De catequesis y catequistas

Comienzan las catequesis, en este mes en que los obispos de todo el mundo están reunidos en Roma en el Sínodo que está tratando la Palabra de Dios en la vida de la Iglesia. Tenemos el Catecismo de la Iglesia Católica, el Compendio del Catecismo y el nuevo Catecismo Jesús es el Señor, aprobado por la Conferencia Episcopal Española como herramientas para la catequesis y para los catequistas

Según como se considere, la Catequesis es una de las actividades más antiguas y constantes en la Iglesia católica, y sigue siendo una referencia indispensable en la formación de los cristianos y en el anuncio de la fe. Pero desde hace ya unos cuantos años, la entendemos y queremos vivirla de otra manera, con características diferentes.

Una de estas características es su carácter catecumenal y bautismal. Las dos cosas vienen a significar lo mismo. Catequesis catecumenal quiere decir catequesis que prepara para recibir consciente y adecuadamente el bautismo, o, en el caso de los ya bautizados, para descubrir, aceptar, renovar y vivir el propio bautismo de manera consciente y efectiva.

Esta catequesis catecumenal es un proceso, un camino, una verdadera transformación personal, desde la ignorancia hasta el conocimiento de Jesucristo y de Dios, desde la indiferencia a la conversión y al amor, desde el pecado a la justicia interior, desde la idolatría hasta la verdadera piedad, desde la apatía hasta las buenas obras. En pocas palabras, desde la existencia perdida hasta la existencia rescatada y santificada de los que están y viven en Cristo.

Por eso mismo, queremos que sea una catequesis continuada. Es decir, no una catequesis esporádica, que se hace un poco precipitada e interesadamente para ponerse en condiciones de recibir a plazo fijo un determinado sacramento ("catequesis de comunión", “catequesis de confirmación"), sino un proceso continuado que conduce al catecúmeno o bien a prepararse interiormente para recibir el bautismo e ingresar en la Iglesia por la puerta de la fe y de la conversión a Jesucristo, o, en el caso de los ya bautizados, les lleva a descubrir la realidad de su propio bautismo y de su condición de cristianos, miembros de la Iglesia y de Cristo, hijos de Dios y templos del Espíritu Santo. En definitiva, el catecumenado es, para todos los bautizados, antes o después del bautismo, el camino indispensable hacia la verdadera existencia cristiana.

Estas cualidades de la catequesis tienen que estar presentes igual en la catequesis de adultos que en la niños y jóvenes. La catequesis de los niños y adolescentes no puede ser menos bautismal ni menos catecumenal que la de los adultos. Podrá tener otras características pedagógicas, pero en lo esencial tiene que ser también una catequesis de conversión, que les ayude a conocer la belleza y grandeza de Jesucristo como Hijo de Dios y Salvador nuestro, que les descubra la cercanía, la bondad y la soberanía de Dios como Creador y Padre, que les enseñe poco a poco a vivir como cristianos en toda la variedad de las circunstancias de la vida, con convencimiento y motivaciones personales, con la sinceridad y la seriedad propias de las decisiones profundas que orientan la vida para siempre.

Es evidente que el factor decisivo para que haya buena catequesis son los catequistas. Ellos son los que, en último término, “hacen” la catequesis. Por ellos pasa la doctrina de la Iglesia y la misma revelación de Dios que llega a los catecúmenos. Ellos, con su vida, son los primeros testigos y el principal argumento que el catecúmeno tiene para percibir la importancia, la verdad y la bondad de la fe. Antes nos enseñaban a ser cristianos en nuestra casa. En casa comenzábamos a rezar y hacíamos el primer aprendizaje de las virtudes cristianas. Ahora, en muchos casos, es el catequista, que es casi siempre “la” catequista, quien tiene que enseñar a los niños las primeras oraciones, y transmitirles el primer encuentro vital con el mundo de la fe, con Jesucristo, con la Virgen María y con los santos, con el Dios del cielo, con la vida justa y santificada de los hijos de Dios, enseñándoles los hábitos virtuosos propios del cristiano.

Por todo ello la figura del catequista está adquiriendo una importancia de primer orden en la composición y acción pastoral de nuestras parroquias. Es probablemente la participación más importante que los seglares pueden tener hoy en la misión de la Iglesia. Anunciar a las nuevas generaciones la salvación de Dios hecha en Jesucristo, ayudarles a creer en la manifestación de Dios y enseñarles uno por uno a vivir como cristianos es la tarea fundamental de una Iglesia evangelizadora y convertidora en la mayoría de nuestros pueblos y ciudades. Y eso, en buena parte, nuestra Iglesia lo hace hoy por medio de los catequistas.

Estos catequistas no se improvisan. Son el fruto de una vida de piedad y fidelidad, de un trabajo intenso de formación doctrinal y pedagógica, de unos cuantos años de experiencia y perseverancia. Una de las tareas más importantes que el sacerdote debe hacer en su parroquia es descubrir y seleccionar los futuros catequistas, ayudarles a formarse bien, atenderles en todo lo necesario para que vivan una vida cristiana intensa y ejemplar. La fe y la vida cristiana se transmiten sobre todo por imitación. El mejor modo de aprender a ser cristiano es viendo cómo viven otros cristianos, admirando e imitando la vida de algunas personas queridas y admiradas. El primer ejemplo tiene que venir de los padres, y su mejor complemento es el del sacerdote y el de los catequistas.

El esfuerzo de los catequistas ha de centrarse en transmitir la doctrina de la Iglesia, sin mezclarla con opiniones ni líneas personales, tratando de despertar en los catecúmenos el amor a la vida santa de los buenos cristianos, en estrecha comunión y comunicación real con las personas y la vida de la Iglesia. No se trata de enseñar muchas cosas, sino de saber transmitir el núcleo central de la fe cristiana, aceptada y querida de tal manera que llegue a ser el centro inspirador de la vida entera de cada catecúmeno. Catequistas y catecumenado tienen que estar arraigados en el corazón mismo de la parroquia, muy cerca del párroco, como manantial suave y constante de la comunidad parroquial en continuo crecimiento y en continua renovación espiritual.

Es una pena que los padres cristianos no apoyen más la formación cristiana de sus hijos. Con frecuencia se da más importancia al deporte, al ballet o a la música que a la educación cristiana de los hijos, hecha de manera ordenada y sistemática. Es indispensable este apoyo para que los niños y jóvenes asistan con asiduidad, para que la valoren, para que ellos sientan que en casa se da importancia a lo que él está aprendiendo y recibiendo en la catequesis. Esto no siempre ocurre. Y es una de las carencias más graves de la Iglesia en estos momentos.

No quiero terminar sin antes agradecer a nuestros catequistas su colaboración, los esfuerzos que hacen para formarse bien, el testimonio admirable de su vida y de su amor hacia los niños y jóvenes de nuestras parroquias, hacia nuestras iglesias diocesanas y la Iglesia universal y católica. Ellos forman parte del capital más importante con el que cuenta la Iglesia de Dios para cumplir hoy su misión en nuestra tierra. Que el Señor y la Virgen María os bendigan, os conforten en todo momento y os den el gozo de colaborar intensamente en el crecimiento espiritual de nuestra Iglesia, el advenimiento del Reino de Dios y la mejora profunda de nuestras vidas y de la sociedad entera.

48 comentarios

  
Miguel Serrano Cabeza
[1.-]
Monseñor, supongo que vd. recomienda para la catequesis "el nuevo Catecismo 'Jesús es el Señor', aprobado por la Conferencia Episcopal Española como herramienta para la catequesis y para los catequistas". Por eso le voy a hacer la siguiente pregunta.

En ese catecismo la pregunta "¿Qué es el infierno?" se responde con la respuesta "El infierno es el sufrimiento de los hombres que, después de la muerte, están separados de Dios para siempre".

Mi catecismo de segundo grado, que todavía conservo, me enseñó en su punto 109 ("¿Qué es el infierno?") que "El infierno es el lugar donde los malos, apartados de Dios, sufren penas eternas". En él se indica que el infierno, entre otras cosas, es un lugar.

Como no tengo yo muy claro que mi hijo de siete años vaya a entender cómo puede existir una situación sin hacer referencia a un lugar, ¿hago mal si le enseño que el infierno (además de una situación) es un lugar?

[2.-]
La verdad es que si tengo que explicarle a mi hijo cómo es posible separar una situación de un lugar, no sé como hacerlo. No sé qué es el infierno como realidad objetiva (no sólo como sentimiento o sensación) si asumo que es una situación desligada de cualquier sitio.

El pecado, por ejemplo, es una situación ligada al lugar y al tiempo en el que se produce y permanece (hasta su perdón, si lo hay). Entiendo que, desaparecida la muerte, deja de existir el tiempo pero no por eso deja de existir el espacio/lugar ocupado por la criatura, el ser humano pecador.

