Se ha anunciado que el anterior obispo de Rochester, Michael Nazir-Ali ha dejado el anglicanismo y se ha convertido en católico romano. Fue recibido en plena comunión con la Iglesia católica romana, entrando en el Ordinariato el día de su santo, la fiesta de San Miguel, hace dos semanas.
Se trata, sin duda, de uno de los cambios de filiación más significativos desde el punto de vista político y teológico en el mundo cristiano desde hace tiempo.
Ha habido varias conversiones de alto nivel incluida la del anterior obispo de Londres. Así que ¿ por qué es tan fundamental la de Michael en la vida eclesial y política?.
La respuesta es que él formó el centro de un núcleo de resistencia evangélica al deslizamiento hacia la acomodación progresista secular de la iglesia anglicana. Fue particularmente franco sobre las serias consecuencias que supone el ignorar las implicaciones del crecimiento del Islam, y la importancia de que la definición cristiana de matrimonio quede restringida a la de un hombre y a una mujer con la intención de tener hijos.
Las anteriores conversiones episcopales de alto perfil fueron principalmente de anglocatólicos. Casi se esperaba de ellos. Otros se encogieron de hombros y las hicieron pasar por casi inevitables y sin gran sorpresa o incluso sin gran importancia.
Pero Nazir-Ali es diferente. El camino que lo llevó a ser importante, que incluyó ostentar el puesto de Secretario General de la Sociedad de la Iglesia Misionera, fue evangélico. Y, por supuesto, el evangelicalismo suele ser intransigentemente hostil al catolicismo.
Toda la cultura occidental se tambalea bajo una especie de guerra civil. Se trata casi de una forma de crisis nerviosa cultural y espiritual. Todas las organizaciones sufren bajo el asalto de lo que se denomina diversamente progresismo, lo políticamente correcto, woke o marxismo cultural.
La Iglesia es la que más lo está padeciendo ya que las divisiones son teológicas y espirituales así como filosóficas y políticas.
El movimiento global de protesta conservadora del anglicanismo, «GAFCON», fue dirigido en gran medida por Michael Nazir-Ali. Su voz teológica, articulada y bien informada, actuó como pegamento para mantener unidas acciones ortodoxas dispares en todo el mundo anglicano. Su influencia proporcionó gran parte de la fuerza motriz que impulsó y mantuvo unida la revuelta conservadora u ortodoxa anglicana contra la revolución progresista liderada por la Iglesia Episcopal estadounidense y seguida por el arzobispo Justin Welby desde el Palacio de Lambeth.
El hecho de que le haya dado la espalda al movimiento de protesta que ayudó a crear tiene una enorme importancia por dos razones en particular.
En primer lugar, es un indicativo de que Nazir-Ali ha juzgado, como otros que se han convertido recientemente al catolicismo, que el cisma en la Iglesia originado por la Reforma se ha agotado. La Iglesia ya no está dividida de forma realista por los argumentos que usaron los Reformadores hace quinientos años. Estos conflictos han sido reemplazados por un reajuste cultural y filosófico nuevo pero no menos significativo.
Esta lucha ha convergido en una sola entre los restos de la Cristiandad y una nueva ola en el asalto del secularismo por parte del marxismo (cultural). Ambos representan dos visiones utópicas, una espiritual y otra política, en conflicto directo.
En segundo lugar, a juicio de Nazir-Ali, el anglicanismo se ha visto tan comprometido por las fuerzas del secularismo progresista que ya no puede ser rescatado.
Las implicaciones de esto sacudirán a los anglicanos de toda la Comunión mundial.
El movimiento conservador GAFCON que NAzir-Ali ayudó a crear y dirigir, nació para defender el anglicanismo de la subversión de los valores progresistas.
Pretendía aglutinar varias provincias anglicanas que eran reacias a permitir que su comprensión de las enseñanzas bíblicas sobre el género y la sexualidad fuese cuestionada y subvertida por los asaltos políticos y culturales que ellos juzgaban que eran sub o anti cristianos. Pero, dentro de este movimiento de protesta no había unidad en todo el espectro de opiniones sobre las dos principales controversias que surgieron sobre el feminismo y la homosexualidad.
GAFCON encarnaba la loable ambición anglicana del compromiso, pero el abismo que trataba de salvar probó ser demasiado grande y problemático.
Algunos de los críticos de la secularización del cristianismo han identificado el feminismo como una amenaza contra la revelación bíblica de la paternidad de Dios. Aseguran que el movimiento para la ordenación de mujeres llevaba consigo las armas del relativismo, una dependencia del secularismo y una antipatía psicológica y política hacia el patriarcado que hacía inaccesible la experiencia de la «paternidad de Dios». Se resistieron a ella en fidelidad a la Biblia y a la tradición de la Iglesia.
