No perdamos la oportunidad
Me refiero a la oportunidad que nos ofrece el debate social sobre la reforma de la ley sobre el aborto para clarificar y fortalecer nuestra identidad como católicos.
Se trata de una discusión sobre algo fundamental como es el respeto a la vida de las personas, la obediencia al mandamiento de Dios No matarás.
Para todo el que quiera ser honesto consigo mismo y ver las cosas sin ideologías ni intereses de ninguna clase, es evidente que el aborto voluntario es un asesinato.
No es verdad que los que estamos contra la legitimación del aborto queramos que las mujeres que abortan o el personal sanitario que atiende a las embarazadas vayan a la cárcel. Lo que queremos es que no haya abortos. Por eso, a la vez que nos oponemos a la legalización y justificación del aborto voluntario, pedimos también que la sociedad y las instituciones públicas ayuden a las mujeres que se ven en el trance de llevar adelante un embarazo “imprevisto", o de traer al mundo un niño no deseado.
El debate que se está produciendo actualmente en nuestra sociedad nos permite y nos exige manifestarnos como católicos profesando y defendiendo la doctrina de la Iglesia. Lo podemos hacer en mil circunstancias, en el trabajo, entre amigos, en las mismas conversaciones familiares.
Es especialmente importante que los católicos que ocupan lugares relevantes en la sociedad manifiesten su fe defendiendo la doctrina de la Iglesia en este punto. Ciertamente el estar contra el aborto no tiene por qué ser exclusivo de los católicos. Pero sí es cierto que todos los católicos tenemos que estar contra el aborto en cualquier circunstancia. Es éste un momento importante para clarificar nuestra identificación religiosa en nuestros ambientes, como un acto necesario de libertad y de lealtad. Con esta clarificación de la postura de los católicos, ganaría muchos puntos la consistencia interior y la credibilidad social de la Iglesia.
Estamos en un momento crucial para liberarnos de los chantajes y de las presiones de los grupos sociales, culturales o políticos. Que los católicos de izquierda, los que militan en grupos o partidos abortistas, tengan la libertad y la entereza de disentir de la doctrina de sus partidos respectivos en este punto. Y que los partidos aprendan a ser respetuosos con la libertad de conciencia de sus militantes en esta cuestión.
¿No creen VV. que todo esto sería un gran avance en la clarificación y en la madurez de nuestros cristianos y de nuestra sociedad? Por supuesto, no se trata sólo de hablar, sino que tenemos que hacer todo lo posible para cambiar la legislación actual por otra cuyo objetivo sea precisamente la protección realista y efectiva de la vida de los no nacidos.
34 comentarios
Yo soy católico, y pretendo cada vez ser más practicante y fiel a mi fe. Y, asimismo, y en otro plano evidentemente, pertenezco desde hace poco tiempo a Hazte Oir como socio. Bien; pues tras la inolvidable experiencia vivida en la manifestación del domingo pasado, pienso comprometerme con esta organización con toda mi capacidad de tiempo, talento (si lo tengo) y voluntad para colaborar con ellos en esta empresa de movilización de conciencias. Lo haré como católico, qué duda cabe, pues mi esperanza está puesta en Cristo por completo y en su Iglesia, y no en una organización meramente humana, por virtuosa que ésta sea. Ahora bien, a quien esté contra el aborto o los gaymonios o contra la adopción de hijos por homosexuales o contra la eutanasia o contra la EpC, etc., no le voy a preguntar por su filiación ideológica, ni, desde luego, considerarme superior a nadie o con una especie de legitimidad mayor por mi naturaleza de católico. Como católico creo (como así he sentido en mi vida) que Dios opera de mil formas en la conciencia de cada persona. El domingo, día del Señor, perdido entre la multitud, me encontré con gente de todo tipo y condición. ¿Éramos la mayoría católicos? Posiblemente, pero que muchos no lo eran también.
Siempre debemos evangelizar, en toda circunstancia; es cierto, éste fue el mandato del Señor a las generaciones venideras de sus seguidores. Pero éste éxito no puede ser capitalizado ya sólo por nosotros, porque ni nos corresponde por hecho ni por derecho. Otra cosa, insisto, es que no debamos nunca de dejar de sembrar allí donde vayamos la Verdad de la que somos partícipes.
Todo aborto es un asesinato, tanto el calificado como "voluntario" como el "no voluntario”.
