Artículos de Carmen Bellver en InfoCatólica
Nos hemos quedado «sosos»
Hoy escasean los evangelizadores y sobran agentes sociales de grandes ONGS que se diferencian muy poco de otro tipo de organizaciones benéficas, que no tienen como razón de ser una fe que invita a servir al prójimo, a convertir el mundo en una sociedad de hermanos.
¿Quién hay detrás de la campaña contra la Iglesia?
Me avergüenzo como creyente de esos supuestos hermanos en la fe, que cada día vuelven a cargar las tintas contra la Institución que ha estado en la frontera siempre, como pionera de ayudas a los más necesitados.
Por si no lo saben, somos súbditos de Cristo e hijos de la Iglesia
Para ellos no ha caído el muro de Berlín, ni se ha desplomado el estado de bienestar. Dicen que no son súbditos, sino personas. Con esa pose de enfant terrible convocan a los idealistas desnortados. Pero no salvan almas ni convierten corazones.
El linchamiento mediático de monseñor Reig Pla
No creo que se pueda establecer ningún puente de diálogo con quienes de facto si sitúan fuera de la Iglesia. Es más, me pregunto qué hacían escuchando una homilía religiosa si con su vida manifiestan que no tienen reparo en vivir al margen de la fe de la Iglesia.
¡Que se lo crean, leñe!
¡Ay de quienes se echaron atrás y desde las barricadas siguen bombardeando a la Iglesia!. ¡Ay de quienes predican una fe propia, la que ellos creen, no la que nos dejó Jesucristo!. ¡Ay de quienes buscan hacer cambios por fuera que no impliquen cambiar por dentro!
César Vidal ataca a los católicos y Bruno Moreno los defiende
Me llama la atención el cuidado exquisito que tiene la Iglesia con otras confesiones religiosas, y la inquita con la que se mueven determinados grupos protestantes para hacer parroquia. Vale la pena descubrirnos ante quienes saben poner freno a la verborrea seudo intelectual de un escritor tan prolífico como César Vidal.
El legado de Benjamín Forcano
A lo largo de estos años, ciertos teólogos cuestionados por la Iglesia han conseguido editar sus obras al margen del nihil obstat y convertir sus conferencias en púlpitos de pago. Al mismo tiempo que el pensamiento laicista les elogiaba y proporcionaba medios de vida en Universidades civiles, lejos del control de la Iglesia.
Las horas bajas de los progresaurios, el chiringuito ya no funciona
Yo creo en la libertad de expresión, pero me parece que hay que pagar peaje en las autopistas, para sigan funcionando correctamente y además cumplir con los límites de velocidad. Y eso mismo se supone que debe hacer la Iglesia con todos aquellos que se atribuyen alguna autoridad para elucubrar sobre la fe que profesamos.
Tamayo y Castillo, dos pesos pesados
Cada uno deberá dar cuenta de sus actos. Pero es que no es posible decir que la Iglesia quiere dictar su moral a las leyes y la sociedad civil. En primer lugar la Iglesia tiene el deber de orientar a los fieles, los niños díscolos como Tamayo, sólo son fieles al pesebre que les permite pontificar desde una cátedra de las religiones.
Queremos un Ministerio de la Vida
Mientras se difunda la idea de que un pro-vida es un reaccionario que va contra el progreso de la sociedad, tendremos el equívoco de construir un país con miles de niños sacrificados día a día, con el silencio cómplice de la mayoría. Por eso creo que es necesario reivindicar un Ministerio de la Vida.