La justicia de los hombres

Nos recuerda San Pablo, nada menos que «es que no sabéis que vais a juzgar a los ángeles». Nosotros somos, tenemos que ser, «la conciencia del mundo». La Palabra es la luz, y no las alucinaciones ilustradas.

Lo ocurrido con Bildu en el fondo es una más de las manifestaciones de injusticia institucional que padecemos. Pero por desgracia, no la única. La aberración jurídica es igualmente la Ley del Menor, o el trato que se da a los violadores, abusadores de menores, etc.

Defiendo que la misma causa de la injusticia institucional es promovida por la filosofía inherente al Código Penal español, y de muchos países de su entorno occidental (la idiosincrasia de otros sistemas penales no abordo aquí). Desapruebo que la “reinserción del delincuente” esté por encima de la protección a las víctimas, incluso potenciales. Es decir, defiendo que “reinsertar al reo” no esté por encima de la protección de la sociedad.

La idea que de alguna manera subyace al Código Penal actual nuestro, es que el bien supremo es esta vida y que es aquí donde se alcanza toda la felicidad que hay que alcanzar. Y la idea rousseauniana que tanto daño ha hecho a los sistemas judiciales y educativos, de que el hombre es bueno por naturaleza.

Recuerda el CIC que el no atender la naturaleza del hombre provoca tantos daños en la educación y justicia. Sin embargo, parece que muchos cristianos también se han apuntado a este carro. Teníamos que ser modernos, que todo que pueda parecer a rancio desaparezca de nuestras vidas. Sin embargo, no se trata de parecer rancio o moderno, sino hacer lo que es justo, digan lo que digan.

Nos recuerda San Pablo, nada menos que “es que no sabéis que vais a juzgar a los ángeles”. Nosotros somos, tenemos que ser, “la conciencia del mundo”. La Palabra es la luz, y no las alucinaciones ilustradas.

Pero vamos a concretar sobre los contenidos, que un buen día, no muy lejano, van a ser cambiados. Hungría es la prueba de que el reino de la Ilustración no es eterno. No puede serlo, ya que va contra natura y se tiene que romper como todo imperio de este mundo. Sencillamente, no se sostiene.

¿Cómo no se va a poder presentar Bildu a las elecciones, si un etarra recibe diez meses por cada persona que mate?

¿Por qué nos escandalizamos si como máximo no pasan ni treinta años en la cárcel por matar? No nos debe temblar el pulso para nada por pedir la cadena perpetua para el que mata a sangre fría. Con el tiempo, décadas cumplidas, ya veríamos si procede el indulto. Pero la vida se tiene que hacer respetar, la Ley debe reconocer su valor inmenso.

¿Qué más da si Rafita, el violador y asesino de Sandra, es menor de edad? Sabía matar, tenía edad para ello, pues ahora debe tenerla para cumplir la pena como cualquier otro. Lo otro (ser libre a los dieciocho) es injusticia, aunque sea realizada (referente a la condena) por el estado.

¿Por qué una madre alicantina desesperada tiene que rociar con la gasolina y quemar al violador de su hija, libre en poco tiempo? Porque el Código Penal es injusto y el estado no cumple con su cometido y expone a las personas ante la tentación de ejercer la justicia por su mano.

Podríamos seguir interminablemente con los ejemplos de la injusticia institucional, pero quiero centrarme brevemente en algunas causas principales de esta situación.

En primer lugar, se obvia el hecho de que la pena ayuda al reo a redimirse, a arrepentirse, a intentar cambiar de vida, incluso a recobrar la paz consigo mismo, y como lo más importante, es una ayuda de cara a la salvación eterna (que el otro al no ser cristiano no tenga esto en cuenta, es su problema, pero yo sí).

El trabajo debe ser obligatorio para el encarcelado, como lo es para cualquiera. En ese sentido, bienvenido sea el cambio de la Constitución, igual para la cadena perpetua, cuando proceda; lamentablemente, casos hay.

Debe ser garantizada la integridad del preso, lo cual requiere que no haya aglomeración en las prisiones. Es todo un tema para el estudio, pero es de sentido común que la impunidad y las penas no aplicadas generan la adicción al crimen, con lo cual el número de delitos y en consecuencia de presos, aumenta continuamente. En resumen, la Ley debe contribuir de su parte que haya miedo a delinquir, aunque sea por la cuenta que me trae.

