La noticia apareció en varios medios sin dejar rastro de su origen: en el Santuario Vírgen del Rosario, en San Nicolás de los Arroyos, al norte de Buenos Aires (ciudad natal del Papa Francisco), un rayo habría impactado contra la estatua de San Pedro pulverizando únicamente las llaves de la figura. La puntería del rayo era improbable, pero no daba por sí misma a la noticia una significación más que anecdótica. El problema surgía cuando se afirmaba, siempre según los medios que difundían la noticia, que ese rayo había caído el 17 de diciembre de 2023, día del cumpleaños del Papa Francisco, y en vísperas de la polémica Declaración Fiducia Supplicans. Tanta oportunidad por parte del rayo comenzaba a ser sospechosa, y una única interpretación iba perfilándose en la mente de muchos católicos: es una señal divina para precavernos contra este pontificado, o incluso para poner en duda que sea tal.
Varios sacerdotes se han hecho eco de la noticia. El padre Fortea, en un primer vídeo en su canal de Youtube, daba por cierto el hecho, aunque esquivaba la interpretación más evidente con argumentos que de manera eufemística llamaré «curiosos». Pero en un segundo vídeo negaba el hecho tajantemente. Apelando a unas fuentes que en ningún momento personaliza, y que se conforma con definir como «vinculadas a la iglesia de San Nicolás», nos asegura que el hecho no sucedió. Hay que admitir que esto no es muy preciso, y que con ese nombre imponente de «fuentes» y esa palabra imprecisa de «vinculadas» se nos puede estar en realidad hablando de la cuñada de la hija de la señora encargada de la limpieza del Santuario. Por lo demás, lo que esas fuentes afirman, según el padre Fortea, es que no hay ningún testigo que viera caer el rayo sobre la figura de San Pedro, lo que no prueba que el hecho no ocurriera.
El padre Justo Lofeudo, argentino, y por lo demás nada sospechoso de albergar animosidad alguna contra el Papa Francisco, publicó una aclaración sobre el suceso en su canal de Youtube, ya que algunos le señalaban como primer difusor de la noticia. Mientras en el vídeo se defiende de esa acusación, admite sin embargo que el hecho como tal es cierto.
En medio de esta confusión, se me ocurrió contactar con el Santuario Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás. En mi mensaje solicitaba una confirmación o desmentido del hecho que algunos medios reportaban como ocurrido supuestamente el 17 de diciembre de 2023 en su Santuario, a saber: que un rayo habría impactado contra la estatua de San Pedro, haciendo desaparecer las llaves que sostenía. Recalcaba en mi mensaje que no pedía la interpretación que desde el Santuario daban al hecho, sino sólo saber si ese hecho concreto había tenido lugar en la fecha aducida. La respuesta del Santuario no se hizo esperar, y la transcribo literalmente: «Buenos días. El Santuario no avala ni comulga con la interpretación que se ha dado con respecto sobre (sic) el daño producido a la imagen del apóstol San Pedro. Muchas gracias».
La respuesta me parecía reveladora, tanto más cuanto que había puesto todo mi empeño en dejar claro que no buscaba averiguar la interpretación que daban al supuesto hecho, sino si realmente el hecho había tenido lugar.
La escueta respuesta, en cambio, se centraba en desvincularse de la interpretación «que se ha dado». Ahora bien, es obvio que para refutar la interpretación basada en un hecho, no hay nada más eficaz que desmentir el hecho mismo, si es que se puede. Muerto el perro, se acabó la rabia. De modo que si las llaves de la estatua de San Pedro no habían desaparecido, o si no habían desaparecido el 17 de diciembre de 2023, el Santuario no tenía más que decirlo para echar por tierra cualquier especulación apoyada sobre esos supuestos. Luego al negar sólo la interpretación estaban confirmando tácitamente el hecho.
El estado de la cuestión a día de hoy puede resumirse pues en tres puntos irrebatibles:
- Que la madrugada del 17 de diciembre de 2023 hubo un gran temporal acompañado de una tormenta eléctrica en San Nicolás de los Arroyos.
- Que ha desaparecido la llave de la estatua de San Pedro que se encuentra en la fachada del Santuario Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás.
- Que el propio Santuario, cuestionado con precisión sobre los hechos, no desmiente que el daño producido en la estatua tuviera lugar de la forma y en el día indicados.
Sobre la base de estos tres puntos el lector podrá sacar sus propias conclusiones.