Trataré además de hacer un ejercicio de lógica. Objetivamente, la ciencia afirma que existe un nuevo ser humano desde el momento de la concepción. Un nuevo ser con identidad propia que ya nunca dejará de ser miembro de la especie humana hasta su muerte natural. Hablamos de una continua y progresiva sucesión de etapas que nos llevan del cigoto al embrión, feto, bebé, …
Por otro lado, matar es un delito. Lo normal es penarlo con cárcel, para provocar el arrepentimiento y ayudar a la reinserción social del asesino.
Yo no quiero que las mujeres vayan a la cárcel, colaboro para que tengan un hijo vivo y no muerto al finalizar su embarazo. Y colaboro en lo que puedo para no sólo que no salga la actual reforma, sino también para abolir la actual ley del 85. Hay que ir por pasos, poco a poco, pero no se debe olvidar el objetivo final. El aborto es un crimen, en segundo lugar un trauma para la mujer y, finalmente, un fracaso de la sociedad. Y por ese orden. Los fracasos se pueden superar. Los traumas también. Los asesinatos no son reparables. Se ha cortado de raíz la posibilidad a un ser humano como cualquiera de nosotros de su derecho a la vida.
Dos medidas: humanizar la sexualidad como muy bien ha dicho el Papa y un plan de ayuda a la mujer embarazada (ayuda económica, médico que no proponga el aborto como solución “fácil”, información de la realidad del aborto, etc.).
Finalmente, decir que me gusta la campaña de protección de la vida lanzada por la CEE, pero mi pregunta, que no tiene ninguna malicia ni arista ni es para pillar ni nada por el estilo, desde la sencillez de un católico que pregunta a su Obispo: ¿por qué no hubo presencia física en la Marcha por la vida del pasado domingo de ustedes, nuestros pastores? Es evidente que la apoyaban, que animaron a los fieles a acudir, que se manifestaron de palabra y con la campaña a la que he hecho referencia, pero por qué no acudieron también ustedes a las calles. En mi opinión, católicos con papel más relevante en la sociedad que ustedes, los Obispos, no los hay. Mi adhesión a la Iglesia y a sus pastores es sincera, comprometida. No se me enfade, Monseñor ;-)) Que a mí, por acabar con un chascarrillo, en la Marcha de Madrid, mientras repartía trípticos, gorras, etc por la zona Centro, antes de unirme a la cuerda de voluntarios que llevamos la pancarta, me llamaron algunas personas hipócrita, se rieron de la Marcha, aludieron a intereses partidistas, etc. Aunque la comparación no es válida, el tema del aborto exige posicionarse: a favor o en contra. No hay medias tintas. Como con Jesucristo. O con Él o contra Él.
Un afectuoso saludo y perdón por la extensión del comentario.
- Aborto voluntario: la mujer decide por ella misma abortar.
- Aborto no voluntario: la mujer es inducida a abortar, presionada a hacerlo.
No me refiero, en ningun caso, a los abortos naturales que, obviamente, no son un asesinato.
Y como católicos estamos obligados a tomar parte activa en que la verdad de lo que es un aborto sea conocido por todos, especialmente por las mujeres jóvenes que pueden ser víctimas potenciales de esta tolerancia con el crimen del aborto, tolerancia que se basa fundamentalmente en el silencio culpable, interesado o irresponsable de unos y la consiguiente ignorancia de otros.
Me gustaría añadir, a propósito del tema de los 16 años, que en lo que yo conozco son mayores los casos de jovencitas de 16 años o menos que desean tener a sus hijos y que son obligadas a abortar por sus progenitores con la intervención de jueces que de lo contrario.
Soy contraria a la pena de muert, al tráfico de personas(las paterasetc)mal trato doméstico, racismo, discriminación y todo lo que sea contrario a la vida y dignidad de la persona.
No queremos meter en la cárcel a nadie. Queremos abolir toda despenalización del aborto en España. Pero no olvidemos algunas verdades. La historia de los abortorios propiedad de Santamaría, ahí en Málaga, puede preguntar Vd. por ella -perdón, seguro la conoce mejor que yo- ilustra lo que sigue.