Seguro que la explicación es muy fácil porque se supone que la han de entender con claridad los niños de siete años en adelante.

Resumiendo, mi planteamiento es éste:

El Juicio Final se producirá después de la resurrección de la carne. Los seres humanos, compuestos de cuerpo y alma, serán juzgados. Unos serán premiados. Otros serán condenados. Los condenados irán al infierno.

Mis pregunta es esta:

Si el infierno es algo objetivo, real y único (no sólo un sentimiento o una sensación) ¿cómo puede un ser humano, formado por un alma y un cuerpo tridimensional, ir_a y permanecer_en una situación desligada de cualquier sitio o lugar?

¿Me podría resolver mi confusión?

[3.-]
Por favor, si, debido a mi incapacidad para expresarme con claridad y educación, algo de lo que he dicho, o la forma en que lo he dicho, resulta ofensivo o ininteligible, no responda. Pídame que lo vuelva a expresar, e intentaré con sumo gusto ser más claro y educado.

Un saludo.
08/10/08 11:26 AM
  
Unitas
Miguel, tampoco creo tan difícil explicarle a nuestros hijos que el o el Infierno Purgatorio es un estado. Ellos entienden, a veces mejor que los mayores, las cosas abstractas y los estados. Aunque ciertamente les gusta simplificar. Pero el Infierno como estado de sufrimiento para siempre lo entienden igual que nosotros lo entendíamos quizás como lugar de sufrimiento. Tampoco creo que sea incompatible explicarles, según las edades, que es un estado de privación de Dios y al mismo tiempo ilustrarlo con las imágenes de las visiones de los santos niños de Fátima, o de Sta. Teresa

El 1035 del Catecismo
El P. Pozo http://www.conoze.com/doc.php?doc=1372
El P. Lorig
http://multimedios.org/docs/d000735/
número 99
Una explicación
http://www.loiola.org/serpient.htm
http://www.corazones.org/diccionario/infierno.htm
catequesis JPII 28 julio 1999 y BXVI 7 febrero y 25 marzo 2007. Leer pregunta entera de Pietro Riggi en italiano y la respuesta sí está entera en español

http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/speeches/2008/
february/documents/hf_ben-xvi_spe_20080207_clergy-rome_sp.html
08/10/08 12:45 PM
  
Miguel Serrano Cabeza
Unitas:

Aún no he podido leer los vínculos que me indicas.

¿Me aconsejas que, siguiendo las pautas del citado catecismo, tampoco le explique a mi hijo la distinción entre pecado venial y pecado mortal?

Saludos.
08/10/08 1:02 PM
  
Luis Fernando
Precisamente hoy he enviado una carta a mi obispo sobre la cuestión de la catequesis. Mi hija hará la comunión el año que viene y otro de los chavales que tenemos empieza este año la catequesis para la confirmación.

Copio acá la parte "generalista" de mi carta:


....... pero lo que más me desazona es que tengo la impresión de que los muchachos que van a ser catequizados saldrán dentro de tres años sabiendo más o menos lo mismo que ahora sobre los dogmas de la Iglesia. O sea, casi nada. Hemos pasado de memorizar el Astete o el Ripalda a confirmar a jóvenes que, por ejemplo, no saben diferenciar el dogma de la Inmaculada Concepción del de la Encarnación. A veces tengo la sensación de que la catequesis es poco más que transmitir unas nociones piscológicas con cierto contenido cristiano. Hay más buenismo y espiritualidad oenegista que otra cosa. Y así no preparamos a los muchachos a enfrentarse a una sociedad cada vez más hostil al evangelio.

Es obvio que la memorización de doctrinas no es suficiente para ser un buen cristiano, pero el desconocimiento patente del corpus doctrinal católico no puede traer nada bueno. No sé cómo lo verá usted pero en mi opinión, uno de los elementos en los que la Iglesia ha fracasado muy claramente después del Vaticano II es precisamente el de la catequesis.



Pues eso.
08/10/08 2:20 PM
  
Unitas
Miguel, espero que no me estés haciendo citar cosas que se encuentran a la primera en internet. Distinción entre pecado mortal y venial: 1854 a 1864 del Catecismo.
http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/p3s1c1a8_sp.html

Luis Fernando, si fuera tu obispo, te contestaría que los padres son los principales educadores de los hijos. Catecismo también, 2221 a 2230. En particular, una frase "La catequesis familiar precede, acompaña y enriquece las otras formas de enseñanza de la fe". D. Fernando lo dice en su post. Una cosa es que la catequesis fuera de la familia sea muy importante, y para algunos niños la única, y otra es que los padres no deban cumplir el cuarto mandamiento. Creo que en el tema concreto de la memorización era uno de los que este Catecismo venía a subsanar, con unos epigrafitos para aprender de memoria, que los catequistas no tienen que saltarse... se supone.

08/10/08 4:19 PM
  
Miguel Serrano Cabeza
Unitas:

Éso ya lo sé.

Yo no sé encontrar esa distinción en el catecismo 'Jesús es el Señor'.

Por eso yo te pregunto:

1.- ¿Tú has encontrado esa distinción en ese catecismo?
2.- Si no la has encontrado ¿tú está a favor de, por lo tanto, NO enseñarla?
08/10/08 4:36 PM
  
Mons. Sebastián
Hola amigos,
con el post sobre catequesis abrimos un campo nuevo de primera importancia. A las preguntas y planteamientos que hacéis, ofrezco las reflexiones siguientes.
- Insisto en que la catequesis, dentro del proceso de la iniciación cristiana, es decir, de la educación integral de la persona como cristiano, para que sea capaz de vivir cristianamente, es de primera importancia. En ella se reflejan todas las deficiencias y debilidades de nuestra Iglesia. Por eso, cuidarla bien, hacerla bien, corregir lo que estemos haciendo mal, es fundamental para la renovación permanente de la Iglesia.
Es fundamental aprender de memoria las cosas más importantes, y aprenderlo con fórmulas fijas, pues en estas cosas cada palabra tiene su importancia. Yo creo que en este catecismo eso se tiene en cuenta, y se incluyen textos para aprender de memoria. Hago caer en la cuenta de dos cosas, la catequesis tiene un complemento que es la clase de religión católica, que hay que cuidar mucho. Una comprensión intelctual bien hecha, a cada edad, es una ayuda muy grande para la solidez de la fe de los cristianos. En cada curso el niño o el joven tienen que aprender a responder a las objeciones que se suelen presentar contra la fe desde las diferentes ciencias que estudia al mismo tiempo. Y tiene que aprender a compatibilizar sus conocimientos con las afirmaciones de la fe de la Iglesia que él profesa y mantiene.
- Esta enseñanza es tarea de los profesores, de los catequistas y de los padres, al mismo tiempo. En casa hay que repasar con los hijos lo que han aprendido o han tenido que aprender en la clase de religión y en la catequesis. No os quedéis en señalar defectos. Cada uno tiene que arrimar el hombro en lo suyo. Y si al repasar con los hijos veis que algo va mal en la clase o en la catequesis, tomaos la molestia de ir a ver al catequista, o al párroco, al profesor o al dekegado y presentar vuestras observaciones. Para que vayan bien las cosas tenemos que movernos todos y con el sentimiento positivo de ayudar y de animar a los demás a cumplir con su obligación.
- Me extraña mucho que en el nuevo catecismo no aparezca la distinción entre pecado mortal y venial, grave y leve. Lo voy a mirar, pero no lo tengo ahora a mano. De todos modos, los padres, los catequistas, los profesores de religion tienen que manejar siempre el Catecismo grande, que es el punto de referencia permanente. No hace falta ser doctor en nada para manejar este catecismo. Tenemos que acostumbrarnos a ser más activos, más diligentes, y menos "quejicas". Que conste que no quiero disimular las deficiencias, que ya sé que en la catequesis ha habido muchas y las estamos pagando, pero es que la reacción la tenemos que hacer entre todos y a base de esos detalles prácticos y eficaces.
-A los catequistas (padres y catequistas de la parroquia) hay que pedirles que enseñen a los niños y jóvenes a VIVIR en cristiano, pensamientos, juicios, sentimientos, actuaciones, prácticas piadosas. El conjunto de la formación cristiana tiene que terminar en hacer del catecúmeno un verdadero cristiano, con convencimiento, con interés, con voluntad seria y firme de serlo, en el conjunto de su vida personal y de sus relaciones, de su presente y de su futuro. No llegar aquí es el principal fracaso de muchas catequesis y muchos catequistas. Padres, sacerdotes, catequistas, profesores, nadie puede desentenderse de este resultado final.
- El tema del infierno me parece que no es tan difícil. Por lo pronto es claro que ni el cielo ni el infierno los podemos entender como un lugar, sobre todo no los podemos entender como una manera terrena de estar en un lugar. Claro que después de la resurrección tendremos cuerpo, pero no un cuerpo mortal, no un cuerpo como el actual, sino un cuerpo transformado, "espiritual" que no sabemos muy bien en qué consiste. Ciertamente en alguna relación con la creación material. En fin, no quiero meterme ahora en eso. Para hacer bien la catequesis a los niños basta no insistir demasiado en el tema del lugar sino insistir en la privación de la comunicación con Dios, la soledad, el desamor, los sufrimientos en general. A los adultos esta manera de entender las cosas nos obliga a pensar en la bondad de Dios y la felicidad como consecuencia de la comunicación con El. Entendemos mejor el infierno cuando meditamos de verdad en la belleza del Cielo y del estar junto a Dios, cuando nace en nuestro corazón el amor de Dios y el deseo de estar con El y descansar en su amor. No hace falta ni conviene insistir en los aspectos imaginativos y más propios de este mundo que del otro. Benedicto XVI lo expone muy bien en la última parte de su Encíclica sobre la esperanza.
Muchos saludos. Dios os bendiga.
08/10/08 5:34 PM
  
