No quiero ser responsable
No quiero ser responsable de los miles de asesinatos silenciosos que se están cometiendo en España y se van a seguir cometiendo con la nueva ley sobre el aborto. Por eso vuelvo a denunciar esta legislación abortista como una legislación injusta, cruel, criminal.
Para que pueda haber un debate honesto sobre el aborto habría que comenzar por definirlo. Sin encubrimientos. El aborto voluntario no es, como se dice cínicamente, la “interrupción de un embarazo no querido”. En verdad, la interrupción del embarazo es una consecuencia de la eliminación física del hijo. El aborto voluntario es “la eliminación violenta de un hijo no querido”. Por eso es un asesinato en toda regla.
El debate sobre el aborto no puede estar centrado sobre los derechos de la madre, sino en el derecho del hijo a vivir. Es hipocresía y cinismo eludir la substancia del asunto. Es prepotencia y egoísmo de los adultos, de los fuertes frente al débil. Llamando a las cosas por su nombre, tenemos que preguntarnos: ¿puede ser un derecho de la madre eliminar la vida de su hijo? Y tenemos que seguir preguntando: ¿se puede dejar sin ninguna protección legal la vida de un ser humano necesitado?

La Universidad nació en la Iglesia Católica
En estos días está muy viva la discusión sobre si Dios existe o no. Desde luego una cuestión tan seria no se puede resolver poniendo propaganda en los autobuses. Eso es una frivolidad.
Antes de hablaros de nuestro siguiente tema en Hablemos de Religión, deseo proponeros la lectura de este resumen de aquellas excelentes catequesis del Papa para Europa, que hice unas semanas después de la visita de Benedicto XVI a su Baviera natal, en los primeros días de septiembre de 2006. Durante aquellos encuentros, en un ambiente profundamente humano y cordial, el Papa quiso ofrecernos unas reflexiones extraordinariamente oportunas para todos los cristianos europeos.
En nuestros medios de comunicación se habla con frecuencia de religión. En nuestra sociedad hay un debate latente acerca de si la religión es una actividad buena para el hombre o es más bien una deficiencia, un arrastre de otras épocas, que traba la libertad y retrasa el desarrollo del hombre y de la sociedad. En muchas tertulias y conversaciones aparecen estas discusiones y estas opiniones.