No olvidemos la separación de poderes, tan necesaria y tan traicionada. La justicia, con mucha razón, se ha representado con una imagen con ojos vendados. La justicia debe ser imparcial. Bien se encargó Afonso Guerra de eliminar esa independencia en cuanto el PSOE llegó al poder. Con fría elocuencia sentenció: ¡Montesquieu ha muerto! Pero el PP de Aznar, aunque esa propuesta llevaba en el programa, una vez llegado al poder, se olvidó del cometido. Y ahora está uno de los resultados, unas personas designadas al dedo para formar parte del Tribunal Constitucional, terminan con la farsa de Bildu.

Etc. Todas estas cosas las hablo con las personas que conozco, hace tiempo ya, y prácticamente todo el mundo asiente con estas reflexiones. ¿Por qué permitimos que alguien piense por nosotros? ¿Por qué se lo permitimos a los mercaderes, adoradores del dios dinero, que nos gobiernan, que hagan castigar una vida, una violación con unos meses, mientras que la deuda dineraria no se perdona jamás? Nosotros somos la conciencia de mundo. En estas cosas es suficiente que alguien prenda la mecha y el cambio se iniciará. Si alguien da la cara y promueve la iniciativa popular pidiendo cambios sustanciales en el Código Penal, aunque sea uno a uno, el resultado llegará. Responderán otras agrupaciones de ciudadanos, cuando no partidos.

Para terminar, tengo la impresión de que muchos cristianos están influidos con esta idea de reinserción. La reinserción es deseable, en el caso de delitos no especialmente graves, pero debe ser supeditada al bien de la comunidad. Y como dije, al bien del propio reo, al cual la libertad (civil) no siempre viene bien. Tal vez a esta situación hemos llegado con la eliminación del concepto de pena, al considerar el de perdón. El perdón de la culpa no elimina toda la pena que hay que realizar para satisfacer por el pecado. De allí el purgatorio, nada impuro puede subir ante la presencia de Dios. Y aquí que tantas veces en la misas por difuntos se oye, “demos gracias a Dios, ya que él ahora está mejor que nosotros, está en la dicha” y cosas así. Entonces, ¿para qué estamos en esta misa? También influye buenismo que todavía perdura, y que no sé qué tiene que ver con nuestra fe.

Resumiendo, me ha alegrado mucho ver que en los últimos años cada vez más cristianos, desde distintas agrupaciones, piden el establecimiento de la pena perpetua para los terroristas, rigor y el aumento de penas para los abusadores, etc. Se han recogido cientos de miles de firmas en esta dirección, aunque todavía sin éxito. Sin embargo, ya ha colado en la esfera de la política representativa parlamentaria propuesta de la cadena perpetua revisable. No se podría haber presentado, sin una propuesta previa.

Para presentar esas propuestas, hay que perder miedo al calificativo. Creo que estos miedos se van perdiendo, pero todavía perduran. Así tuvo que aclarar en una ocasión Bernabé Tierno, afirmando que aunque me digan que soy un fascista, sostengo que un abusador sexual no puede salir a la calle sin estar arrepentido y recuperado del todo. Todavía hay que palpar y preparar un poco el terreno antes de decir lo que uno piensa, si no es de lo permitido para pensar.

Es necesario un cambio radical en la justicia, y para eso hay que dejar de ser cobaya de la ingeniería social. Hablar sin pedir perdón ni asomándose previamente por la esquina, a ver quién pasa y si puedo salir.

Pero la demagogia es para talantes tipo ZP, que al parecer pretende que siempre se pueda contar con una masa inculta a la que se puede decir que no ha hecho recortes sociales, y aquí no ha pasado nada.

Lo que he dicho arriba no es demagogia, yo pienso así.

