Obama: lágrimas sinceras, pero incoherentes

Pero precisamente porque creo que esas lágrimas son sinceras, no puedo por menos de pensar en la monstruosa incoherencia que suponen. Lamentamos la muerte de veinte niños y siete adultos, pero nos quedamos tan tranquilos ante el asesinato, sólo en nuestro país, de más de cien mil criaturas inocentes al año en el seno de su madre.

Obama: lágrimas sinceras, pero incoherentes
Ante la matanza de niños y adultos ocurrida en una escuela primaria de Estados Unidos, creo que todos nos hemos conmovido y no podemos por menos de acompañar a los norteamericanos en estos momentos de duelo nacional. Hemos visto las lágrimas sinceras del Presidente Obama cuando hablaba a la nación sobre este tema y no podemos por menos de sentirnos solidarios con él.
Pero precisamente porque creo que esas lágrimas son sinceras, no puedo por menos de pensar en la monstruosa incoherencia que suponen. Lamentamos la muerte de veinte niños y siete adultos, pero nos quedamos tan tranquilos ante el asesinato, sólo en nuestro país, de más de cien mil criaturas inocentes al año en el seno de su madre. Más aún, hemos hecho de ese crimen abominable, así se refiere a él el Concilio Vaticano II en la Gaudium et Spes nº 51, un derecho legal, como dice expresamente la Ley Orgánica  2/2010 de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo, en su artículo 3 apartado 2: “se reconoce el derecho a la maternidad libremente decidida”, y uno de los más acérrimos defensores de ese derecho al crimen del aborto es precisamente el presidente Obama.
Ya sé que muchos me pueden objetar. “Vosotros los católicos, pensáis que el aborto es un crimen y por tanto estáis en contra y no abortáis y si lo hacéis mal hecho. Pero esa no es nuestra convicción, respetadnos en consecuencia y no tratéis de imponernos vuestras ideas”. Pero el problema es que estamos en el plano de las realidades y que la cuestión es: ¿con el aborto se mata o no a un ser humano? 
Como indica el Manifiesto de Madrid en defensa de la vida humana en sus etapas inicial, embrionaria y fetal, hoy muchísimos científicos están plenamente convencidos de que la existencia humana empieza en la concepción y que eso es una evidencia científica. A eso se puede objetar que hay algunos científicos que piensan que la vida humana empieza más tarde, incluso mucho más tarde y por tanto matar al embrión o al feto no es matar a un ser humano. 
A éstos simplemente hay que hacerles una pregunta: ¿tienen ustedes la evidencia científica que cuando ustedes permiten el aborto, ahí, sin género de duda, no hay vida humana? Porque lo que es indiscutible que, a la más mínima probabilidad que allí hay vida humana, yo no estoy autorizado a destruirla. El ejemplo clásico que siempre se ha utilizado es el del cazador que no puede disparar contra lo que hay detrás de un matorral, a menos que tenga la absoluta seguridad que lo que hay allí, es un jabalí, y no un compañero de caza. Pero si hay algo claro en nuestra cuestión es que desde luego no tenemos la evidencia que allí no hay una vida humana. Por ello, digan lo que digan las leyes humanas, ante la Ley de Dios que dice “no matarás”, ésta tiene que ser obedecida antes que las leyes humanas: “Es preciso obedecer a Dios antes que a los hombres”, leemos dos veces en Hechos de los Apóstoles” (4,19 y 5,20). Ante una ley como la del aborto, hay que objetar en conciencia y no vale decir: “es que la ley dice lo contrario”. Por supuesto una legislación que no admite la objeción de conciencia, simplemente quebranta los derechos humanos y no es democrática. 
Jesucristo en Jn 8,31-47 establece claramente la distinción entre los hijos de Dios y los hijos del diablo. Creo que lo mejor es que, cada uno, lea tranquilamente esas líneas y se pregunte: “Yo, para Jesucristo, ¿qué soy, un hijo de Dios o un hijo del diablo? Y luego procuremos actuar en conciencia y en consecuencia.
                                                                                               Pedro Trevijano.

 

Ante la matanza de niños y adultos ocurrida en una escuela primaria de Estados Unidos, creo que todos nos hemos conmovido y no podemos por menos de acompañar a los norteamericanos en estos momentos de duelo nacional. Hemos visto las lágrimas sinceras del Presidente Obama cuando hablaba a la nación sobre este tema y no podemos por menos de sentirnos solidarios con él.

