¿Legalizar, en España, el delito contra los sentimientos religiosos?
Queridos lectores, espero me disculpen por abordar, en este artículo, un tema seriamente desagradable, al igual que ha sucedido en los dos posts anteriores. Sin embargo, estos son nuestros tiempos… Tras mi post dedicado al Santo Nombre de Dios, quería haber publicado este que están leyendo ahora, pero la actualidad me llevó a tratar otros temas. Permítanme, pues, que lo haga ahora.
Así pues, en mi post sobre el Santo Nombre de Dios, expuse, entre otras cuestiones, la extrema gravedad del pecado de blasfemia. Ya lo había hecho antes, en un estupendo artículo cuya lectura recomiendo, Javier Navascués. Desde luego, siempre me parecerá poco todo lo que se diga para poner de manifiesto la gravedad de este tipo de conducta. Así pues, en relación a esta cuestión, como ustedes saben, el PSOE, en el pasado mes de enero, registró en el Congreso de los Diputados una proposición de ley para, entre otras medidas deleznables, derogar el llamado “delito contra los sentimientos religiosos”. Ello significa que, aunque esta cuestión, ahora mismo, ya no tiene presencia en los medios de comunicación, sigue su tramitación en el Congreso de los Diputados. Se trata, pues, de una cuestión viva y, por ello, deseo abordarla.
El antecedente previo de dicho delito, en España, era el delito de blasfemia, contenido en el anterior Código Penal de 1973 y que, igualmente, fue derogado en 1988, a iniciativa del PSOE (con el pleno de apoyo del Partido Popular, por cierto). El delito contra los sentimientos religiosos fue incluido por el PSOE en el actual Código Penal de 1995 pero, por lo visto, dicho partido se arrepiente ahora de lo que hizo entonces.
¿Qué es lo que quiere derogar exactamente, pues, el PSOE? Lo que quiere derogar es el artículo 525 del Código Penal, cuyo texto es el siguiente:
1. Incurrirán en la pena de multa de ocho a doce meses los que, para ofender los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa, hagan públicamente, de palabra, por escrito o mediante cualquier tipo de documento, escarnio de sus dogmas, creencias, ritos o ceremonias, o vejen, también públicamente, a quienes los profesan o practican.
2. En las mismas penas incurrirán los que hagan públicamente escarnio, de palabra o por escrito, de quienes no profesan religión o creencia alguna.
Como puede observarse, el tipo penal protege, también, a quienes no profesan religión alguna, cosa que me parece correcta. El PSOE quiere derogar el artículo entero, no obstante. Imagino que debe de ser porque a los socialistas les habrá parecido que “cantaría” demasiado que se protegieran los sentimientos de los no creyentes, en cuanto tales y se dejaran sin protección los sentimientos de quienes sí tienen fe religiosa. La discriminación de los creyentes sería demasiado evidente y, además, no se han producido en España, prácticamente, injurias contra personas no creyentes por su condición de tales. Así que eliminan todo y listo.
Lo curioso del caso es que, a lo largo de los años, este tipo penal apenas ha sido aplicado por los Tribunales españoles, pese a haberse producido numerosos casos que, a mi juicio, encajaban plenamente en él. Lo cual ha conllevado una amplia impunidad respecto a las personas que perpetran conductas gravemente blasfemas y denigrantes contra, única y “casualmente”, una religión concreta, la católica.
La cuestión es: ¿Por qué quiere el PSOE, ahora, legalizar este delito, si los Tribunales españoles no lo castigan casi nunca? Si les parece, menciono, primero, las razones que aduce el PSOE para proceder así y, después, les diré cuáles creo yo que son las razones reales de esta conducta, perversa a más no poder.
Respecto a las razones que ha expuesto el PSOE, una de ellas, según el portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, Patxi López, es precisamente, que apenas hay condenas en los Tribunales por razón de este delito y que a quienes, supuestamente (en mi opinión, más bien, claramente), ofenden y denigran los sentimientos religiosos, los procesos penales les ocasionan molestias personales y económicas, pese a resultar, finalmente, absueltos.