terciario98
¡Qué fuerte! en fin, cada vez que leo estas cosas me sacan de quicio. ¿Cómo que no sabemos muy bien en que consiste el cuerpo transformado después de la resurrección de la carne? Sabemos por conocimeinto inductivo, esto es, no evidente e imperfecto, que es aquel que parte de los efectos para llegar a las causas que las cualidades del cuerpo glorioso son:

1.-Inmunidad o Inmortalidad que es no poder sufrir;
2.- Agilidad que es poder trasladarse de un lugar a otro instantáneamente, como vieron en Cristo desde Emaús al Cenáculo;
3.- Sutileza que es poder pasar a través de cuerpos sólidos, también lo vieron entrar en el Cenáculo sin abrir la puerta y es, según el Catecismo del Concilio de Trento, como nació el Salvador, y
4.- Claridad o Belleza que eso no está en las descripciones de las apariciones de Cristo, pero está en la Transfiguración que fue como una especie de anticipo o señal de la Resurrección. Y ahí sí notaron los Evangelistas la Belleza y San Pedro estaba tan entusiasmado que no quería irse. Es decir, el Evangelista dice que San Pedro desvariaba de entusiasmo.

¿Para qué agilidad si no hay lugar?¿Para qué sutileza si no hay lugar?¿Cómo sufrir pena de daño (dogma) si no hay cuerpo que lo sufra, y cómo podrá haber cuerpo si no hay lugar para alojarlo?

El primer escalón del conocimiento es el temor de Dios. Esa es la enseñanza de la Iglesia. El temor de Dios, es además, uno de los dones del Espíritu Santo, no lo obviemos. Todo el discurso que saca el temor, es puro sentimentalismo.

En fin, que pena, Dios mío, que pena.
08/10/08 6:51 PM
  
Luis Fernando
Si creemos en la resurrección de la carne, sea esta del tipo que sea, necesariamente habrá de estar en algún "lugar", porque lo material ocupa un lugar lo queramos o no. Tanto más si la resurrección es para condenación, donde no habrá cuerpo glorificado.
El hombre es y será carne, alma y espíritu.

De las palabras de Juan Pablo II afirmando que tanto el cielo como el infierno eran más un estado que un lugar, no se puede deducir que no sean también un lugar.

De todas formas, sí estoy de acuerdo en que a los críos conviene explicarles más la posibilidad de la condenación, que hoy apenas se enseña, que darles detalles sobre qué es o puede ser el propio infierno.

Debe entenderse que si no se sabe que puede haber condenación, entonces es difícil que se sepa de qué tiene uno que salvarse.
08/10/08 7:09 PM
  
Miguel Serrano Cabeza
Unitas:

[1.-]

Ésta es la respuesta:

"EL INFIERNO ES UN LUGAR Y ESTADO de eterna desdicha en que se hallan las almas de los réprobos."

"Ludwig Ott: MANUAL DE TEOLOGÍA DOGMÁTICA".
http://www.mercaba.org/TEOLOGIA/OTT/693-725_escatologia.htm

O, como dice el Catecismo de la Iglesia Católica:

http://www.vatican.va/archive/ESL0022/__P2P.HTM

.1033:
"Morir en pecado mortal sin estar arrepentido ni acoger el amor misericordioso de Dios, significa PERMANECER SEPARADOS DE EL para siempre por nuestra propia y libre elección."

.1034:
"Jesús anuncia en términos graves que "enviará a sus ángeles que recogerán a todos los autores de iniquidad..., Y LOS ARROJARÁN AL HORNO ARDIENDO" (Mt 13, 41-42), y que pronunciará la condenación:" ¡ALEJAOS DE MÍ malditos al fuego eterno!" (Mt 25, 41)."

.1035:
"Las almas de los que mueren en estado de pecado mortal DESCIENDEN A LOS INFIERNOS inmediatamente después de la muerte y allí sufren las penas del infierno, "el fuego eterno" (cf DS 76; 409; 411; 80 1; 858; 1002; 135 1; 1575; SPF 12). La pena principal del infierno consiste en LA SEPARACIÓN ETERNA DE DIOS en quien únicamente puede tener el hombre la vida y la felicidad para las que ha sido creado y a las que aspira.

.1036
"ENTRAD POR LA PUERTA ESTRECHA; PORQUE ANCHA ES LA PUERTA Y ESPACIOSO EL CAMINO QUE LLEVA A LA PERDICIÓN, Y SON MUCHOS LOS QUE ENTRAN POR ELLA; MAS ¡QUÉ ESTRECHA LA PUERTA Y QUÉ ANGOSTO EL CAMINO QUE LLEVA A LA VIDA!; Y POCOS SON LOS QUE LA ENCUENTRAN" (Mt 7, 13-14):

... ASÍ, terminada la única carrera que es nuestra vida en la tierra, MERECEREMOS ENTRAR CON ÉL en la boda y ser contados entre los santos Y NO NOS MANDARÁN IR, como siervos malos y perezosos, AL FUEGO ETERNO, A LAS TINIEBLAS EXTERIORES, DONDE 'HABRÁ LLANTO Y RECHINAR DE DIENTES' (LG 48).

.1037
Dios no predestina a nadie a IR AL INFIERNO (cf DS 397; 1567); para que eso suceda es necesaria una aversión voluntaria a Dios (un pecado mortal), y persistir en él hasta el final.

Así pues, EL INFIERNO ES UN LUGAR y una situación.

[2.-]

"los padres son los principales educadores de los hijos"

Siendo eso cierto, no sé yo si ése es el espíritu que Juan Pablo II pedía para la Nueva Evangelización. Cuando se está evangelizando un terreno virgen (o peor aún, quemado) no siempre se puede contar con los padres.

En cualquier caso, no creo que fuera ése el espíritu de los primeros cristianos.

Saludos.
08/10/08 7:35 PM
  
RNA
""""¡¡¡¡Cuando se está evangelizando un terreno virgen (o peor aún, quemado) no siempre se puede contar con los padres!!!""""

¡Cielos! No pretendan algunos que, luego, se tomen en serio reivindicaciones del tipo "la educación de nuestros hijos en un derecho inalienable...bla, bla, bla".

No veo tan difícil que un niño entienda que cielo e infierno no son "lugares". Si lo fueran, para mostrar el camino bastarían instrucciones del tipo "al fondo a la drerecha".

A mis hijos les he hablado siempre de que NO son lugares. Con dos o tres años podía ser difícil, con cinco, seis, siete, no. Y menos ahora con 11 y 17.

No puede haber nada peor que la privación de Dios. ¿No es suficiente infierno ? En cambio, aunque puedo explicarles qué significa la palabra "réprobos", no sé si tiene sentido memorizar esas cláusulas con palabros que no se usan en la vida corriente de un niño de 7 años.

Yo no sé dónde está la dificultad.
08/10/08 7:47 PM
  
Miguel Serrano Cabeza
Estoy hablando de los padres, generalmente católicos no practicantes, que "simplemente" llevan a sus hijos a catequesis.

Si los llevan, será para algo, digo yo. Nadie les obliga a hacerlo.

Me alegro por la inteligencia de tus hijos. ¡Es un don de Dios!

Ahora ya no tengo ninguna dificultad. Ya he encontrado la respuesta, como he indicado más arriba.
08/10/08 8:05 PM
  
Luis Fernando
Como estamos mudándonos a un nuevo servidor, es muy posible que no salgan los comentarios que hagáis entre hoy y mañana a eso de las 10 AM. Os lo digo para que os guardéis copia de lo que escribáis y la copiéis cuando ya esté todo funcionando, de lo cual avisaré a todos en mi propio blog.

