Cuando la Iglesia nos convoca, por la voz del Sucesor de Pedro, a celebrar el Año de la fe, recibo con sorpresa, confianza y agradecimiento el nombramiento del Santo Padre Benedicto XVI como Obispo Auxiliar de la Diócesis de Getafe y Titular de Mentesa (antigua sede episcopal sobre la que hoy se levanta el municipio andaluz de La Guardia de Jaén). Lo recibo con sorpresa, porque cuando estoy próximo a cumplir veinte años de sacerdocio, constato que es muchísimo lo que aún tengo que aprender del Corazón de Jesucristo Buen Pastor. Con confianza, porque, a pesar de la evidencia de mis limitaciones, constato a diario el amor de mis Madre la Iglesia que me cuida y se fía de mí. Con agradecimiento porque se me ofrece la oportunidad de renovar mi adhesión a Cristo y la entrega sin reservas a la misión evangelizadora de la Iglesia.
Sintiendo la urgencia de una nueva evangelización para volver a descubrir la alegría de creer y el entusiasmo de comunicar la fe, ruego a Dios nuestro Padre que me conceda, por el don del Espíritu Santo, poner en erl centro de mi futuro ministerio episcopal las palabras de su Hijo Jesucristo: Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros (ut gaudium meum in vobis) y vuestra alegría llegue a plenitud (Jn 15, 11). Convencido de que no hay alegría plena en la vida humana sin el encuentro con Cristo, ruego al Señor que me conceda ser servidor de vuestra alegría (2 Cor 1, 24).
Como colaborador cercano del que ya es también mi Obispo, Don Joaquín, tendré ocasión en el futuro de dirigir mi palabra con afecto a todos cuantos forman parte de la Diócesis de Getafe, a sus fieles y a los que conviven con ellos. A todos digo desde ahora, con las palabras que inspiraron el ministerio del primer obispo de esta diócesis, Don Francisco José Pérez y Fernández Golfín: Muy gustosamente me gastaré y me dejaré desgastar por vuestras almas (2 Cor 12, 15). Agradezco de todo corazón a Don Joaquín su paternal acogida: confío en su paciencia y en su bondad para aprender a ser pastor bueno, según el Corazón de Cristo, realizando la verdad en el amor (Ef 4, 15).
Extiendo mi agradecimiento en este momento a mi familia, en cuyo seno he despertado a la fe y he crecido en el amor a la Iglesia. A los miembros de la Asociación privada de fieles ACYS, ubicada en la diócesis de Granada, que me introdujeron en las tareas apostólicas hasta que recibí la vocación sacerdotal. A mi muy querida diócesis de Toledo, a la que debo mi vida sacerdotal: a los fieles laicos y consagrados que me sostienen con su afecto y oración, a mis hermanos sacerdotes, a los arzobispos titulares y a sus obispos auxiliares, desde el Cardenal Don Marcelo, hasta Don Braulio, pasando por Don Francisco Álvarez y Don Antonio Cañizares; ruego al Señor que me conceda ser digno obispo de Don Marcelo, en cuya escuela deseo seguir aprendiendo. Agradecimiento también a quien de forma inmerecida me ha regalado en la Iglesia su amistad sacerdotal. Mi agradecimiento, en fin, a cuantos trabajan en la Casa de la Iglesia, sede de la Conferencia Episcopal Española, en donde he tenido el privilegio de conocer a compañeros admirables y de tratar muy de cerca a los obispos de las diócesis española, cuya solicitud pastoral es un estímulo confiado para la vida que ahora estreno.
Convocados por nuestro Obispo a una Gran Misión Diocesana, con motivo del 25 aniversario de la creación de la Diócesis de Getafe, pido al Señor que derrame su copiosa bendición sobre nuestra Diócesis, para que llenos de amor por el hombre, con la antorcha de Cristo en la mano, impulsemos con decisión la nueva evangelización.
Confío el inicio de mi ministerio episcopal a la poderosa intercesión de la Bienaventurada Virgen María, Nuestra Señora de los Ángeles, y al auxilio de Santa Maravillas de Jesús, de San Benito Menni y de los Beatos Mª. Ángeles de san José, Faustino Míguez y Jacinto Hoyuelos.
En Getafe, a 6 de julio de 2012
José Rico Pavés
Obispo Titular electo de Mentesa
y Auxiliar electo de Getafe