El Valle de los Caídos: la esperanza de un futuro incierto
Pliego de «resignificación» del Valle de los Caídos: todo menos el altar | © Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana

El Valle de los Caídos: la esperanza de un futuro incierto

Próximos pasos, recursos, esperanza.

Introducción

Quid est veritas? Hemos empezado así todos nuestros artículos, y no podía ser de otra forma en este último. Si los otros artículos han narrado, con perplejidad y tristeza, lo que ha sucedido y lo que sucede en el Valle de los Caídos, este que nos disponemos a escribir es distinto, pues el futuro todavía es incierto. La verdad siempre triunfa, no olvidemos que Nuestro Señor dónde parecía que se había producido su mayor derrota, fue el lugar de su reinado: la Santísima Cruz. Es esa cruz la que se alza gloriosa en la sierra madrileña, la más grande de toda la cristiandad, no reneguemos de ella.

La esperanza

Quiero llenar de esperanza con este texto a todos aquellos que se acercan. ¿Qué es esperanza? «es una virtud sobrenatural, infundida por Dios en nuestra alma, y con la cual deseamos y esperamos la vida eterna que Dios ha prometido a los que le sirven y los medios necesarios para alcanzarla»[1]. Esta es la verdadera esperanza, la que infunde Dios en el alma, como nos enseña San Pío X en su catecismo. No se trata de un sentimiento ñoño y sin sentido de que «no te preocupes, todo va a ir bien». Todo lo que Dios nos manda con su santa providencia es un medio de santificación, pero ¡ay de nosotros si no ponemos todos los medios a nuestro alcance para defender a Cristo entre los hombres! Cuidado no vaya a suceder lo que nos narra el Evangelio: «Aquel día muchos dirán: «Señor, Señor, ¿no hemos profetizado en tu nombre y en tu nombre hemos echado demonios, y no hemos hecho en tu nombre muchos milagros?». Entonces yo les declararé: «Nunca os he conocido. Alejaos de mí, los que obráis la iniquidad» (Mat. VII, 23-24).

Señores obispos, eclesiásticos, pastores y fieles, esto es un llamamiento para actuar, a poner en práctica todo lo que sabemos del Valle de los Caídos. Como Pilatos ante Jesús podemos reconocer la verdad o simplemente responder como él, ignorándola para no actuar en consecuencia. El camino es difícil, «Entrad por la puerta estrecha. Porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos entran por ellos» (Mat. VII, 13).

Han sucedido cosas graves, pero lo más grave está por venir, no permitamos que profanen una Basílica pontificia los sucesores de los verdugos de nuestros mártires. ¿Para conseguir qué? ¿Paz? No vaya a ser que, por vivir unos años tranquilos, Cristo no nos reconozca por cobardía el día del juicio. Y no seamos ilusos, cuando se exhumó a Franco se pensó que se iban a quedar ahí, después se atacó la educación concertada (mayoritariamente católica) con la ley Celaá, ahora la resignificación es otro paso más, ¿cuál será el siguiente? ¡Salvemos el Valle! Están a tiempo de enmendar su error, en poco tiempo no será posible.

La expulsión del P. Santiago: una declaración de intenciones.

No puedo avanzar en este artículo sin antes defender a un hombre de Dios, como es el P. Santiago Cantera. Un gran monje, sacerdote y prior del Valle de los Caídos. Que contra sus votos y su voluntad se le apartó del cargo y forzó a un retiro lejos de su comunidad.

En abril de 2025, a través de un comunicado en redes sociales leíamos sus palabras:ç

«…Aunque todo esto que estoy viviendo con mi comunidad nos haya sido impuesto, lo acogemos con mirada sobrenatural y con la paz que el mundo no es capaz de dar, sino que sólo Dios puede proporcionar. Por mi parte, el hecho de tener que ausentarme de la que es mi comunidad, con la cual la comunión es total y estamos todos unidos, y aunque se me haya impuesto de esta manera violentar mi voto benedictino de estabilidad, es una ocasión de la que Dios se vale para proporcionarme un tiempo de descanso físico y mental y de retiro…»[2].

¿Qué dijo el gobierno ante la salida del P. Santiago? ¿Qué intenciones se esconden tras esta expulsión? Citemos las palabras de D. Félix Bolaños, ministro de la Presidencia: «Es muy buena noticia que un prior que no comulgaba con los valores democráticos salga del Valle en plena resignificación del Valle y en la conmemoración del fallecimiento, el 50 aniversario del fallecimiento de Franco. También le digo que el Gobierno había trasladado a la Iglesia la necesidad de que un prior ajeno a los valores democráticos, nostálgico del franquismo, saliera del Valle»[3].

