Elecciones (otra vez)

Elecciones (otra vez)

Vivimos unos momentos no fáciles, en los que es evidente que en nuestro país y en buena parte de Europa y América muchos de los valores básicos están seriamente amenazados y debemos emplearnos a fondo para defenderlos.

El próximo domingo tenemos, una vez más, elecciones. Es lógico que muchos se planteen hartos de tantas elecciones, el no ir a votar. ¿Pero qué dice el Magisterio de la Iglesia?: El Concilio Vaticano II nos afirma: «Recuerden, por tanto, todos los ciudadanos el derecho y al mismo tiempo el deber que tienen de votar con libertad para promover el bien común» (Gaudium et Spes nº 75). El no votar, salvo que haya razones bastante serias, es como mínimo una irresponsabilidad y, si tengo sentido común, no tendré luego derecho a quejarme.

El primer principio ético con el que nos encontramos es el de que hay que hacer el bien y evitar el mal. Por ello a la hora de votar, como católico que soy, no puedo prescindir de mis principios cristianos, ni tampoco que me considero y soy español y en consecuencia tengo que votar lo que considero más conveniente para mi Nación.

Actualmente, seguramente la mayor amenaza contra nuestra Sociedad es la Ideología Relativista, que niega el valor absoluto de la Verdad y el Bien, y de la que una de sus consecuencias es la Ideología de Género. «La Ley natural expresa el sentido moral original que permite al hombre discernir mediante la razón lo que son el bien y el mal, la verdad y la mentira» (Catecismo de la Iglesia Católica nº 1954). Una Sociedad que no distingue el Bien del Mal, la Verdad de la Mentira, como sucede en la nuestra, está expuesta a las mayores aberraciones. Me ha gustado una Nota publicada este 30 de Octubre por los Obispos de la Provincia Eclesiástica de Valencia en la que ponen el acento sobre aquellos valores y derechos humanos que debemos proteger y así nos dicen, dirigiéndose a los políticos que salgan electos que promuevan, «el conjunto de aquellas condiciones de la vida social que permiten a los grupos y a cada uno de sus miembros conseguir más plena y fácilmente su propia perfección» (GS 26); y así sean defensores del matrimonio natural como comunidad de vida y amor conyugal, lugar natural del nacimiento de nuevas vidas, y de la familia, fundamentada en el matrimonio, célula básica de la sociedad; y para que respeten y garanticen el derecho originario y prioritario que asiste a los padres para educar a sus hijos según sus convicciones más profundas.

Otros valores que deben ser protegidos son la vida humana en todas sus fases, la paz, la convivencia, la concordia y el progreso de todos los españoles, la promoción de un orden económico justo, la lucha contra la corrupción, la protección a los más necesitados, la acogida e integración de los que por diversas razones viven entre nosotros procedentes de otros pueblos en busca de una vida mejor y más segura, la libertad religiosa individual y de las Iglesias y confesiones religiosas, que permita a las personas poder ejercitar y vivir su fe en privado y en público sin coacción.

Es indudable que no todos los Partidos son iguales y que hay algunos que son peores que otros, pues se distinguen por su odio a la Iglesia. Hay quienes presumen que la única Iglesia que ilumina es la que arde, mientras otros tratan de robar sus bienes a la Iglesia e incluso se permiten en plena campaña electoral añadir a su programa, como ha hecho el PSOE, la denuncia de los acuerdos Iglesia Estado, con lo que ciertamente no nos empujan a los católicos a apoyarles con nuestro voto.

Vivimos unos momentos no fáciles, en los que es evidente que en nuestro país y en buena parte de Europa y América muchos de los valores básicos están seriamente amenazados y debemos emplearnos a fondo para defenderlos. No nos avergoncemos de nuestra fe, sino proclamémosla, porque en estos momentos, si queremos una Sociedad mejor y más justa, no podemos facilitar la labor de aquéllos que intentan destruir nuestra Sociedad con sus ideas equivocadas.

 

Pedro Trevijano

 

10 comentarios

sofía
Buen artículo. Pero después de leerlo sigue el dilema de cuál es el partido menos malo o el que te permita hacer presión contra la opción peor.
4/11/19 8:39 PM
Jorge Cantu
Gracias padre Pedro por esta hermosa y magistral síntesis de la visión cristiana de la participación electoral.

Enfrentamos, tristemente, un espectro partidista que se presenta hoy en nuestras naciones bastante envenenado, traicionero y enemigo de los principios señalados por nuestro Señor Jesucristo y la Doctrina Social de la Iglesia. Urge reconquistar espacios en la arena pública por parte de católicos íntegros y bien formados para dar la batalla política y cultural.
5/11/19 6:00 AM
Chico
El partido al que en conciencia puede votar y único es VOX. En el papel así es. En la práctica, se podrá ver
5/11/19 9:48 AM
Hechos
Votar es un derecho y un deber ( aunque esto último es opinable mientras se paguen los impuestos) Pero entre mi opinión y la de la Iglesia...



A día de hoy ¿existe un partido que defienda la Unidad de España como Nación, realidad histórica, cultural y de convivencia?



¿Existe un partido que haya llevado ante los Tribulanes a los golpistas separatistas?



¿ Existe un partido que defienda el matrimonio entre hombre y mujer como lo natural?



¿Existe un partido que defienda a la familia natural como base de la sociedad?



¿Existe un partido que en su programa pida la cadena perpetua revisable para violadores y maltratadores?