Pero precisamente porque creo que esas lágrimas son sinceras, no puedo por menos de pensar en la monstruosa incoherencia que suponen. Lamentamos la muerte de veinte niños y siete adultos, pero nos quedamos tan tranquilos ante el asesinato, sólo en nuestro país, de más de cien mil criaturas inocentes al año en el seno de su madre. Más aún, hemos hecho de ese crimen abominable, así se refiere a él el Concilio Vaticano II en la Gaudium et Spes nº 51, un derecho legal, como dice expresamente la Ley Orgánica  2/2010 de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo, en su artículo 3 apartado 2: «se reconoce el derecho a la maternidad libremente decidida», y uno de los más acérrimos defensores de ese derecho al crimen del aborto es precisamente el presidente Obama.

Ya sé que muchos me pueden objetar. «Vosotros los católicos, pensáis que el aborto es un crimen y por tanto estáis en contra y no abortáis y si lo hacéis mal hecho. Pero esa no es nuestra convicción, respetadnos en consecuencia y no tratéis de imponernos vuestras ideas». Pero el problema es que estamos en el plano de las realidades y que la cuestión es: ¿con el aborto se mata o no a un ser humano? 

Como indica el Manifiesto de Madrid en defensa de la vida humana en sus etapas inicial, embrionaria y fetal, hoy muchísimos científicos están plenamente convencidos de que la existencia humana empieza en la concepción y que eso es una evidencia científica. A eso se puede objetar que hay algunos científicos que piensan que la vida humana empieza más tarde, incluso mucho más tarde y por tanto matar al embrión o al feto no es matar a un ser humano. 

A éstos simplemente hay que hacerles una pregunta: ¿tienen ustedes la evidencia científica que cuando ustedes permiten el aborto, ahí, sin género de duda, no hay vida humana? Porque lo que es indiscutible que, a la más mínima probabilidad que allí hay vida humana, yo no estoy autorizado a destruirla. El ejemplo clásico que siempre se ha utilizado es el del cazador que no puede disparar contra lo que hay detrás de un matorral, a menos que tenga la absoluta seguridad que lo que hay allí, es un jabalí, y no un compañero de caza. Pero si hay algo claro en nuestra cuestión es que desde luego no tenemos la evidencia que allí no hay una vida humana. Por ello, digan lo que digan las leyes humanas, ante la Ley de Dios que dice “no matarás”, ésta tiene que ser obedecida antes que las leyes humanas: «Es preciso obedecer a Dios antes que a los hombres”, leemos dos veces en Hechos de los Apóstoles» (4,19 y 5,20). Ante una ley como la del aborto, hay que objetar en conciencia y no vale decir: «es que la ley dice lo contrario». Por supuesto una legislación que no admite la objeción de conciencia, simplemente quebranta los derechos humanos y no es democrática. 

Jesucristo en Jn 8,31-47 establece claramente la distinción entre los hijos de Dios y los hijos del diablo. Creo que lo mejor es que, cada uno, lea tranquilamente esas líneas y se pregunte: «Yo, para Jesucristo, ¿qué soy, un hijo de Dios o un hijo del diablo?» Y luego procuremos actuar en conciencia y en consecuencia.

 

Pedro Trevijano, sacerdote

 

9 comentarios

Juan Mariner
La lágrimas falsas del abortista Obama van a quedar como una anécdota macrabra ante tan atroces muertes de niños y mayores. Recemos por todos ellos...
15/12/12 5:22 PM
pedro de madrid
Después de todo lo desgraciadamente ocurrido ¿no podrían replantearse la venta y uso de armas con responsabilidad y examen sicológico y otros filtros a quienes puede o no puedenen venderse?. Es difícil, puesto que las armas es un gran negocio que ningún gobierno quiere renunciar. Con falta total de moral así les irá
15/12/12 10:14 PM
José Luis
En cierta ocasión una persona, que fue a Cáritas, y yo me creí que era verdad de lo que le estaba suciediendo, pues se había tirado al suelo, pero luego me dijeron que no era real, sino una demostración de lo que sucede.

Del mismo modo, hay otras personas que parecen convencer que sus lágrimas son verdaderas, pero no siempre es así, como en el caso de actores y actrices, que suelen llorar para un público.

Que no nos engañe de ningún modo las "lágrimas de Obama", pues no son lágrimas por las inocentes criaturas que mueren destrozada en el aborto, en cualquier país, no hay que creer a esas personas.

