Otra vez contra los crucifijos. ¿Vamos a renegar de todo lo bueno de nuestra civilización?
Quieren quitar los crucifijos de las escuelas, de todos los centros concertados, aunque sean católicos. El gobierno necesita los votos de la extrema izquierda y éstos le ponen su precio. El PSOE pasa por todo con tal de seguir mandando. El gran argumento es: el Estado español es laico y en donde se paga con dinero público no tiene que haber ningún signo religioso. Muy contundente, pero falso. El Estado paga para que los ciudadanos puedan vivir de acuerdo con sus conciencias. Eso es lo que dice la Constitución.
Los gobernantes no pueden imponer sus opiniones aprovechándose del dinero público. El dinero no es del Estado, es de los ciudadanos y para los ciudadanos. Los espacios públicos no son del Estado, son de los ciudadanos y tienen que reflejar los gustos y los deseos de los ciudadanos, no los de los gobernantes. Los padres católicos no deben permitir que se quiten los crucifijos ni de los centros concertados ni de los públicos. Los centros públicos no son del Estado, son de los ciudadanos, los pagan los ciudadanos y tienen que responder a los deseos de los ciudadanos.
Y si los alumnos son de varias religiones, lo justo es que cada grupo pueda poner sus signos, con paz, con respeto, con verdadera tolerancia y convivencia. Eso es lo civilizado, lo democrático, lo razonable. Lo otro es revanchismo, incultura, persecución cultural. ¿Por qué la voluntad de uno que no quiere el crucifijo se ha de imponer sobre la voluntad de muchos que sí lo queremos?
Esto sin entrar a analizar lo que el crucifijo significa. Ante todo es un símbolo religioso de primera categoría, significa el amor y el perdón de Dios, la esperanza de la salvación, la unidad y la paz para todos los pueblos. ¿A quién le puede molestar? Son ganas de fastidiar. A mi no me molesta ver la media luna donde haya un grupo de devotos musulmanes.
Por otra parte el crucifijo es el símbolo básico de la religión cristiana de la que ha nacido en gran parte la cultura europea, el conocimiento de la dignidad suprema de la persona humana, el concepto de libertad y de responsabilidad, la igualdad básica de varón y mujer, la estabilidad y fidelidad de la familia, la unidad de la humanidad y la igualdad de todos los pueblos, la esperanza de una historia abierta y progresista, la dignidad del trabajo humano, los valores morales de occidente, el perdón, la misericordia, el amor y la convivencia, la mayor parte del arte europeo, la pintura, la arquitectura, la música y tantas cosas más. ¿Vamos a renegar de todo lo que ha creado el cristianismo en la historia y en la vida de Europa y de España? Corrijamos los errores, de acuerdo, pero no destruyamos nuestra civilización.
Si nuestro gobierno termina aceptando e imponiendo esa consigna extranjera y sectaria –que se lo pensará–, manifestaría una increíble inmadurez cultural y una alarmante falta de patriotismo serio y profundo. Detrás de todo esto hay una negación del Cristianismo, una negación de la religión en general, y en el caso concreto de España un suicidio cultural e histórico.
Un pueblo que reniega de su historia no puede durar. Si en nuestra sociedad no nacen hijos y ahora negamos nuestra cultura y nuestra historia, tenemos los días contados. Esto tiene que cambiar. Alguien tiene que levantar otra bandera.
12 comentarios
Un pueblo que reniega de su historia no puede durar. Si en nuestra sociedad no nacen hijos y ahora negamos nuestra cultura y nuestra historia, tenemos los días contados.
No será porque no lo estamos avisando algunos. El problema es que eso lo verán nuestros nietos. El juicio que sobre esta generación van a realizar las venideras será durísimo. Como bien dice hoy monseñor Munilla en una entrevista concedida al Abc y que reproducimos en InfoCatólica:
"A la Iglesia no le importa desgastar su imagen en defensa de estos valores. No seríamos fieles a Cristo, si nos limitásemos a predicar los valores políticamente correctos, dejando en el olvido cuanto pudiera causarnos incomprensiones".
Si el Estado se declara aconfesional, pero respetuoso de la libertad religiosa en la vida pública, en los centros públicos debiera aceptar no sólo el crucifijo sino los símbolos de todas las confesiones que tienen reconocimiento jurídico estatal. Judíos y musulmanes podrán reclamar su inclusión...