 

Milenko Bernardic

25 comentarios

josé
Más vale caer en las manos de Dios que en las manos de los hombres.
18/05/11 1:07 PM
Milenko
"Rafael García Fernández "Rafita" tenia 700 denuncias de los vecinos de Alcorcón (Madrid) por tener aterrorizado a todo su barrio y por incontables delitos (quemar y robar coches, disparar a la gente con una escopeta de perdigones en la que resultaron heridas 2 personas, robos de carteras, amenazar con matar y violar, etc.).
Sandra Palo (22 años, deficiente psíquica), fue secuestrada hace 4 años a punta de navaja por Rafael García Fernández "Rafita" y otros 3 chicos, la violaron repetidas veces entre los 4 individuos, la hicieron todo tipo de torturas, la atropellaron 15 veces con un coche, la apuñalaron muchas veces, la rociaron con gasolina y la prendieron fuego cuando estaba todavía viva.
Todo eso mientras la indefensa chica les suplicaba que no la mataran.
Sandra Palo murió con unos dolores absolutamente insoportables. http://www.elmundo.es/elmundo/2007/09/24/madrid/1190627096.html
Después de los horribles hechos Rafael García Fernández fue amenazando a la gente que le caía mal de "darles matarile y quemarlos vivos como había hecho con Sandra Palo".
Al ser menor de edad en el momento del horrible y salvaje asesinato, el juez solo le impuso la ridícula pena de 4 años de internamiento en un centro de menores, del que salió hace meses. Dicen que en el centro de menores tenia aterrorizadas a las educadoras pues las decía que iba a violarlas y quemarlas vivas. Ahora es mayor de edad y está disfrutando de su libertad."
18/05/11 3:46 PM
Ricardo de Argentina
De acuerdo con lo que veo en mi país y salvando las diferencias circunstanciales, coincido absolutamente con tur apreciaciones, Milenko.
Y la similitud de realidades tan geográficamente lejanas nos lleva a descubrir un nexo común : los gobiernos liberales. Porque tanto España como Argentina tienen desde hace décadas gobiernos liberales, en el sentido que Sardá y Salvany da a ese término, y que puede leerse en el post de Luis Amorós Meter et MAgistra: gobiernos que sostienen el principio liberal de "la absoluta soberanía del individuo con entera independencia de Dios y de su autoridad".

Y es en este sentido que hay gobiernos (y partidos e ideologías) que son "liberales de derecha" y "liberales de izquierda". Pero en ellos lo esencial es lo liberal, el resto es accidental.

El liberalismo ha reemplazado el confesionalismo del Estado por el ateísmo del Estado. Es impensable que Dios ayude a una nación que es atea de hecho, por más que no lo proclame. Las glorias de España coinciden con su política confesional, su decadencia en cambio, con la irrupción del liberalismo.
18/05/11 3:48 PM
gringo
Haces demagogia al decir que es el código penal "injusto" el que da pie a que la gente se tome la justicia por su mano.
Un código penal no es "injusto" porque las penas nos parezcan blandas, sobre todo si quienes tienen que juzgar la pena son las víctimas o sus parientes.
Si le preguntas al padre de una niña violada, el violador no saldría jamás de la cárcel; si le preguntas a quien le han robado la cartera, igual al ladrón le tendrían que cortar la mano como en Irán; si le preguntas a un blogger de Infocatólica por los que han pintado en la pared de una Iglesia, igual la broma les cuesta la perpetua.
Los juicios los deben hacer personas neutrales y las penas deben ser consensuadas.
En lo que nunca reparan los que piden penas más graves es en que un día pueden ellos ser los acusados y condenados, como el gaditano Rafael Ricardi, que se pasó trece años en la cárcel por una violación que no cometió.
Si encima este hombre hubiera disfrutado de algún permiso y en plena calle la madre de la víctima le hubiera quemado con gasolina, tendría que haber aguantado que alguien justificara la acción de la señora.
Las leyes se puede cambiar, y es legítimo pedir un endurecimiento de las penas, pero justificar la justicia por la propia mano y usar el linchamiento como argumento para aumentar el castigo, es demagogia pura y dura.


PD: Y en Gran bretaña han conseguido el fin de la violencia del IRA sin pena de muerte ni cadena perpetua.
18/05/11 4:16 PM
perios
La semana pasada, una parricida y uha autoviuda fueron liberadas en España.

Eso, mientras que en Canadá, a una infanticida le redujeron su condena a cinco años, mientras que a una holandesa que mató a cuatro hijos suyos, sólo le aplicaron doce años de cárcel.

Claro: ser hombre es otra cosa. Ahí tenemos el ejemplo del ex director del FMI, que por un tocamiento de tetas tendrá quizá cadena perpetua.