Otras razones las ha reflejado el PSOE en la Exposición de Motivos de la referida proposición de ley, donde se afirma que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) “ha considerado que la libertad de expresión recubre también las ideas que ofenden, conmocionan o perturban, de modo que las personas que profesan una religión no pueden esperar razonablemente la exención de toda crítica, sino que deben tolerar y aceptar que otros rechacen sus creencias de manera pública”, añadiendo que el derecho a la libertad de expresión tiene como límite el discurso del odio, “de tal manera que solo en ese punto, y no antes, nace la obligación positiva de intervención por parte del Estado” . Finaliza la Exposición de Motivos diciendo que la tutela de la libertad religiosa ya tiene lugar mediante otros artículos del Código Penal y que hay que alinear la legislación española con la de otros países de Europa.
Acerca de estos razonamientos, déjenme decirles, queridos lectores, que yo no comparto en absoluto la postura del TEDH en esta materia, pues la considero radicalmente injusta. Y me parece una absoluta vergüenza que un Tribunal que, en teoría, tiene como fin defender los derechos humanos sostenga que quienes tenemos creencias religiosas debemos tolerar y aceptar que otros rechacen de manera pública, incluso a nivel de ofensa, nuestras creencias; sobre todo, si es de la forma repugnante y deleznable con que se ha venido haciendo, en no pocas ocasiones. Además, el artículo 525 del Código Penal es muy preciso a la hora de exponer las conductas que castiga, porque se refiere a ofender, hacer escarnio y vejar. Tales conductas son las que el PSOE, con gravísima impiedad, quiere legalizar y son conductas que, a mi juicio, de ningún modo pueden tener amparo en la libertad de expresión, por su manifiesta malicia y deseo de hacer daño. Finalmente, la afirmación de que el Código Penal protege la libertad religiosa en otros artículos resulta manipuladora, por cuanto las conductas concretas previstas en el artículo 525 del Código Penal no se hallan penadas en ningún otro artículo de dicho Código.
Vamos, ahora, con las razones reales por las que yo creo que se quiere perpetrar toda esta canallada.
La primera razón es que, efectivamente, se trata de reforzar completamente la impunidad de quienes blasfeman, de forma brutal y repugnante, contra la religión católica, para que puedan hacerlo con toda tranquilidad. Se quiere legalizar, pues, este delito no porque no suceda en la práctica, sino por lo contrario: Porque sucede y se quiere favorecer al máximo su perpetración, sin que el Estado pueda hacer nada por impedirlo, ni se moleste a quienes lo hagan. Tal legalización implicará, al mismo tiempo, que a los católicos se nos impondrá el tener que soportar las injurias y blasfemias contra Dios, la Santísima Virgen, los Santos, la Iglesia… Y se usará la fuerza del Estado contra nosotros, si no lo hacemos así.
Respecto a la segunda razón, no creo realizar ningún juicio temerario, a estas alturas de la película, si digo que lo que se está buscando es aprovechar, una vez más, el poderoso efecto pedagógico que, para bien o para mal, tienen las leyes, con el fin de descristianizar y corromper, aún más, las conciencias de los españoles. El PSOE, que es un partido cuya ideología no es otra que el anticatolicismo, sabe muy bien que no es lo mismo que una conducta sea presentada, en el Código Penal, como malvada y, por tanto, punible (aun cuando luego los Tribunales no la sancionen, Dios sabe por qué) que el hecho de que sea presentada como legal y, por tanto, buena; o, al menos, aceptable. Así, la legalización que se pretende dará lugar a la proliferación de todavía más blasfemias horrendas, con gravísimo peligro para las almas de quienes las profieran y de quienes, oyéndolas, las admitan en su corazón. Asimismo, es más que posible que la nueva situación dé lugar a que se produzcan otros actos malvados, “tales como amenazas, agresiones u otro tipo de actos violentos contra las personas creyentes y los lugares de culto”, según han expresado, con razón, diversas confesiones religiosas con presencia en España.
La tercera razón de esta legalización que se pretende – que yo considero la razón última y principal – es el puro odio contra una religión muy concreta: La católica. Odio contra Dios, contra la Santísima Virgen, contra la Iglesia Católica; un odio siempre presente en los corazones de los socialistas españoles, para gran desgracia suya y que procede del mismo Satanás, para el cual nada es suficiente, con tal de destruir la fe y la Iglesia Católica y llevar las almas al Infierno.
