Con las nuevas tecnologías que permiten conocer la presencia de alteraciones cromosómicas de los hijos en gestación en la sangre de su madre a una edad muy temprana (10 semanas), será necesario que los gobiernos mundiales legislen para proteger la vida de las personas que podrían nacer con discapacidad genética.
Hace unas semanas, y en medio de una gran polémica, se aprobaba en Suiza un test no invasivo para la detección del Sd de Down en sangre materna. La empresa que lo comercializa, Life Codex, esgrimía que con ello se contribuirá a evitar unos 700 abortos al año derivados de las pruebas invasivas (amniocentesis y biopsias coriales). Sin embargo las asociaciones de discapacitados alemanas mostraban su oposición por entender que con esta tecnología se contribuía a la discriminación por razones genéticas y a la eugenesia y presentaban denuncia en la Corte Europea de Derechos Humanos.
Ciertamente, en los países europeos en los que la eliminación prenatal de los Sd de Down es legalmente permitida, su diagnóstico antes del parto conduce a la destrucción del 88% de estos pacientes (EUROCAT). En España, desde la instauración de la legalización del aborto eugenésico y de los cribados cromosómicos extendidos rutinariamente a toda la población, el nacimiento de los Sd de Down se ha reducido en un 60%.Se trata de una alteración muy poco frecuente que solo afecta a 1 de cada 700 recién nacidos vivos frente a la que, sin embargo, existe toda una estrategia sanitaria encaminada a su persecución.
Ahora en España, la empresa Labco Quality Diagnostics, comercializa un test similar, con la diferencia de que además del Sd de Down permitirá la delación de aquellos individuos que porten anomalías en los cromosomas 13 y 18.
Con estas tecnologías los cribados de cromosomopatías se extenderán aun más, y aunque se puedan reducir algunos abortos yatrógenos derivados de la amniocentesis, es previsible que aumenten los abortos eugenésicos si no se prohíbe la matanza de estos seres humanos. Con estas tecnologías los individuos que presenten alteraciones cromosómicas serán delatados más precozmente y en mayor número. No obstante ante un resultado positivo siempre seguirá siendo necesario practicar una prueba invasiva que lo confirme y asumir sus consabidos riesgos para el paciente fetal.
Por otro lado el director del Instituto de Epidemiología Molecular y del Centro Medicina Embrionaria y Salud Materna en Chile, Elard Koch, está desarrollando una línea de investigación para «frenar» la expresividad de algunos genes de los individuos con Sd de Down. En concreto de aquellos que «gobiernan» las manifestaciones somáticas que afectan a estos seres humanos. Por lo que, aunque nunca se curaría la cromosomopatía, de dar buenos resultados, sería posible durante el embarazo administrar un tratamiento que hiciera más leve la afección.
A pesar de todo, ésto sigue siendo una esperanza para el futuro,hoy por hoy es sólo una línea de investigación y sólo para el Sd Down que no será curado aunque sí podría ser paliado. Por ello para que los avances tecnológicos no se sigan convirtiendo en técnicas que conducen a la discriminación y a transformar a la Medicina en instrumento de violación de la dignidad humana es más necesario que nunca que la ley prohíba matar a los Sd de Down.
Esteban Rodríguez
Ginecologos DAV