debe, usar la violencia.

Es bueno que seamos conscientes de esta situación, y tratemos de recorrer nuestro camino sin ilusionarnos con alianzas y causas comunes imposibles.
15/01/15 7:36 PM
Francisco José Soler Gil
Oh, Yolanda, Renzo, tan combativos como en los viejos buenos tiempos...
15/01/15 8:03 PM
Yolanda
Saludos igualmente, Fco. José. Encantadísima de vernos de nuevo.

Sí soy perfectamente consciente de la situación que describes: sin ser nuestra guerra, nos atacarán, lo hacen ya de hecho, ambos bandos. Lo de Umberto Eco es de aurora boreal, pero es ya moneda común. Hoy, en un debate de la sexta, un ateo al uso dijo algo así: "está claro que no todos los musulmanes son yihadistas, hay muchos musulmanes razonables. Yo, por ejemplo, si fuese católico, que no lo soy, jamás sería como Rouco Varela, sino como otros cristianos razonables que conozco". Es decir, el pedazo de acémila que dijo eso equiparaba a los asesinos de París y a Rouco Varela. tremendo: mí el cardenal Rouco no me cae nada simpático, pero no parece que vaya asesinando dibujantes de El Jueves, por ejemplo. Pero es igual, se dice y queda dicho.

Renzo: yo no reivindico "tu" respeto. Eso es algo de lo que ya has demostrado sobradísimamente no ser capaz, así que me tomo contigo libertades muy por debajo de las que tú te tomas con los católicos que con tanto fervor e insistencia visitas. Y no te he llamado nada de lo que dices, eso son interpretaciones malévolas.
15/01/15 11:21 PM
Palas Atenea
Carlos A. Marmelada en su libro "El dios de los ateos" dice que quedaron atrás los ateos beligerantes de los siglos XIX y XX y quedan los ateos prácticos que viven "el olvido de Dios". Es decir, que ni siquiera utilizan ya esa palabra. Sin embargo yo no veo eso tan claro, reconozco tener a mi alrededor algunos de estos ateos prácticos y, en general, conviven conmigo mirando con indiferencia cómo voy a misa o cómo rezo el rosario y parece que les da igual. A veces les produce extrañeza, pero no se interesan ni preguntan. Sin embargo en las webs aparecen una serie de ateos belicosos de muy distinta índole que, desde luego, no viven de espaldas a Dios, más bien parecen tenerlo muy presente.
Ninguno de mis familiares, ateos prácticos, se tomaría la molestia de entrar aquí para decir nada porque no tienen nada que decir.
Cuando pienso en esto no sé si es mejor luchar a brazo partido con Renzo, como hace Yolanda, o la total indiferencia de algunos de mis familiares. Desde luego los ateos prácticos son más fáciles para convivir pero me pregunto si los otros no estarán dándose coces contra el aguijón porque Dios, de alguna manera, les importa. El ejemplo de los primeros indica que tiene que ser así.
15/01/15 11:46 PM
Maga
Grandioso artículo. Don Francisco José, lo admiro como Filósofo de la Ciencia, pues leí algunos de sus extraordinarios libros, pero también como articulista. Ha dado en el meollo de la cuestión, al igual que el gran Benedicto XVI, en efecto, ,esta Guerra es entre el Islam y el pensamiento postilustrado liberal anticristiano, que, por desgracia, ,tantos estragos está haciendo dentro de la Iglesia, como, por ejemplo, en Alemania,como, por desgracia, sabe. Los enemigos de ambos bandos somos los Catolicos y, en efecto, ésta no es nuestra Guerra, pero mucho me temo que seremos las víctimas de la misma. Gracias por el artículo.
16/01/15 2:26 AM
Sonia S
Hola,

"Los cristianos tenemos que estar preparados, porque en esta guerra vamos a ser atacados por los dos bandos, cada uno a su manera"

No, a mi no me parece asi. No tiene suficiente recorrido el comentario. Aunque no me extraña.

mas bien TODO el mundo tiene que estar preparado, porque en esta 'guerra' vamos a ser atacados desde TODOS los bandos.

En la(s) guerra(s) del lobo solitario y del Dr. No hay 'aliados' ni de conveniencia, ni de nada. Solo el salvese quien pueda. Por eso todo el mundo, cristianos, catolicos o no, tenemos que estar 'preparados'.

PS: el futuro, incluso el mas inmediato, el que viviremos, es terrible y fascinante a la vez. Things to come! Fascinante por las posibilidades tecnologicas y terrible porque esa tecnologia sera tan cara que no podra acceder todo el mundo. (ya esta sucediendo eso) (en la salud, por ejemplo).
Y la cosa queda clara. Sera terrible porque los excluidos reclamaran participar de ese progreso en forma de bienEstar.