En mi primer artículo, afirmaba yo que nos encontramos en tiempos de persecución contra el Catolicismo. Persecución iniciada, a mi juicio, desde el mismo momento en que se implantó en España una Constitución atea y anticristiana, la del 78; persecución que va a seguir yendo a más, si Dios, en su infinita misericordia, no lo remedia… pues tal es la inercia tristísima de nuestra Patria, desde hace décadas. No creo equivocarme, si digo que la eliminación del delito contra los sentimientos religiosos, además, va a suponer un golpe muy duro contra la paz social en España, por cuanto va a generar un clima irrespirable e insoportable para los católicos españoles. Imagínense lo que puede suceder, en esta materia, en el cine (incluido el doblaje de películas), series y programas de televisión, libros, revistas, etc. No quiero ni pensarlo.
¿Qué debemos hacer los católicos ante esto? Pues, de entrada, rezar mucho, procurando acrecentar notablemente nuestro amor a Dios y nuestra unión con Jesucristo y su Madre Santísima, ante lo que se nos viene encima, si Dios no lo remedia. Procuremos asistir a Misa y rezar el Rosario con frecuencia, consolando los Sagrados Corazones de Jesús y de María e implorando a Dios misericordia para España; que proteja a la Iglesia en España y en el mundo y conceda la conversión de los gobernantes y legisladores españoles. Debemos rezar mucho por los políticos españoles y, también, por el Rey de España, para que no se consuma la aprobación, promulgación, sanción y entrada en vigor de una normativa tan impía e injusta. Y si éstas, no obstante, llegaran a tener lugar, con franqueza: No estoy del todo segura de que, ante las blasfemias e injurias contra lo más sagrado, los católicos debamos poner siempre la otra mejilla. No es lo que Cristo hizo, desde luego, respecto a los mercaderes del templo de Jerusalén. Habrá que meditar sobre esta cuestión seriamente, aunque no dudo que tendremos al Estado enfrente y en contra, a la hora de defender los derechos y el honor de Dios, la Santísima Virgen, los Santos y la Iglesia y nuestros derechos como creyentes. Que Dios nos proteja, ilumine y dé fortaleza, para cumplir siempre su Santísima Voluntad, en esta hora oscura.
26 comentarios
L.V.: La Constitución española no contempla mecanismos legales para que los ciudadanos "de a pie" puedan paralizar iniciativas legislativas en las Cortes (algo nada casual, desde luego). El asunto está, enteramente, en manos de los políticos. Así que los católicos españoles vamos "apañados"... La única esperanza que podemos tener es que haya algún socio parlamentario del Gobierno (es decir, otro partido político) que no apoye la aprobación de esta medida. Dios lo quiera.
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L.V.: Los jueces no han castigado este delito ni siquiera en casos flagrantes y con amplia publicidad en los medios.Y la pena a imponer no es de cárcel.
Ciertamente un estado confesional, y más si tiene una ley como la Sharía, podría tomar alguna medida contra los ateos por su negación de Dios, pero un estado aconfesional o laico no.
Los que quedan vulnerables son los creyentes porque esos sí tienen Dios que puede recibir burlas, escarnios (véase la lamentable ceremonia de iniciación de los JJOO de 2024 en París) y una concepción de lo sagrado que puede ser atacada por muchos.
Llamar "sentimientos religiosos" a la Fe es banalizarla porque no son sentimientos, precisamente, sino creencias. Por otra parte, la belicosidad de ciertas creencias hace que difícilmente puedan ser insultadas porque un agravio que pueda tener consecuencias, en la práctica no se expresa con facilidad ya que requiere un grado de valentía-como ocurrió con Charlie Hebdo-pero si esa belicosidad no existe, como en el caso de los cristianos, insultar a Dios o a la Virgen María es como pegar a un chiquillo y ya sabemos que hay gente capaz de hacer eso.
Los estados juegan con el grado de crispación que estas cosas puedan producir impunemente porque la exigencia de aguante de los cristianos tiene que ser infinita y sobre eso basan su acoso.
Hay gente que piensa que, si por creer en Dios no te meten en la cárcel, como en China, cualquier otra cosa, como insultos, befas y blasfemias, es el costo de la democracia, sin darse cuenta de que esto no solo degrada la democracia sino que la invalida. Una democracia compuesta por blasfemadores, o con un alto número de ellos, es una abusiva democracia.
