Cómo veo a la Iglesia de hoy
El mes pasado fui entrevistado por el P. Ángel Sanz Arribas, CMF, para la revista Iris de Paz, con ocasión del Bicentenario de San Antonio María Claret, fundador de los Misioneros Claretianos, Cordis Mariae Filius. Comparto con vosotros estas preguntas y respuestas, confiando en que puedan servir para continuar nuestro diálogo sobre los temas que tanto nos interesan.
Podeis encontrar esta entrevista en la sección Religiosos-Testigos, de la web www.ciudadredonda.org. También teneis información sobre los Misioneros Claretianos y sobre el Bicentenario de San Antonio María Claret en la web www.claret.org
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1 de julio de 2008
El Arzobispo emérito de Pamplona, Fernando Sebastián Aguilar (Calatayud, 1929), tiene un denso currículo intelectual y pastoral, vivido en el último medio siglo de la Iglesia en España.
Autor de numerosos escritos, profesor de Teología en la Universidad Pontificia de Salamanca y Rector durante dos periodos de la misma Universidad, recibió la ordenación episcopal en 1979.
Desde entonces ha desempeñado este ministerio como Obispo de León (1979-82), Arzobispo Coadjutor de Granada (1988-93) y Arzobispo de Pamplona y Obispo de Tudela (1993-2008), simultaneando este servicio pastoral con otras encomiendas, como la de Administrador Apostólico de las diócesis de Málaga y Logroño.
Ha sido también Secretario de la Conferencia Episcopal Española y Vicepresidente de la misma (reelegido en ambos casos) y ha participado activamente en cinco Sínodos de la Iglesia.
Pertenece a la congregación claretiana desde 1946 y tiene el carácter abierto y el sentido del humor característicos de su tierra aragonesa. Desde su observatorio privilegiado, puede ofrecernos hoy una visión autorizada de nuestra Iglesia en los cuatro últimos decenios
P. Usted es de casa; ha colaborado más de una vez en estas páginas y sabe que IRIS DE PAZ es ante todo una familia. Seguro que a nuestros amigos les encantará saber algún detalle de sus primeros años.
R. Nosotros vivíamos con los abuelos, en una familia grande, de clase media, muy piadosa; mi abuelo daba clases en el Instituto y mi padre atendía una farmacia. Conservo el recuerdo del olor de las farmacias de aquellos tiempos. En casa había mucho interés por la cultura, la lectura, el saber. Cuando salía de paseo con mi abuelo, aun siendo muy pequeño, me enseñaba a conocer las plantas, los árboles, los minerales. Antes de volver a casa entrábamos en la capilla de una comunidad religiosa a hacer la visita al Santísimo Sacramento.
Hasta que llegaron los estudios y cursé ‘primera enseñanza’ en el Colegio de los Hermanos Maristas, estupendos educadores, en el saber, en la disciplina, en la piedad. Recuerdo con alegría el esplendor y el fervor con el que celebramos el ‘mes de las flores’ dedicado a la Virgen María. Entonces no padecíamos el criticismo actual. Era hermoso, lo hacíamos a gusto y ya está. Años más tarde, los años del Bachillerato en el Instituto, el deporte, las excursiones de los domingos. Era un muchacho travieso, pero buen estudiante.
P. Cómo surgió su vocación claretiana.
R. Mi vocación nació en el ambiente de la Congregación Mariana de Calatayud, que en mis tiempos atendían los Claretianos. Concretamente, el P. Evencio Zubiri, ya fallecido, que tenía un don extraordinario y una paciencia sin límites para estar con nosotros y guiarnos en la vida cristiana. El arranque fueron unos Ejercicios Espirituales, todo fue madurando con oración, lecturas, apostolado. Fue decisiva la lectura de una vida de S. Francisco Javier.
P. ¿Algún recuerdo de sus años de formación?
R. Primero, el ejemplo de mi Maestro en el Noviciado, padre Manuel Mascaró, que era un verdadero místico. Le veía transfigurado en la oración, en la Misa, en el Via Crucis. Luego, en los años de Filosofía y Teología, el gusto por estas disciplinas me fue creciendo poco a poco. Tuvimos una excelente formación espiritual centrada en los evangelios y en los escritos de San Pablo. Siempre lo he considerado un privilegio. El formador era el P. José Solé Romá, un hombre de Dios y un estudioso de la Palabra. Ah, tampoco olvido el hambre que pasamos en aquellos años de posguerra (sonríe).
P. ¿Qué es lo que más le duele y lo que más gozo le produce en la situación actual de nuestra Iglesia en España?
R. Lo que más me duele es la deserción de muchos cristianos, el bombardeo continuo al que la Iglesia está sometida en muchos medios de comunicación, la falta de interés de los jóvenes por la persona de Jesucristo y la religión en general, el conformismo, la falsa resignación con la que vemos desde dentro este panorama. Me duele la carencia de verdadero espíritu apostólico en muchos de nosotros y el desfondamiento moral de nuestra sociedad.
Me produce gozo la vida santa de muchas personas, aunque eso nunca es noticia. También el impulso de renovación espiritual que crece en algunas parroquias, en algunos movimientos y comunidades cristianas.
P. En un proyecto pastoral aquí y ahora, ¿cuál sería lo más urgente dentro de lo importante?
R. Ayudar a la gente a creer de verdad en el Dios de Jesucristo. Más en concreto poner en marcha en nuestras parroquias, en los colegios y en templos de comunidades religiosas una verdadera iniciación cristiana de conversión y de fe para los nuevos cristianos, un proceso catecumenal de conversión jalonado por los sacramentos de la iniciación.
P. ¿Qué destacaría de su experiencia pastoral como obispo?
R. No es fácil concretar la experiencia global de la vida de una Iglesia en su conjunto, sacerdotes, parroquias, comunidades religiosas, movimientos. Es una visión que difícilmente se puede tener desde otros puestos. El haber conocido y tratado a tantas personas buenas, sacrificadas, piadosas que no hacen ruido, que no aparecen en ninguna parte, pero que sostienen la Iglesia y sostienen el mundo, con su amor, con su generosidad, con su sacrificio, sus mil atenciones. Una experiencia muy fuerte y fecunda es la de la Asamblea del Sínodo de los Obispos. Se siente el pulso de la Iglesia universal, en sus enormes diferencias y en esta milagrosa unidad de la fe común en Cristo y en la doctrina de los Apóstoles. En un sentido más hondo del propio ministerio, una de las experiencias más profundas es la de poder ordenar nuevos sacerdotes que luego multiplican la presencia de Jesús por el mundo entero. Eso y los dos mil alumnos de teología que tengo por el mundo son una gloria y un consuelo.
P. Alguna vez ha dicho que los católicos en España necesitamos despertar, que estamos un poco dormidos: ¿podría concretar esa idea?