¿Existe un partido que pida una inmigración controlada y legal?



¿Existe un partido que proponga bajar los impuestos e incentivar a los emprendedores?



Les garantizo que mi voto está muy claro desde hace bastante tiempo.
5/11/19 11:09 AM
Javier
Pues yo creo que en España estamos bastante bien desde que celebramos elecciones cada año. Esto ha supuesto que desde hace cuatro años no se han promulgado leyes (Decretos y Reales Decretos sí) perversas. Si continuamos otros 10 años sin gobierno es posible que evitemos que se apruebe la eutanasia, que se denuncien los acuerdos Iglesia-Estado, que se apruebe una ley que nos obligue a jurar la ideología de género, a celebrar el orgullo gay...
Este es el único motivo que me sugiere votar a VOX, pero no lo tengo claro.
5/11/19 3:27 PM
sofía
A las 9:50 podía aún plantearme esa posibilidad. Pero dándome un paseito por aquí y por allá y viendo qué tipo de personas son algunos de los que lo recomiendan, el asunto me ha quedado muy claro.
No votaré a favor de nadie, simplemente votaré contra lo peor, de la única manera posible.
5/11/19 4:28 PM
Pedro Amate
" No podemos facilitar la labor de aquéllos qué intentan destruir nuestra sociedad con sus ideas equivocadas ".

Muchas gracias, padre Pedro Trevijano por su sabía y práctica reflexión. Hay qué animar a los votantes a votar al político qué se comprometen a defender la vida, desde su nacimiento hasta su muerte natural,a los que se comprometen a defender al matrimonió entre un hombre y una mujer ,y a la familia . Al derecho de los padres s defender el derecho a elegir libremente la educación ,y libertad enseñanza y educación de sus hijos. Es una buena ilustración dicha por un ministro de la Iglesia.

Me gustaría qué los clérigos catalanes pensaran lo mismo que usted ,y no facilitaran la labor de los qué quieren destruir nuestra sociedad y convivencia con unas ideas equivocadas y destructivas para Cataluña y el resto de España
5/11/19 11:11 PM
Roniel Aledo
La Clave esta en el 2105 del Catecismo y en lo que nos dice el Cardenal Burke.

--Cardenal Raymond Burke, Campeon de la Tradicion Catolica, (octubre 2004): ¨En "Evangelium vitae", nuestro Santo Padre proporciona un ejemplo con respecto a la votación de un legislador católico, que puede ser útil, por analogía, para comprender la acción de un VOTANTE católico. Escribe sobre el legislador que VOTA POR una legislación que limita el mal moral del aborto provocado, aunque NO LO ELIMINE por COMPLETO.

Por lo tanto, un católico … PUEDE votar por un candidato que apoya la limitación de la legalidad del aborto procurado, aunque el candidato NO se oponga a TODO uso del aborto procurado…el católico que elige no votar en absoluto, cuando hay un candidato VIABLE que promueve el bien común, aunque NO PERFECTAMENTE, no cumple con su DEBER MORAL…en la LIMITACION de un MAL grave en la sociedad.¨

7/11/19 1:42 AM
Pub
Sería magnífico que hubiera un partido que defendiera
1. La vida, desde su concepción hasta su muerte natural.
2. La familia natural hombre-mujer.
3. La libertad económica.
4. La libertad de educación y de los padres respecto a la enseñanza moral de sus hijos.y de la enseñanza en español en toda España.
5. La libertad religiosa.
6. La unidad naconal y la supresión de partidos separatistas.
7. La derogación de las leyes LGTBI
8. La derogación de la sectaria ley de memoria histórica.
9. El final de la inmigración ilegal..
10. La separación efectiva de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial.
Pues bien, este partido existe: se llama VOX.
Consulta a Dios y a tu conciencia y vota con responsabilidad.
8/11/19 12:59 AM
Fernando Cavanillas
Hay 3 principios innegociables según nos dijo Benedicto XVI, NO SOLAMENTE EL BIEN COMÚN. Esos tres principios son (por este orden):
-LA VIDA
-LA FAMILIA
-EL BIEN COMÚN

El hecho de hablar sólo del bien común es una grave negligencia y una grave omisión. El bien común en sentido amplio puede considerarse como un cajón de sastre... pero su santidad Benedicto XVI no enmarcó todo en el bien común, sino que especificó La Vida (EL ABORTO), la familia (adoctrinamiento LGTBI, feminismo, adoctrinamiento moral de los niños etc etc), y finalmente el Bien común (todo lo que toca a la gestión política de la sociedad).

Toda la retahíla de "politicas" (la mayoría de origen socialista ó socialdemócrata) que se incluyen en el "bien común" por muchos sacerdotes y obispos son simplemente "DEL CÉSAR", NO DE DIOS.

Algunos parecen activistas marxistoides de pacotilla ó políticos de izquierdas más que pastores de ALMAS. El aborto, la ideología de género y LGTBI, el derecho de los padres a educar moralmente a sus hijos, etc, SON DE DIOS, no es política. El infierno y el purgatorio existen y están llenos, nos jugamos mucho.

Ya he hablado con sacerdotes y no hay manera de que digan estas cosas en las homilías y en las preces en la semana de elecciones, muchos se han convertido en sal insípida. No se mencionan los tres principios innegociables, ya casi nadie en la Iglesia habla del aborto, y menos aún del pecado de la homosexualidad... nos esperan castigos terribles pero merecidos.
11/11/19 10:49 AM

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