Homosexuales: sus derechos

Tan injusto es tratar de modo distinto dos cosas iguales, como tratar del mismo modo dos cosas desiguales. Y las leyes humanas no pueden cambiar la naturaleza. Aunque el gobierno haga una ley dando permiso a los burros para que vuelen, no por eso a los burros les van a salir alas.

Muchísima gente está alarmada por la presión de los homosexuales en los Medios de Comunicación Social que quieren imponer la homosexualidad como una alternativa natural a la heterosexualidad. Pero la naturaleza es como es. No se puede cambiar al gusto de las modas. En toda la historia de la humanidad la homosexualidad se ha considerado como una anormalidad, aunque haya tenido sus partidarios. La Biblia repetidas veces condena la homosexualidad. Lo inmoral es el ejercicio de la homosexualidad, no la tendencia. El homosexual no tiene culpa de sus inclinaciones, pero tiene que dominarse. Lo mismo que tiene que dominarse el cleptómano y el pirómano. ¿Aceptaríamos que ejerzan sus inclinaciones los cleptómanos y los pirómanos? Y que no pretenda hacernos admitir que la inclinación homosexual es normal. Es ridículo festejar el orgullo gay. ¿Qué diríamos si también quisieran festejar con orgullo su día los bizcos, los tartamudos y los jorobados?

Todos ellos son dignos de toda estima de su persona, pero que no presuman de su anormalidad. Los homosexuales tienen toda la razón si quieren que se respeten sus derechos de ciudadanos. Pero que no se quieran apropiar derechos que no les corresponden.

Suena bien decir que se amplían los derechos de los homosexuales. Pero no toda ampliación de derechos es justa. Si se da a mi vecino derecho a que use mi coche siempre que lo desee, esto es injusto, pues mi coche lo he pagado yo. Un enano no tiene por qué sentirse marginado si no se le concede ser delantero centro de la selección nacional de fútbol. Eso no es para él. Las uniones homosexuales no tienen derecho a que se les iguale a los matrimonios naturales de un hombre y una mujer. Sus uniones son otra cosa, no un matrimonio. No deben tener los mismos derechos de un matrimonio que puede dar ciudadanos al Estado. La unión de dos hombres no puede hacer este servicio a su patria. Por lo tanto no deben tener los mismos derechos.

Tan injusto es tratar de modo distinto dos cosas iguales, como tratar del mismo modo dos cosas desiguales.

Y las leyes humanas no pueden cambiar la naturaleza. Aunque el gobierno haga una ley dando permiso a los burros para que vuelen, no por eso a los burros les van a salir alas. Con todo, los homosexuales no deben sentirse marginados. Si se dominan pueden llegar a santos, que es lo más grande que se puede llegar en esta vida, y la Iglesia los lleva a los altares. Pero lo Iglesia les exige que se dominen lo mismo que exige que se domine al casado que le gusta su vecina.

Todos tenemos que dominarnos. No podemos hacer todo lo que nos gusta, y con frecuencia tenemos que hacer lo que no nos gusta.

El deber no siempre coincide con nuestras apetencias. Finalmente conviene decir que, según los médicos, la homosexualidad tiene curación.

Jorge Loring, S.I.

Para más información: www.arconet.es/loring

7 comentarios

Luis Fernando
Lechuzo, es de todo punto imposible que demos paso a un comentario que, como el suyo, empieza con este insulto:
¡Uf, señor mío, si leo un poquito más sus comentarios me va a parecer usted un Hitler redivivo!
28/05/09 6:01 PM
juan
Aunque estoy de acuerdo con el hecho de que los homosexuales no podemos llamar matrimonio a nuestras uniones y que la naturaleza es como es, la forma en que este sacerdote se expresa no corresponde al respeto de la dignidad delas personas homosexuales. Al revés, promueve una visión donde el homosexual es un enfermo psiquitrico y eso esta lejano a la verdad, la comparación con cleptómanos y pirómanos no tiene lugar (por cierto, el cleptómano y el pirómano no tienen responsabilidad moral de lo que hagan justamente porque no hay libertad debido a daños neurológicos, el homosexual en cambio si justamente por que hay libertad y por ende debe responder por sus actos);que lamentable que un sacerdote hable de cosas a la ligera y con prejuicios sin estar bien informado para una opinión objetiva
21/03/15 4:17 PM
linda
Totalmente de acuerdo...las cosas son así..no son matrimonios..es una unión...y como tal se debe tratar....muy buen comentario.
21/03/15 5:31 PM
Maria Dolores Madinya
Estoy totalmente de acuerdo con el sacerdote, es preciso que todos nos dominemos y no dejar que nuestras bajas pasiones nos dominen y guíen nuestra vida y tuerzan nuestro destino.
Como bien dice el hombre casado debe dominar su gusto por la vecina.
La mujer soltera precisa dominar su gusto por el hombre casado para no hacer de su vida una basura.
El de tendencias homosexuales debe dominar su tendencia y evitar llevarla a hechos que lo que hacen es destruirlo y convertirlo en una caricatura de si mismo
24/03/15 2:42 AM
J mi z
ESTE SACERDOTE NO ESTA EXPRESANDO SU OPINION, ESTA EXPRESANDO LO QUE DICE LA BIBLIA Y EL QUE ESTA CONTRA LA BIBLIA ESTA CONTRA DIOS.
13.- Judas 7, “Como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno”.
11.- 1 Corintios 6:9, “¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones”.
29/08/18 7:01 AM
Javier Madrid
10 años de esta platica de Padre y el tiempo le ha dado la razon. Lastimosamente hoy hace falta en los medios estas enseñanzas y personas como el Padre J. Loring. Las ideas liberales tan en boga en los medios y redes estan confundiendo a muchos, se disfrazan de buenas intenciones pero son mas bien perversas.
17/11/18 12:07 AM
Ricardo Paredes
Totalmente de acuerdo con el gran Padre Loring. Y no veo una pizca de falta de respeto a nadie en su texto. El siempre se caracterizó por decir y escribir las cosas con total franqueza y claridad.
5/12/19 11:12 PM

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