Verdaderamente, de nuevo, el Gobierno se retrata. Esta declaración deja claro que se pactó con «la Iglesia» su salida, ¿desde cuándo ordena el Estado qué hacer a la Iglesia? ¿Cómo va a pactarse no solo el cese como prior sino la salida involuntaria de un religioso de su comunidad? Es insólito.

Ellos son los demócratas, los que no dejan escapar ni un recoveco de su poder, hasta tal punto han llegado que mandan a la Iglesia actuar contra su propia le. No hay jurisdicción legal del Estado sobre la organización interna de la Iglesia, más aún cuando no transige ninguna norma civil ni canónica, más bien, esta orden transige todos los derechos fundamentales civiles y los canónicos. No se puede obligar a un monje, que ha prometido ante Dios con el santo voto de permanencia quedarse en un monasterio concreto, salir de su comunidad sin haber incumplido una norma canónica, más aún habiendo actuado en todo acorde al Derecho. A abandonar a su familia, que es su comunidad, y a su casa, su monasterio, sin más justificación que ser «nostálgico del Franquismo», aparte de ser esto falso, ¿dónde se encuentra la nostalgia como delito? ¿Deben ser penadas también las emociones? ¿Ya hemos llegado no solo a considerar delito las actuaciones, sino lo que se siente y piensa? Es una medida totalitaria, inhumana y sin escrúpulos. Y lo peor no es que haga esto el Gobierno, sino que la jerarquía se ha plegado, ¿a cambio de qué? Pocos días después aparecía un titular muy revelador «Los obispos han entregado el Valle de los Caídos a cambio de tapar su responsabilidad en la pederastia»[4], ¿casualidad o coincidencia?

La resignificación criminal: el futuro del monumento.

¿Cuál es el futuro del monumento? «se pretende destinar como único espacio «dedicado al culto» el altar y las bancadas adyacentes de la Basílica de la Santa Cruz. El resto de las instalaciones quedarán abiertas a ser intervenidas mediante manifestaciones «de carácter artístico y museográfico» que derivarán de un «concurso internacional de ideas» que «contará con un miembro en representación de la Iglesia»[5]. Y hasta ahí podemos leer, ya que todavía no hay nada definitivo publicado sobre el futuro de la Basílica, la Abadía y la Escolanía.

Verdaderamente es asombroso cómo se está realizando todo, con aparentes pactos entre el Vaticano y el Estado español, pero sin contar con la parte más importante de esta auténtica guerra: la comunidad benedictina. Simplemente se les va informando e imponiendo, sin prácticamente derecho a réplica.

Hay muchísimos interrogantes que plantea el futuro, pero quisiera detenerme en la Basílica. Han cambiado el nombre del monumento con la Ley de Memoria Democrática, de Valle de los Caídos a Valle de Cuelgamuros, pero la Basílica sigue llamándose Basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caídos.

Según el Derecho Canónico, can. 1218 CIC: «Cada iglesia ha de tener su propio título, que no puede cambiarse una vez hecha la dedicación». Ahora bien, hay un canon anterior que establece, can. 1212 CIC: «Los lugares sagrados pierden su dedicación o bendición si resultan destruidos en gran parte o si son reducidos permanentemente a usos profanos por decreto del Ordinario o de hecho».

Por la vía del derecho civil, y por hecho del canónico, se va a reducir la mayor parte de la basílica a un uso profano por lo que habría que volver a dedicar la iglesia. Si no hay permiso del Ordinario, en este caso el superior de la comunidad benedictina sería una profanación.

Señores eclesiásticos, no pueden mirar a otro lado, aquí no se va a producir una colaboración pasiva, omitiendo el cuidado debido de nuestros hermanos benedictinos, sino que van a tener que colaborar activamente en la desacralización, destrucción y profanación de un lugar santo. Defendamos la gran obra espiritual que desarrollan los monjes del Valle de los Caídos.

Recursos abiertos ante la exhumación y la resignificación

En toda nuestra controversia desatada con la exhumación de Francisco Franco y la inminente resignificación podemos preguntarnos, ¿está todo perdido? Y la respuesta debe ser firme y tajante: ¡por supuesto que no!

A parte de la vía de diálogo efectivo, que el ejecutivo no pretende perseguir como revela que nunca han concedido verdadero derecho de audiencia a los monjes, hay una serie de recursos legales ante tantísimas vulneraciones de derechos fundamentales que estamos presenciando. Los enuncio a modo de ejemplo como forma de sembrar esperanza y animar a la defensa.

