Ideología de Género y Naturaleza Humana

Ideología de Género y Naturaleza Humana

La naturaleza acaba reclamando sus derechos. Empeñarse en una educación contra lo que la naturaleza reclama es una incongruencia y una violencia.

Estamos asistiendo a una gran ofensiva del lobby LGTBI y sus aliados, que son buena parte de la clase política, para imponernos la ideología de género. Aunque está claro que en bastantes países y en el nuestro es ya Ley en muchas Comunidades Autónomas y muy pronto es fácil que lo sea a nivel nacional, creo sin embargo que es una batalla perdida para los que defienden esta ideología, porque contra nuestra naturaleza a la larga no tenemos nada que hacer, aunque esta derrota no será sin antes haber arruinado numerosas vidas.

El problema de fondo está en qué es el ser humano y en qué consiste nuestra naturaleza y su relación con la libertad. El hombre pensamos los creyentes que es una conjunción de naturaleza y libertad, puesto que la libertad se encarna en una naturaleza que asume e intenta perfeccionar, mientras que la naturaleza condiciona la libertad y le indica su ámbito.

En cambio, en la ideología de género se confía tan solo en la libertad, desarraigada de la naturaleza. Como Dios no existe, la dignidad de la persona humana hace que sea yo mismo quien determine lo bueno y verdadero. Ahora bien, el problema de este hacer que cada uno de nosotros sea su autoridad suprema tiene como consecuencia que la verdad y la mentira no existen y no estoy sujeto a ninguna norma trascendente. Sencillamente hago lo que quiero, lo que me venga en gana. A la lucha de clases del marxismo corresponde ahora la lucha de sexos de esta ideología. El sexo biológico no es determinante en la vida y en la personalidad.

La «ideología del género» considera la sexualidad como un elemento cuyo significado fundamental es de convención social. Es decir, no existe ni masculino ni femenino, sino que nos encontramos ante un producto cultural. El ser humano nace sexualmente neutro, posteriormente es socializado como hombre o mujer. La diferencia entre varón y mujer no corresponde, fuera de las obvias diferencias morfológicas, a la naturaleza, sino que es mera construcción cultural según los roles y estereotipos que en cada sociedad se asigna a los sexos. Esta antropología pretende favorecer perspectivas igualitarias, liberándonos de todo determinismo biológico e incluso de la distinción de sexos misma; homo, hetero y bisexualidad son igualmente válidas y tan solo una cuestión de preferencia. En esta mentalidad, el hombre y la mujer eligen su sexo y lo pueden cambiar, cuantas veces lo estimen oportuno, hasta el punto de que las diferencias entre hombres y mujeres no tienen relación con las causas naturales o biológicas, sino que se deben a determinaciones sociales.

El problema de la ideología de género es que científicamente no hay por donde agarrarla. El Colegio de Pediatras de Estados Unidos afirma: «Son los hechos y no la ideología, quienes determinan la realidad, esto es, que la sexualidad es un rasgo biológico objetivo binario: XX y XY». La ideología de género va a intentar también, empezando por las escuelas, «proteger» al niño de sus «padres oscurantistas», es decir padres que intentan inculcarle valores distintos, como son los valores cristianos y familiares. No nos extrañe que con esta mentalidad ideológica haya gente que llegue a afirmar que los niños son del Estado y no de los padres.

Pero la realidad es que centros del prestigio científico de la clínica Johns Hopkins de Baltimore, pionera en las operaciones de cambio de sexo, dejó de hacerlas cuando tras estudiar cincuenta casos de transexuales, llegó a la conclusión que ninguno había obtenido beneficios con sus programas de identidad sexual. Además, según el DSM-V, hasta un 98% de niños con género confuso y hasta un 88% de niñas con género confuso aceptan finalmente su sexo biológico tras pasar la pubertad de forma natural.

El Dr. Mayer, profesor del Departamento de Psiquiatría de la Universidad Johns Hopkins, afirma: « Me alarmó saber que la comunidad LGTB sufre una tasa muy superior de problemas de salud mental en comparación con la población en su conjunto».

Y es que la naturaleza acaba reclamando sus derechos. Empeñarse en una educación contra lo que la naturaleza reclama es una incongruencia y una violencia. Hay juguetes más aptos para las niñas y otros para los niños. El rosa es el color preferido de la inmensa mayoría de las niñas, por mucho que se empeñen algunas seudoeducadoras con ganas de hacer el ridículo en considerarlo signo de opresión, y si a un joven transexual le metes en una cárcel de mujeres, probablemente saldrá alguna embarazada, como de hecho ya ha sucedido. Y por mucho que se empeñe alguien con los cromosomas XY no podrá ser madre.

Pedro Trevijano, sacerdote

11 comentarios

sofía
Creo q aquí se mezclan dos asuntos distintos y contradictorios.
Le doy la razón al artículo, en contra de lo q dice la ideología de género lgtbq, en q la naturaleza es la q es, y se es de sexo masculino o femenino según nuestra realidad biológica.
Pero si nuestra naturaleza biológica dice que se es mujer, aunque no te guste el color rosa, algo q efectivamente es una convención, sigues siendo mujer y no te priva de tu feminidad tener un gusto determinado por los colores. Como no te convierte sexualmente, realmente, en una mujer, si eres biológicamente un varón, el gusto x el color rosa.

