Saltaron a la luz unas declaraciones que uno de los actores favoritos del momento, Russell Crowe, lanzó en su perfil de Twitter. Debatiendo un argumento contra la circuncisión, comentó lo siguiente: «La circunsición es barbárica y estúpida. ¿Quién eres tú para corregir la naturaleza humana? ¿De verdad Dios necesita la donación de un pedazo de piel? Los bebés son perfectos». Y continuaba: «Siempre lucharé por la perfección de los bebés. Siempre creeré en Dios, no en la interpretación del hombre sobre lo que Dios desea».
Obviamente, no son éstas las palabras que han causado malestar en sí. Muchos incluso pueden decir que comparten esta opinión. Pero, justo después, Crowe comentaba en una respuesta a otra persona: «El aborto debe siempre ser una decisión de la mujer, no hay un beneficio en una maternidad «forzada»… ¿no crees? Por eso no me gusta. Adiós».
¿Se ve la contradicción? Remover un pedazo de piel es «barbárico y estúpido», pero matar un ser inocente no lo es. ¿En dónde estudió lógica el buen Russell? ¿Qué argumentos faltan en su silogismo?
Pero no todos dentro del mundo de Hollywood piensan como él. También existen hombres y mujeres de espectáculo que defienden la vida y luchan por darle voz en medio de nuestra cultura de la muerte. Y el presente artículo quiere, justamente, ofrecer cuatro argumentos que tal vez pueden ayudar. Más que silogismos, se trata de cuatro personas de ese mundo que, como Russell, han triunfado.
Dos decisiones, dos héroes, dos cantantes:
«Una joven esposa embarazada fue ingresada en el hospital por un simple ataque de apendicitis. Los médicos le colocaron un aparato sobre la barriga y al final del tratamiento, los médicos le aconsejaron que abortara al niño. Le dijeron que sería la mejor solución porque el niño seguramente podría nacer con alguna discapacidad. Pero la joven valiente esposa decidió no abortar y que el niño naciera. La señora era mi madre y el niño era yo».
Esta historia, contada en un concierto por el propio Andrea Bocelli, causó sensación en los medios hace tiempo. Y en una entrevista concedida al periodista Paolo Rodari del diario Il Foglio, el tenor señalaba que «lo hice contando la experiencia privada de mi madre sin siquiera pedirle permiso, pero no me ha amonestado, y tampoco estaba preparado yo para todo este clamor que se ha generado con efecto retardado». Pero, eso sí, Andrea no puede sino agradecerle a su madre la decisión que tomó. Después de todo, ha dejado muy claro que no es que esté contra el aborto; él va más allá: «con mis convicciones personales, de ferviente católico, no solamente combato contra algo, combato por algo y estoy a favor de la vida».
Un caso similar le sucedió a otra cantante de fama internacional, la canadiense Celine Dion. En esta ocasión, fue un sacerdote católico el que aconsejó a su madre, que esperaba su hijo número 14, a no recurrir a un aborto: «El sacerdote le dijo [a mi madre] que ella no tenía derecho a ir contra la naturaleza. Por eso tengo que admitir que, en un sentido, le debo mi vida a aquel sacerdote». Y termina diciendo: «apenas mi madre se recuperó del desánimo, no perdió un solo minuto en autocompadecerse, y me amó tan apasionadamente como había amado a todos».
¿Qué hubiese pasado si las dos madres de familia hubiesen decidido abortar, si hubiesen hecho «valer su derecho a la opción»? Lo más importante, que dos personas hoy no estarían vivas. Y, por otro lado, no podríamos todos disfrutar, entre muchas otras, de esta canción que interpretan juntos Celine y Bocelli:
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=ck8wigZnA7Q
El rap de la vida
Dentro del mundo del rap, Nick Cannon tiene un lugar privilegiado. Y no sólo porque se ha casado con una guapa y admirada cantante como Mariah Carey, con la que tuvo unos gemelos justo el día de su aniversario de bodas. Lo que pasa es que el cantante y actor estadounidense estuvo a punto de no contarlo. Era 1978 y su madre contaba con dieciocho años… Lo cuenta en este increíble videoclip titulado «Can I live» (¿Puedo vivir?):
http://www.youtube.com/watch?v=50o8yv2xm4A&feature=player_embedded
No se juzga, no se ataca. Sólo se presenta el caso de una mujer que supo sacrificarse y que, gracias a ella, hoy Nick puede cantar.
En español, estrellas
Poeta, trovador, bohemio… y tal vez poco recomendable en muchas de sus canciones. Es la definición que muchos darían de Ricardo Arjona, el cantante guatemalteco que tanto éxito ha cosechado gracias a temas como «La mujer que no soñé», «Minutos» y otros. Tal vez «Con una estrella» sea menos conocida que éstas, pero cuenta con esa originalidad que distinguen sus letras. ¡Vale la pena escucharla y concluir con la misma respuesta que el mismo cantante hace: del vientre de toda madre saldrá una estrella que desea brillar!
http://www.youtube.com/watch?v=7KkLcVs7oQE
Y es justamente de estrellas de lo que habla el grupo español Nena Daconte al hablarnos del aborto. En una entrevista concedida al diario español Alba, Mai Menesses prefiere no tocar el tema directamente («me guardo un poco el por qué escribí esa canción»), pero no cabe duda que la canción «En qué estrella estará» pone a uno la piel de gallina cuando se lee la letra, especialmente el estribillo, una descripción poética del trauma post-aborto: «en qué estrella estará para cuidar de él. Me pasaré la vida sin dormir. En qué estrella estará mi dulce corazón, por qué me roba la vida la razón. Dime quién vendrá a ocupar su lugar, por qué mis sueños se rompen de golpe». Y tal vez por eso ella decidió cantar en una manifestación por la vida, ya embarazada, para apoyar el milagro que consiste en esperar un hijo
http://www.youtube.com/watch?v=qZ1H-e8Z-LY&feature=player_embedded
Y más y más…
Se podría seguir poniendo varios casos de ese mundo, como la Miss Estados Unidos, Teresa Scalan, que vive gracias a que su madre no la abortó cuando, con 18 años y sin casarse, se quedó embarazada. Pero ya basta. Lo importante es darse cuenta que la lógica proabortista carece de sentido. No es una cuestión de decidir o no. Todos tenemos derecho a vivir, pues todos –cantantes, sacerdotes, artistas, bomberos, políticos, …– somos seres humanos desde el momento mismo de la concepción. Es tal vez una de las mayores injusticias negar la vida a ese ser que ya late: no le neguemos la posibilidad a él de vivir y al mundo de disfrutar de esa existencia que quién sabe qué nos regalará en un futuro.
P. Juan Antonio Ruiz J., L.C.