R. Pienso que en nuestra Iglesia todos, sacerdotes y laicos, todavía estamos demasiado influenciados por una larga situación de proteccionismo y monopolio en que hemos vivido. Curiosamente tenemos bastante más olvidada la herencia de nuestros miles de mártires. El vivir en una sociedad libre, tan permisiva como la nuestra, y tan resentida contra la Iglesia y contra el Cristianismo, nos obliga a vivir en otra actitud, en actitud de minoría más o menos rechazada por los grandes medios de opinión y de poder. Eso exige convicciones más personales y más fuertes, unidad más estrecha entre nosotros, entre Pueblo y Jerarquía, diocesanos y religiosos, instituciones comunes y movimientos. Nos falta autoestima como cristianos, conciencia de los tesoros que tenemos en la fe, en la unión con Jesucristo, en la vida sacramental, en la comunión con los santos, con la Virgen María, y con la Santa Trinidad. Nos falta seguridad en la fe y la alegría de la comunión y de la salvación. Y a la vez somos muy poco apostólicos, no hay apenas iniciativas de encuentro con personas no creyentes, no creamos oportunidades de presentar la figura de Jesús, de primera mano, a tantas personas de buena voluntad que se sentirían felices si lo pudieran conocer y pudieran creer en El.
P. O sea, si no entiendo mal, que una de nuestras tentaciones se llama comodidad.
R. Sí, estamos demasiado acostumbrados a que ‘otros’ nos resuelvan los problemas. En general los fieles, y en buena parte también bastantes sacerdotes y religiosos, seguimos viviendo demasiado tranquilos, con pocas iniciativas apostólicas, con pocas respuestas de evangelización a la situación de descreimiento en que vive mucha gente, la inmensa mayoría de la gente joven, no acabamos de ver o de querer ver lo que está ocurriendo a nuestro alrededor, seguimos a veces enredados en las pequeñas cosas de otras épocas, rivalidades clericales, discusiones teóricas, reivindicaciones secundarias, mientras las nuevas generaciones crecen sin recibir ninguna formación cristiana, mientras se destruye la tradición de las familias cristianas, sin ningún proyecto serio, unitario, permanente de formación y movilización del laicado.
P. ¿Cómo motivar a la comunidad cristiana para colaborar en una evangelización comprometida?
R. Hay que comenzar poco a poco, con pequeños grupos, multiplicados un poco por todas partes, con un programa y unos objetivos comunes. La fuerza de la Iglesia es la conversión de los cristianos. Una pastoral (catequística, familiar, lo que sea) sin poner en el centro la conversión es una pastoral que no ofrece lo que actualmente necesitan los cristianos y necesita la Iglesia. Sin evangelizadores no puede haber evangelización, y sin conversión no hay evangelizadores.
P. ¿Qué piensa sobre la orientación política que se está siguiendo en España en relación con la Iglesia?
R. Me parece injusta y equivocada. Injusta porque nos achacan defectos que no son verdaderos. No queremos imponer nada a nadie, la Iglesia española colaboró eficazmente a la implantación de la democracia, renunciamos gustosamente a los privilegios que teníamos para acomodarnos a la situación de una Iglesia libre en una sociedad libre y nunca nos hemos desdicho de aquellas decisiones. Ahora mismo la Iglesia está siendo un instrumento de educación moral de la sociedad; la religión, la fe cristiana es una fuerza humanizadora, pacificadora.
Es evidente que el Gobierno, de una u otra manera, intenta debilitar la presencia y la influencia de la Iglesia en nuestra sociedad. De palabra dicen que no van contra la Iglesia ni contra la religión católica. Los hechos muestran que sí. Tampoco sería justo decir que es una acción exclusiva del Gobierno. Hay un ambiente general, muy trabajado por algunos medios de comunicación, que quiere como tomar revancha de los años en que la Iglesia fue favorecida en el régimen de Franco. No tienen en cuenta el origen terrible de esta situación.
Más profundamente, muchos consideran que cualquier religión es impropia de una sociedad libre y adulta. Me da mucha pena, porque pienso que una sociedad sin religión está amenazada de muchos males. Cuando no adoramos a Dios adoramos a los ídolos, y así como el verdadero Dios salva a quienes le adoran, los ídolos devoran a sus adoradores.
Por eso me parece necesario que aprendamos a vivir en esta situación con actitudes verdaderamente cristianas, sin amarguras y sin sometimientos, con paz y con esperanza y con un gran esfuerzo de autenticidad y de claridad para ayudar a las muchas personas de buena voluntad a conocer la verdad histórica de Jesús y la riqueza sobreabundante de su evangelio, la verdad de Dios, que es amor, misericordia y esperanza.
P. En un proyecto pastoral aquí y ahora, ¿cuál sería lo más urgente dentro de lo importante?
R. Sin duda todo lo referente a la evangelización y la promoción y educación de la fe de los cristianos, comenzando por la Iniciación Cristiana, la puesta en marcha de iniciativas de una pastoral de conversión en la vida ordinaria de las parroquias, en los colegios y en los templos de comunidades religiosas.
P. Como claretiano y, por tanto, cordimariano (e incluso mariólogo, que ha dirigido algún tiempo la revista de teología mariana ‘Ephemerides Mariologicae’), ¿qué mensaje daría hoy a nuestra comunidad cristiana con respecto a María?
R. Estudiar y meditar la mariología del Vaticano II como una fuente de espiritualidad, de acercamiento a la humanidad santa del Señor, de inmersión en la vida espiritual y mística de la Iglesia. Donde florece la espiritualidad cristiana florece también la devoción renovada a la Virgen María, Madre de Jesús y Madre de la Iglesia.
P. ¿Puedo preguntarle por sus proyectos actuales?
R. Ahora vivo una vida de medio retiro, rezo más que antes, leo, doy clases a los seminaristas de Málaga, salgo a predicar o a dar conferencias adonde me llaman, en la medida de mis fuerzas. Trabajo bastante. Me gustaría escribir alguna cosa más en serio pero por ahora no tengo la tranquilidad suficiente.
P. Los lectores de IRIS sintonizan fuertemente con el espíritu claretiano: ¿qué les diría con ocasión de este bicentenario del nacimiento de Claret?
R. Claret fue un vidente de lo que ahora necesitamos hacer en nuestra sociedad. Tenemos más recursos que él, pero somos menos santos, vivimos más tranquilos y más cómodamente. Vale la pena que imitemos y sigamos sus grandes intuiciones, la difusión de la palabra de Dios, la renovación espiritual de las comunidades cristianas, las iniciativas apostólicas más allá de las fronteras y las costumbres ordinarias de la Iglesia, todo con un gran fervor, con gran austeridad de vida, con diligencia y laboriosidad, con un gran amor a la Iglesia y una gran piedad. San Antonio M. Claret es un santo todavía poco conocido en España, y puede ser un gran maestro para nuestra Iglesia en estos momentos. No podemos olvidar que el carisma evangelizador y renovador de la fe y del fervor del Pueblo de Dios, la incorporación de los seglares a las tareas apostólicas y culturales de la Iglesia, resultan hoy más que necesarias y oportunas.
+ Fernando Sebastián Aguilar,
Arzobispo Emérito de Pamplona y Tudela
58 comentarios
D. Fernando, Gracias por compartir su biografía y sus pensamientos. S.Antonio Mª Claret es muy desconocido por los católicos españoles... como la mayoría de los santos españoles. Yo "me enteré" de su existencia leyendo a Sta.Micaela del Smo.Sacramento. Las conexiones entre los santos en cada época son preciosas.
Hay una biografía pequeña pero creo que sin muchas exageraciones en
www.corazones.org/santos/antonio_m_claret.htm
Ojalá en nuestro tiempo, más allá de lo que nosotros conocemos, esté muy viva esa comunión de los santos en nuestra Iglesia.