1.- La verdad es que el 90% o más de los propietarios y "personal sanitario" que en todos estos años desde que se despenalizaron los 3 supuestos, los han hecho y hacen en fraude de ley, pues no hay supuesto legal que los ampare
2.- Entiendo yo que el TConstitucional reafirmó que el d. a la vida reforzado con la calificación como ilícito penal amparaba al concebido y no nacido, aunque se despenalizaban esos tres casos por haber causas gravísimas que permitían sacarlos de la protección penal -que ya estaban de hecho y justamente aplicándose, vía atenuantes/eximentes-
3.- Que se aplique la ley penal en estos casos no hubiera sido ningún desmán, puesto que otras igual o menos "vitales" se procuran con todo empeño -las de protección del lince y también las de seguridad e higiene en el trabajo, las normativas urbanísticas, las de tráfico, las de pago de impuestos-
4.- Es que a veces se nos olvida que no es lo mismo condenar a una persona como homicida y que luego, por aplicación de atenuantes varias resulte no tener que ir a la cárcel, que homologar a esa persona como experto en "salud reproductiva" y "bienhechor de la patria"
5.- Y no es lo mismo cerrar todos los abortorios ilegales que subvencionarles con dinero de los impuestos que nos han cobrado a los por lo menos 20 millones de españoles que no queremos que el aborto se considere "salud reproductiva" sino que queremos que los hombres y mujeres se comporten con la dignidad que tienen, sean educados como personas y no como animales, y por supuesto no sean creados o eliminados como animales o peor que ellos.
6.- Ahora vamos a por todas: contra esta reforma de la ley del aborto y contra la ley del aborto anterior. Si los del lobby abortista nos tomaron el pelo con el consentimiento del PSOE, PP y toda la partitocracia que sustituye a la democracia en España... pues que no caigamos en la misma piedra. No queremos ningún aborto. Y a cambio queremos muchas vidas, todas las que Dios quiera o permita, para los padres, para los hijos, para la escuela, para la sociedad, para la Iglesia.
Dice Vd.: "Que los católicos de izquierda tengan la libertad y la entereza de disentir de la doctrina de sus partidos...". Tiene Vd. derecho a esa llamada a la conciencia, por razón de su cargo y doctrina. ¿No tendría también algo que decirle a los católicos de derechas?. O aún mejor, no se dirija a izquierdas y derechas: diríjase a la conciencia de los hombres, estén donde estén.
Jaime dice: "Todo aborto es un asesinato...matar es un delito. Lo normal es penarlo con carcel....Yo no quiero que las mujeres vayan a la carcel, colaboro para que tengan un hijo vivo....". ¿Si o no, Jaime?, ¿que quiere Vd.?. ¿Lo que Vd. quiere es lo que viene después?: "dos medidas: humanizar la sexualidad .... y un plan de ayuda a la mujer embarazada"; nada penal.
Derecha-izquierda. Yo quisiera que los parlamentarios católicos de izquierda y los de izquierda que no son católicos, llegada la hora de las enmiendas y las votaciones de esta nueva Ley invocaran el fuero de su conciencia como superior a la disciplina del grupo parlamentario e hicieran uso del en la dirección que su conciencia les mandara. Serían grandes por un momento en sus tristes y bien pagás vidas de diputados rasos. Y quisiera lo mismo para los diputados de derecha. Si así hicieran, ¿qué pasaría?.
Creo que nunca lo sabremos. Tal vez con alguna excepción nuestras ovejas representantes -ovejas representantes de ovejas, para ser preciso- irán tras el carnero.
Probablemente los de izquierda voten que si - quizás por eso el blogger se dirige a ellos, ¿leerán este blog?- y los de derecha que no; tal vez el blogger lo considere terreno ya ganado. ¿Qué ganancia?. Si solo cuenta Vd. con los votos de la derecha..... Para ganar momentaneamente en el Parlamento le hará falta mayoría de votos, de derecha o izquierda indistintamente. Y para ganar más allá dese momento del Parlamento le hará falta mayoría de conciencias, de derecha e izquierda, indistintamente. ¿Cree Vd. tenerlas en la actualidad?. Con respuesta negativa la victoria parlamentaria sería de corto alcance.
Con respecto a la división derecha- izquierda este es un asunto transversal.
Leí un artículo en LNE de José Samaniego muy clarito y coherente; dice entre otras cosas
"Las manifestaciones por la vida en cincuenta ciudades de España durante el pasado domingo constituyen una evidente respuesta de la población ante el cambio que se avecina en la ley del aborto. La tragedia del aborto no se puede arreglar presentándolo como una conducta legal y avalada por la comunidad.
