Ayer, en una entrevista publicada por el diario La Razón, Alberto Ruiz Gallardón anunció la derogación del aborto por el supuesto de minusvalía o malformación del feto. Tanto el PSOE como Izquierda Unida han montado en cólera.
Alegría entre los discapacitados y los defensores del derecho a la vida
«No entiendo que se desproteja al concebido, permitiendo el aborto, por el hecho de que tenga algún tipo de minusvalía o de malformación. Me parece éticamente inconcebible que hayamos estado conviviendo tanto tiempo con esa legislación. Y creo que el mismo nivel de protección que se da a un concebido sin ningún tipo de minusvalía o malformación debe darse a aquel del que se constate que carece de algunas de las capacidades que tienen el resto de los concebidos.» Éstas fueron las palabras del Ministro de Justicia publicadas ayer por La Razón, como primer adelanto de la reforma sobre la regulación del aborto que prepara el gobierno.
Las organizaciones de defensa de los discapacitados han celebrado este anuncio. El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad ha señalado que «el aborto eugenésico por razón de discapacidad es contrario a los derechos humanos, ya que parte de la premisa de que la vida de las personas con discapacidad es menos valiosa que la del resto, y por este motivo se le puede aplicar un trato desigual, que encierra una clara discriminación, prohibida por las normas internacionales que protegen los derechos de las personas con discapacidad». La Federación Española de Síndrome de Down ha afirmado que la medida supondrá «un gran avance» para España. Hay que tener en cuenta que muchos de los niños que son víctimas de la actual legislación abortista son eliminados por tener el síndrome de Down, lo que está suponiendo una auténtica matanza de las personas que padecen este transtorno genético. Este anuncio también ha sido acogido con alegría por el movimiento provida. Desde Derecho a Vivir Gádor Joya lo ha calificado como «un progreso histórico en la protección de la dignidad humana», y ha animado a Gallardón a suprimir también el coladero del supuesto de riesgo para la salud mental de la madre, una figura que ha dado pie a un generalizado fraude de ley que implica, de facto, la barra libre para matar a seres humanos antes de que nazcan.
Ataque de ira en las filas socialistas y comunistas
La alegría de los discapacitados y de los defensores del derecho a la vida contrasta con el ataque de ira del PSOE, que ha echado mano de la peor demagogia afirmando que el PP «busca el aplauso ultraconservador atacando a las mujeres y actuando contra lo que piensa la mayoría de los ciudadanos», y con la rabieta de Izquierda Unida, que ha equiparado la defensa del derecho a la vida de los discapacitados con el «nacionalcatolicismo español» y con «posiciones de Torquemada».
Por lo visto, para la izquierda defender que la vida de un discapacitado tiene el mismo valor que la de cualquier otra persona es de «ultraconservadores» y es atacar a las mujeres. Delirante, aunque no suponga ninguna novedad: el PSOE e IU siempre han actuado en este terreno como simples representantes de los intereses de la influyente y millonaria industria del aborto. De hecho, el portavoz de Sanidad del PSOE en el Senado es fundador y presidente del mayor abortorio del País Vasco. Su actitud a la hora de abordar temas de salud ya quedó retratada el mes pasado cuando se deshizo en descalificaciones contra la Organización Médica Colegial por publicar un informe desaconsejando la venta indiscriminada de un fármaco con efectos abortivos, la llamada «píldora del día después», una práctica muy polémica que fue autorizada por el gobierno de Zapatero. Por lo visto para el PSOE hay cosas más importantes que la salud, empezando por la venta de productos abortivos.
¿Esta izquierda es la que se dice defensora de los mas débiles?
El gesto de desprecio que han tenido el PSOE e IU hacia los discapacitados es coherente, desde luego, con la Ley Aído que apoyaron, una ley monstruosa que autoriza a matar a esos discapacitados hasta las 22 semanas de gestación, un plazo extra al de 14 semanas que dicha norma contempla en el caso de que el feto no padezca ninguna discapacidad. Lo que ya es alucinante es que se venda esa actitud como una apuesta por el progreso y por la igualdad y que la izquierda aún tenga la cara dura de presentarse como la defensora de los más débiles, cuando parece que lo único que les preocupa al PSOE y a IU es que sus amiguetes de la industria abortista no pierdan beneficios en un macabro negocio que obtiene su lucro a costa de liquidar vidas humanas. La izquierda, en fin, se ha retratado una vez más otorgando a la vida de los discapacitados menos valor que a la vida de los demás, una actitud aberrante que tiene antecedentes ideológicos muy conocidos.
Elentir
Publicado originalmente en Contanto estrellas