D. Fco, vd dice que son manidos los argumentos socioEconomicos para explicar la ira de la juventud socializada de Europa. Vale, pero que sean usuales y manidos, no dejan de ser ciertos. Y certeros. Dele vd. un futuro claro a un joven, con verdadero progreso y se dejara de tonterias y veleidades mesianicas. lo que sucede es que eso tambien -como no!- esta en crisis. El futuro tenemos que construirlo nosotros y no esperar a que nos lo den.

Bueno no se si se cortara esto, saludo!
16/01/15 2:49 AM
Renzo
Claro Yolanda, tú eres el paradigma del respeto, para ateos y creyentes que no comulgan con tu idea de la Iglesia, también lo has demostrado sobradísimamente.
Además eres la juez única que decide qué es una interpretación malévola, la mía sin duda, y una imparcial, como la tuya en el comentario a Rouco Varela.
Yo, como soy menos imparcial y no estoy dotado con la gracia de juzgar todo y a todos como tú lo estás, y no habiendo oído el comentario que citas, no interpetro que, de lo que escribes, se deduzca que se equipara al cardenal con los asesinos de París, lo que interpreto es que se le pone vomo ejemplo de un católico para nada moderado y abierto al dialogo, pero es sólo mi interpretación .
En cambio en tu comentario, los insultos, injurias y calumnias son claros y explícitos para cualquiera que lo lea de forma objetiva e imparcial. Así que, amiga Yolanda, lo único malévolo es tu insidia y tu odio hacia mi y los ateos en general.

Saludos.
16/01/15 7:39 AM
Francisco José Soler Gil
Estimada Sonia, yo no tengo tan claro como vd. eso de que:

"Dele vd. un futuro claro a un joven, con verdadero progreso y se dejara de tonterias y veleidades mesianicas".

Repase, por ejemplo, las biografías de los terroristas del 11-S, por ejemplo Mohamed Atta o Ziad Jarrah, y comprobará que mayoritariamente provienen de un entorno de clase media, o incluso media alta, y no ajena a la universidad. Y el propio Bin Laden, como sabe, tampoco era un marginado social.

En realidad,la articulación de movimientos de rechazo al estándar de las sociedades de cada momento suele ser impulsado por individuos que pertenecen a las élites de esas sociedades. Posiblemente debido a que cada uno piensa lo que puede.

Saludos cordiales
16/01/15 11:30 AM
Yolanda
Y dale, Renzo:

que no, que yo no digo que yo sea el paradigma del respeto, ni que yo sea imparcial, ni que yo sea "la única" capaz de juzgar intenciones. No, yo sólo soy una de tantas personas que debaten con esos métodos poco edificantes cuando me hinchan las narices. Pero es que no eres tú el más indicado para afearme mis excesos. (Pero en cuanto al comentario de Rouco Varela sí soy objetiva: Rouco Varela no va ametrallando a dibujantes y si no lo has oído, mejor no hablas de lo que no sabes).

No odio a "los ateos en general", apañada estaría en ese caso, se reducirían a menos de la mitad el número de mis amigos y familiares; sino que me irritas sobremanera tú en particular y tus pésimas maneras de irrumpir por doquier, en el mejor de los casos, en tono de burla. Ninguno de tus coleguis Voltaires, Gringos, Ramontxus etc, ni en los peores momentos, tiene la actitud deplorable que tienes tú siempre.Y no hay más.

Sonia S.:

creo que no hace falta que "·todos " estemos preparados. Cuando hay un grave conflicto con violencia y sangre, basta con saber estar en alguno de los bandos bien amachambrado. También es útil ser de ese género de gente que sabe cambiar convenientemente de bando. Hay muchos así. Sólo los que no estamos en ninguno, porque no podemos estarlo, no debemos, estarlo y sería indigno estarlo, somos los que corremos riesgo real. Los demás, si acaso caeréis por fuego amigo como daño colateral, pero si sois espabilados, igual salís airosos.
16/01/15 12:58 PM
Palas Atenea
Acabo de ver la esquela del etarra Bolinaga que ha muerto esta mañana. Doy fe, porque los conocía, que sus padres eran católicos practicantes, pero suponía que él era ateo. La esquela demuestra que lo era.
Los proetarras están molestos con el asunto Charlie Hebdo porque, al contrario que nosotros, a ellos las caricaturas les parecían bien y también, al contrario que nosotros, que los asesinen también les parece bien.
Así que, Renzo, si habías puesto alguna confianza en el ateísmo como elemento civilizador más vale que la deseches.
16/01/15 1:59 PM
Sonia S
Hola!

D. Fco. su respuesta me hizo recordar un ya antiguo articulo de Fukuyama para explicarse atentado tan trascedente como el 11S, el dia que cambio un siglo. Para Fukuyama, contra la opinion corriente, el integrismo islamico no era algo rescatado de la historia, sino un movimiento muy moderno cuya base eran las elites educadas en Europa y America.