Porque el asunto del aborto no se acaba en esta ley, por nefasta que llegue a ser. La campaña habla del ser humano que existe desde el primer momento de la concepción, con un ADN propio e irrepetible, que lo identifica como ser humano único. Habla del derecho a la vida de los seres humanos no nacidos y de la barbarie vergonzosa que el aborto supone, como opinaba don Severo Ochoa. Celebra que se proteja al lince ibérico, pero pide respeto, honores y facilidades para las embarazadas humanas. Habla también de los traumas que a lo largo de la vida sufrirán las abortistas y sus mentores, consecuencia de atentar contra un proceso de muy profundas implicaciones físicas y psicológicas. Pide que cambie la ley de adopción, pues resulta ridículo que para adoptar a un niño en España haya que ir a China, Rusia o la India, y gastar buenos miles de euros, y aquí se cuentan 120.000 abortos anuales.
Por estas razones me quedo con la campaña positiva y paso por encima de su politización. Que no me vengan diciendo si había en Madrid 18.000 o medio millón de manifestantes, según el número de humanos que pongamos por metro cuadrado. Que no aduzcan si en tiempos de Aznar hubo tantos o cuantos abortos (los gobiernos de PSOE y PP hicieron la vista gorda y ahora se pretende arreglar con un disparate mayor).
Y la cosa llega ya a límites esperpénticos cuando se recurre a viejos argumentos de hipocresía, de ricos y pobres, o de coger el avión para «abortar en Londres». Los de derechas pueden ser tan hipócritas como los de izquierdas y el aborto es tan tremendo para ricos como para pobres. El argumento de la hipocresía exige de los humanos una coherencia absoluta e imposible. El argumento de los pobres y los ricos presenta el aborto como un bien del que disfrutarían solamente los pudientes y poderosos. El argumento de que los defensores de la vida no se preocupan de los niños que mueren de hambre es perfectamente reversible. Y no se puede plantear que para acabar con el aborto antes se ha de terminar con el hambre y las guerras en el mundo, o viceversa. Por reversibles, no son posturas contrarias, sino convergentes"
No se puede generalizar y decir que toda mujer que aborte deba ir a la carcel. Es claro que ha cometido, al menos participado, en un asesinato. Podrán aplicarse los atenuantes y eximentes que indique la ley, pero un grado de responsabilidad tiene. Y aunque sufra un sindrome post-aborto, es claro que el hecho de sufrirlo no es suficiente para mantener su inocencia y "que ya tiene bastante con ese trauma como para meterla en la carcel". ¡Cuantos asesinos se arrepienten ipso facto del asesinato cometido y no por ello dejan de cumplir una pena de carcel!
Termino. No quiero ver a mujeres en la carcel. Para ello, colaboro para que no aborten y lucho para abolir el aborto en España. Hay que acabar con el fraude sistematico de ley en este tema. Hay que ir contra las clinicas abortistas. Hay que decir a las embarazadas la responsabilidad que tienen en caso de abortar. Pero antes hay que tenderlas una mano y ofrecerlas la ayuda que necesiten para que no lleguen a ser madres de un hijo muerto.
Mi impresion (puedo facilmente estar equivocado) es que en una mayoria de abortos la mujer es presionada, coaccionada. No podemos dejar que se sienta sola. Y, no lo olvidemos, tampoco podemos desentendernos de su hijo.
Un cordial saludo.
Yo diría que por la izquierda habrá tal vez más abortistas y que lo confiesan pública y programáticamente. Pero no solo por la izquerda los hay, no. Entender esto no será necesario para cultivar el pathos del propio grupo, incluso será indeseable cuando el grupo se identifica con la derecha. Pero para actuar si será necesario...si se quiere actuar.
Porque además de que el problema se vive transversalmente -se aborta tanto por la derecha como por la izquierda- la actuación útil será necesariamente transversal, o no será útil.
Creo que tenen Vds. mucho que aportar. No será en vano que anden con este asunto desde hace unos 2000 años -hace poco leí la Didaché por primera vez: ya estaba alli- pero se esterilizan si no ve y actuan transversalmente (en estas condicciones el juicio probablemente fallará).
Dejenme que reclame coherencia: si pronuncio la palabra "asesinato" inmediatamente tengo que echar mano del Código Penal. No valen disculpas.
Quien sí ordena es un gobierno que hará que en los hospitales públicos haya funcionarios cometiendo esos crímenes sangrientos mediante aspiradoras y con tijeras descuartizando el feto como ya sabe Xosé y sabemos todos.
