Cuando Sor Patrocinio regresó de su primer exilio el 25 de septiembre de 1844 tenía las llagas abiertas. En los 50 kilómetros de viaje desde Torrelaguna hasta el convento de La Latina en Madrid, Sor Patrocinio empapó de sangre pañuelos, paños y vendas, que sus acompañantes guardaron en un taleguito.
Uno de esos paños del taleguito de 1844 se conserva en la actualidad en el convento de las concepcionistas franciscanas de Guadalajara. Se trata de un trozo de tela de unos 30 centímetros empapados en sangre, que la madre María Torres, presidenta de la federación de concepcionistas franciscanas de Castilla, a la que pertenece el convento de Guadalajara, trajo al laboratorio de Eurofins Megalab de Madrid, una de las instituciones más prestigiosas de España en esta materia. Yo mismo la acompañé y el día 11 de mayo de 2023 hice entrega de esta reliquia al director del laboratorio, el doctor Enrique Nogueira, para que obtuviera el perfil de ADN.
Yo conocía al director del laboratorio Eurofins Megalab desde el 15 de febrero de 2023, porque le había llevado las reliquias que encontré en el convento de Cristobaldegui (San Sebastián) para que analizaran el ADN, lo que no se pudo conseguir por un doble motivo. Las reliquias de Cristobaldegui estaban lavadas y los restos de sangre eran muy débiles y además por mi desconocimiento las había contaminado con mi ADN al manipularlas; de hecho, me hicieron un análisis y se comprobó que el ADN de varón que tenían las reliquias era el mío.
Pero distinta era la reliquia que trajo la madre María Torres de Guadalajara y que yo entregué en el laboratorio de Eurofins Megalab. Esta reliquia no estaba lavada, tenía sangre seca, había permanecido envuelta desde siempre y no había sido manipulada. Pero sobre todo el interés de esta reliquia es que estaba fechada en 1844, ocho años después de que los tres médicos que participaron en la causa judicial contra Sor Patrocinio, certificaron que le habían curado las llagas. El texto manuscrito que acompaña a esta reliquia es el siguiente: «Año de 1844. Estos paños son uno el que traía puesto cuando vino de Torrelaguna y otro después que estaba aquí, y salió con tanta abundancia la sangre que caló camisa, túnica, justillo, otro jubón, pañuelo, hábito y escapulario, pero con mucha abundancia y luego que se mudó toda la ropa se puso este paño»[1].
El 30 de mayo de 2023, el doctor Alberto González de la Vega, del departamento de diagnóstico molecular de Eurofins Megalab, emitía un informe, cuyo documento original publicamos a continuación de este escrito. El informe contiene estos estos cuatro puntos:
«1.- En la mancha recepcionada se tomaron 4 muestras de diferentes partes: muestra 1 (1554947-extremo derecho), muestra 2 (1554948-centro arriba), muestra 3 (1554949- centro abajo) y muestra 4 (1554950-extremo izquierdo).
2.- Se han analizado dos de las muestras: muestra 1 (1554947) y muestra 2 (1554948). A partir de ambas muestras ha sido posible obtener un perfil de ADN por lo que podemos concluir que ambas muestras contienen material biológico de origen humano.
3.- En la muestra 1 (1554947) y muestra 2 (1554948) hemos obtenido un perfil de ADN compatible con un único individuo de sexo femenino. El perfil obtenido en ambas muestras ha sido el mismo por lo que se puede deducir que proceden del mismo individuo.
4.- Los resultados obtenidos en el análisis de ADN de estas dos muestras se expresan a continuación en forma de tabla, donde se indica el fenotipo de cada uno de los marcadores analizados».
En conclusión, tenemos el ADN de la sangre de una reliquia de 1844, que nos consta que es de Sor Patrocinio y que por lo tanto desmiente a los tres médicos que en 1836 certificaron que las llagas de Sor Patrocinio se las había provocado ella y que, por ser naturales, ellos se las habían curado. La cadena de custodia demuestra que esa reliquia es de Sor Patrocinio.
Pero todavía se puede obtener otra prueba más de que la sangre de ese paño de 1844 es de Sor Patrocinio, y esta prueba será de carácter genético. Lo que ha hecho el laboratorio Eurofins Megalab ha sido obtener el perfil de ADN de una determinada mujer, a la que hay que poner nombre y apellidos, lo que se podrá conseguir cuando se haga el reconocimiento de los restos de la tumba de Sor Patrocinio y se analice una muestra de uno de sus huesos y se compruebe que ese ADN de sus huesos es el mismo que el de la reliquia con sangre de 1844. El día que se abra la tumba de Sor Patrocinio y se analicen en un laboratorio sus restos se comprobará que la Historia y la Genética dicen lo mismo.
Pero además la apertura de la tumba de Sor Patrocinio y el reconocimiento de sus restos mortales se justifica todavía por otro motivo muy importante. Cuando murió, sus hijas metieron dentro de la caja la bula del papa Gregorio XVI que autorizaba el culto de la Virgen del Olvido. Tanto cuando se hizo el traslado desde su primer enterramiento a la capilla de la iglesia el 9 de septiembre de 1917, como cuando durante la Guerra Civil se llevaron sus restos al cementerio de Guadalajara, pues las tropas marxistas convirtieron la iglesia en un almacén militar, en las dos ocasiones hay documentación que afirman que la bula de Gregorio XVI estaba en la caja.
Por lo tanto, si después de la Guerra Civil, cuando se trajeron de nuevo los restos de Sor Patrocinio del cementerio a la iglesia del convento de Guadalajara, donde reposan actualmente, se respetaron los restos que había dentro de la caja, cuando se abra la tumba de nuevo se podrá recuperar la bula del papa Gregoria XVI, aprobando los cultos de la Virgen del Olvido y por lo tanto la aparición de la Virgen a Sor Patrocinio.
Javier Paredes
Madrid, 10 de septiembre de 2023
[1] Este es el texto original sin correcciones ortográficas: «Año de 1844. Estos paños son uno el que traia puesto cuando vino de torrelaguna y otro despues que estava aqui y salio con tanta avundancia la sangre que caló camisa tunica justillo otro juvon pañuelo havito y Escapulario pero con mucha avundancia y luego que se mudó toda la Ropa se puso este paño».