El dominio de Eva sobre Adán conserva su demoniaca vigencia.
18/05/11 5:14 PM
Ricardo de Argentina
Perios, el problema no se reduce a una guerra de sexos, es mucho más profundo.

A mí me parece que lo quen hay que hacer es echar a los liberales del poder, especialmente los que van a misa.
Hay que reconquistar la política en nombre de Cristo, al modo de una Cruzada.

La primera gran Cruzada española, la Reconquista, se hizo contra los musulmanes. Pero los liberales actuales son más peligrosos que los musulmanes.
La segunda gran Cruzada se hizo contra los comunistas. Pero los liberales actuales son más peligrosos que los comunistas, porque aquéllos no tenían obispos amigos y éstos sí.
18/05/11 5:47 PM
Milenko
gringo, del artículo se deduce que si el estado no ejerce la justicia, somete a los individuos a una presión y tentación muy grandes, no que se justifica la justicia por su mano, lo cual ni lo he dicho ni lo propongo. Todo lo contrario, que el estado cumpla con su deber, que para eso está.
En cuanto a Gran Bretaña, "En el nombre del padre" narra que no fueran tan legalistas, y muy parecidos en el fondo con los de GAL.
18/05/11 7:30 PM
gringo
Milenko:
Pero es que no se puede decir que el estado no ejerce justicia porque las penas te parezcan blandas.
No se ejerce justicia cuando los mayores ladrones, los banqueros y los políticos, están en la calle.
No se ejerce justicia cuando la policía busca inmigrantes ilegales en los comedores sociales, mientras siguen impunes los empresarios que los explotan y les pagan en negro.
No se ejerce justicia cuando detienen al camello mientras los bancos y las constructoras lavan impunemente los millones del narco.
No se ejerce justicia cuando se cumple el refrán griego "la justicia es una red que atrapa al mosquito y deja pasar a la zorra".
Pero respecto a lo "blando" del código penal español, ¿tú has estado en la cárcel?. Lo pregunto en serio, porque yo no tengo esa experiencia, tú tal vez sí, y a lo mejor te pareció poco tiempo el que pasaste o que fue algo muy cómodo.
A mí diez, o quince, o veinte años de cárcel, me parecen una barbaridad. Hay personas que salen a la calle tras décadas entre rejas y están completamente desubicados. ¿Qué gana la sociedad con un individuo imposible de reinsertar?
Yo también estoy a favor de aumentar las penas para los violadores, pederastas y terroristas, porque el daño que hacen dura para toda la vida y afecta a familas enteras, pero no uso eso como excusa para cargarme todo lo que me rodea ni para dinamitar el sistema.
18/05/11 10:17 PM
Faramir
A ver cuándo comprendéis que Gringo viene aquí a provocar, a soltar su discurso progre y anticristiano y a enzarzarnos en sus debates.
Por ejemplo, la idea de que las penas no deben ser severas, es decir vengativas (otro de los mantras de los progres) porque en cualquier momento se te pueden aplicar aquí.