Bien, puede ser, verdad? porque no? ademas muchos hechos casan. Aunque mi impresion es que las respuestas siguen siendo poco satisfactorias. Dicho rapido y mal, una cosa son estas elites, muy pocas personas y en mi opinion cuatro iluminados, de los que siempre habra y otra las capas sociales de aluvion inmigratorio que creen -y siguen creyendo- que Occidente es a la vez cielo infierno. Cielo por las posibilidades que ofrece (inexistentes o inaccesibles en los paises de sus padres), el infierno dadas las 'tentaciones' fruto de esas opciones. A lo que hay que añadir -y es lo impòrtante- que el paraiso del consumo, riqueza y bienEstar que parecia no tener fin antes de 2008, desde entonces ha terminado.

Queda solo el salvese el que pueda como en otros tiempos de crisis, crisis "fuertes" se entiende; las limitaciones que vd sabianmente advierte (genial!) efectivamente se hacen patentes. Y tomaran diversa forma donde resuenen, en el caso de esos jovenes, con la ira. En Espana idem, como los que apoyan a Podemos.

Porque todo este malestar y agitacion social no aparecio en 2003-2004? Porque todos eramos felices entonces.
16/01/15 5:16 PM
Sonia S
Yolanda, te equivocas. yo si que no estoy en ningun "bando" Primero para elegir habria que poder identificar bien a los "bandos" porque yo, lo siento, no lo tengo tan claro.

Ni siquiera -creo- los millones que dicen que son Charlie, no tienen ninguna simpatia por lo que ese necio periodiquillo comico publicaba. Que por cierto, y no se si se ha puesto de relieve eso, difundia (como mucho) 300000 ejemplares en toda Francia.

Yo no reconozco "bandos" porque en primer lugar no quiero elegir. Seguro que me equivocaria. Seguro. 100%.

Cuando hay un conflicto con violencia y sangre, de los de verdad, cuando no tienes mas remedio que elegr, los mas inteligentes no se ponen a cubierto en la barricada, porque esta mas tarde o temprano cede o cae. Prefieren marcharse (que no huir) y lavarse las manos. Saben que todo es inutil y prefieren o disfrutar de la vida o apenarse de ella, pero en un lugar aseptico fuera de las barricadas de unos y otros y lejos de las llamas.

Por otra parte cambiar de bando no siempre es posible o sale bien, solo lo pueden hacer aquellos que tienen una posicion de fuerza, o una buena posicion a secas.

lo mejor, es marcharse y exclamar: ya os arreglareis. Se ha intentado y no es posible arreglar nada.

Eso lo hicioeron primeras figuras en la guerra de Españá y gente nada sospechosa de extremismo. Es de las cosas que he aprendido estudiandola.

Saludo, buen finde a todos
16/01/15 5:37 PM
Renzo
Cierto Yolanda no hay más, lo has dejado claro en todas las ocasiones en que hemos intercambiado mensajes. No hay más, sólo la aversión y rabia que tienes contra mi y que no dejas de demostrar a la mínima ocasión.
Lo siento por ti, siendo una persona inteligente debes pasarlo muy mal intentando convivir con todo ese odio y contradicciones.

Palas, no tengo ni la más remota idea de qué es lo que les parece bien a los proetarras, tú pareces conocerles bien así que tú sabrás.
Si tuviera que depositar mi confianza en algo como elemento civilizador, elegiría la Ciencia.

Saludos.
16/01/15 6:34 PM
Luis Fernando
Id finalizando vuestro amigable intercambio de impresiones.
16/01/15 9:06 PM
Palas Atenea
Conocimiento empírico se llama eso, Renzo, tú también los conocerías si vivieran a tu alrededor.
16/01/15 9:22 PM
Yolanda
Pues no, no lo paso mal. Tú sólo eres una persona entre más de siete mil millones. No das para tanto como para "pasarlo mal", ni para llamarlo "todo ese odio". No exageres, hombre. No ocupas tanto.


Por cierto, Fco. José Soler, volviendo al tema del artículo, que es lo que importa:

Hay algo en lo que sí coincido con Sonia y que, nada más leer tu artículo sí me chirrió. Descartas las "explicaciones sociológicas" por manidas etc, y a la objeción más que razonable de Sonia opones el hecho de que los organizadores de etas organizaciones brutales son gente de clase alta, ricos etc. Pero lo cierto es que se necesita tropa, Bin Laden o el ISIS necesitan héroes y no van a ser sus hijos.


No hay mejor lugar de dónde sacar la tropa que de los muchos desarraigados y excluidos de segundas y terceras y hasta cuartas generaciones en Europa. Los chavales marroquíes en España no se integran del todo. Sus padres y abuelos eran musulmanes tibios, algunos MUY tibios. Les educaron en un islam light. El fanatismo religioso les llega de fuera. Y la miseria de dentro.