Saludos,
Luis Fernando Pérez
08/10/08 8:13 PM
  
Unitas
Miguel y Terciario, creo que con lo que he citado yo antes, lo que ha transcrito Miguel y lo que ha dicho Luis Fernando y Mons. Sebastián está muy claro qué es el infierno. Creo que el post no va de si el catecismo de la Iglesia católica o la versión para la catequesis Jesús es el Señor contienen o no la doctrina de la Iglesia. Yo creo que sí, y que no contradicen tampoco los anteriores catecismos, ni los tratados de teología.
Más bien creo que los padres, abuelos, maestros y catequistas, párrocos y todos los que tenemos algún deber en relación con los niños y jóvenes tenemos que estar siempre al cuidado de su formación. Yo al menos no voy a criticar la doctrina de Juan Pablo II ni de Benedicto XVI, porque me parece que es la misma que estudiaron mis padres, abuelos y tatarabuelos, y les fue muy bien. No sé vosotros, pero mi experiencia es de unos años mucho peores en medios y en confusión, ni catecismo tuvimos varios años, y catequistas con más líos que certezas, pero por la misericordia de Dios y la ayuda de padres, algunos sacerdotes, otros jóvenes formados... creo que hemos salvado la fe.
08/10/08 9:21 PM
  
Miguel Serrano Cabeza
Unitas:

La doctrina está clara.

¿Quién ha criticado qué doctrina en este hilo?
08/10/08 9:55 PM
  
RNA
Durante los años que fui catequista (de 2000 a 2006), se nos imponía el uso de unos materiales paupérrimos elaborados en el obispado. Desde luego, no disponíamos de ningún catecismo adaptado a niños. Y seguir aquellos librillos era una pérdida de tiempo.

Aunque el principal problema era mantener el orden durante la hora de catequesis y enfrentarse a unos padres que sólo querían el día de la Comunión, las fotos, las flores, los regalos, los vestidos "lujosos" y la fanfarria. Y la catequesis en sí les parecía un latazo, traían impuntualmente a los niños, se olvidaban de recogerlos, se mosqueaban por cualquier cosilla nimia, no asistían a las reuniones. En fin: algunas semanas, si se conseguía sortear estos obstáculos ya parecía que habías cumplido; cuando en realidad, ni habías empezado a catequizar a los niños. Un desastre.

Me alegro de que haya un catecismo para Iniciación, de que se use en todas las catequesis y de que haya un criterio claro.
08/10/08 11:15 PM
  
Fredense
Monseñor Sebastián: ¡qué gran artículo sobre catequesis ha escrito! Y cómo me gustaría que todos los obispos compartieran ese celo por evangelizar y lo llevaran a la práctica. Muchas gracias por escribir tan claro.
09/10/08 10:18 AM
  
Mons. Sebastián
Bueno, vamos a ver.
En primer lugar, he mirado en el Catecismo la cuestión de si pone o no la distinción entre pecado mortal y venial. Está dicha con otras palabras en la p.112 al responder a la pregunta "¿Que consecuencias tiene el pecado?" ROMPE O DEBILITA nuestra relación con Dios. Con esos dos verbos se alude a las dos clases de pecados. Podría haber sido más explícito, pero hay está la doctrina que tiene que ser comentada y completada por el catequista.
-Este catecismo pone al final un resumen PARA APRENDER DE MEMORIA.
En lo referente a si el infierno es un lugar. yo no he querido entrar a fondo porque es un tema bastante complicado. Yo felicito a quien lo ve todo muy claro. Si quereis le dedicamos un post pero no creo que valga la pena.
-Primero, el infierno es ante todo la privación de Dios DESPUES DE LA MUERTE, es decir en una situación en la cual la privación de Dios es un verdadero tormento. Cosa que no ocurre en esta vida donde no podemos percibir claramente ni la presencia ni la ausencia de Dios.
-En la educación de los niños me parece lo más importante insistir en que la fuente de la vida y de la felicidad es Dios, la comunión con Dios, aquí y allí. Insisto, el olvido del infierno es consecuencia del olvido del Cielo como fin de nuestra vida, no educamos en el deseo de vivir con Dios, y eso es lo fundamental. Si no valoramos a Dios como fuente de felicidad no podremos convencer a nadie de que la privación de Dios sea un mal, el mal de los males. Quien no desea el Cielo tampoco teme el infierno.
- Es evidente que después de la resurrección nuestro cuerpo nos situará en relación de gloria o de tormento con la creación material. Tener cuerpo es tener asumida una materia mediante la cual nos relacionamos con los demas seres corpóreos y por eso mismo estamos en el mundo y en un lugar. Pero ese "estar en un lugar" será diferente, porque nuestro cuerpo será diferente, transformado, también el de los condenados. ¿Cómo si no va a ser inmortal? El mismo problema surge con relación al tiempo. Seguiremos siendo temporales, pero de otra manera. De todo esto podemos barruntar alguna cosa, (no precisamente por inducción, sino por analogía, por negación, etc.), pero con mucha sobriedad. La mejor referencia es la vida de Jesús resucitado, pero tampoco sabemos cómo era en realidad el cuerpo de Jesús resucitado, podemos pensar cómo era cuando se aparecía a los Apostoles, pero ¿y cuando no se aparecía? y cuando desapareció definitivamente? Jesús resucitado está en un lugar, en muchos lugares, en virtud del sacramento de la Eucaristía, pero también está en nuestro mundo directamente en virtud de su Cuerpo glorificado. No sabemos exactamente cómo, perio tiene una presencia universal. Es el significado de "sentado a la derecha de Dios" Dios está en todas partes, y Cristo resucitado también. Creer firmemente en esto no nos da el saber cómo, ni nos hace falta saberlo para creer. Por lo demás, sobre estos puntos puede haber muchas opiniones, fuera del hecho substancial, hay muy pocas cosas firmes y ciertas que sean contenidos de fe.
Volviendo a la catequesis, a los niños y a los jóvenes conviene explicarles e inculcarles lo fundamental, lo seguro, lo que es realmente contenido de la fe de la Iglesia, e insistir poco en cuestiones secundarias que son opinables, que son teología, a veces ni eso, y que conviene explicarles adecuadamente a medida que surgen en ellos las dudas y son capaces de entender y asimilar las explicaciones teológicas, para ayudarles a ver que la fe no nos lleva a admitir cosas absurdas sino razonables, capaces de iluminar el conjunto de nuestra vida y de nuestra visión del mundo.
En fin, calma y tranquilidad, que estamos todos queriendo ser fieles hijos de la Iglesia y nadie pretende negar ni deformar en nada esta fe apostólica que nos salva. No vayamos por la vida de acusadores de los demás. San Ignacio dice que en cuanto se pueda hay que salvar la buena intención del prójimo.
09/10/08 12:26 PM
  
RNA
Monseñor:

Me quedo, sobre todo, con esto de su última intervención: "No vayamos por la vida de acusadores de los demás. San Ignacio dice que en cuanto se pueda hay que salvar la buena intención del prójimo".
09/10/08 8:33 PM
  
Manuel (antes unocualquiera)
Cuántos conflictos y cuánta cobardía y comodidad por parte de muchos (entre otros yo) a la hora de asumir responsabilidades. Es muy fácil criticar a los obispos, sacerdotes y catequistas, ellos trabajan en situaciones difíciles y a veces se equivocan. Es cierto que muchos padres llevan a sus hijos a la catequesis como una obligacion mal aceptada, también ocurre algo parecido con la clase de religión. Por eso es tan dificil y tan importante que esos niños reciban algo del espíritu cristiano, el respeto a los sacramentos. En fin, en mi opinión el objetivo se cumple generalmente.
09/10/08 10:53 PM
los padrres cuando haen la la 1º comunion los quitan de catequesis , no lo consideran necesario
algo falla señor que LAS COSAS NO VAN BIEN
hay que poner ya los cimientos nuevos ya , formar alos catequistas es fundamental..........
09/10/08 11:32 PM
  
Miguel Serrano Cabeza
Para terminar con el tema del lugar situación del cielo/infierno, sólo comentar que no puedo por menos que acordarme de:

A) LA ORACIÓN DEL SEÑOR:

"Padre nuestro QUE ESTÁS EN los Cielos...
...VENGA A NOSOTROS tu Reino...
...ASÍ EN LA tierra COMO EN EL Cielo..."

B) EL CREDO:

"... DESCENDIÓ A LOS INFIERNOS..." (sí, ya sé que éstos no son el infierno)
"... SUBIÓ A LOS CIELOS..."
"... DESDE ALLÍ..."

C) EL SEGUNDO MISTERIO DE GLORIA DEL ROSARIO:

"LA ASCENSIÓN del señor".