Milenko, me ha gustado mucho esta idea que expones:
"Para terminar, tengo la impresión de que muchos cristianos están influidos con esta idea de reinserción. La reinserción es deseable, en el caso de delitos no especialmente graves, pero debe ser supeditada al bien de la comunidad. Y como dije, al bien del propio reo, al cual la libertad (civil) no siempre viene bien. Tal vez a esta situación hemos llegado con la eliminación del concepto de pena, al considerar el de perdón."
19/05/11 11:08 AM
Milenko
Benedicto XVI: “No es el castigo lo que debe ser eliminado sino el pecado”
Estas palabras vienen perfectamente al hilo de lo que quise decir. El estado tiene el poder “dado desde arriba”, debe ejercerlo para el bien de la comunidad.
Sencillamente, si el estado no castiga, se pone de facto de lado del agresor. De esa forma, la violencia se convierte más feroz todavía, porque la víctima no puede luchar encima en contra del estado. En resumen, castigar (cuando proceda y eso no es tan difícil saberlo, no hagas al otro lo que no quisieras que te hagan) no es algo malo. En consecuencia, omitiendo castigar cuando proceda es algo malo.
Pero esta idea y práctica de la “reinserción” que ofende las víctimas es algo nuevo, se practica sobre todo en las últimas cuatro décadas. Y es insostenible y se caerá por su propio peso, porque cada vez más personas ven que este proceder es absurdo y se opone a la lógica y sentido común más elementales.
Según Aristóteles, al que diga que es bueno matar a su propia madre, no hay que responder con argumentos, sino con azotes.
19/05/11 1:07 PM
Ricardo de Argentina
Del mismo modo, Milenko, a las barbaridades que dicen, hacen o dejan de hacer los políticos liberales y los filósofos que los justifican, hay que responderles de manera expeditiva, porque las admoniciones no les llegan, es más, se ríen de ellas.
Hay que responderles ubicándolos en el lugar que se merecen, o sea muy lejos de los puestos de comando de la administración de la sociedades.
Para ello hay que reemplazarlos con católicos formados y valientes, siguiendo las oportunas enseñanzas del P. Iraburu.
Eso será para esa panda el peor de los "azotes".
19/05/11 5:49 PM
Vicente Carreño Gil
Gringo,
Unas cuantas puntualizaciones:
1º No se trata de que las penas las impongan las victimas, sino de que, así como es de grave el delito, así tiene que ser de duro el castigo. Y se han aplicado penas muy blandas para crímenes horribles; no porque lo digan las víctimas, sino porque es así. Probablemente, si no lo fueran, también serían partidarios de endurecimiento.
2º Puede haber consenso para poner las penas y,sin embargo, ser completamente injustas y se pueden consensuar las leyes y, sin embargo, ser completamente inicuas.
3º No todos son tan energúmenos como para pedir la amputación de la mano para el que le robe la cartera.
4º No creo que nadie defienda aquí la legitimidad de tomarse la justicia por su mano. Otra cosa es que se diga que, cuando las penas por crímenes tan abominables son tan blandas, desgraciadamente hay riesgo de que la víctima, llevada del acaloramiento, intente y, muchas veces consiga, tomarse venganza.
5º Lo que dices de que los que piden el endurecimiento de las penas pueden ser ellos los encausado: lo veo muy bien. Si cometen un crimen tan horrible, es justo que paguen con un duro castigo. El ejemplo del hombre que ha pasado tantos años en la cárcel acusado de una violación no cometida, no me vale. Era inocente y de lo que se trata es que se condene al culpable.
Por lo demás, más o menos de acuerdo con tu último comentario. Aunque habría que matizar. No sigo que me quedan pocos caracteres: 52
19/05/11 7:38 PM
gringo
Vicente Carreño:

1)¿Qué es para ti una "pena blanda"?, ¿veinte años de cárcel por un asesinato?, ¿quince años por una violación?, ¿estar preso desde los 14 a los 21 si delinquiste como menor?.
Por eso te hago la misma pregunta que a Milenko: ¿has estado en la cárcel para considerar "blandas" esas penas?

2)Igualmente las leyes impuestas pueden ser injustas e inicuas. La mayoría de las veces son más injustas e inicuas que las consensuadas.

3)Si quieres ver una colección de energúmenos... (ya sabes lo que voy a escribir).

4)Si empiezas a poner excusas y atenuantes como "penas blandas", el "acaloramiento", etc. estás justificando la justicia por la propia mano, o al menos la usas como instrumento para imponer penas más duras como mal menor fente a los linchamientos: "Mejor los linchamos nosotros que no la turba incontrolada".