Cordialmente
Las predicaciones son light, con lo que los católicos son light. Así de claro.
Creo que urge un movimiento de evangelización que salga a la calle, tal y como ellos hacen y tal y como hicieron los apóstoles y sus discípulos al principio. Si no nos damos cuenta de esto a tiempo, en dos generaciones más la Iglesia Católica será una especie en vías de extinción. Creo que habría que poner el material, la formación y la organización en manos de todas y cada una de las parroquias de España. Al menos así lo veo yo, como algo muy urgente. Por lo general, tanto los religiosos como los laicos están muy dormidos, muy cómodos...Insisto en que si esto no se pone en práctica, vamos mal, muy mal...hay que comer con las prostitutas y los publicanos...desde el interior de los templos es imposible la conversión del mundo.
Un fuerte abrazo en el Señor.
Antonio.
Y estamos hablando de un tema tan claro como grave. No hablamos ya de otros temas más políticos, también muy graves y, para algunos, no tan claros.
¿por qué la palabra "resentido" es un insulto? ¿por qué no se preguntan por el origen de tanto resentimiento?
01/07/2008
Señor Arzobispo,verdaderamente adolecemos de Pastoral de Conversion......una joven de 26 años me pregunto como hacia para confesarse sin tener que esperar hasta Semana Santa,cuando los sacerdotes ofrecen este sacremento y lo unico que le pude decir es hable con el Parroco y el seguro la atendera; pero su respuesta fue; me da verguenza molestar mejor dejemoslo asi.
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Para no aburrir a los participantes en el blog, me gustaría mucho poder comentar algo sobre ésto, con Vd. a través del Email. Muchas gracias.
Asimismo, y como dijera León XIII en Libertas: "La Iglesia sin el Estado es una alma sin cuerpo. El Estado sin la Iglesia es un cuerpo sin alma." Cuando el Estado no reconoce más moral objetiva, por no tener ninguna referencia moral superior que la voluntad de la mayoría, el orden social es un desorden desalmado. Lo que hoy tenemos, la denuncia que dijera a tiempo y destiempo Juan Pablo II: "una democracia sin valores se convierte en un totalitarismo". ¿Y qué son esos valores? ¿una ética común provida? No; es Jesucristo Rey. Asimismo cuando los fieles de la Iglesia se olvidan, o no ven como grave obligación el ordenar lo temporal al orden querido por Dios (no sólo la acción provida) aparece la tibieza, el aburguesamiento, la comodidad. Se ha sustituido el catolicismo militante por el voluntarismo sin acción.
Sí es cierto, por ejemplo, que incluso en la acción provida nuestra patria está en el oscurantismo. Así las cadenas de oración, con los Obispos a pie de calle frente a los mataderos abortistas como ocurre en USA, nos llevan años luz de compromiso de acción.
Como se suele decir, el movimiento se demuestra andando.
Juvenal, vd. no sabe lo que ganaba un profesor de instituto en los años 30; ni sabe lo que era una farmacia de pueblo antes de que existiera la Seguridad Social. Ni sabe, por supuesto, cuántos ni cómo vivíamos en mi casa. Pero opina y da pataditas en la espinilla. Si eso le divierte pues bien. Le digo que en mi familia vivíamos sobriamente, estrechamente, y honestamente. Y doy gracias a Dios por ello. Si en su pueblo no había ricos, pues mejor. Pero eso no creo que sea mérito suyo ni demérito mío. O sí?
Camino, es verdad que S. Antonio M. Claret es poco conocido y poco reconocido en España. Un gran santo renovador, apostol de la palabra hablada y escrita, misionero cien por cien, gran iniciador de la Iglesia del siglo XX. Existen biografías y existe una Autobiografía preciosa.
Efeso, no alabamos la democracia liberal. Pedimos simplemente a todos los regímenes posibles que respeten los derechos de la persona, que respeten y favorezcan el cumplimiento de la ley natural, que repriman o por lo menos no favorezcan lo que es contrario a la misma.
Esa tendencia a la autoadoración, que es verdadera en nuestro caso, no depende de la democracia sino de la ideología de quienes la viven la dirigen, la apoyan, o mejor, apoyan a esos partidos portadores de tales ideologías. La democracia es sólo un sistema de gobierno. No es un sistema ideológico. Es como el arroz, sabe a lo que le añaden. Aquí lo que le añaden es la ideología del antropocentrismo, de la libertad ilimitada, del secularismo. Pero los católicos podríamos haber hecho que fuera de otra manera, que tuviera otro sabor. Y si alguien lee honestamente los documentos de los Obispos desde 1970 verá que esto está dicho hasta la saciedad. Una sociedad está sin Dios cuando los ciudadanos vivimos sin Dios o actuamos como si no creyéramos en Dios y como si no fuesemos miembros de la Iglesia, ni tuvieramos que valorar las propuestas teniendo en cuenta los criterios morales de nuestra fe.
JuanP. Cierto podríamos predicar mejor. Pero si los curas lo hacemos mal, por qué Vd. no coge un libro y se forma y actúa. Si ya lo hace lo felicito. Pero no vale refugiarse en el recurso de echar la culpa a los demás, o excusarse con los defectos de los demás. En la vida profesional no hacemos eso, por qué lo hacemos con tanta frecuencia para quitarnos de encima nuestras responsabilidades personales en materia de religión? Aparte de que si en un lugar lo hacen mal, nadie nos impide ir a otro sitio donde lo hagan mejor. Ya digo que a lo mejor está haciendo todo esto perfectamente bien.
Antonio, casi mismo que le digo a JuanP, yo no se si en tu parroquia predican contra el aborto, pero escritos hay muchísimos, yo desde luego si he predicado muchas veces. Pero digo lo mismo, por qué no pones en marcha esas buenas ideas? Y si lo estás haciendo, pues de maravilla. Hay grupos que lo están haciendo, ahí está la misión joven de Madrid, y las actividades de muchos pequeños grupos que están actuando sin hacer ruido. Estais de verdad metidos en las parroquias y en los grupos más activos de la Iglesia? Por que no los buscais? Que no, que la Iglesia no se acaba, vive más de lo que pensais y además detras de nosotros está el Señor resucitado y el espíritu Santo, que son quienes de verdad la sostienen y la impulsan.
Jenny, "resentido" no es insulto es un adjetivo descriptivo, y nada más. ¿Quien te ha dicho que no nos preguntamos el origen de ese resentimiento? Yo me lo pregunto constantemente. Que manía de juzgar mal a los demás!
Gracias Secolar.
Aostias. Aparte del mal gusto de la denominación, el contenido no es mucho mejor. Seguramente si lo hubiera releido hubiera corregido mas de una cosa. Vale.
María, hace tiempo que le estamos dando vueltas a la pastoral de conversión. Sí, es un tema urgente. Se hace muy dificil romper las rutinas y encontrar los modos prácticos y realistas de hacerlo. Pero hay que insistir. Ese cambio es urgente, imprescindible. Mejor escríbame, Casa Diocesana de Espiritualidad, Camino de los Almendrales, 2; 29013 MALAGA.
Desde Sevilla, por supuesto el Camino Neocatecumenal, como dice el nombre se basa en un Catecumenado seguido intensamente en busca de una conversión personal profunda. Muy recomendable. Y hay otros catecumenados y otros métodos. En general todos los Movimientos, la Acción católica, tienen un proceso catecumenal de formacion y conversión. Pero algunos hablan sin haberse molestado en buscar.