Es triste y algo peor que el partido mayoritario de la derecha, que se dice de inspiración cristiana tampoco defienda la vida del niño que va a nacer. Sus líderes hicieron la vista gorda al asesinato de 500.000 seres humanos desde 1996 a 2004 con el falso y fraudulento riesgo psíquico para las madres.
Cuando un periodista les pregunta a Esperanza Aguirre y a otros políticos populares responden que el aborto es un fracaso. No dicen más. Debe de ser la consigna. Pero es que antes es el asesinato de un niño inocente y un trauma para las miles de madres. No lo dicen porque son de centro y por miedo a perder votos o el cargo que tienen o al que aspiran. Y se dicen católicos. Se les llena la boca defendiendo el respeto a la vida de los asesinos múltiples y se callan ante esta masacre que nunca se acaba de los más inocentes e indefensos.
Y está también la clase política de la izquierda que defiende, alienta, justifica y propicia esta matanza con el dinero de todos porque es un derecho de las mujeres.
Es un crimen terrible del que toda la sociedad se habrá de avergonzar algún día.
No voy a decirla a quién debe votar, pero sí la digo a quién no voy a votar yo: ni PSOE ni PP. España debe regenerase primero moral, cultural y cívicamente; posteriormente también en lo económico. Yo lo tengo claro. Apuesto, desde mi posición como católico y en libertad de expresión y libertad de voto, por no otorgar éste a ningún partido que no cumpla con una premisa tan básica y, a la vez, tan importante, como la defensa de la vida. Claro que hay también otros puntos gordos, como la libertad religiosa, el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos, etc.
Zapatero no es más que la encarnación sonriente de este enorme problema moral en el que estamos metidos de lleno. Es su reflejo. El problema está en la sociedad.
Un cordial saludo.
El pasado domingo participé con mi mujer, mi hija (adoptiva) y tres sobrinos, también adoptivos, en una manifestación en defensa de la vida, de las mujeres gestantes, contra el aborto y a favor de la creación de condiciones sociales y legales que permitan atacar el crimen del aborto yendo a la raíz, es decir, defendiendo y ayudando de verdad a las mujeres y a las familias a las que se facilita y vende como remedio a una situación lo que constituye la negación radical del derecho a la vida, especialmente inexplicable desde posiciones ideológicas de izquierda, que se supone que tendrían que defender a los más débiles. Eché en falta en esa manifestación, en la que apenas estabamos 3.000 personas, la presencia de miles y miles de personas de todas las condiciones, edades e ideologías, que con total seguridad están en contra del aborto y a favor de la defensa de la vida y de las madres gestantes. Y ciertamente me preocupó mucho esa apatía y desidia social, que es lo primero que hay que combatir. Todos los que estamos comprometidos con esta causa tenemos que despertar a nuestros prójimos adormecidos, sensibilizarlos y ayudarles a vencer el respeto humano, no actuar así, además de imprudente, constituye una prueba irrefutable de falta de convencimiento.
Un filial abrazo
No es la cantidad, sinó la cualidad de las células; no la cantidad de tiempo de gestación, sinó la cualidad de lo gestado, lo que debe llamarme la atención. Ya en el vientre de la madre y desde la primera célula el nuevo ser tiene las características biológicas humanas. Que todavía le falte la autonomía no niega su humanidad.
No se debe poner la mano en otro ser humano para destruirlo. Está muy mal y está prohibido. ¿Quien lo prohibe?. Actualmente nosotros, organizados en comunidad política Estado y sus instituciones. Anteriormente nosotros organizados en comunidad político- religiosa; (p. ej. en los mandamientos de la ley mosaica, que no se si se aplicaba a embrión y feto).
Lo hemos prohibido, sigue prohibido, pero parece que estamos desbordados. ¿Será por eso, por estar desbordados, por lo que se despenaliza, o se aprovecha para despenalizar?. La verdad, quedan feas las leyes que no se cumplen.
En el reparto social de cargas, la cría queda a cargo de sus padres. Y ¿cuando los padres, especialmente la madre, no quiere -o no puede, o cree no poder- a su cría?, ¿qué haremos?. ¿prohibir "el no querer"?, ¿serviría de algo?.
Será necesario construir el estado de cosas, el ambiente, los comportamientos e instituciones sociales que favorezcan ese querer. Pero aún así habrá problemas; nunca dejó de haberlos.