5)¿No te vale la realidad? La realidad es que la justicia no es perfecta, que sabemos que siempre habrá inocentes condenados injustamente, y por tanto medidas extremas como la pena de muerte, o la cadena perpetua, deben ser rechazadas, si quiera para evitar que la padezcan esos inocentes.
¿Encerrarías de por vida (o por 40 años, que viene a ser lo mismo) a diez personas sabiendo que una puede ser inocente y acabaría muriendo entre rejas?.
Mira que clarito se expone y me sobran 164 caracteres.
20/05/11 10:19 PM
Milenko
gringo, errores judiciales deben ser evitado a toda costa, eso es un tema de justicia independientemente del tratado aquí.
Se trata de que la pague el que lo ha hecho.
De esa forma se disuade al criminal, se protege a la víctima, hay menos crímenes ya que saben que es muy probable que no van a escapar, etc.
Como curiosidad, recordaré un artículo en El País hace algo más de una década. Se preguntaba de por qué en Francia hay más atracos a mano armada por cada 100.000 habitantes que en los EE.UU.
No tiene que ser perfecto el sistema americano, pero en muchas cosas es sin duda mejor. Allí el especulador que hundió las acciones de una multinacional ha recibido la cadena perpetua, por provocar daño económico inconmensurable.
Y ya vemos la suerte del tonto y vicioso DSK por el intento de la violación.
21/05/11 10:07 AM
Vicente Carreño Gil
Gringo,
1º Como comprenderás,los jueces no se van a encerrar en la cárcel para experimentar cómo es de dura para saber si la penas que imponen son lo suficientemente severas o no.
2º Seguramente las leyes consensuadas serán en la mayoría de las veces más justas. Pero lo que importa es que sean justas. Sólo por el simple hecho de ser consensuadas no tienen porque ser justas.
3º Yo también conozco a unos cuantos energúmenos. ¿Y? No se trata de que sean ellos los que dicten las leyes y las sentencias de los jueces.
4º Tampoco se trata de poner excusas ni atenuantes. Simplemente, digo que esas cosas pueden pasar. También la ley tendría que caer con todo su peso para el que se tome la justicia por su mano.
5º Es verdad que siempre habrá errores judiciales. Yo también estoy en contra de la pena de muerte. Y no sólo porque se puede ejecutar a un inocente. Aunque fuera culpable, estaría en contra. Ahora bien, si cuando se descubre que se ha ejecutado a un inocente ya no hay remedio, si hubiera sido condenado a cadena perpetua, puede que, una vez demostrado el error judicial, pues siempre se le puede poner en libertad. Aunque los años que ha pasado en la cárcel no se los quita nadie. ¿Es la cadena perpetua un castigo demasiado duro? ¿Es una pena demasiado blanda un tiempo menor en la cárcel para los crímenes más horrendos? No tengo la respuesta. Lo que sí sé es que no se van a pasar tiempo en la cárcel los que tienen que decidir qué penas imponer. Y no van a consultar a los preso
21/05/11 11:50 AM
Ricardo de Argentina
"La realidad es que la justicia no es perfecta, que sabemos que siempre habrá inocentes condenados injustamente,...."
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Vaya novedad. HAy un refrán popular que dice "Más viejo que la injusticia".


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...y por tanto medidas extremas como la pena de muerte, o la cadena perpetua, deben ser rechazadas, si quiera para evitar que la padezcan esos inocentes.
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He aquí un razonamiento (¿razonamiento?) más que tonto, retontísimo. Porque exigir la perfección como condición para el accionar humano, presupone condenar de antemano el accionar humano, porque el accionar humano es falible.