Silveri, gracias. La confesión es un momento en el proceso, importante, necesario, pero hay que comenzar por avivar la fe, el arrepentimiento, el deseo de renacer... Es necesario orar, pedir, preparar el corazón, Tambien es verdad que el sacramento ayuda y aun produce esos mismos sentimientos.
Billot, bueno, lo de siempre, se puede hacer más, tenemos que hacer más, pero no podemos negar lo que entre todos estamos haciendo, lo que están haciendo algunas personas, con los cuales a lo mejor no colaboramos ni mucho ni poco. Cada Iglesia tiene sus luces y sus sombras. A mi me gusta más y mas parece más madura la actitud de quienes se piden cuentas a sí mismos,
unocualquiera, es evidente que una sociedad sin Dios, va a la deriva y a la destruccion y a la perdición. De nosotros depende que esta sociedad no se quede nunca sin Dios, presencia, testimonio, vida, acciones, escritos. El respeto a la ley de Dios por parte del Estado lo tiene que exigir la sociedad, las personas, los ciudadanos, con sus requerimientos, con sus críticas, con sus votos. Eso es lo que nos falta. Los católicos tenemos que aprender a exigir a nuestros políticos que actúen como a nosotros nos parece justo, pero para eso hace falta que, antes, los católicos de nombre pasen a ser católicos de verdad. Ese es el primer trabajo, el más urgente. Porque la religión nunca vendrá por obra de la política, de ninguna política. El orden correcto es que los ciudadanos crean de verdad y con eficacia por obra de la Iglesia, de la Palabra de Dios recibida y meditada, de los sacramentos, y que los ciudadanos creyentes hagan unas instituciones y exijan a sus representantes que respeten sus convicciones. Pero antes hay que tenerlas, y apreciarlas! Aun así no perdamos la esperanza. Dios se hace presente en el corazón de los hombres sin que lo puedan remediar. La pregunta, la preocupacion por Dios es connatural, imborrable, inevitable. La necesidad de vivir en relación con Dios está inscrita en nuestro ser. No es un tema de Iglesia. Es una cuestión de humanidad.
Saludos amigos. Dios con todos.
Soy un joven malagueño inmerso en un proceso de catequesis de adultos con claves vicencianas. Llevo pocos años en el itinerario pero veo que me hace bien y a quienes continúan y a sus semejantes también.
Veo en la sociedad, además de resentimiento, desconfianza ante lo católico.
Veo entre los católicos, además de comodidad, falta de conversión.
Podemos ir a misa toda la vida y escuchar las mismas lecturas cada 3 años, que no cala, ¿quién está realmente dispuesto a dejarse traspasar por el mensaje del Evangelio?
Un saludo
San Agustín nació en una familia acomodada. Y su madre era tan santa que su santidad concibió, por medio de las oraciones y las lágrimas por su hijo, a uno de los más grandes santos de la historia. En fin....
(N. de M. Efectivamente, todo lo que se salta las normas de los blogs y de la educación mínima. A la próxima intervención similar será censurado del todo. Lea lo que le respondió Mons. Sebastián)
"Hay otra forma de tentación, incluso más llena de peligro. Es el mal de la curiosidad. Esto es lo que nos lleva a probar y descubrir los secretos de la naturaleza, aquellos secretos que están más alla de nuestro entendimiento, que no nos sirven para nada y que el hombre no debería desear aprender"
Coincido en la impresión de que una gran parte de la sociedad está resentida contra la Iglesia.
Pero aparte de preguntarse por qué, ¿se lo ha conseguido contestar? Es que sin esa respuesta no veo cómo se pueden encontrar soluciones.
Creo que interpretas los datos históricos, las ideas de cualquier tiempo, etc.. como si fueran artículos de opinión escritos hoy; y las formas de vida de ayer como si fueran las de hoy. Vamos, que así no vas a ninguna parte, te recuerdo la linealidad de la historia, así como el peligro de descontextualizar las ideas para favorecer el propio pensamiento sobre una cosa, que suele ser súbdito de alguna ideología.
Monseñor, fenomenal su artículo, creo que todo va por donde eusted dice, además me parece que no podemos perder la esperanza y una de las formas de no perderla es no criticar a todos por lo que que hacen y pensar que nosotros mismos podemos estar llamados a formar parte de la solución, y de echo lo estamos. Cristo nos pide hoy más fuerza, más entrega, más trabajo. La Europa del siglo XXI no se puede quedar sin Dios, y en nuestra mano está. La historia nos juzgará a toda la generación por esto, no a unos o a otros a los que nuestra inamovilidad, pocas ganas y temor nos hagan criticarles y culparlos de todo, así es que pongámonos manos a la obra.
Muchas gracias por sus reflexiones, hacen pensar y dan ánimo, siga así.
¿Y tu me acusas de eso?, pero si es la ICAR la que interpreta textos antiguos como si hubiesen sido escritos hoy
Un abrazo.
Haríamos muy bien en preguntarnos por el origen –orígenes- de tanto resentimiento, entre otras cosas para distinguir sus clases, porque si puede haber resentimiento justificado -dentro de una proporción- otros o no tienen justificación o simplemente se utilizan para la agresión al mensaje evangélico vía errores de la Iglesia. “Yo creo en Dios pero no en los curas” se puede entender pero querer “matar” a Dios es otra ocurrencia muy diferente y nada inocente.
Que en definitiva es lo que pretenden aquellos para los que la Iglesia es un estorbo, y so pretexto de denuncia de abusos reales o pretendidos o de presuntos privilegios en realidad van contra la ética cristiana y en esencia contra la moral natural que niegan, relativistas que no asumen que la Iglesia tiene como misión la formación moral y en un mundo libre el Estado o una ideología lo tienen muy restringido o incluso vetado, según qué. Lo deberían tener.
No muy lejos andan determinados creyentes –“feligrosos” los llaman algunos-, para los que la Iglesia, ésta, es inservible y hace falta otra, una a su medida porque la que hay no se ajusta a sus pretensiones, tanto “progres” –los más y más combativos- como “regres”, supongo que por una indigestión de ideología, sectarismo o fanatismo y... soberbia.
Soberbia. Nunca entendí y siempre me intrigó el pecado contra el Espíritu, ¡sin perdón!... Monseñor, si no le importuna mi pregunta, ¿qué puede haber de ello?
No obstante, ya sabe usted también, Padre, que una de las obras espirituales de Misericordia es sacar del error, corregir el error, eso Nuestro Señor se pasó la vida haciéndolo...y humilde pero valientemente le digo que la Iglesia debería organizar la evangelización desde la cúpula hasta los laicos para que éstos encuentren en su parroquia material, formación y procedimiento continuo para evangelizar. Es mi humilde opinión, tal vez detrás de mí no está el Señor o el Espíritu Santo, no es raro, pues tampoco está en algunos católicos en las Vascongadas, por poner sólo un ejemplo para que quien tenga entendimiento que discurra. Esto es la prueba de que el Espíritu del Señor está sosteniendo a la Iglesia sólo como institución, pero que es cada uno de nosotros de manera individual el que con sus obras, actitudes y palabras debe buscar el hacer la voluntad de Dios para que el Espíritu del Señor no se aleje de él. Porque pudiéramos caer en la idea de que por ser laico católico, o sacerdote, o obispo, o cardenal...tenemos un seguro de vida-Espíritu Santo...y lo que tendríamos asegurado con eso es, precisamente, lo contrario.