En la infancia hay menos problema. En la adolescencia mantienen una cierta afinidad con sus pares españoles hasta que el fracaso en la ESO, mayoritario, les va devolviendo al gueto. Y ahí se fragua el desarraigo, el resentimiento, los odios, en fin: la carne de cañón.
16/01/15 11:29 PM
Yolanda
lo mejor, es marcharse y exclamar: ya os arreglareis. Se ha intentado y no es posible arreglar nada.

Eso lo hicioeron primeras figuras en la guerra de Españá y gente nada sospechosa de extremismo. Es de las cosas que he aprendido estudiandola.

__________________

Pues yo, Sonia, estudiándola, he aprendido que buena parte de los que se fueron diciendo "ya os arreglaréis" habían contribuido muchísimo a desencadenar los odios de la guerra.
Se puede ser un poeta excelso, un músico sublime, un intelectual respetado... y al mismo tiempo una persona miserable y cobarde.
16/01/15 11:46 PM
Sonia S
Hola!

el articulo de D. Fco. ya esta listo para archivar ya casi cuesta de encontrar. Nada solo un par de cosas. Y ya que se va extinguiendo la entrada, largo seria poner ahora cosas de la guerra de España y que tampoco tendrian mucho que ver con el tema.

Yolanda, si, es posible, aunque yo pensaba en gente sin odio y con verdadero deseo de revitalizar el pais, con los ejemplos de Clara Campoamor, D. Manuel Gimenez Fdez, Ortega ...
Y asi como rapido y mal, diria que hay una diferencia de cronologia entre los que piensas tu y yo. Los "mios" se marcharon al principio del conflicto, y me da que los tu piensas son los que pasaron toda la guerra. Siempre he pensado que quedarse en España despues de 19-7-36 con cargos de responsabilidad era algo criminal. No se podia asistir a los desmanes y atropellos y hacer como que aqui no pasa nada o que mas tarde ya controlaremos la situacion. No.

Y desde luego tu conclusion, sin duda! ya lo creo!!! 100% OK.

Aunque me apena que veas a Renzo tan mal, No se si tendria que decirlo, pero es que los dos me "caeis" bien, no por 'frivolidad'!! os consdiero a los dos personas con mucha sensatez. Pero nada, desear que no os peleeis es solo .. eso un deseo.

Saludo!
20/01/15 2:31 AM
ANGEL MOLINA
El artìculo es lo màs solvente que se ha escrito en las ùltimas semanas sobre el fenòmeno, lejos de la dialectica que contrapone eso que llaman .
23/01/15 9:19 AM
Juan Eusebio
Siempre tengo presente Ratisbona. Pues no profundizar, quedarse en la superficialidad de los dimes y diretes "mediáticos", no es bueno ni deseable... ¿Cuál es la "teología" musulmana -o las "teologías" musulmanas- exactamente? ¿Y la auténtica teología católica? "Distinguir para unir" (creo que dijo Maritain). O la confusión que no puntualiza ...¡para distanciarse! -pienso, con perdón por esta mi "funesta manía" de pensar.
28/01/15 7:05 AM
JUAN NADIE
TORENZO

Puedes engañar a los que no te conozcan haciéndote el ateo buenista meapilas hablando de la libertad. Tu que eres totalitario, y que defiendes y justificas la II República asesina, ladrona, violadora y criminal española con todos sus crímenes y los que continuaron en la guerra civil.

Oírte a ti hablar de libertad y de respeto es como oir a un cocodrilo hablar de dietas veganas.

¿De que libertad nos hablas, de la del gulag o la de Corea del Norte, o de la de Cuba y Venezuela que son los modelos que a ti te ponen?
¿Por qué no te vas a Venezuela que tanto te gusta a disfrutar de la libertad de verdad?
19/02/16 10:43 AM
JUAN NADIE
Nos guste o no si hay una guerra y si es nuestra guerra, no porque nosotros la queramos sino porque una parte no desdeñable de musulmanes nos ha metido en ella.

Unos grupos musulmanes radicales e influyentes ha declarado la guerra santa a occidente, al cristianismo, en concreto al catolicismo, y a los tibios musulmanes que no piensan como ellos.

Otra cosa es que parte de ese occidente, los progresaurios modernistas, sean también anticatólicos.

Esta claro que no tenemos que identificarnos con ellos ni permitir que el impacto puntual de la amenaza, con el shock que conlleva, nos haga perder de vista la perspectiva, y nos haga caer en sus falacias. NO SOMOS CHARLIE HEBDO. PARA NADA. Los de CHARLIE, aunque los hayan matado son un hatajo de cobardes, cínicos y miserables y con ellos no se puede ir ni a cobrar una herencia.
19/02/16 10:50 AM

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