D) LA ORACIÓN AL ARCÁNGEL SAN MIGUEL, ESCRITA POR LEÓN XIII:

"... por el Poder Divino ARROJA AL INFIERNO a Satanás..."

D) ALGUNOS FRAGMENTOS DEL NUEVO TESTAMENTO:

a. "que no que todo tu cuerpo SEA ECHADO AL infierno" (Mt. 5:29)
b. "que no que todo tu cuerpo SEA ECHADO AL infierno" (Mt. 5:30)
c. "aquel que puede DESTRUIR EL ALMA Y EL CUERPO EN EL INFIERNO" (Mt.10:28)
d. "Cafarnaum, que eres LEVANTADA HASTA EL CIELO, HASTA LOS INFIERNOS SERÁS ABAJADA" (Mt.11:23)
e. "ENVIARÁ a sus ángeles que RECOGERÁN a todos los autores de iniquidad..., y los ARROJARÁN al horno ardiendo" (Mt.13:41-42)
f. "¡ALEJAOS de mí, malditos, AL FUEGO ETERNO!" (Mt.25:41)
g. "Cafarnaum, que HASTA LOS CIELOS ESTÁS LEVANTADA, HASTA LOS INFIERNOS SERÁS ABAJADA" (Lc.10:15)
h. "ENTRAR CON UN SOLO OJO EN la vida que teniendo los 2 ojos SER ECHADO EN EL INFIERNO" (Mt.18:9)
i. "Y EN EL INFIERNO ALZÓ SUS OJOS, estando en los tormentos, Y VIÓ A ABRAHAM LEJOS..." (Lc.16:23)
j. "Que no DEJARÁS mi alma EN EL INFIERNO" (Act.2:27)
k. "que su alma NO FUE DEJADA EN EL INFIERNO" (Act.2:31)
l. "sino que HABIÉNDOLOS DESPEÑADO EN EL INFIERNO con cadenas de oscuridad" (2Pe.2:4)
m. "LAS PUERTAS DEL INFIERNO no prevalecerán contra ella" (Mt.16:18)
n. "tengo LAS LLAVES DEL INFIERNO" (Ap.1:18)
ñ. "ENTRAD POR LA PUERTA ESTRECHA; porque ANCHA ES LA PUERTA Y ESPACIOSO EL CAMINO QUE LLEVA A LA PERDICIÓN, y son muchos los que ENTRAN por ella; mas ¡QUÉ ESTRECHA LA PUERTA Y QUÉ ANGOSTO EL CAMINO que lleva a la Vida!; y pocos son los que la encuentran" (Mt 7, 13-14) :
o. "YO VEÍA A SATANÁS, COMO UN RAYO, QUE CAÍA DEL CIELO" (Lc.10:18)
p. "el que no fue hallado escrito en el libro de la vida, fue LANZADO EN EL LAGO DE FUEGO" (Ap.20:15)
q. "YO SÉ tus obras, y dónde moras, DÓNDE ESTÁ LA SILLA DE SATANÁS" (Ap.2:13)
r. "Y FUE LANZADO FUERA aquel gran dragón, la serpiente antigua, que se llama Diablo y SATANÁS, el cual engaña a todo el mundo; FUE ARROJADO EN tierra, Y SUS ÁNGELES FUERON ARROJADOS CON ÉL" (Ap.12:9)
s. "Y PRENDIÓ Al dragón, aquella serpiente antigua, que es el Diablo y Satanás, y LE ATÓ por mil años; Y ARROJOLO AL ABISMO, Y LE ENCERRÓ" (Ap.20:2-3)
t. "cuando los mil años fueren cumplidos, SATANÁS SERÁ SUELTO DE SU PRISIÓN. Y SALDRÁ" (Ap.20:7-8)
u. "Y EL DIABLO que los engañaba, FUE LANZADO EN EL LAGO DE FUEGO Y AZUFRE, DONDE ESTÁ LA BESTIA y el falso profeta" (Ap.20:10)

Supongo que eso me pasa por "enraizarme" en las palabras del Nuevo Testamento.

Saludos.
10/10/08 2:04 AM
  
Unitas
Miguel, por favor, por el amor de Dios:
¡Escribe en minúsculas!
¿Puedes comentar alguna otra cosa de lo que dice Mons.Sebastián sobre la catequesis y los catequistas?
Yo confío por la misericordia de Dios no ir al Infierno, sino después de pasar por el Purgatorio, ir al Cielo. Y creo que el Infierno, el Purgatorio y el Cielo es lo que dice Dios nuestro Señor en la Biblia, la Tradición y el Magisterio de la Iglesia, que no se contradice aunque algunos hayan querido y quieran confundirnos. Adhiriéndome a la Iglesia sé que no quedaré confundida.
Y si algún otro "formador" de mis hijos desconoce o tergiversa o niega la doctrina de la Iglesia, confío en poder ayudarle al formador a enderezarse o en poder corregir o completar a mis hijos la doctrina que el formador le esté dando. Así lo hicieron conmigo, y siguen haciéndolo, por la misericordia de Dios, mis formadores.
Y confío en que los superiores de ese formador (obispo, directores de escuelas o colegios, párroco, superiores religiosos) le ayudarán a corregir o competar su formación y confiarán en que yo, madre de esos hijos, soy responsable de velar por ella y de iniciar, acompañar, corregir o completar la formación que reciban de ellos.
10/10/08 8:29 AM
  
terciario98
En mi opinión el problema principal, que no el único, de la catequesis es que la Iglesia --de la que somos piedras vivas-- propagadora de la Verdad ha perdido credibilidad. Se puede decir una verdad o una mentira, pero si no hay credibilidad el mensaje es repelido de inmediato. Las gentes desprecian al que va en contra corriente, pero aprecian las convicciones firmes.

Hace 50 años toda una generación fue educada con un modelo catequético concreto. Modelo probado en el crisol de las persecuciones religiosas del siglo XX, en México y en España como antonomasia. Modelo, habida cuenta de las beatificaciones y canonizaciones del Pontificado del Siervo de Dios Juan Pablo II, con frutos más que contrastables.

Esa generación, educada con un modelo de catequesis y de vida cristiana, ha visto como toda la exigencia que a ellos les pedían luego en realidad no era necesaria. Han entendido (lo queramos o no) por la manipulación de los mass-media, que el Infierno no existe, que el rigorismo formal era hipocresía y que en el fondo "como yo no he matado a nadie y Dios es infinita misericordia al Cielo, si es que existe, de cabeza". ¿Para qué los sacramentos? Eso es un engaño de curas, beatorros y de la Iglesia, porque yo creo en Dios pero ni en la Iglesia, ni en los curas.

¿Por qué? Porque la Iglesia ha perdido, hemos perdido, credibilidad. Y esa generación, abuelos de los niños de hoy, educa a sus nietos desde esa perspectiva. Todo cambia, cambia el mundo y lo que hoy es blanco, mañana será como se quiera. Ser buenos y con eso basta.

Y esos abuelos, padres de los catequistas de hoy, han infundido en sus descendientes ese escepticismo vital para con la Iglesia. No se quiere oír (instrumento de transmisisón de la fe) nada que no sea agradable, nada que obligue, nada que comprometa. Y eso lleva a enseñar una fe edulcorada, vacía, al gusto del consumidor, a la "apostasía silenciosa".

San Ignacio también pedía: "Si algún día me olvido de tu amor, Señor, dame gracia para que nunca me olvide del temor al castigo del Infierno".

Bueno, es una opinión, sólo eso.
10/10/08 9:44 AM
  
Miguel Serrano Cabeza
Unitas:

[1.-]
Perdona, tienes razón. Suelo usar un editor de texto ASCII que no permite el uso de cursivas, negrita o subrayado. Por eso, para mi uso personal, resalto el texto con mayúsculas.

Es verdad que el texto así, en mayúsculas, es muy desagradable. Me di cuenta una vez lo hube enviado.

Pido disculpas a todo el mundo. Ruego al moderador que, si lo estima oportuno, por favor, borre mi entrada.

Pido perdón una vez más.

[2.-]
Estoy de acuerdo en todo lo que dice monseñor Sebastián.

Ya he dicho que a mí me resulta difícil enseñar la existencia del cielo y del infierno como una situación sin hacer referencia a un lugar, entiéndase lo que se entienda por "lugar". Por otra parte, si la Neovulgata usa las preposiciones, los complementos de lugar y el locativo para referirse al infierno o al cielo, no voy a ser yo el gramático que la corrija.

No me parece que haya mucho que comentar respecto a la forma de realizar la distinción entre pecados veniales y mortales en el nuevo catecismo infantil de la CEE.