PD: por cierto, Padre, a veces me pregunto si esos tratamientos de Monseñor e Ilustrísima a personas humildes no les incomodan un poco.
Un sincero abrazo en el Señor.
Antonio.
Bueno, y vamos a vuestros comentarios.
Raffaelo, bienvenido. Ayúdanos a ver con claridad por dónde tenemos que avanzar.
Juvenal, censurar a S. Agustín de ignorante y de oscurantista es una audacia desmesurada. Aparte de su valor como doctor cristiano, es uno de los maestros de la cultura de occidente. Por qué no hace honor a su homónimo? Juvenal fue satírico, pero tiene frases hermosas llenas de humanidad "nunca es largo el camino de la casa de un amigo", por ejemplo. Y también dice que "el peor castigo de nuestras maldades es el juicio de nuestra propia conciencia"
Bueno, lo de Rodrigo es una inyección de aliento y una lección de humildad. Ignorancia, mala fe, abyecta cobardía... ¿alguien da más? Aqui vale por lo menos en parte aquello de "todo es del color del cristal con que se mira" Ni la Iglesia española está en estado comatoso, ni los Obispos somo tan necios y tan malvados. Menos mal que Dios nuestro Señor será un poco más compasivo y misericordioso. De todos modos esperamos la solución de su sabiduría y de su diligencia.
Camino, yo no creo haber dicho que TODOS los grupos de AC hayan llevado bien las cosas, etc.etc. Veo que está bien enterada de las vicisitudes y problemas de Accion Católica, en años pasados, y que duran todavía en algunas partes. Pero también es verdad que hay nuevos grupos que han dejado atrás todos aquellos problemas, que viven piadosamente y apostólicamente, y que siguen procesos de catecumenado muy serios y muy bien hechos que yo conozco bastante bien y he visto de cerca cómo se han ido preparando y poniendo en práctica. Y fuera de la AC muchos otros grupos parroquiales y de movimientos. A estos grupos renovados y renacidos por la gracia de Dios es a donde hay que acudir y donde hay que empujar, en vez de tantas críticas y tantas lamentaciones. No le parece?
Pasquino, está bien analizar y clarificar las cosas, tenemos que saber dónde estamos y que es lo que pasa a nuestro alrededor. Pero al final, lo que cuenta es la decisión de cada uno. Todo es muy sencillo, basta ponerse en la presencia de Dios y preguntarse como San Pablo, como todos los santos lo han hecho, "Señor, qué quieres de mí". Y ponerse en la actitud de María, de la Iglesia fiel, de los santos, hasta donde podamos, "Hagase en mi segun tu palabra". Y dejarse llevar por El hasta el final. Si unos cuantos lo hiciéramos así se iba a notar enseguida.
Lo del pecado contra el Espíritu Santo es una cuestión dificil, profunda. Hay muchas interpretaciones. Yo lo entiendo así: el pecado contra el Espíritu Santo es cuando una persona que no quiere obedecer a Dios, que se defiende contra la llamada de Dios, interpreta las llamadas y los signos de Dios (la presencia y la acción del Espíritu Santo) como cosas malas, como cosas del demonio. En el contexto se ve que Jesús parece referirse a quienes consideran obras del demonio las obras y los signos de la presencia de Dios, sus palabras y sus milagros. En la vida moderna puede verse en la perversión de algunos que interpretan como ambición, altivez, protagonismos orgullosos y anacrónicos, la fidelidad de la Iglesia y de los cristianos a la doctrina de Jesús, las mismas obras de misericordia, etc. A veces se interpreta como falta de humanidad y de misericordia, por ejemplo, la condena del aborto o de la eutanasia... O se ve como estupidez aceptar los hijos con generosidad. Confundir el bien con el mal y el mal con el bien. Considerar obra del diablo lo que es obra de Dios.
Antonio García, no sé muy bien si hablas muy en serio o con cierta retranca. Como gustes. Te digo, no creo ser muy humilde, pero los tratamientos me importan bastnte poco. Si me los dan pienso que es una muestra de respeto hacia la representación que tengo como sacerdote, como Obispo. Pero yo, sé que por debajo de los cargos y de los tratamientos sigo siendo el mismo y bien poca cosa delante de Dios. Si no me los dan pues me quedo igual. Si te miras hacia dentro, y sobre todo si miras tu verdad delante de Dios, todas esas cosas quedan muy en segundo plano, y las vives con bastante sobriedad. Hay gente que disfruta abultando los tratamientos, y hay otros que presumen de transgredirlos. Es la feria del mundo.
Feliz fiesta y muchos saludos.
A mí también me duele la deserción de muchos cristianos. Y la falta de interés por la persona de Jesucristo. Coincido en que falta evangelización, en que se da importancia a tonterías y en que no hay diálogo con los no creyentes.
Coincido en la impresión de que una gran parte de la sociedad está resentida contra la Iglesia.
Pero aparte de preguntarse por qué, ¿se lo ha conseguido contestar? Es que sin esa respuesta no veo cómo se pueden encontrar soluciones.
PermaVínculo 14.08.08 @ 12:44
Hoy siento un gran amor por nuestra Bendita Madre y su Fruto Bendito, la que pisa la serpiente, que sigue visitándonos apareciéndose siempre a los más humildes y sencillos...Me gustaría que la Iglesia acabara aprobando Garabandal porque eso significaría que el Aviso de Dios se ha dado y que todo el mundo tendrá una oportunidad inigualable de conversión. Y, si no, pues que sea tu voluntad, Señor. Porque sólo tú eres Santo y sólo tú sabes lo que nos conviene.
Gracias dulce María, Gracias buen Jesús. Y gracias a todos los que, con sus defectos y debilidades humanas, se esfuerzan por imitarlos. Gracias a todos los pastores de nuestra Iglesia por entregar su vida en este servicio.
Ahora que Monseñor tiene razón, hoy por hoy tenemos grupos renovados de catequesis y formación de Acción Católica que están volviendo a ser lo que la Iglesia quiso: lo que está en el número 20 de la Apostolicam Actuositatem del Concilio Vaticano.
Y también hay grupos parroquiales, y comunidades neocatecumenales, y formación muy buena en las asociaciones y movimientos católicos fieles a la Iglesia y los pastores, que ponen en práctica también lo que la Apostolicam Actuositatem, o la Cristifideles Laici recomienda. Bueno, es que yo creo que no nos dejará el Señor de su mano, como lo prometió a sus discípulos y la Virgen en el Pilar a Santiago. Con tal de que que no nos quedemos en alabarnos a nosotros mismos, sino que seamos sal y luz en donde estemos (a pesar de nuestras limitaciones, defectos y pecados).