Pero además, este "razonamiento" se las trae, porque es el que abre las puertas al más radical permisivismo. Porque si la falibilidad justifica descalificar una pena de cadena perpetua, ¿Qué impide argumentar que también justifica cuestionar una infracción de tránsito?
21/05/11 12:35 PM
gringo
En los EEUU la Declaración de derechos prohibe los "castigos crueles y desproporcionados". En base a ello la pena de muerte fue abolida, aunque luego la reinstauraron en 1976.
La pregunta es muy sencilla, y la respuesta ya la conoceis: ¿Desde 1976 han aumentado o disminuido los asesinatos en EEUU a pesar de la reinstauración de la pena de muerte?
Dejemos aparte la cuestión de los cientos de ejecutados que eran inocentes porque a nuestro amigo Ricardo de la Argentina le parece algo retonto que no merece la pena mencionar (porque se cree que nunca le pasará a él ser condenado por algo que no hizo, el muy ingenuo).
Preguntadle a cualquier capellán de prisiones si las penas de veinte o treinta años son blandas, si penas más duras servirían para que los presos salieran a la calle como mejores personas, o si la cadena perpetua disuadiría a alguien de cometer un delito, o por contra es simplemente la constatación del fracaso de nuestro sistema penitenciario, que solo sirve para encerrar temporalmente a las personas sin conseguir recuperarlas para la sociedad.
Por eso en una antigua cárcel de Zaragoza pintaron en la entrada: "El que entra bueno sale malo, y el que entra malo sale peor".
Y yo pregunto ¿es mejor que alguien salga a la calle tras diez años pero siendo un buen ciudadano, o que salga tras cincuenta años dispuesto a volver a delinquir? ¿es la dureza de la pena lo único que nos interesa, o debería interesarnos también el resultado?
22/05/11 1:19 PM
Ricardo de Argentina
Gringo, mucho me gustaría tener que retractarme de haber calificado de tontísima tu conclusión anterior. Créemelo. Pero es que tú no me das respiro, hombre. Ahora te despachas con una peor, y tú tan pancho, creyendo seguramente que tus argumentos son irrebatibles.
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Y yo pregunto ¿es mejor que alguien salga a la calle tras diez años pero siendo un buen ciudadano, o que salga tras cincuenta años dispuesto a volver a delinquir?
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Te respondo: Es mejor (aceptando los términos arbitrarios e irreales de tu dilema) que salga a la calle tras 10 años hecho un santo. Por supuesto.
Pero la realidad nos muestra que si un asesino serial sale a la calle tras 10 años, lo más probable es que salga "técnicamente" perfeccionado y moralmente resentido. Y por añadidura, JOVEN TODAVIA, esto es, capaz de seguir delinquiendo con con mayor "eficacia".
Visto lo cual, lo mejor es dejarlo 50 años, que viejo poco podrá hacer. O hará menos que joven.
22/05/11 7:13 PM
Ricardo de Argentina
Yo creo que las argumentaciones de Gringo son útiles para demostrar que dentro del sistema liberal de pensamiento, que es el que domina actualmente en el mundo y del cual Gringo es tributario, no hay solución para el problema de la injusticia y de la inseguridad.
Es muy cierto el hecho que Gringo señala, a saber, que aún la pena capital se muestra impotente para frenar el aumento geométrico (en gravedad y cantidad) de los delitos. Y que las cárceles no reeducan sino al contrario. Pero también es cierto que el liberalismo, tanto sea zurdo o diestro lo mismo da, no sabe que hacer y lo demuestra intentando, en el colmo de su desesperación, un verdadero absurdo: reducir las penas, como si ello fuera conducente a limitar la criminalidad. Estamos pues, a las puertas del caos más absoluto e incontrolable.

La única solución es terminar con el sistema liberal y volver a instaurarlo todo en Cristo. Ásí habrá posibilidad de terminar con la corrupción de los gobernantes, que es evidentemente la causa última del aumento delictivo, porque ¿cómo podemos pretender honestidad en el pueblo si sus dirigentes no dan el ejemplo?
22/05/11 7:26 PM
Milenko
Por supuesto que es lo mejor que salga arrepentido y no exaltando el crimen.
Un ejemplo. El asesino, y el que intentó violar a la Santa María Gorretti, creo que fue condenado a la cadena perpetua. Estaba totalmente arrepentido y solicitó el ingreso en una órden religiosa con los años. Hizo la penitencia de por vida, estuvo ya anciano en la canonización de María G.
Pero si no cambia, no sale.
23/05/11 9:27 AM
gringo
La pena de muerte, además de no disuadir a futuros asesinos y de tener inevitablemente un porcentaje de fallos al ejecutar inocentes, siempre representa una serie de criterios sociales y raciales a la hora de ser cumplida.
No hay ricos en el corredor de la muerte de ninguna cárcel yanqui. En el estado de Georgia, en pleno corazón "dixie", jamás ha sido condenado a muerte un hombre blanco por matar a otro negro, aunque al revés por supuesto que sí ocurre.
En cuanto a España, nuestro sistema penal cree en la reinserción, con lo que estoy de acuerdo.
Salvo los locos, todos los demás son recuperables, y aunque permanezcan en prisión más o menos tiempo, deben salir porque todo el mundo tiene derecho a una segunda oportunidad.
Respecto a las penas "blandas" recuerdo que a criminales de guerra condenados en Nuremberg como Albert Speer, ministro de armamento del Reich gracias a cuya eficiencia la guerra se pudo alargar otros tres años, le cayeron "solo" veinte años.
(Dejemos aparte que muchos genocidas han muerto tranquilamente en sus camas, sin que eso le quite el sueño a algunos).
Mucha gente que ha estado en prisión o que trabajan con presos afirma que veinte años machacan a cualquiera.
Desde luego que aunque soy partidario como dije de endurecer penas de algunos delitos, lo que no se puede es pedir reformas penales a golpe de escándalo televisivo, ni convertir a delincuentes menores en showman, ni sustituir la democracia por la demagogia y el populismo.
Si no, la próxim
23/05/11 8:57 PM
Vicente Carreño Gil
Gringo,
Pues yo estoy en contra de la pena de muerte aunque sirviera para disuadir a futuros asesinos, aunque no tuviera fallos, aunque se aplicara sin distinción de clases sociales, raza, posición económica o ninguna condición social o personal, aunque los reos tengan un juicio justo con todas las garantías, aunque se aplique de manera indolora y de una forma aséptica. Simplemente, me parece una forma de castigo bárbara, más propia de nuestro transfondo primitivo.
Lo que dices que sólo los locos son recuperables... No sé, no sé. Hay criminales que muestran un gran sadismo, que no les importa el sufrimiento ajeno, gente sangrienta, a los que la cárcel no hace nada. Quizá están locos. No lo sé. Lo que sí sé es que existen psicópatas, que saben lo que está bien o está mal, pero que les da lo mismo: no lo sienten. No sé si las psicopatías pueden considerarse como enfermedades mentales; parece ser que son más bien trastornos de la personalidad. De todas maneras, no soy un entendido en el tema.
24/05/11 11:10 AM
Menka
Solamente recuerdo que aquí no he tratado para nada el tema de la pena de muerte. Considero que ni falta hace, habiendo tanto hueco por rellenar en el sistema penal.
24/05/11 12:45 PM
gringo
Vicente Carreño:
Propiamente hablando, el psicópata es el que no sabe distinguir entre el bien y el mal, y por eso debe ser recluido en un psiquiátrico.

