¡Adiós, queridos lectores! - Mi último post
Martes 9 de agosto de 2016.
En este día en que me despido de ustedes, queridos lectores, cumplo 15 años de sacerdote. He celebrado este aniversario, o jubileo sacerdotal con gran alegría y acción de gracias, como dice San Juan Pablo II que hay que celebrar los jubileos. “Considerad hermanos vuestra vocación”, dice San Pablo. Y el recuerdo de la ordenación sacerdotal nos debe hacer meditar en la grandeza de este misterio. Decía el santo Cura de Ars: “¡Qué cosa es el sacerdote! Si él se percatara de ello, moriría… Dios le obedece: dice dos palabras y Nuestro Señor desciende del cielo. ¡No se comprenderá la dicha que hay en decir la misa más que en el cielo!” Y este reconocimiento debe hacerse con gran humildad. Porque todo es don de Dios, como pone Pemán en boca de San Ignacio en su despedida de San Francisco Javier: “Pues de Dios serán las glorias, y tuyos, solos los yerros…”.
Yo agradezco a Dios estas tres cosas particularmente, ser religioso, sacerdote, y misionero. Tres gracias inmensas, e inmerecidas todas ellas. Pero no puedo dejar de agradecer a quienes colaboraron, como causas segundas, a la obra de Dios. Y hay que agradecerles por varios motivos, pero sobre todo porque colaboraron libremente, es decir, que hay mérito en ellos.Yo debo agradecer a mi familia en primer lugar, especialmente a mi madre, que generosamente entregó a sus tres hijos a Dios. Ella siempre nos apoyó, con sus oraciones y preocupación, y materialmente. Y debería a agradecer y nombrar a tantos, pero no es este el momento para hacerlo.
Especialmente debo agradecer a mi Instituto, del Verbo Encarnado. Instituto que yo no construí, sino que lo recibí, ya que a muchos de nosotros Dios nos llamó a entrar cuando ya estaba sobre ruedas y en marcha; Dios nos llamó a formar parte de ella cuando ya estaba extendiendo sus ramas por el mundo, y no sabemos el sacrificio que hicieron los primeros para que sea lo que es; lo heredamos…
En muchas ocasiones hemos tenido la oportunidad de escuchar relatos de cómo fueron los inicios de esta familia religiosa, relatos acompañados con una nota de humor y alegría, pero que tienen de fondo la cruz, raíz de donde brota la verdadera alegría, y que a la vez fecunda cuanto toca; a los que estamos nos toca acrecentar ese fruto, y no permitir que se marchite.
“Si nosotros hacemos progresos en el bien y la verdad, es porque los hombres han dado pasos anteriores que prepararon esos progresos”1; pasos que costaron sudores y desvelos; que hayamos conocido a santo Tomás, el tomismo no fosilizado ni formalista, es una gracia impagable; que tengamos una liturgia digna, adornada por cantos, con signo vivos; que hayamos aprendido a celebrar la santa Misa con respeto, con delicadeza, con arte; que nos hayan inculcado un verdadero amor a las almas, a la Iglesia y al Papa, etc.
Seguir enumerando la cantidad de gracias recibidas sería imposible; negarlas faltar a la verdad… Pero si esto lo hemos aprendido es porque los primeros lo supieron aprender y trasmitir, supieron hacer escuela.
Cuántas veces habremos escuchado, sin cansarnos, el relato que hace el padre Buela de cuando recibió la gracia fundacional. Él es uno de los medios que Dios usó para que yo sea lo que soy. Debo reconocer que siempre recibí buenos consejos y ejemplos suyos, de quien fue mi primer director espiritual, cuando entré al seminario menor a los 14 años de edad, cuando el Instituto, mi segunda familia, apenas tenía cuatro años de existencia… familia que yo mismo he visto crecer. Yo no sería misionero en África, si no fuera por mi Congregación, ni sería sacerdote sin todos los trabajos y sudores de mis formadores y superiores, y no habría Congregación sin un fundador. Tiempo de jubileo es tiempo de dar gracias.
Pido a Dios que seamos fieles herederos de nuestros padres, de Marcelo Javier Morsella, y de tantos otros miembros que ya están en el cielo intercediendo por nosotros. Que no malogremos los sacrificios de los primeros. Seamos fieles trasmisores de este carisma. Cuántas veces habremos entonado con acento viril, empapado de emociones interiores, el himno de los mártires claretianos de Barbastro, que trocaron su muerte en vida para su Congregación: “… adiós Congregación querida, vamos al cielo a rogar por ti. Adiós, adiós”2.