Monseñor, a mí lo del resentimiento me parece más bien obra del demonio, que actúa de forma muy astuta. Ante tantas cosas buenas a los hombres de buena voluntad, muchos consiguen hacer ver de la Iglesia, no ya lo malo, sino lo que se inventan de la misma. Nos acusan de mil cosas sobretodo con ignorancia. Una de las acusaciones que me parece "muy bien montada" con el paso de los años, y que provoca resentimiento, es hacer ver que la negativa a la permisión del uso de anticonceptivos por parte de la Iglesia provoca el SIDA y embarazos indeseados. Y lo dicen como si las personas que tienen estos embarazos y los contagios de SIDA no usaran el preservativo porque siguen al pie de la letra los consejos de la Iglesia. Lo dicen como si una chica que aborta no se hubiera puesto el preservativo "porque lo dice el Papa". La verdad, no creo que haya ningún caso así.
Cosas como estas, mentiras bien montadas, crean mal estar hacia la Iglesia sobretodo a los no católicos, a los que no les importa pnerse un preservativo, etc. Vamos, que el demonio es muy astuto.
Un abrazo
¿Quién soy yo para recibir esta petición? ¿Quién soy yo para dar consejos?
Es cierto que la Buena Noticia cuando se descubre en uno mismo no se debe dejar bajo el celemín, más bien, desde el interior brota la necesidad de darla a conocer.
En mi limitada vivencia de 30 años puedo decir que cada uno ve la iglesia como la vive o la ha vivido.
Hay gente que culpa a la Iglesia por su vivencia personal, el caso de mi padre y no le faltan motivos. Desde su vivencia, no le puedo pedir que piense y sienta distinto de como lo hace. Quizá desde ahí comenzaría el diálogo con los no creyentes, Asun.
He participado en distintos ámbitos eclesiales y sensibilidades diferentes: diocesana, vicenciana, jesuita, lasaliana, salesiana, claretiana y otras más.
En ocasiones me dicen lo bueno y necesario que ven que jóvenes como yo estén en la Iglesia. Entonces pienso que si no fuese por la labor de personas de otras generaciones la Iglesia no podría dejar huella y los jóvenes, aunque masivamente no se vean ahí están.
Pero para ver la Iglesia tengo que entrar en la iglesia y no puede ver lo mismo quien está un rato en la misa dominical que quien colabora con Cáritas, está en el Consejo Parroquial, es catequista... No pueden ver lo mismo. No estoy culpando estoy diciendo algo obvio que al expresarlo pueda hacernos conscientes de que así sucede.
Es más quien entre en más iglesias, colegios, movimientos, asociaciones, grupos, cofradías...posiblemente recoja una información más variada. Y no digamos quien conozca otras ciudades o países.
Soy de la opinión de Monseñor Sebastián, cada uno ha de escuchar la llamada del Señor. No todo el mundo vive en una ciudad donde existe multitud de iniciativas eclesiales que elegir, ni está preparado para iniciar andaduras de cualquier tipo. Ni todo el mundo dispone de tiempo o está dispuesto a arriesgarse a entrar en "estos temas".
En quienes hemos iniciado esta andadura hace años recae la responsabilidad de apoyar a quienes andan más débiles, pues no todo el mundo se ha fortalecido con la palabra de Dios en la manera que lo permite un proceso catecumenal. En esto vuelvo a dar la razón a Monseñor Sebastián.
Un abrazo y perdón por lo extenso de mi comentario.
Para mi lo fundamental es que a nadie se le pide que crea en nosotros, les pedimos que crean en Jesucristo, en la santa Trinbidad, y en lo que tiene la Iglesia de medio de salvación, ¿que razones hay para ir contra todo eso? Las quejas contra la Iglesia son muchas veces excusas, descargas de la mala conciencia. No digo que no demos razones para ser criticados, pero eso no invalida las verdaderas razones para creer. Y yo creo que más que excusarnos y atormentarnos, lo que hay que hacer es ofrecer cada vez mejor la verdad de Jesús. Para que todos puedan creer, si quieren, y el que no quiera, pues él verá. Porque en definitiva nadie puede eliminar ni suplir la libertad de cada uno.
Antonio, perdona si te interpreté mal. Enhorabuena por esos sentimientos. Muchas veces he pensado que a nuestra tarea pastoral, de evangelización, le falta más aliciente de misericordia, de atención directa a los que sufren, los enfermos, los abandonados. Se hacen muchas cosas, pero tendríamos que hacer más, de manera más directa, más compasiva. Nos hacen falta más Teresas de Calcuta, más Juanes de Dios, pero ahora y aquí. En definitiva, que necesitamos más santos para convencer a este mundo nuestro de la verdad y de la cercanía del amor de Dios.
Perote, Gracias a Dios hay muchas cosas y muchas personas buenas en nuestra Iglesia. Hay que animar a la gente a que busque y se apunte en donde le parezca mejor, pero que se moje en algo.
Pedro, del todo de acuerdo.
Alberto, es verdad que hay muchas mentiras muy bien montadas y mantenidas durante mucho tiempo que la gente ha ido asimilando. No vamos a decir que no tenemos nosotros nuestras culpas, pero yo insisto, La persona de Jesús siempre es digna de fe a pesar de nuestros pecados. Y si vamos a contar, son muchos los cristianos buenos que sin hacer ruido hacen mucho bien y sostienen el mundo con su honradez, su generosidad, su fidelidad.
Raffaelo, nos has dicho muchas cosas buenas, Claro que sí, hay que meterse y vivir la Iglesia por dentro. Conocemos sus fallos, que son nuestros fallos, pero conocemos también muchos buenos ejemplos que nos animan y nos hacen mucho bien.
Feliz domingo.
Don Fernando, me ha encantado la entrevista. Muchas gracias.
Para este nuevo curso, me apunto en mi parroquia a dar catequesis. Su post ha sido el empujón que me faltaba.
Por cierto, tenemos la suerte de contar estos días con un cura claretiano navarro que sustituye a nuestro párroco (¡estupendo párroco!) durante sus vacaciones. Mis hijos están encantados con sus homilías. Dicen que les gustan tanto como las de los curas de la Obra.
La Iglesia tiene tantas cosas buenas, que he decidido dedicarme a conocerlas y a vivirlas. Luego, si me queda tiempo, ya me ocuparé de los fallos. :-)
Un fuerte abrazo.
Muchas gracias también a Rafaello.
Cuando dices que comprendes que a tu padre, desde su vivencia personal, no le faltan motivos, y por ahí debería empezar el diálogo con los no creyentes, me das una pista: la comprensión.
Lo malo es que lo comprendo demasiado, tanto que a veces les doy la razón y me parece que les han cargado cruces excesivas y absurdas que hacen innecesariamente desgraciadas a las personas.
Paz y bien.
Coincido con usted en los retos de la Iglesia actual, y habla de la preocupación por los jóvenes. Tengo ya treinta años y bastantes de ellos llevo "bregando" en parroquia, en grupos y hasta en algunas coordinadora diocesana de juventud,... pero estoy a punto de rendirme.
La parte de la Iglesia que se encarga de su gobierno no piensa EN los jóvenes, sino POR -en lugar de- los jóvenes, y claro, así es difícil que los jóvenes, sin sentirse "protagonistas" de su historia, sigan con ilusión el camino. Es complicado que una pastoral juvenil funcione si no se tiene en cuenta las inquietudes y problemas de los chavales de 15, 18 o 20 años. Es difícil que los jóvenes vean la Fe como algo ilusionante si los domingos se ven rodeados de personas de maś de 60 años, que cantan con cara de tristeza aquello de "vienen con alegría".