Además, con una interpretación estricta del precepto habría libros que ni siquiera se podrían publicar, como las invectivas de Quevedo contra los judíos.
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L.V.: Como lo legalicen, me temo que va a ser requete-generalizado.
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Usted dice bien Dra. en su artículo, que no es lo que hizo Cristo con los mercaderes del Templo. Y esto es así porque hay pecados contra los hombres y hay pecados contra Dios. Y a ese respecto, San Juan Crisóstomo (uno de los más grandes teólogos del siglo IV) afirmaba lo siguiente:
«Siempre será digno de alabanzas el que el hombre soporte con paciencia las propias injurias y mortificaciones de la vida diaria y no reaccione como una fiera. Por el contrario, será de suma impiedad tolerar pacientemente las injurias y las ofensas hechas contra Dios».
De modo que no, la otra mejilla hay que ponerla en los pecados contra nosotros; cuando los pecados son contra Dios debe haber una respuesta de nuestra parte. El tema sería cual debería ser o que formas debería tomar esa respuesta. No olvidemos que Cristo también empleó el latigo.
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L.V.: Habrá que pensarlo con cuidado, sí. Lo que es totalmente seguro es que se pretende ponernos a los católicos en una posición muy complicada.
1) Hay muchos estados en que el Islam es la religión oficial y cualquier burla, como la de los JJOO de París en las que el protagonista fuera Mahoma o el Corán tendría unas consecuencias devastadoras.
2) Hay terroristas islámicos que se tomarían venganza.
En cambio los "sentimientos religiosos" de los cristianos están desprotegidos porque
1) No hay estados cuya religión oficial sea ninguna rama del cristianismo de manera que Macron puede permitir tranquilamente que se haga una burla de la Sagrada Cena.
2) Tampoco hay terrorismo cristiano que se tome la justicia por su mano.
Es decir, el insulto a los sentimientos religiosos en la práctica es insulto a los sentimientos cristianos exclusivamente.
Filipenses 4.
Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.
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LF:
Más que curioso, es lo que cabe esperar en un país que desprecia la que ha sido la fe que ha configurado su naturaleza. Esa degeneración llega también al ámbito de la judicatura.
Tú confundes a Góngora con Moisés o Elías, lo que dices sería antisemitismo, pero nunca un "sentimiento religioso". Por otra parte ni Moisés ni Elías fueron Dios, el Dios de los judíos no se representa y por esa razón nunca ha sido objeto de blasfemias, que yo sepa. Los más expuestos a las blasfemias, orales o representadas, somos los cristianos porque tenemos un Dios Encarnado y su Santa Madre, que son sobre los que echan sus vomitivas miserias afirmando así, sin pretenderlo, que, efectivamente, Cristo es Dios y María Sancta Dei Genitrix o no atacarían con ese furor. Jesucristo es el único Hombre que también es Dios, de ahí viene todo, puso la palabra hombre con mayúscula porque Él todo lo eleva a su altura y las lombrices se revuelven porque no pueden elevarse, a pesar del brazo extendido de Cristo siempre dispuesto a que eso sea posible, pero en vez de colaborar se apegan más al fango.
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L.V.: A Arturo Pérez-Reverte le oí yo, hace unos años, hacer apología del genocidio de La Vendée contra los católicos y lamentarse de que, según él, en España no se hizo lo mismo. Así que, francamente, no es el mejor ejemplo de persona que hace buen uso de la libertad de expresión, si me permite decirlo, María... Desde ese día, me cae bastante "gordo", como ustedes comprenderán.
L.V.: Esas declaraciones que hizo Pérez-Reverte, en mi opinión, podrían haber sido constitutivas de otro tipo de delito. No obstante, probablemente, a estas alturas, ya haya prescrito.
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No digo llegar a la violencia física contra persona o personas, pero si me parecen justas y oportunas acciones como la de arrojar al Tiber el ídolo de la Pachamama o descabezar esculturas ofensivas a Cristo, la Virgen María y cualquier otra que atente contra Dios. Y desde ya boicotear a las empresas que patricinen tales blasfemias, no comprando sus productos o servicios y hacer publicidad de esas acciones. Para los tales el órgano más sensible es el bolsillo.