No se trataría de un asunto de mayor importancia si todos los catequistas estuvieran bien formados en doctrina sana. Sin embargo, no me atrevo a afirmar eso de la actual situación de la Catequesis en las parroquias que conozco.

[3.-]
Yo también me adhiero al Magisterio de la Santa Madre Iglesia Católica Apostólica y Romana. Si en alguna de mis afirmaciones me separo de él ¡Por Dios bendito, hacédmelo saber!

[4.-]
Confío en la Misericordia Divina y en las promesas de Jesucristo. Por lo demás,

"Así dice Yahveh: Maldito sea aquel que fía en hombre, y hace de la carne su apoyo, y de Yahveh se aparta en su corazón. Pues es como el tamarisco en la Arabá, y no verá el bien cuando viniere. Vive en los sitios quemados del desierto, en saladar inhabitable. Bendito sea aquel que fía en Yahveh, pues no defraudará Yahveh su confianza. Es como árbol plantado a las orillas del agua, que a la orilla de la corriente echa sus raíces. No temerá cuando viene el calor, y estará su follaje frondoso; en año de sequía no se inquieta ni se retrae de dar fruto." (Jer.17:5-8)

http://www.vatican.va/archive/ESL0506/__POU.HTM

Saludos.
10/10/08 12:19 PM
  
Unitas
Gracias, Miguel, por lo de la letra y por la hermosísima cita. Estoy de acuerdo en la dificultad de encontrar catequistas bien formados o, al menos, no deformados, en las verdades fundamentales de nuestra fe. Igual ocurre con los padres, los profesores, incluso con los sacerdotes. También estoy de acuerdo con RNA cuando explica que las catequesis con niños poco "motivados" y con padres aún menos "motivados" se hace muy difícil.
El caso es que creo que el Señor sigue sabiendo saltar dificultades, errores y debilidades de los niños y jóvenes y de los catequistas. Aprovecho para preguntaros por vidas de santos catequistas y educadores: sólo se me ocurre San Juan Bosco y el Beato Manuel González. Sus vidas y "métodos" creo que fueron eficaces en sus días y siguen siéndolo hoy.
10/10/08 10:49 PM
  
RNA
Otra sugerencia: que quien tanto desconfía de los catequistas dedique su tiempo libre a la catequesis con tanta generosidad (bastaría la mitad) como lo hacen los catequistas actuales.

terciario: "ser buenos"... ya es mucho compromiso. Lo sería para muchos que de doctrina "sana" están bien servidos pero no tanto de "ser buenos"
11/10/08 4:34 PM
  
Pastor Angelicus
Además del Catecismo Jesús es el Señor no estaría de más que los niños y catequistas tuvieran a mano un pequeño prontuario de preguntas y respuestas. ¿Por qué no el Catecismo menor de San Pio X?

Initium sapientiae timor Domini. Este temor no debe ser interpretado como miedo o mucho menos terror. Se trata de respeto profundo, como enseñan los Padres de la Iglesia.

A propósito del cielo y del infierno creo importante hacer comprender a los catequizandos que nuestra vida y acciones tienen sus consecuencias, en esta vida y en la otra.
11/10/08 4:39 PM
  
María
Aunque me parece muy interesante la cuestión concreta de cómo definir el infierno y cómo traducir esa definición al lenguaje infantil, hablábamos de catequesis y catequistas.
En muchos casos los catequistas son personas sacrificadas y voluntariosas que entregan una buena parte de su tiempo -hoy en día cuesta más dar tiempo que dinero- a enseñar la Palabra de Dios a los niños e iniciarles en una vida cristiana que, en la mayoría de los casos, no tiene seguimiento ni alimento en los hogares.
Los catequistas luchan, por ejemplo, por enseñar a los niños las oraciones básicas que se olvidan cada semana porque no se rezan en casa. Muchos niños, pasada la comunión, no vuelven a pisar la parroquia siquiera los domingos para asistir a misa.

Esta es la situación en muchas parroquias.
Por otra parte, cada vez son más los niños a los que se les niega el conocimiento de Dios, que no estudian religión y no reciben ninguna educación religiosa por parte de sus padres. Esto sí es preocupante y muy trágico.
Sabemos que Jesucristo es el Salvador y que, si es tal, hay algo de lo que podemos ser salvados y ese algo es el infierno. Caldera ardiente o separación espiritual y definitiva de Dios -casi nada-, el infierno existe, y puede estar esperando a muchísimas personas que viven y educan en el rechazo a Dios.
Hace falta mucha oración y mucha creatividad para dar un vuelco a la actual situación. Se podría, por ejemplo, dar una formación más sólida a los catequistas, una formación controlada e impartida por las diócesis. Por otra parte, debemos liberarnos de la contaminación de la "pedagogía Logse" y tratar a niños y adolescentes como a seres dotados de una mayor inteligencia y capacidad para comprender de la que parecen suponer algunos manuales. De este modo, con una buena formación y una razón despierta, los jóvenes pueden evangelizar en sus propios hogares.
No invento nada que no exista ya. A través de los niños se puede llegar a sus familias. El entorno nacionalista lo lleva haciendo años y, a juzgar por el resultado de las urnas, están consiguiendo transformar una buena parte de la sociedad.
Un saludo a todos y gracias a Mons. Sebastián por sus escritos.
11/10/08 9:39 PM
  
Mons. Sebastián
Hola amigos, hoy domingo, y fiesta de la Virgen del Pilar, y fiesta nacional de España y de los españoles. Por algo será.
RNA, es verdad, parece que algunos viven buscando a ver dónde se equivocan los demás. No conduce a nada.
Manuel, gracias por esa comprensión. Para ser comprensivo no hay como mirarse a uno mismo. Podemos glosar lo del "perdona nuestras deudas", diciendo "enséñanos a perdonar a los demás como nos perdonamos a nosotros mismos"
Lo que dice "católico comprometido" es verdad. Con mucha frecuencia los catequistas se sienten impotentes por la falta de colaboración de los padres. Al comenzar los cursos de catequesis hay que movilizar a los padres y reunirlos al menos una vez al trimestre, para explicarles lo que se está haciendo con sus hijos y pedir su ayuda. En casa, los padres cristianos repasan con la catequesis con sus hijos, les amplían algo, se la aplican a su vida personal, a su manera de ser, tiene que entrar en el proceso educativo familiar de cada niño.
Miguel, yo no quiero discutir. Si Vd. prefiere entender todas esas expresiones literalmente, pues bueno, pero no nos exija a los demás que lo hagamos también. Esa no es la doctrina de la Iglesia. Hay una manera cristiana y fiel de leer y entender las Escrituras que no es precisamente la estricta literalidad. En el Evangelio de hoy Jesús "compara" la vida eterna con un banquete. ¿Tenemos que entender que vamos a estar toda la eternidad alrededor de una mesa? Conviene leer la "Divino afflante spiritu" de Pío XII. Y las Notas de la Congregación de la Fe sobre el modo de interpretar las Sdas. Escrituras. A veces el excesivo literalismo diuficulta la fe más que favorecerla. Me sumo a las observaciones de Unitas.
Terciario 98, No es fácil comparar una época con otra. Cambian las circunstancias profundamente y lo que en un momento dio buen resultado no sabemos que resultado daría ahora. Yo creo que la mayoría de la gente trata de hacer las cosas bien, incluso cuando nos equivocamos y las hacemos mal. A veces pienso que tendríamos que ser más sencillos para corregir y pra ser corregidos, con toda normalidad, ayudarnos con humildad y sencillez a hacer todos las cosas mejor. En eso de la credibilidad hse puede profundizar mucho. Cierto que la Iglesia ha perdido credibilidad, y ha perdido credibilidad no sólo la Iglesia sino la fe mismo, las verdades reveladas, Dios mismo ha perdido credibilidad en nuestro mundo. Estamos endiosados, y lo que no tiene el visto bueno de los poderosos de este mundo (medios, dinero, política) no tiene credibilidad. Somos así de necios que damos más crédito a la propaganda interesada que nos hacen desde la tele, que a la gente sencilla que da la vida por su fe sin hacer ruido y sin hacer propaganda. Porque a la vez es verdad que el mensaje de Jesús y de la Iglesia sí tiene credibilidad en millones de personas que viven santamente, que trabajan por los demás, que dedican su vida a hacer el bien y difundir el evangelio.
No hay que pedir perdón de nada Miguel, cada uno dice lo que mejor le parece, y todos nos ayudamos.
RNA, cierto, bien está opinar y decir cómo han de ser las cosas, pero se entiende mucho mejor, si pones mano a la obra y te metes en harina. Los tiempos nos piden que todos los cristianos que queramos serlo de verdad dediquemos algo de tiempo y de esfuerzo o colaborar en la obra misionera de la Iglesia, Como podamos. Todos podemos hacer algo.
Pastor angelicus, el Catecismo del que hablamos lleva al final unas cuantas páginas con las preguntas y respuestas sobre las cosas principales. Hay muchos síntomas de que la gente ya está de vuelta de aquellos métodos facilones y de las críticas del "memorismo". Todo el mundo reconoce que la catequesis, como muchas otras cosas, necesitan fórmulas estables aprendidas de memoria. Pero insisto, lo fundamental es que los padres con niños pequeños valoren la educación religiosa de sus hijos y dediquen un tiempo a completar lo que los chicos reciben en la parroquia y en el colegio. Con mucho colegio y mucha parroquia, un niño puede crecer con síndorme de huérfano si sus padres no le dedican tiempo y no están cerca de él, de lo que él está viviendo en cada lugar y en cada momento.
María, muy de acuerdo contigo, en el conjunto de las parroquias y de las Diócesis uno se encuentra con muchas personas buenísimas que dedican su tiempo durante años a la catequesis parroquial. Los quieren, los acompañan, se sacrifican por ellos. Insisto, necesitan y merecen la ayuda de los párrocos y de los padres. Y de los padres más que de ningún otro. Cuando los padres llevan sus hijos para que sean bautizados, deberían comenzar ya su propio catecumenado, para prepararse a ser los educadores CRISTIANOS de sus hijos, sus primeros catequistas. De manera diferente en cada año de vida que cumplen sus hijos. La misión de la parroquia y del colegio hay que entenderla como AYUDA A LOS PADRES para que eduquen a sus hijos. La educación detallada, personalizada, minuciosa, práctica hay que hacerla sobre la marcha, al paso de la vida, y eso solo lo pueden hacer bien los padres y muy pocos más. Hace falta mucha cercanía, mucho amor, mucha confianza. Es como enseñar a coger el tenedor...
12/10/08 7:32 PM
  