Bien sabemos que Dios conoce muy bien los corazones, y no se deja engañar, nosotros, podríamos ser engañados con facilidad, por eso, cuando una persona que se comporta como si Dios no existiera y hace lo que no debe, no se le puede creer.
16/12/12 6:14 PM
eowo4
Por desgracia....
Por desgracia, hay mucha desidia por parte de los antiabortistas. Como sabemos, en Google es posible teclear la palabra ´´aborto´´ y en seguida la opción ´´Noticias´´. Ahí podemos entrar a comentar las noticias mundiales recientes en el tema aborto. Por ejemplo, los legisladores mendocinos de Argentina, merecían nuestra felicitación por su reciente veto a la ley de Aborto. Pero nada... No se ve que haya antiabortistas comentando esas noticias.
16/12/12 10:20 PM
kantabriko
Concecuentemente la gran complejidad liberaloid progresista es que la politica de Obama cree en el liberalismo ,es ese liberalismo el que precede el libertinaje de las feminas a decidir si abortar o no haciendo de sus vidas un verdadero presagio inconsecuente ,teniendo en cuenta de que el aborto es un crimen y teniendo en cuenta tambien de que no hay respeto por la unidad familiar , mas bien el progresismo liberal intuye a despretigiar la moral y la unidad familiar y un ejemplo es el aborto .
18/12/12 12:33 AM
tadeo gutierrez
Y por si fuera poco, aparte de que el sr. Obama ``llora``,con lagrimas de papel televisivo, por otra aplaude con entusiasmo, cuando, en el derrocamiento de presidentes dictatoriales, enemigos de la ``democracia``, en sus guerras, apoyadas por los países mas ``demócratas `` del mundo, mueren de una forma mas cruel, no veinte, si no miles de niños, donde muchos quedan mutilados y traumatizados por el resto de sus días.
Si en realidad llorara por todas las victimas, que en nombre de la democracia mueren, el sr. Obama, debería estar ciego...¡bueno¡...de echo lo esta...``cuela la paja y se traga el camello``...una sola lagrima, de un niño, que es victima en esas guerras y muere...es mas valiosa que todas las lagrimas
de este señor........
19/12/12 12:18 AM
Gregory
Si Obama es sincero con sus lagrimas, pues espero que lo sea, sobre el tema de la guerra creo que esos dictadores deberian darse cuenta que no los quieren, disculpen el off topic pero me cae mal cuando defendemos persoajes impresentables solo porque Estados Unidos no los quiere, ahora con respecto al aborto el señor Obama no solo deberia llorar sino hacer penitencia y pedir perdon por sus crimenes.
19/12/12 7:43 PM
tadeo gutierrez
No es mi posición la de defender a dictadores perversos--señor Gregory--ni solo porque estados unidos no los quiera.
El problema es cuando el que gobierna ese país, crea los conflictos en los países de los dictadores, pero no le importan todas las victimas que haya en esas guerras *internas*, de las cuales, muchos son niños...o ¿quien arma a los insurgentes ahora en Siria? o quien los armo en Egipto y Libia? o que paso en Irak?...Cuantas victimas ha habido en todas estas guerras, donde los Estados Unidos y la OTAN, se han encargado de suministrar las armas, con las que han matado a todos esos niños-victimas, mas los adultos donde también hay muchas victimas.

Acaso el gobierno del señor Obama, les regala las armas a los insurgentes, solo para liberarlos de esos dictadores perversos?...y lo hace sin ningún interés?...Pues como hay interés,entonces el señor Obama, también es responsable de las muertes de esas victimas.
Y tan impresentable es el, como los dictadores de esos países.
Yo también esperaría que sus lagrimas fueran sinceras, pero
como usted observa, señor Gregory, los conflictos en Siria y en muchos lados, donde los EEUU tienen injerencia, siguen y no sabemos donde sera el nuevo conflicto, algunos dicen que en Iran, no lo sabemos. Ni cuantas victimas mas habrá?
Por eso, Gregory, yo no creo en la sinceridad, del señor Obama.... Y, para que pida perdón y haga penitencia, antes deberá parar esa masacre que han causado mucho llanto y lagrimas verdaderas.
20/12/12 11:38 AM
Gregory
Creo que todo el mundo va a pensar que soy abogado de Obama o que el tipo me paga pero ni modo. El problema de Siria tiene que ver en buena medida con el gobierno de ese país no niego que existan intereses a fovor como en contra de su permanencia pero eso no es solo Obama seamos claro Rusia apoya por interes tambien lo mismo China y si ven que sus intereses son respetados se lavan las manos y se acabo. Por otro lado no comparemos lo de Iark con lo de Egipto, libia y Siria aquello fue una invasión estos so movimientos internos y yo pregunto si el regimen masacra a su pueblo que debemos hacer quedarnos de brazos cruzados no creo que sea correcto hay que hacer algo.Desde luego la ultima opción debe ser la belica.
23/12/12 9:31 PM

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