Artículos de Fernando García de Cortázar en InfoCatólica
Sacerdote jesuita e historiador español. Galardonado con el Premio Nacional de Historia 2008, es catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Deusto
El sentido católico de la libertad
Son muchos los católicos que confunden el necesario diálogo ecuménico de los cristianos, con el abandono o la minusvaloración de la crítica justa y dolorosamente ejercida por la Iglesia a los seguidores de Lutero.
Viaje al fondo de la noche
«Frente a ese Estado estéril, yo levanto el concepto del Estado integrador, que administre la justicia económica y que pueda decir con plena autoridad: no más huelgas, no más lockouts, no más intereses usurarios, no más fórmulas financieras de capitalismo abusivo, no más libertad anárquica, no más destrucción criminal contra la producción. Si ese es el Estado fascista, yo, que participo de la idea de ese Estado, yo, que creo en él, me declaro fascista.»
El hombre hecho cenizas
La distinción entre vidas con valor y vidas sin valor, entre existencias dignas y existencias superfluas, nunca podría haberse formulado sin la quiebra anterior de un orden inspirado en los principios del cristianismo.
El miedo a la madurez
El culto a la juventud es el producto más visible del desguace de la tradición, la muestra rotunda de una crisis alimentada en la sugestión por lo efímero, el temor al esfuerzo constante y el desprecio por la complejidad intelectual. Es la sobrevaloración de la circunstancia pasajera y el desdén por los fundamentos perdurables.
Maeztu y la España del catolicismo integral
Maeztu se convierte en el principal teórico de la contrarrevolución en España, el responsable de la actualización del discurso político de la derecha católica integral, para la que el orden social debe estar unido a la búsqueda del bien común.
Las raíces del cielo
Hora es ya de que, creyentes o no, los ciudadanos que vemos en el cristianismo un impulso decisivo de nuestra cultura recordemos la vigorosa presencia de ese mensaje en las más ambiciosas creaciones de nuestra historia.
«La libertad se llama dignidad»
«Por si nos sirve de consuelo en este trance difícil, en el que debemos oponer la envergadura de las convicciones a los índices de popularidad, no estará de más recordar lo que un siempre lúcido y ya viejo Chesterton dijo a quienes le trataban de reaccionario: «aprendí lo que era la libertad cuando pude darle el nombre de dignidad.»