En la vía penal encontramos el art. 526 del Código Penal, en el que hay un delito específico contra el respeto a los difuntos y la violación de sepulturas. Todavía no ha prescrito, puede perseguirse por denuncia o querella criminal. Habría que probar «ánimo de ultraje», pero con tantas declaraciones públicas de la hemeroteca sobre la exhumación es fácil de encontrarla.

En la vía administrativa ya se interpuso el recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Supremo, aunque no se resolvieron las cuestiones de fondo. Pero queda todavía el extraordinario de revisión ante la sentencia del Supremo, que cabe interponerlo cuando hay prevaricación, y en este caso ¿no sería permitir el acceso a un lugar de culto inviolable sin el permiso del superior una decisión ilegal?

Ante el Tribunal Constitucional se interpuso un recurso de amparo que fue inadmitido por no encontrar vulneraciones de derechos fundamentales, algo verdaderamente sorprendente, puesto que se limita escuetamente a inadmitirlo.

La última vía es la internacional, y es la que más interés merece, puesto que la comunidad benedictina podría acudir a ella. Podríamos encontrarnos ante una vulneración clara del derecho a la libertad religiosa y de cultos, entre otros muchos. Se puede interponer un recurso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Cabe decir que a esta vía también acudió la familia Franco sin éxito, pues fue simplemente inadmitida.

La Santa Sede, como estado observador ante las Naciones Unidas, tiene «El derecho de plantear cuestiones de orden en cualesquiera actuaciones relacionadas con la Santa Sede, sin que el derecho de plantear dichas cuestiones incluya el derecho de impugnar la decisión del presidente[6]». Si la Santa Sede velara por sus intereses podría plantear esta cuestión. Tiene muchas vías a su alcance, tantas que, si no se hiciera nada, ya revela su colaboración activa y total con este triste suceso.

Conclusión espiritual

«No temáis a los que matan el cuerpo» dice Nuestro Señor en los Santos Evangelios. Podrán destruir lo de fuera, pero lo de dentro, el alma, la obra espiritual, no podrán nunca borrarla. Los monjes han entregado todo a Dios: su libertad, sus posesiones, su vida. Por mucho que traten de amedrentarlos, nada podrá hacerlo, ellos ya son patrimonio de Dios. El santo abandono que respira la vida monástica, aquí se hace patente, han abandonado en Dios su pasado, presente y futuro. Digan lo que digan en la banca azul del Congreso, nunca podrán con ellos, ni con nosotros.

Querido lector, has seguido leyendo este artículo, y los anteriores, hasta el final. Ya no podemos mirar a otro lado, debemos defender a aquellos que dan su vida a Dios por nosotros. Aquellos que elevan diariamente su oración por España y la reconciliación de todos los españoles. Por nuestros vivos y difuntos.

Te animo a como dice el refranero popular «a Dios rogando y con el mazo dando», defendamos cada uno con nuestros medios la herencia de la fe católica, y respetemos su santa ley: amar a Dios sobre todas las cosas y santificar las fiestas, que no es solo asistir a misa el domingo, es también defender todos los santuarios e iglesias donde se eleva el Santo Sacrificio del Altar. No permitamos que profanen el Valle de los Caídos, recemos con esperanza y luchemos con audacia. Cristo está con nosotros sosteniéndonos con su palabra «Noli timere, ego vinci mundo».

 



[1] SAN PÍO X, Catecismo Mayor 1905. N. 893. https://www.clerus.org/bibliaclerusonline/es/e1j.htm (30 octubre 2025).

[2] CANTERA, S. en INFOCATOLICA (4 abril 2025): https://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=52100 (3 noviembre 2025).

[3] RUBIO, R. en EUROPA PRESS (21 marzo 2025): https://www.europapress.es/sociedad/noticia-bolanos-celebra-salida-prior-valle-caidos-nostalgico-franquismo-20250321142836.html (4 noviembre 2025).

[4] GURPEGUI, J (pseudónimo). en INFOVATICANA (3 abril 2025): https://infovaticana.com/2025/04/03/los-obispos-han-entregado-el-valle-de-los-caidos-a-cambio-de-tapar-su-responsabilidad-en-la-pederastia/ (3 noviembre 2025)

[5] BASTANTE, J. en ELDIARIO.ES (26 marzo 2025): https://www.eldiario.es/sociedad/gobierno-pacta-vaticano-resignificacion-cuelgamuros-incluida-parte-basilica-abadia_1_12165233.html (6 noviembre 2025)

[6] ONU, Resolución 58/314. Participación de la Santa Sede en la labor de las Naciones Unidas. Anexo VII. https://docs.un.org/es/A/RES/58/314 (13 de junio de 2025)

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