Si el padre se escaquea -¡oiga!, ¡que nunca hablamos del padre!, pero también lo habrá, ¿o no?- y la madre no quiere o es inducida a no querer, solo quedará la solución de decir: nosotros si queremos. Y ¿quienes somos nosotros?, pues aquellos de nosotros que fuesen llamados a querer y todos juntos organizados en Estado y sus instituciones. Habrá quien pregunte ¿por qué tengo que pagar las fornicaciones ajenas?. Pero la pregunta sería capciosa: lo que se pagaría sería la crianza de un semejante abandonado. ¿Podríamos todos juntos soportar la crianza, en condicciones dignas, de tanta gente?. Yo no tengo cuentas hechas, ni los datos para hacerlas. ¿Alguien los tiene?.
Tal vez entonces la palabra penalizar tenga todo su sentido. Este puede ser uno de esos asuntos en los que no hay justicia sin misericordia.
Los sentimientos, ideas y prácticas más humanitarias, aquellas que hicieron extender el ¡no matarás! tambien a los ajenos -que van pasando a ser próximos- están en proceso de expansión y aun tardarán en completarse.
Así vistas las cosas, la actual polémica y acciones a propósito de la modificación de la Ley del aborto es una oportunidad para seguir avanzando en nuestra humanización. Oportunidad para avanzar en la extensión de la protección del ¡no matarás! a aquellos de nosotros que están en camino pero aun no han sido dados a la luz. Esta es la oportunidad principal que no se debe perder, el blogger lo pone en su último párrafo.
También en religión este asunto es transversal y engloba a creyentes, indiferentes, agnósticos y ateos de cualquier religión (por si no se han dado Vds. cuenta: hay ateos de varias religiones).
Como Vds. tienen hacia este asunto sentimiento y doctrina desarrollados durante bastantes años, y disponen de organización, les toca de modo natural ocupar un puesto principal al frente.
Pero el asunto es transversal. Lo que transversalmente hay que establecer es que somos humanos desde la primera célula y, por tanto, desde ese momento debemos quedar protegidos por el ¡no matarás!. Para unos con motivación religiosa, para otros no.
Habéis hecho comentarios interesantes y aportáis ideas y sugerencias muy importantes. Tened en cuenta que mi exposición era casi de emergencia, y voluntariamente limitada. No pretendía tratar todos los aspectos posibles, ni siquiera los más importantes de este asunto tan grave del aborto. Sólo intentaba estimular a los católicos a manifestarse, a mostrar de alguna manera su oposición al aborto. Para aclarar su conciencia, primero, y para animar a otros, después. No hay duda de que es una buena oportunidad para definirse y manifestarse públicamente como creyente, cristiano y católico. La indefinición, la falta de claridad en las actitudes fundamentales de la vida es uno de los males de nuestra sociedad y de nuestra cultura.
Aparte de eso, es verdad que la cuestión del aborto no nos afecta solo a los católicos. No hace falta ser católico para estar contra el aborto voluntariio. Basta con estar enterado de las cosas y ser honesto, ser justo. No hay derecho, nadie tiene derecho a suprimir la vida de un ser humano, ni grande ni pequeño. Las madres embarazadas, porque ya son madres, saben perfectamente que lo que llevan en su seno es otra persona, otro ser nuevo, y saben que tienen obligación de protegerlo y cuidarlo, que no tienen ningún derecho a matarlo. Al contrario, todos estamos obligados a proteger y defender la vida de un ser humano en peligro, en necesidad. No podemos ser cómplices en esta práctica criminal del aborto. Nadie puede quedar indiferente. En ese sentido es verdad lo que decís, la reacción contra el aborto tiene que ser un movimiento transversal, abierto, generalizado. Y eso es ahora lo más importante. Alguno pregunta que por qué me dirijo a las personas que militan en los partidos de izquierda. Muy sencillo: porque en estos momentos son estos partidos los que quieren legalizar y ampliar el aborto como un derecho de la mujer. Es difícil de comprender cómo precisamente las izquierdas, tan sensibles a los derechos de los débiles, no se comprometen en la defensa del no nacido. Todo tiene una explicación. El aborto se defiende como un complemente imprescindible de la trivialización del sexo. La defensa del aborto, hoy, es una apuesta voluntarista en contra de la razón y de la conciencia. Ya puede decirnos la Sra. Ministra de Igualdad (?) los razonamientos que quiera, el aborto que ella quiere favorecer es un acto de lesa humanidad, de lesa razón y de lesa justicia. No se puede matar a otro ser humano, ni nacido ni sin nacer. Ni antes ni después de las 14 semanas. También es verdad que el PP ha sido bastante tibio en esta cuestión. Los políticos valoran todo por las repercusiones electorales, por eso les cuesta trabajo ir a la realidad de las cosas. Y eso les pasa con el aborto. Por eso no debemos plantear esta cuestión en dialogo con los politicos, ni de derechas ni de izquierdas. Como dice uno de los comentaristas, "el problema está en la sociedad". Nuestro trabajo está, 1º en clarificar la verdad del aborto = "eliminación violenta y cruel de un ser humano inocente e indefenso". Y 2º, animar a la gente a manifestarse publicamente de una manera o de otra, crear entre todos un clamor social contra esa barbarie del aborto. Y reclamar también la supresión de la ley primera. El aborto voluntario es un asesinato y cae dentro del mandamiento moral, racional y religioso del NO MATARÁS.