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L.V.: En España, los daños a cosas pueden ser constitutivos de delito y, además de la pena, lo normal es que haya que pagar una indemnización por los daños... Por eso digo que habrá que sopesar con cuidado qué hacer. La idea del boicot es más fácil de ejecutar, en este sentido.
Católicos: hasta que no nos llegue nuestra hora tenemos y debemos seguir el ejemplo del Señor
La primera vez que el Señor proclamó la Palabra, le cogieron y le llevaron a la cima de un monte alto para arrojarlo..: nada.
La segunda vez que el Señor proclamó la Palabra, coleccionaron piedras para lapidarlo…: nada.
El Señor devuelve a la vida a un muerto que llevaba cuatro días sepultado y apestaba. Entonces los hitelijentes decidieron que había que matar a la Vida que daba vida y al vivo que estuvo muerto.
Y en otra ocasión, el Señor hizo unos ejercicios no espirituales sino gimnásticos, de fuerza: con unas cuerdas a modo de látigo sacó a la pu.. puerta del templo a todos los hipócritas y maleantes.
CUANDO LE LLEGÓ SU HORA:
El Señor fue detenido, escupido, tortas y puñetazos por todas partes, azotado hasta casi desangrarse, coronado con un casco de espinas, crucificado y ya muerto atravesado el costado con una lanza.
6/04/25 5:39 PM
Solo si se es masoquista poner una y otra vez las mejillas y ya puestos el culo; pero eso es dejar que tu hermano peque y eso no lo quiere el Señor porque no es bueno para ningún hermano, luego…: ser un buen tirador, un buen karateca, un buen aquí te pillo y no te mato porque no quiere el Señor pero te dejo tocadito. Pero claro, eso requiere mucho esfuerzo y entrenamiento.
CUANDO LLEGUE NUESTRA HORA…: Pues angelitos al Cielo con el Señor.
6/04/25 5:41 PM
¿Qué tendrá que ver que haya países oficialmente musulmanes o el terrorismo islámico con que un español musulmán pueda sentirse ofendido por ataques a su religión?
O sea que los únicos que tienen derecho a querellarse son los católicos, ni judíos ni musulmanes, no vaya a ser que le caiga una condena a algún "patriota".
El código penal protege a todos, si quieren que se aplique tengan en cuenta que se les puede volver como un bumerán.
¿Cuántas veces se ha publicado en esta web que Mahoma era pederasta por ejemplo?
Cuando uno pide respeto lo primero es respetar.
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L.V.: Personalmente, dudo mucho que alguien, en España, vaya a atreverse a blasfemar públicamente contra el Islam, la verdad; por la cuenta que le trae. Respecto a InfoCatólica, es un medio que yo vengo leyendo desde hace muchos años y no recuerdo que aquí se haya blasfemado contra religión alguna.
Lo que he dicho es que hay países confesionalmente islámicos y dice que no, y que hay grupos terroristas islámicos y dice que tampoco, en contraposición de que no hay países confesionalmente cristianos-excepto Papua Nueva Guinea, según me he enterado-ni grupos terroristas cristianos. Que me presente alguna constitución occidental dónde diga que ese país en concreto es cristiano porque si lo logra me alegraría mucho.
En su empecinamiento es capaz de decir que es lo mismo meterse con el Cristianismo que con el Islam y que la que salió en TVE con un Corazón de Jesús y una vaca, el próximo año saldrá con Mahoma y otro animal. Eso no se lo cree ni él, pero por alguna razón que no acabo de entender, se ve obligado a decirlo.
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L.V.: Efectivamente, ni de casualidad se ataca, ni se va a atacar al Islam como se ataca al Catolicismo.
Ni una. Y si se ha colado algún comentario en ese sentido en las noticias, habrá sido sin querer. Es una de las cosas sobre las que tengo más cuidado.
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L.V.: Estimado Tamayo, nadie ha propuesto aquí que no se proteja a los musulmanes. Pero es un hecho que, en España, se blasfema bastante más, contra la fe católica. Y no, en esta web no se blasfema contra el Islam. Su postura ha quedado clara, ruego no insista. Muchas gracias.
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