Incapaz de alcanzar la unanimidad sobre este tema, GAFCON pudo al menos acordar una moratoria sobre el asunto de las mujeres obispos. Y así la guerra civil que el feminismo había provocado, pudo posponerse en gran medida.
Pero recientemente la moratoria ha sido rota por los progresistas de dentro del movimiento que eran incapaces o no querían mantener su compromiso con dicha moratoria. Con la ordenación de seis mujeres obispos en diferentes provincias, la pretensión del compromiso ya no era posible.
Ni fue más fácil definir y defender el acuerdo sobre cómo mantener la línea de la bendición de las parejas del mismo sexo.
Sólo recientemente una iglesia de alto perfil perteneciente a la Iglesia Anglicana conservadora en Norte América y GAFCON, se pasó a un grupo más progresista al cambiar de opinión sobre la bendición gay. Ni ACNA ni GAFCON pudieron encontrar un mecanismo teológico para convencer a los indecisos de la autenticidad cristiana de la postura conservadora.
Lo que ha revelado esta crisis es que el anglicanismo carecía de una herramienta esencial para la lucha contra el relativismo, el Magisterio.
El cisma y el relativismo se podrían haber evitado confiando en la mente colectiva teológica y espiritual que había surgido fluyendo a través de los siglos para definir la fe y ofrecer una interpretación auténtica de la comprensión de la Iglesia de sus textos fundacionales.
Michael Nazir-Ali se encontró con que sus intentos de mantener unida la alianza de compromiso conservadora fracasaban sin este mecanismo católico esencial para definir la verdad y la autoridad.
En su email a un amigo en el que explicaba su decisión escribió: «Creo que el deseo anglicano de adherirse a las enseñanzas apostólicas, patrísticas y conciliares se puede mantener mejor en el Ordinariato ( católico).»
Esta frase representa un código condensado que necesita ser descifrado para ser entendido.
En este código, él expresa su opinión de que ya no se puede confiar en que el Anglicanismo mantenga sus vínculos con la mente histórica de la Iglesia.
«Apostólico» significa la preferencia por la interpretación de la Iglesia primitiva de los textos bíblicos sobre los de la cultura contemporánea.
«Patrístico» se refiere a la prioridad de los juicios y valores teológicos de los primeros cinco siglos cuando difieren de los juicios de los últimos cinco siglos.
«Conciliar» se refiere a la autoridad de los primeros Concilios Ecuménicos de la Iglesia unida anterior al cisma de 1054. Los 39 Artículos de la Iglesia de Inglaterra insisten en que algunas decisiones de estos concilios fueron erróneas. Nazir-Ali rechaza esta postura y acepta la visión del Catolicismo y la Ortodoxia desafiando la protesta de la Reforma. Estos Concilios Ecuménicos y su interpretación de los textos bíblicos constituyen el corazón de la comprensión de la Iglesia de sí misma y forman una parte fundamental del Magisterio.
La decisión del obispo Nazir-Ali también tendrá el efecto de reforzar considerablemente la reputación del Ordinariato en Inglaterra. Church Militant citó a un comentarista del Ordinariato cuya visión era que « Lord Nazir-Ali es el converso de más alto perfil de la Iglesia de Inglaterra a la Iglesia de Roma en los últimos cien años, probablemente desde la conversión del gigante intelectual monseñor Ronald Knox».
«Michael es uno de los intelectos más prodigiosos de nuestro tiempo, un heroico apologeta de la fe, un bastión contra el islamismo radical, un agudísimo comentarista cultural, un predicador persuasivo, un apasionado evangelista del más alto calibre, y un brillante poeta y lingüista», escribió.
El obispo Nazir-Ali dijo: «Mi esperanza es que este patrimonio sea capaz de aportar las riquezas de la liturgia anglicana, el estudio bíblico, el compromiso pastoral con la comunidad, los métodos de hacer teología moral, la himnodia y muchas otras cosas no sólo al Ordinariato sino, más allá, a la Iglesia en general»
La conversión del obispo Nazir-Ali al catolicismo no es sólo un movimiento más de alto perfil de lo que se ha convertido en la periferia del cristianismo al centro. Es una invitación a una seria reconfiguración de personas y organizaciones cristianas en una nueva alianza contra el secularismo hostil. Invita a la Iglesia en general a volver la espalda a la crisis que surgió hace cinco siglos pero que ya no es relevante.
Y quizás lo más importante es un costoso movimiento personal para restaurar la unidad de la Iglesia dentro de la tradición petrina y apostólica que evangelizó por primera vez Occidente.
Gavin Ashenden
Traducido por Ana María Rodríguez y Manuel Pérez Peña.
Publicado originalmente en Christian Today
El Dr Gavin Ashenden fue capellán de honor de la Reina Isabel II de Inglaterra.