Por otro lado, y afectando más a los adultos, creo que los pastores de la iglesia están "apuntando" en la dirección equivocada. Me explico.. Continuamente en los medios salen declaraciones, cartas y escritos sobre temas de actualidad que, si bien tienen su importancia, no son, a mi modo de ver, fundamentales. Por ejemplo, se han hecho/apoyado manifestaciones por el uso en una ley de una palabra ("matrimonio") o por una asignatura en el colegio (EPC) y sin embargo seguimos impasibles y mudos ante el tráfico de personas en África, las guerras más o menos encubiertas a lo largo del mundo o en el interior de las casas, la soledad de los mayores, la malcrianza de los hijos... ¿No será que estamos pasando de largo al ver al herido al borde del camino? ¿Es posible que estemos poniendo al hombre al servicio del sábado?
Esta actitud interpela a mucha gente, a quien le ilusionan lass Bienaventuranzas pero echa para atrás el derecho Canónico...
xx tiene un proyecto constitucionalista, democrática, coherente y sin complejos que defiende la vida, la familia, la libertad y nuestras raíces. ¿A que estamos esperando? Los medios no nos ayudan, más bien apoyan a xx pero daremos una sorpresa.
(N. de M. Ronald, no es correcto utilizar el blog exclusivamente para meter propaganda de AES y de su propio blog, lea lo que le explica Mons. Sebastián)
Asun, también me alegro. Jesús condenaba a los sacerdotes levíticos de su tiempo, porque cargaban grandes cargas sobre los hombros de los fieles y luego ellos no movían un dedo para cumplirlas. Que no merezcamos nunca esa crítica, puede valer igual para sacerdotes que para fieles. El fariseísmo es un vicio que nos acecha a todos.
Ana, que sí, que hay muchas cosas buenas, vamos a vivirlas, cada uno lo que pueda y lo que el Señor le pida. Con ganas, con tiempo, con dedicación.
Javier, enhorabuena por ese trabajo, pero eso de tirar la toalla no está bien. Tenemos que pensar que nuestra "deuda", nuestro compromiso es con el Señor, y El se lo merece todo y siempre, nunca le podemos decir "basta", ese día comenzaríamos a ser infieles y desagradecidos. Eso es fundamental en una vida cristiana adulta y seria. Trabajar por el Señor, apoyarse en El, relacionarse con Él, no depender del entorno, que sea El de verdad nuestra tierra firme. Y eso es fundamental también en cualquier pastoral, también en la pastoral juvenil. Es verdad que hay que saber interesarse por ellos, por sus cosas y dejarles que se expresen y hagan cosas. Pero, primero, para eso estais vosotros, los monitores, los más cercanos, vosotros teneis que ser la Iglesia que esté cerca de ellos. No espereis a que vaya el Obispo, sed vosotros esa Iglesia que ellos necesitan. Y el Obispo, o el cura, ya irá cuando pueda y si no lo llevais vosotros.
Pero sobre todo, enseñadles a creer en Jesucristo, a amar el mensaje, la obra, la Iglesia de Jesús, y a poner la vida en la OBRA DE JESUS, con gente y sin gente, con viejos y sin viejos. Si creen de verdad en Jesús, si viven con El, si han llegado a descubrir el misterio de salvacion que es su Iglesia, mirarán con gratitud y ternura a los ancianos que van a la Iglesia. Si necesitan muchas contemplaciones para ir ellos a la Iglesia es que no han descubierto de verdad la grandeza de Jesús, no le han entregado su corazón. Bueno, me ha salido una arenga, pero es lo que pienso de verdad. Un gran saludo.
Ronald, yo no puedo, no quiero hacer propaganda de nadie, pero llevo años diciendo que los cristianos tenemos que tener una presencia política que nos permita votar con cierta comodidad y que defienda de verdad nuestros puntos de vista morales en la contienda politica. Nadie nos puede negar ese derecho. Dos cosas son necesarias, claridad y firmeza en los principios y en las cuestiones fundamentales; y también habilidad para convencer, para interpretar a la gente, para ganar apoyos, porque a la política se va a ganar, no de cualquier manera, por supuesto, siempre con honradez, aunque traiga complicaciones, pero a ganar.
Muchos saludos. Dios os bendiga.
¿Molestan? ¿Las personas de 60 años cantan con tristeza los domingos en la iglesia? Me niego a creerlo. No discriminemos por la edad ni creemos tópicos injustos contra los mayores. Hay más alegría, más vida, más inteligencia en muchos cristianos de 60 o de 79 años que en chavales de 15 o 18. Precisamente el protagonismo de la vida de los chicos de 16 será más verdadero si siguen a Jesús, que es la Vida. Cuando tantos peligros tiene un adolescente dentro y fuera de él, si nos preocupamos porque los adultos compartan la Misa con ellos, los primeros que fallamos somos nosotros.
Saludos.
Comentario de: Javier:
¿Podría enunciar los principios o normas de esa supuesta ley natural? Porque toda ley es un artefacto humano y Vd. pretende que la llamada "natural" tiene un origen previo al hombre, al que trasciende. Supongo que en su opinión será Dios (por cierto, ¿qué dios?) el que la ha promulgado; sin embargo a poco que uno se interese por la sociología y la antropología se observa tal disparidad de conductas y normas en las sociedades humanas que no se encuentra por ningún lado un corpus jurídico o metajurídico homogéneo. Así que lo dicho, ¿podría enumerar, al menos, los valores que informan la ley natural? Gracias.
PermaVínculo 18.08.08 @ 19:02
Comentario de: Javier
Sólo dos apuntes a su ¿respuesta? a mi entrada anterior. Uno: si la ley natural es una emanación del Dios cristiano no sé muy bien en qué situación queda el 85 por ciento de la población mundial que no profesa este credo. Dos: como me temía no ha contestado a mi pregunta, se ha limitado a copiar una serie de frases más bien huecas y presentarlas como argumentos de autoridad. Así es imposible debatir. ¿Tánto le cuesta formular las normas que compondrían ese ente fantasmagórico al que llama ley natural? Sospecho que no se atreve a expresar principios claros, como la defensa de la vida humana o de la propiedad privada, o la protección de los menores, o la aceptación de la democracia, entre otros muchos, porque sabe positivamente que todos ellos están y han estado sometidos a lo largo de la historia a tal cúmulo de restricciones, excepciones y matizaciones, cuando no han sido absolutamente conculcados, que los invalidarían como ejemplos. Y confío en que la ley natural no sea finalmente aquello que la jerarquía eclesial juzga como tal en cada momento, pues más de uno descubriría con sobresalto que forman parte del derecho natural asuntos como la esclavitud, la subordinación de la mujer o la persecución cruenta del discrepante.
PermaVínculo 19.08.08 @ 00:52
Hay que hacer el bien y evitar el mal. Por ejemplo. Es bueno decir lo que es verdadero, es malo decir la mentira como si fuera verdad. Es bueno respetar los bienes del prójimo, es malo robar, maltratar, engañar, etc. Y así otras muchas cosas que constituyen la trama fundamental de la conciencia moral. Evidente que hay transgresiones, pero cuando obramos mal, sabemos que estamos actuando mal. Y a lo largo de la historia hay tambien oscurecimientos, deformaciones, todo en la vida cultural del hombre es histórico, se logra poco a poco, con errores y regresiones, pero hay un proceso generalizado y convergente contra el cual las leyes humanas y los parlamentos pueden poco y son de poca importancia, aunque en un momento dado parezca que lo dominan todo.