RNA
Monseñor: estoy enharinada por completo, hace años
12/10/08 11:16 PM
  
nachet
Hace 5 años que soy catequista de confirmación. En líneas generales, en mi parroquia se cumple lo que monseñor Sebastián considera fundamental para la catequesis. También, por supuesto, hay muchas cosas por mejorar. No se debe olvidar que los catequistas en las parroquias realizan esa labor sin contrapartida mundana alguna, sino por simple amor a Dios y a la Iglesia. Con sus aciertos y errores, deben ser corregidos, y dejarse corregir, con amor y aprecio a su labor. La difusión de la Palabra de Dios por amor (lo que gratis recibís, gratis dadlo) es una de las labores más hermosas, y que más realiza a quién la hace, dentro de la Iglesia. Obispos y párrocos deben cultivar con esmero esas "vocaciones menores", que tanto bien hacen a la Iglesia, y asegurarse de que transmiten con fidelidad el legado espiritual que hemos recibido de nuestros mayores, para que ese bien no se transforme en mal.
Agradezco el artículo de don Fernando y los comentarios. Ánimo a todos y que Dios nos infunda fuerzas para seguir dando testimonio.
13/10/08 9:47 AM
  
antonio
es necesaria una buena formacion cristiana de base aunque la verdad los niños no son lo que eran en lo que de actitud de saber escuchar se refiere.
14/10/08 3:22 PM
  
antonio
Monseñor permitame que le comente lo sucedido ayer:
a las 11h00a.m. en la cadena Cope de una provincia se escucha la siguiente cuña publicitaria; "venga al centro comercial... y aproveche los 15 días de Videncia,astrologia, quiromancia... para comprobar su...venga antes de que termine la quincena".
yo llamo a un párroco y le informo de lo que me parece un error grave.me escucha pues sólo le informo. seguidamente hablo con la direccion de la cadena Cope de esta ciudad y me dicen que no sea tan drástico por solicitar la retirada de dichas cuñas(hoy la han pasado un par de veces por lo menos) enseguida llamo al Obispado y me dicen que eso lo lleva Madrid y que literal "hay tantas cosas que no estan bien..."poniendose a decir no se qué de los tanatorios.
Monseñor en referencia a su articulo sobre la Catequesis ; me puede explicar si la doctrina de nuestra Iglesia Católica ve bien ésta publicidad?
14/10/08 3:39 PM
  
RNA
Antonio: monseñor sabrá responderte mejor que yo lo que, por otra parte es una obviedad. La Magia no es compatible con la doctrina dela Iglesia. Pero la COPE es una empresa, una cadena comercial: vive de la publicidad, de la que sea, de la que pague bien.

Una empresa se mueve por el lucro. Si no, no es empresa.

A lo mejor, lo que habría que preguntarse es si el espíritu empresarial es compatible con la doctrina católica.
14/10/08 8:03 PM
  
Mons. Sebastián
No entiendo eso de "estar enharinada". Lo siento. Muy bien por Nachet. El movimiento se demuestra andando... Los catequistas necesitan ayuda, aliento, entusiasmo. Lo necesitamos todos. Antonio, yo pienso que esa publicidad no debería aceptarse en COPE. Es mi criterio. La COPE es una empresa, y tiene que funcionar como empresa, pero el lucro no es su razón de ser.
14/10/08 11:42 PM
  
antonio
Monseñor gracias por responder a mi consulta. A mí personalmente me molesta aparte de porque se contradice con lo que se predica porque muchas personas cristianas que están a un nivel delicado de fe y de las que debemos cuidar mucho puedan dar por bueno algo no porque lo sea sino por quien invita a que se pueda acudir. Vamos que Jesús lo dejó claro;"qué padre si su hijo le pida pan le da una serpiente?..."
gracias tambien a RNA (Respuesta No Admitida) "es broma". RNA muy agudo lo del espiritu empresarial, lo que pasa es que espiritus empresariales deben haber tantos como empresarios, pero en las cosas de Dios no se aceptan las contra-dicciones por que no edifican a la Iglesia que en definitiva es la base para la que se inició Cadena Cope. Añadir que de continuar ésta línea habrá que retirar el encabezamiento de Cadena pués una cadena está formada por union de eslabones y aquí se rompió.
gracias a los dos de nuevo.
15/10/08 1:48 AM
  
Unitas
Antonio, en la COPE de mi ciudad metieron también hace 2 años un anuncio de algo de videncia y tarot. Lo ponían en las desconexiones locales; no sé cuántas personas llamamos a la COPE local y a COPE Madrid, a la dirección y al dpto de marketing o comercial; lo cierto es que en dos semanas lo habían retirado. Nadie estamos exentos de evangelizar o catequizar. Tampoco los empresarios ni los comerciales.
En todo caso, yo al menos no tomaría la COPE como un medio de vanguardia de la catequesis, formación o información religiosa, aunque tenga programas que sí se dediquen a ello. Gracias a Dios, si hay otras radios que ejercen ese papel como prioritario en tiempo y contenidos.
15/10/08 8:01 AM
  
antonio
gracias UNITAS. acabo de volver a escucharlo ahora a las 10h58´de caracter local. haciendo un seguimiento a las redacciones que nos trasmite Monseñor decir que a mí me encantaria que muchisimos aquí allí y en todas partes defendieramos nuestros derechos no ya como cristianos sino como humanos, pero ¿dónde estamos los seguidores del Señor cuando hay que dar la mejilla? (perdon la cara)
no me estoy excusando con lo de soy mejor que los demás ni mucho menos yo el peor de todos pero que como todos desea lo que es bueno para todos.
la Cope fué la vanguardia en su tiempo de hecho se adelantó a lo que dijo J.P II (1981) sobre la evangelización con los nuevos medios tal vez los otros medios han ido naciendo del buen ejemplo de la Cope y de alguna manera se ven los frutos de la entrega de la Cope a lo largo de su historia si ahora realizan mejor la labor de evangelizacion pues estupendo pero los primeros puestos no están en debate.
simplemente yo ví algo que estaba fuera de tiesto me he movido si da o no da buen fruto o la si la sal se desvirtúa o no se lo dejo a Dios y cómo se ha acordado en el Sínodo de Obispos con Nuestro Papa Benedicto pues al despedir la misa nos vamos con ésta Bendición; "podéis ir en paz glorificando al Señor con vuestra vida". en ello estamos.