Los remedios de fondo son efectivamente, la humanización de la sexualidad y la protección del no nacido mediante la protección a la mujer embarazada. Una buena información y educación sobre sexualidad tiene que hacer ver a los jóvenes que el ejercicio humano de la sexualidad es una cuestión de relación bipersonal profunda entre varón y mujer, que requiere un compromiso estable de convivencia y tiene que tener en cuenta la doble dimensión esencial de la sexualidad humana, relación de amor bipersonal estable y fecundidad. El ejercicio irresponsable de la sexualidad es regresivo, inmadurez, y es lo que está en el fondo de la defensa del aborto, aunque no se quiera reconocer. El deterioro de la comprensión humana de la sexualidad es fundamental en estas cuestiones. Y en segundo lugar se necesita una ley claramente y expresamente protectora del concebido y no nacido, mediante la ayuda a la mujer embarazada que esté en dificultades, ayudas sociales, afectivas, económicas, lo que sea. Solo así podremos librarnos de esta lacra social que degrada nuestra sociedad y nuestra cultura. Y los gobernantes que no oculten la verdad de las cosas, que no presuman de ser inmorales, que no perviertan a nuestra juventud! Dios tenga compasión de todos.
Que Dios le bendiga, Monseñor.
Sé que el tema es delicado, pero para mí su opinión es tan clarividente...
Saludos cordiales.
Mi participación consiste en una propuesta y una critica.
La propuesta:
Leo hoy que el obispo de Ávila sugiere a los sacerdotes de su diócesis que donen el 10% de salario de Mayo a familias o personas necesitadas, para paliar los efectos de la crisis y dar así un testimonio de caridad. Esta propuesta es muy loable y a raiz de ella quiero compartir algo que he pensado los últimos días.
La propuesta consiste en que los obispos deben guiar a los católicos y a la sociedad de forma audaz.
Hay muchas organizaciones comprometidas en la lucha contra el aborto, probablemente inspiradas, dirigidas y participadas, en su mayoría, por católicos laicos. Eso esta muy bien, pero en su mayoría, si no en su totalidad, estas organizaciones están desligadas de la Iglesia (sus instituciones, jerarquía, parroquias, etc.) e incluso son aconfesionales. De este modo no se testimonia ante el mundo el compromiso de la Iglesia a favor de la vida y solo se testimonia la oposición (que me parece magnifica y encomiable) de la Iglesia al aborto y demás. Ademas, la eficacia de las organizaciones es bastante en casa, pues suelen ser velas escondidas bajo la mesa, difíciles de conocer vamos.
Propongo entonces que los obispos españoles, conminen a los sacerdotes a la formación de un grupo por arciprestazgo para la defensa de la vida. Creo que tienen la autoridad incluso para hacerlo de obligado cumplimiento. Un grupo de laicos que se encargue de lo siguiente:
1 - Dar a conocer localmente que todo aquel que se vea en dificultades para afrontar un embarazo y el nacimiento del niño, puede contar con ayuda en una iglesia cercana. Ayuda material y espiritual.
2 – Salir al encuentro de aquellos que están en mayor riesgo: adolescentes (visitas a colegios e institutos), prostitutas, inmigrantes, gentes de escasos recursos. Presentarse a ellos con amabilidad y ofreciendo ayuda espiritual y material
3 – Organizar una vigilia de oración por los niños abortados, aquellos en peligro y sus padres. Esta vigilia seguiría a una Misa celebrada con esa intención y cuya colecta tendría el fin especifico de apoyar la labor de la Iglesia en defensa de la vida. Esto podría ser el día 25 de cada mes, por ejemplo.
