No quiero ser responsable
No quiero ser responsable de los miles de asesinatos silenciosos que se están cometiendo en España y se van a seguir cometiendo con la nueva ley sobre el aborto. Por eso vuelvo a denunciar esta legislación abortista como una legislación injusta, cruel, criminal.
Para que pueda haber un debate honesto sobre el aborto habría que comenzar por definirlo. Sin encubrimientos. El aborto voluntario no es, como se dice cínicamente, la “interrupción de un embarazo no querido”. En verdad, la interrupción del embarazo es una consecuencia de la eliminación física del hijo. El aborto voluntario es “la eliminación violenta de un hijo no querido”. Por eso es un asesinato en toda regla.
El debate sobre el aborto no puede estar centrado sobre los derechos de la madre, sino en el derecho del hijo a vivir. Es hipocresía y cinismo eludir la substancia del asunto. Es prepotencia y egoísmo de los adultos, de los fuertes frente al débil. Llamando a las cosas por su nombre, tenemos que preguntarnos: ¿puede ser un derecho de la madre eliminar la vida de su hijo? Y tenemos que seguir preguntando: ¿se puede dejar sin ninguna protección legal la vida de un ser humano necesitado?