Con todo respeto, el argumento histórico-cultural a favor del crucifijo tiene un muy relativo peso, y en definitiva los límites de una apologética de circunstancia. Antes de la llegada del cristianismo a Europa, había religiones paganas. ¿Habrá lugar en las aulas españolas para los dioses romanos? ¿Se volverán a enseñar los mitos celtas?
En mi humilde opinión, Monseñor, desde 1978 los católicos españoles entraron en una ensoñación de la que parece no quieren despertar. Se creyeron ese bonito catálogo de ilusiones elaborado por Maritain y otros... Pero los sueños, sueños son, y basta ver la involución legislativa española (y de otros países aconfesionales también) para darse cuenta de que el "Estado aconfesional, laico pero no laicista, que cumple la ley jurídica natural, etc." ¡no exsite!
Lo dijo Chesterton: quitad lo sobrenatural, y quedará lo antinatural... Cristo dejó de reinar sobre el Estado español: impera la contra-natura legalizada y financiada por el Estado.
Porque la ley natural será para todos, católicos y acatólicos, pero los Estados aconfesionales violan el orden jurídico natural de manera sistemática y creciente: divorcio, aborto, eutanasia, gay-monio, unión civil, educación sexual inmoral, inmoralidad pública agobiante, manipulación genética,etc.
¿Cuándo tomarán conciencia de que, como decía el Card. Pie, si Cristo no reina por los beneficios de su presencia lo hace por las calamidades de su ausencia?
Pide su bendición,
Pavel F.
Pienso que no podemos prescindir del símbolo de la Cruz pues independientemente de que uno sea creyente o no, forma parte de nuestras raíces que son judeocristianas y no podemos renunciar a ellas, es un despropósito de este gobierno y una forma sinsentido de enfrentar y crispar a la sociedad.
No sólo lo que usted dice bien dicho está, sino que añadiría que el crucifijo es más que un símbolo, pienso yo. COn el crucifijo se ahuyentan a los demonios, literalmente (más aún si está bendecido por un sacerdote), luego en todo caso es un símbolo efícacísimo. Yo pienso que se le puede llamar arma. En todo caso no es un símbolo cualquiera, sino que es EL símbolo, por excelencia.
Por otra parte, el Cristianismo no es nada sin Cristo, así como los valores del mismo son nada sin Cristo. Ya sé que es evidente, pero es que a mí cualquiera civilización Cristiana antigua o reciente sin Cristo me parece un arqueologismo.
Por otra parte, quizás quiera ser usted uno de los pastores que esté dispuesto a dar su vida, incluso con martirio de sangre, por "levantar otra bandera". Si es así, me pongo entre sus ovejas.
-Ni siquiera por encima de los cadáveres de los que vienen pasarán. Porque como está escrito: ESTOS AL TERCER DÍA RESUCITARÁN.
- Cuando hubieren acabado su ministerio,...Después de tres día y medio, un espíritu de vida que procede de Dios entró en ellos y los hizo levantarse sobre sus pies, y un temor grande se apoderó de quienes los contemplaban (Ap.11,7-11)
Es más, en las aulas los profesores, al menos cada profesor o profesora en su hora lectiva o de clase, desde el respeto y el reconocimiento a la libertad de cátedra tendría más derecho a quitar o poner crucifijos que las AMPAS. Pero comoquiera que sea, desde mi experiencia como profesor, diría que, salvo honrosas excepciones, los primeros en protestar por esos crucifijos colgados de las paredes de un aula serían los alumnos, que en general, más allá de muchos valores que tienen los chavales de hoy día, asumen de manera más bien acrítica el laicismo ambiental.
En el día de S. Juan de La Cruz y de su cumpleaños,lo tengo presente en la oración.Aprovecho para felicitarle la Navidad.
¡Ad multos annos vivas!
Ricardo López de Goicoechea Aguirre
Personalmente creo que esta sociedad se prepara una gran purificación y tiemblo de lo que puede pasar. Pero en fin, se lo ha ganado, y nos lo han ganado. Un amigo me escribe desde Toronto que en su compañía de telecomunicaciones en la cual trabaja, la mayor del país, la mitad de técnicos son de Pakistán, usan como password ramadan01 y cosas por el estilo. Su jefe es Mohamed. Los viernes no van al trabajo 3-4 horas por la oración... Muy bien, muy bien, adelante. Y si alguno se cansa de España, ya sabe a dónde debe ir. Nos ha tocado aquí, aquí hay que luchar.
Siempre confiando en Dios, sin eso...
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