15/10/08 11:38 AM
  
Manuel
Hace años un católico considerado piadoso comulgaba y confesaba pocas veces al año, no iba a catequesis (excepto la que daba el sacerdote de su parroquía meses antes de la comunión); esta piedad (ahora considerada un poco fria) permitía vivir la fe con intensidad y profundidad. En estos momentos de un católico se espera comunión y confesión frecuentes y catequesis desde los 6 hasta los 20 años (3 años antes de la comunión, una catequesis posterior que se une con la de la confirmación y catequesis para adultos), quizás esté exagerando, pero creo que corremos el riesgo de institucionalizar la fe y banalizar los sacramentos. Al margen del esfuerzo que supone para catecúmenos, catequistas e Iglesia en general. Paz con todos.
15/10/08 6:16 PM
  
Mons. Sebastián
Manuel, no es recomendable eso de comparar lo de ahora con lo de antes. Las cosas cambian más de lo que pensamos. "Antes" se educaba en la familia muycristianamente, los niños aprendían a rezar, en los mismos colegios, tanto religiosos como públicos, se aprendía "la doctrina", se rezaba, en fin había un ambiente general muy diferente. Los niños, los jóvenes no sufrían la influencia de ideologías irreligiosas que ahora aparecen por todos los medios de comunicación. Esas prácticas piadosas de las que hablas, de cuando en cuando, las hacían la mayoría de los cristianos. Otros muchos practicaban más intensamente. "Ahora", el ambiente es muy hostil, en las familias la acción educativa religiosa es muy escasa, la propaganda antirreligiosa está por todas partes, en fin que las cosas son muy diferentes, y los cristianos necesitan tener una formación más completa y una decisión de fe más clara, para ir contra la tendencia ambiental, que empuja más hacia el ateísmo que hacia el cristianismo, hacia la fe y hacia la vida piadosa y santa. Lo que se intenta precisamente es que no sean falsificados los sacramentos, que se reciban y se vivan verdaderamente como "sacramentos de fe", signos de la fe de la Iglesia que nos acerca a Cristo y signos de la fe del cristiano que los recibe con el deseo sincero de alcanzar los efectos santificadores de la acción salvadora de Jesús y del Espíritu Santo. Vale. Dios te guarde.
16/10/08 8:27 PM
  
nachet
Agradezco de corazón a monseñor sus palabras. En cuanto al comentario de manuel, creo que cada uno puede aportar su impresión a la situación de irreligiosidad que está padeciendo la sociedad e incluso la Iglesia españolas. por lo que a mí respecta, no dudo que haya cosas que se puedan mejorar, pero la frecuentación de sacramentos, oración, etc... no es algo malo, sino al contrario: ayuda a reforzar la fe. En cuanto al esfuerzo, como catequista estoy en desacuerdo. 10 chavales hay en el grupo que llevo, y si en vez de 10 fueran 20, más feliz sería yo. Tampoco creo que un sacerdote se fuera a molestar o le fastidiara tener que dedicar más tiempo a confesiones o misas. No sería un buen sacerdote si abundar en eso le fastidiara.

En cuanto a la COPE, estoy de acuerdo con antonio y Yolanda: es una cadena comercial, y fuera de los espacios exclusivamente religiosos, la impronta cristiana es bastante tenue o inexistente (con honrosas excepciones, como La Estrella Polar o en ocasiones La Tarde con Cristina). Esto es aún más evidente en la radio fórmula Cadena 100, propiedad de radio popular, donde el cristianismo brilla por su ausencia. En cuanto a la publicidad, no me sorprende que anuncien negocios contrarios a la fe cristiana. No sólo adivinación o tarot, sino también casas de apuestas deportivas, productos parafarmacéuticos "milagro", cuya publicidad es claramente engañosa, etc. Por no hablar de mensajes publicitarios que exaltan el consumismo o la felicidad a través de la posesión material, que son mayoría y es norma común en todas las radios. Es evidente que los gestores de la cadena anteponen su superviviencia y rentabilidad a su papel como la voz de la evangelización de la Iglesia.
tal vez la conferencia episcopal y las órdenes religiosas deberían vender su participación en ese medio y adquirir Radio María u otra radio que pueda servir a los objetivos de la Iglesia con mayor fidelidad. De lo contrario, en mi humilde opinión, caerían en un pacto fáustico.
17/10/08 12:22 PM
  
Manuel
No he querido atacar de ninguna manera a los sacramentos, son fundamentales para un católico. Tampoco a la importancia de la catequesis y de la formación en una sociedad tan crítica con la religión (no sólo ahora, siempre ha sido necesaria). Quizás me cuesta (desde mi individualismo) hacer parroquia, asumir compromisos. En mi experiencia personal la fe es un acto individual (casi solitario), que se comparte en comunidad, pero que surge de la reflexión personal, muchas veces contracorriente (también en la parroquia) por esto desconfio de las catequesis excesivamente prolongadas.
19/10/08 9:38 PM
  
nachet
Estimado Manuel: la fe es un acto individual de seguimiento a cristo, pero desde sus mismos comienzos, el cristianismo se ha vivido en comunidad. La comunidad es el ámbito en que mejor puede vivir un católico su fe: permite celebrar los sacramentos, ayudarse, resolver dudas, dar cauce a la caridad, y tantas otras cosas importantes en la vida de la Iglesia.

En cuanto al tipo de catequesis, sin duda hay muchas opciones, y todas ellas tienen algo de valioso. En mi opinión, la catequesis debe transmitir los valores espirituales y doctrinales básicos para todo cristiano. Son como los cimientos, luego cada uno construirá su propia casa, pero nuevamente desde los comienzos de las comunidades cristianas existió la catequesis, como legado de una generación para con la siguiente. Jamás debe ser imposición, sino proposición. Pero tampoco podemos dejar de enseñar por miedo a "lavar el cerebro". Cuando enseñas a leer a un niño, lo haces a base de algún texto, y todo texto transmite un idea. Del mismo modo, educar en la fe a los niños o muchachos no supone condicionar su forma de vivir la fe, sino darle unas armas básicas con las cuales comenzar su propia reflexión.
20/10/08 5:34 PM
  
viejocon
Soy catequista novato, entender la trascendencia de la misión y conocer las limitaciones para llevarla a término no deja de producirme desazón, desazón que intento sacudirme ¡rezando! A veces nos agobiamos en exceso, pecamos contra el Espíritu, yo poco valgo pero si mi tarea es valiosa no me van a dejar solo.

Respecto a los textos coincido con algún comentario en que son nefastos. Pero es que son como los textos del colegio. La materia está ahí, la misma aproximadamente que aprendíamos nosotros; pero el método de lecturas, resúmenes, fichas solo puede habérsele ocurrido a un enemigo de nuestros hijos, o a un gran vendedor de libros carísimos de un solo uso, creo que ese es el origen de estos males, una vez más, la codicia.

Los niños de ocho o nueve años tienen -por lo que veo en mis hijas y en mis catecúmenos- poca capacidad para asociar conceptos con una historia y sacar conclusiones de un texto. Su capacidad de abstracción es todavía débil. En cambio tienen una memoria prodigiosa y aceptan muy bien un método de preguntas y respuestas, la competencia entre ellos por responder bien es un gran estímulo y esa misma competitividad les hace estar atentos. Además ¡no hace falta libro!

21/10/08 10:38 AM
  
antonio matamalas
me alegra muchisimo leer de un obispo que la catequesis debe de ser algo continuado y no solo un instrumento para recibir un sacramento en un momento concreto porque efectivamente pienso que algunos sacramentos se estan "vendiendo" muy baratos
¿pero,donde cree usted que hay hoy en la iglesia un itinerario de formacion cristiana permanente que nos permita desarrollar nuestra fe de forma progresiva y continuada?
porque hablamos mucho de preparacion y formacion pero dode se da
28/10/08 6:42 PM
  
Mons. Sebastián
A veces juzgamos un poco ligeramente la situación porque no estamos bien informados. Desde la Conferencia Episcopal y en muchas Diócesis desde hace años han ido apareciendo Directorios de Catequesis y de Iniciacion cristiana en los que se describe y se fomenta un estilo de catequesis continuada, de conversión, que tienda no solo a enseñar sino a convertir, a hacer nacer y crecer la personalidad y la forma de vida de un cristiano, de un verdadero amigo y discípulo de Jesús. Ese tiene que ser nuestro objetivo. Estoy de acuerdo en que no hacen falta muchos libros. Basta con que el catequista estudie bien el tema, lo proponga de manera sencilla en sus puntos esenciales, y les anime a vivirlo en la práctica. Lo importante, lo básico es hacer nacer en el corazón de los niños o de los jovenes el amor hacia Jesús, que veaqn que Jesus es realmente SU SALVADOR, su camino, su modelo de vida. Si logramos que nazca en ellos esa convicción (que es la fe) todo lo demás será sencillo. Para eso los pone el Señor en vuestras manos. Y esa tiene que ser la verdaderrta ilusión de todos los padres cristianos... Un saludo grande. Animo que Dios está con nosotros.
30/10/08 9:50 PM
  
florencia
hola soy florencia y estoy en primer año de catequesis y la obligasion de las catequistas son enseñarnos las oraciones las cansiones y por supuesto mandarnos deberes mi catequista tiene 24 años
21/09/09 3:34 AM

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