4 – Organizar charlas y coloquios en los que se exponga la doctrina de la Iglesia sobre el aborto, asi como su solicitud para ayudar y se den a conocer iniciativas en ese sentido. Estas charlas tendrían que dirigirse tanto a catolicos como no catolicos.
5 – Recoger firmas para presentar una iniciativa legislativa popular para abolir la ley de despenalización o legalización del aborto en vigor.
7 – Involucrar a conventos o monasterios en la acogida de aquellos que necesitan ayuda. Esto tendría que tener el respaldo del obispo de la diócesis mediante un documento.
8 – Cualquier otra cosa que se os ocurra.
Yo creo que esto no es clericalismo ni ejarlo todo a los curas. Esto es un rebano siguiendo a sus pastores, pero un rebano que se implica con sus pastores.
Caemos en la trampa de creer que por introducir las razones de la fe en un tema como el del aborto perdemos las razones morales y científicas que sustentan nuestra oposición al mismo. Pero eso no es cierto. Es mas, creo que faltamos a la caridad si no damos la razón fundamental por la que hay que oponerse: toda persona es creada por Dios a su imagen y semejanza en el momento de su concepción y es esto no otra cosa lo que hace a cada persona tener un valor y dignidad infinitos, sobrenaturales. Ya se que es muy razonable oponerse al aborto con todas las razones científicas que se quiera, pero estas no hacen a la persona mas valiosa, ni siquiera tiene porque suponer un dilema moral desde un punto de vista utilitarista y racional, como el que hoy abunda e impera. Por eso, empeñarse en solo dar razones naturales es jugarle el juego al Mal, que se aprovecha de la debilidad de la carne y de la voluntad, así como de la capacidad de la razón, mal usada, para confundir lo que esta claro. Además, hay que tener en cuenta, que no se promueve el aborto apoyándose en una base científica, sino en sentimentalismo, materialismo, falta de esperanza y en la absoluta autonomía de la persona.
Gracias por la atención.
En Cristo,
Pedro.
Entiendo que, si queremos hablar propiamente, al aborto no podemos llamarle asesinato. La razón será conocida: el que aún no nació no tiene personalidad (supongo que jurídica).
Pero la vida humana está protegida, también la del que ha de nacer, con lo que queda claro el reconocimiento legal de que la vida en gestación es también vida humana aunque no haya todavía alcanzado la personalidad. Debe ser por razón de tal protección que el aborto es delito penado con carcel e inhabilitación para el ejercicio de la profesión, excepto por las tres causas o indicaciones conocidas.
¡Tecnicismos de leguleyo! se me dirá. Si solo fuera eso, no me procuparía. Me preocupa que si enfrento el asunto llamandole asesinato, cualquier gobernante, cualquier jurista o tribunal podrá decirme que me calle por que no se de lo que estoy hablando. Y no quiero que me hagan callar por cuestiones de procedimiento. Y de esto no diré más, que soy lego
Dicho lo anterior, entiendo que matar voluntariamente la cría viva en el vientre de su madre es un acto tan monstruoso y horrible que provocará aborrecimiento, un grito agónico y parálisis, porque el horror produce parálisis, que debe ser superada para actuar. Entiendo que el grito dramatice la expresión: ¡asesinato!.
La práctica trivial e irresponsble del sexo, especialmente entre la muchachada, será uno de los motivos más importantes para la defensa del aborto: el aborto usado como anticonceptivo de emergencia. Pero hay algo más en lo que pensar: entre el hijo y la madre -o quien piensa y decide por la madre- se establece una relación antagónica, de antagonismo absoluto. O tu o yo. Aquí habrá algo más que la práctica trivial del sexo.
Pedroles, no pierde Vd. ninguna razón moral ni cientifica por introducir (las razones de) su fe si no hay antagoniso entre unas y otras (entonces estaría Vd. en un lío). Otro habrá que tenga aproximadamente esas mismas razones morales y cientificas pero no su fe. Vd. y el pueden encontrarse, si quieren, en un terreno común: el de la acción por un mismo objetivo.
Ambas partes opuestas en este conflicto se acusan mutuamente de "ideologizar" el asunto. Y tienen razón: por ambas partes actuan ideas sistemáticamente organizadas, de forma que esa acusación es inútil y algo hipócrita. Pero esas acusaciones (trampitas) importan poco, lo que interesa es afinar las razones o ideas eliminando sus ilusiones y contradicciones.
Doy gracias por ello al Señor y rezo por usted
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