Menka:
A mi modo de ver la cadena perpetua es como la pena de muerte pero administrada en pequeñas dosis. Considerar que el reo ha hecho algo que le incapacita de por vida para volver a la sociedad, que debe ser privado de la libertad y que nunca más será por tanto un ser humano completo.
¿Y por qué? Pues porque ha matado. No estaría de más recordar que el Estado se asigna el derecho a uniformar y entrenar gente para matar, lo mismo para "defender" el país, que para buscar recursos minerales o nuevos mercados a miles de millas de distancia para enriquecer a unos pocos. A esos asesinos se los llamará en su momento "héroes".
Si mataran a un familiar mío, la dureza de la pena podría mitigar algo mi dolor, aunque no me devolvería la pérdida. Si tras varias décadas el asesino slaiera a la calle sin haberse arrepentido lo lamentaría, por supuesto. Aunque tal vez lamentaría aun más que ese hombre muriera en prisión sin la oportunidad de volver a ser una persona normal, pues entonces la muerte de mi familiar habría sido un hecho en vano sin ninguna consecuencia positiva, con la dudosa compensación de la venganza.
Porque tener que castigar a alguien sin que eso sirva para enmendarle, siempre es un fracaso. Y poder perdonar sin castigar, un triunfo. Y además, cristiano.
24/05/11 2:07 PM
Shrek
Lamento disentir, con el amigo Gringo, con el que, estoy convencido, hay más cosas que nos unen que las que nos separan, pero en este tema soy, lo reconozco, políticamente incorrecto. El que la hace que la pague. Que se garantice la máxima limpieza, transparencia y equidad en los juicios, sí. Que la justicia sea igual para todos, con independencia de clase social, credo, raza, etc, sí. Que no todos los casos deben ser juzgados por un jurado popular, sí.
Pero de todo lo anterior a equiparar los derechos de víctima y victimario, pues ahí va a ser que no.
Sinceramente, me preocupa bastante más el ayudar a las víctimas a recuperarse física y psicologicamente ( cuando no han perdido la vida, claro ), que la reinserción del agresor.
Obviamente, en esto como en muchos otros asuntos, habría muchas matizaciones a hacer, pero en lo fundamental lo tengo claro, o en la cárcel o en un centro psiquiatrico, pero fuera de circulación de todas todas. El agresor suele tener la opción de escoger, la víctima no, pero en muchas ocasiones parece que la justicia, y la sociedad, la hacen corresponsable de lo sucedido ( es como la casposa y repugnante frase que más de una vez habremos oído ante una violación "seguro que iba provocando" ).
Un saludo.
25/05/11 3:48 PM

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