Sobre el comentario de Pedro, daría para un artículo o una serie de artículos. Ojalá alguno de los bloggers tenga esa inspiración. De momento hoy leí el de Bruno, sobre lo de que no sobra nadie en la Iglesia. Más concretamente, sobre los católicos de edades variadas, a mí me hace mucho bien pasar ratos largos en los rosarios de las parroquias de antes de misa, en las vigilias especiales de la Adoración Nocturna, en las misas en la Catedral cuando hay ordenaciones o el día del Corpus, en los encuentros con el Papa y no digamos en los lugares de peregrinación como la ermita de mi pueblo, Zaragoza, Montserrat, Lourdes o Roma. Ahí se junta -nos juntamos- gente de toda condición, raza, lengua, pueblo y edad. En la liturgia solemne o en las devociones sencillas, que son lo más parecido a la vida en el Cielo, estamos todos unidos a Cristo, la cabeza de su cuerpo, que es la Iglesia, y por lo mismo estamos muy unidos unidos entre nosotros.
Tan sólo hay que analizar el estilo de escritura para ver que no tenemos la misma forma de expresarnos...
Precisamente ahí está el problema, en que no nos ponemos en el lugar del otro -y esto vale para cualquier ámbito de la vida- y creemos que tal y como lo vemos nosotros, con 30-40-50 años es lo correcto.
Por supuesto que hay ancianos alegres, como jóvenes tristes, pero es la minoría...
Falta la generación de "enganche". Estaría bien realizar un estudio demográfico fideligno de la asistencia a la Eucaristía, las edades y sexo, y cuántas de esas personas participan activamente en la parroquia. Hay un salto generacional inmenso... y los más jóvenes pierden la referencia de los que son un poco mayores que ellos,y lo que ven es poco esperanzador: "con ir a misa es suficiente".
Es buena idea recuperar el catecumenado a nivel general en las parroquias, donde, por cierto, cada vez es más difícil encontrar catecumenado específico para adultos. Parece que las catequesis están sólo para preparar sacramentos (comunion, confirmación y matrimonio) pero no hay estructuras parroquiales para que los adultos sigan "formando" y "formándose en" comunidad.
(N. de M. La opinión de Louis Billot a está expresada en varios comentarios; se ha autoexcluido con los dos últimos, que han sido eliminados por incumplir gravemente las normas del blog)
A Asun, Gracias reciba usted.
Mi padre va a misa, a veces, para acompañar a mi madre. Quizás nunca llegue a ser un feligrés ejemplar pero tiene un corazón grande. Lo digo por lo poco que le conozco.
En cuanto a lo de la cruz que haya cargado mi padre te puedo decir que posiblemente yo me sintiera igual si hubiese trabajado en un banco y hubiese tenido acceso a información de ahorradores del alto clero. Ahora bien, mi padre es capaz de reconocer la labor de un sacerdote obrero que conocío siendo joven en su pueblo.
Francisco de Asís también nos estará animando desde donde esté a mirar con una mirada nueva.
Ana, me sorprende y me alegra que sea edificante algo de lo que escriba en este medio.
Bendiciones para tí, Ana y para D. Fernando que posibilita y se interesa por quienes participamos en este medio.
Esta es la nueva evangelización, amar como Dios nos ha amado.
Ana, gracias por tu comentario. Pero no es que yo piense que la Iglesia tiene "algo" bueno, es que pienso que tiene tantas cosas buenas, y presta tantas posibilidades para hacer el bien, que sólo una vida no va ser suficiente.
En cuanto a la gente mayor que asiste a Misa, yo veo almas preparándose para ir al Cielo. Y me encanta.
De todas formas, estoy de acuerdo con Javier en que la "generación de enganche", a la que pertenezco, nos hemos aburguesado de un modo tremendo, y que la situación actual de la Iglesia es más responsabilidad nuestra que de los curas.
En cuanto a la alternativa EpC/gaymonio versus hambre en el mundo/guerra/etc, creo que una cosa no quita la otra. Todas ellas son formas de injusticia. Y personalmente agradezco el apoyo que ha prestado la Iglesia a padres objetores como yo.
El hambre en el mundo es ealgo muy injusto y que tendrían que solucionar de una vez porque se puede hacer un reparto más equitativo de las riquezas y se puede invertir en esos paises para que sólo tenga que venir el que quiera y no haya más explotados por mafiosos jugandose el tipo y perdiendo a su familia y ahorros pero no veo ninguna incompatibilidad en que tu hagas todo lo posible por ejercer tus derechos para educar a tus hijos en criterios morales, eso sólo lo podeis hacer los padres y no se porque lo mezclan. Mucho ánimo a todos los padres objetores y enhorabuena
decis cosas hermosas y muy razonables.
Javier, insisto en lo que ya han señalado algunos. Es verdad que hay que meterse en la piel de los chicos, pero también es verdad que una buena pastoral juvenil no debe enredarse mucho en las cuestiones psicológicas o sociológicas, sino tratar de que se encuentren personalmente con Jesucristo vivo como centro y como ideal real y práctico de su vida. Cuando este enganche se produce, los chicos entienden muchas cosas y son capaces de muchas cosas y viven a gusto en la Iglesia y no se aburren rezando el rosario. A mi me da miedo esa educación, en casa como en la parroquia, llena de consideraciones y de atenciones que no exige a los jóvenes algo más de lo que reciben. No crees que los estamos maleducando con tantas consideraciones y tantas blanduras? Necesitamos cristianos duros, fuertes, sólidos, con convicciones claras y firmes. Estoy seguro de que los jóvenes también son capaces de vivir contentos en esta Iglesia, con sus defectos, si ven en primera linea a Jesucristo, no a los viejos que estan en el banco de al lado, que al fin y al cabo les estan el mejor ejemplo que pueden darles. Los cristianos "blanditos" no nos resuelven nada. No resistirán el cambate espiritual de la fe en nuestro mundo. No serán apostoles en el campo de la vida si no son amigos apasionados de Jesús, y si estan de verdad apasionados por Jesús no se andarán con esas triquiñuelas. Tienen que ser capaces de ayudar a los demás a creer sin tener dificultades en su fe personal ni necesitar muchas contemplaciones. Es verdad que escasean los catecumenados de adultos, pero yo he visto fracasar muchas convocatorias porque no se presentaba nadie. No siempre es culpa del cura. Hay mucho comodismo y mucha indiferencia.
unocualquiera. De acuerdo que el sindrome del péndulo nos influye en el proceso de descrisgtianización, pero bueno que Franco murio ya hace mas de treinta años. Ya va siendo hora de que seamos mayorcitos y actuemos por convicciones propias, no por reacciones sociológicas, yaes hora de que vivamos en relación con el mundo de ahora y no al mundo de hace treinta años. . Y luego hay otras muchas causas, culturales, sociales. Pero la causa ultima siempre es la propia libertad, el desinterés, la comodidad, la cobardía, la vanidad, las complicaciones interiores de cada uno. Creer, en buena parte, es querer. Porque la gracia de Dios no falta a nadie.
Que Dios os bendiga a todos.
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