Yo ahora me despido de ustedes, no estaré más en Infocatólica. Los que deseen seguir leyendo los relatos misioneros, podrán encontrarme en http://ivetanzania.org y en http://facebook.com/misionerotanzania. Mi amor a la Congregación y a mi fundador me piden ahora que obre de esta manera. Nobleza obliga.
Agradezco a Infocatólica estos casi tres años en que me han dado la oportunidad de escribir y publicar mis crónicas misioneras.
Refrenando lágrimas en los ojos me despido de ustedes… ¡Adiós! Y siempre agradecido por sus oraciones. No me olviden en ellas. Yo rogaré por ustedes. Y algún día nos volveremos a encontrar donde “estaremos todos juntos, con Dios y para siempre, ¿Puede haber algo más grande que eso? ¡Todos juntos, con Dios, y para siempre!”3.
Y va mi último ¡Firmes en la brecha!… que Dios nos conceda morir en la brecha. La gracia de las gracias.
P. Diego Cano, IVE
Misionero en Tanzania
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1 - P. Petit de Murat, O.P., El amanecer de los niños.
2 – Carta del Beato Faustino Pérez
3 – Carta de Marcelo Javier Morsella a una tía suya. Marcelo Morsella fue el primer miembro del IVE que partió al cielo, en el año 1986.
43 comentarios
Todo lo compartido ha sido no sólo enriquecedor, sino también muy consolador.
Que Dios lo siga bendiciendo.
Firmes en la brecha!
Lamento de corazón su partida.
La oración nos une en el Señor. Por usted, por su congregación, por su fundador.
Dios dirá.
Comparto su alegría y su dolor. Pero Dios tiene la última palabra!!! Qué gran consuelo!
Confiemos en la Divina Providencia, confiemos ciegamente en que Dios escribe derecho en renglones torcidos, en que saca grandes bienes de aparentes males.
Mi estima, admiración y gratitud por aquélla oración que usted hizo por uno de mis hijos, "el más duro", me confió en secreto.
Dios y la Virgen de Luján lo bendigan y como siempre, Firmes en la brecha!!!!
muchas gracias por los casi tres años que con tu blog nos has ayudado a acrecentar la llama misionera en nuestros corazones. Dios te lo pague.
Lo que Dios ha unido en amistad que no lo separe el hombre.
Siempre que te recordemos será con gratitud y con oración al Señor por ti y por tus trabajos apostólicos.
Abrazo en Cristo + JMIraburu
Seguiremos sus crónicas entonces en ivetanzania .org!
Un gran abrazo y me encomiendo a sus oraciones.
Un abrazo
Felices 15 años de fecundo ministerio sacerdotal.
Realmente ha hecho un bien enorme contando sus aventuras misioneras,...lo seguiremos ciertamente en su nuevo blog.
Siempre presente en mis oraciones, y como usted dice, Firmes en la brecha!
!Ala! Otro blog al que tener que consultar (muy bien hecho, por cierto. Y con los videos).
¡¡¡Firmes en la brecha!!!
Un fuerte abrazo.
Siempre unidos en la oración con los miembros de la Tercera Orden desde La Plata.
Nuestro Señor le bendiga siempre y a toda su comunidad.
Un abrazo desde el corazón.
Es tanto el bien que hacen estos misioneros por el Señor Jesucristo en todo el mundo. Consideremos lo que padecen, hambre, sed, cansancio, incomprensiones, o sea, ya vemos lo que le sucedió a Nuestro Señor Jesucristo. Dar la vida por sus hermanos, pero todo sufrimiento llevado con paciencia, nos hacen cada vez más cercano a Dios, que nos reconocerá en su Divino Hijo Jesucristo, Señor y Dios nuestro.
Salut
Millon de gracias y firmes en la brecha como bien dice siempre
Un saludo
Maria
Gracias por todas y cada una de las crónicas que ha compartido. Desde la distancia también nos bendice a nosotros, sus lectores. Rezo por el IVE, por usted y por su trabajo en Tanzania. Dios lo siga utilizando para la expansión de Su reino.
Seguiré leyéndole en la página del IVE o en Facebook
Dios lo bendiga y lo acompañe, pera que nosotros podamos seguir creciendo con sus líneas.
Firmes en la brecha!!!
Ha sido un honor y un placer tenerlo como compañero en InfoCatólica. Dios lo guarde y lo bendiga sobreabundantemente, para que siga firme en la brecha.
!! Firmes en la brecha !!
A la alegría del Cielo del Misionero
Lo seguiremos en su nuevo blog. Firmes en la Brecha!
Eso es verdadero amor a Nuestro Señor
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