No cuela q x ser mujer no puedas votar o estudiar o quedar limitada en tus derechos y obligada a llevar corsé o arietes en el cuello. Sigues siendo mujer sin q te vendan como esposa o como prostituta o sin ablación de clítoris.
Somos lo q somos, sean las q sean las convenciones.
Los machistas lgtbq coinciden con los machistas de toda la vida en querer confundir el ser mujer con estar sometida a ciertas convenciones q nada tienen q ver con la biología y la naturaleza real.
Los lgtbq solo añaden q x tanto eligiendo esas convenciones eliges tu género mientras q el machista tradicional te obliga a esas convenciones según tu sexo.
La verdad es q somos del sexo q somos sea la q sea nuestra elección de carrera, vestimenta etc. Mujer = XX Varón = XY. Y si aquí el luto es negro y en Indochina es blanco, eso son convenciones y solo eso.
9/11/20 7:58 PM
Cordá Lac
Pero el problema para la Iglesia es que esta ideología degenerada (de género) se ha infiltrado en la misma, no sé si queriendo o adrede [sí, ya sé que es lo mismo].
Esta infiltración se nota en presentarnos en documentos parroquiales y homilías citas que presentan un Dios transexual: Dios padre-madre o Dios Padre que nos ama con entrañas de madre...
También se nota en la abundancia exagerada de desgloses del tipo: hermanos y hermanas, todos y todas, hijos e hijas de Dios...
9/11/20 8:01 PM
sofía
El Dios que nos ama con entrañas de madre aparece en la Biblia, aunque allí no se le llame madre, sino Señor de los Ejércitos y similares. Nos dice él mismo que aunque una madre pudiera olvidarse del hijo de sus entrañas, él no nos olvidará.
Jesucristo nos enseña a llamarle Abba, papaíto.
Cierto que no tenemos por qué corregir a las Escrituras llamando a Dios madre en vez de padre, pero sí deberíamos tener muy claro que Dios no es masculino ni femenino porque no es un ser humano y que su relación con nosotros se aproxima metafóricamente a la de un padre (progenitor), pero a un padre como el que nos presenta Jesucristo en la parábola del hijo pródigo no a un padre como el que usted tenga culturalmente en su cabeza.
En cierto sentido sí que es un padre maternal, pero le llamaremos Abba, Padre, Papá, como Jesús nos enseñó a llamarle, aunque teniendo muy claro que no es un señor con barba.
Paz y Bien
10/11/20 12:45 AM
sofía
Me refería, por ejemplo, al pasaje de Isaías 49:15. Hay más.
10/11/20 12:51 AM
Tradicionalista
Cuando el Verbo se hizo carne, se hizo hombre, género masculino. Y el tema es tan importante que es una de las principales razones por las que las mujeres no pueden ser sacerdotes.
10/11/20 3:58 AM
sofía
De algún género tenía q ser al hacerse humano. Esa razón sería igual de válida para q no fueran sacerdotes los romanos o los polacos.
Hay otras razones para q no se ordene a las mujeres. En el documento de San Juan Pablo II se dice q la Iglesia no se siente capacitada para cambiar eso y no especifica las razones de modo q podemos tener otras, por ejemplo no escandalizar la fe de los débiles machistas q no pueden evitar serlo, según se ve. Pero ese no es el tema. En Cristo no hay varón ni mujer, dijo Pablo.
Y si alguien cree q el Padre es un Patriarca con barba, como si cree q el Espíritu es una paloma.
Yo la metáfora de Dios como Padre la interpreto desde el abba de Jesús, el padre maternal del hijo pródigo.
Y el Dios de las entrañas maternales ya se ha revelado así en el AT.
10/11/20 11:45 AM
Cordá Lac
Pues ese pasaje de la madre que podría olvidarse de su hijo marca diferencias, cosa que no se hace en ningún momento con el padre.
10/11/20 12:02 PM
sofía
No veo q marque diferencias, simplemente teniendo claro q Dios no es un hombre -ni una mujer- su relación con nosotros es parecida a la de un amoroso progenitor con sus hijos, pero mejor aún.
Para saber qué tipo de padre es escucho la parábola del padre misericrdioso del hijo pródigo, no hago un estudio de cómo era un patriarca medio de Israel. Abba es ese padre maternal y no responde a la definición cultural israelita de lo q es un padre típico (hay cada ejemplo bíblico q mejor no nombraré....- nada q ver.)
10/11/20 3:41 PM
Cordá Lac
A ver... Dice más o menos esto: «Aunque tu sí lo hicieras, yo no lo haría»; o bien, «aunque tú no lo hicieras, yo sí lo haría».
[Subiendo el tono, que no la intensidad]:¿Y no marca diferencias?
[Bajando al tono normal, que la intensidad no varió]:¡Venga ya!
10/11/20 10:45 PM
sofía
Lo q hace es poner como ejemplo de su amor el amor de una madre y añadir q incluso si este pudiera alguna vez fallar, el suyo no. En su lenguaje: el mismo tono, mayor intensidad si cabe.
Es la supermadre q no falla jamás.
Lea la cita y comprenda lo q lee.

11/11/20 2:28 AM
JSP
1. La revolución anticristiana, la Revolución francesa, primero fue la materialista y la del fin socialista que justificaba los medios violentos de la guillotina y el fusil para cambiar la naturaleza. Este fue el nuevo camino de alcanzar el poder temporal por medio del hombre viejo para el nuevo hombre sin alma, la antropología materialista.
2. Después le siguieron las revoluciones protestantes y marxistas de Inglaterra y Rusia afianzando el reino y el paraiso del hombre viejo en la tierra. El proletariado fue usado.
3. En el presente, desde la década de los 60, los fracasados marxistas del fusil y la teología de la liberación para recuperar el poder temporal siguieron los postulados de Gramsci para aplicar el marxismo cultural, en lugar del materialista, la ideología de género en lugar del fusil...
13/11/20 9:58 PM

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