Muchas gracias, InfoCatólica

Estimados lectores de InfoCatólica, encantada de saludarles a todos y, de forma especial, a los Colaboradores blogueros de este estupendo medio. Comienza la andadura de este mi blog, que inicio en InfoCatólica con la ilusión y el deseo que manifiesto en mi perfil: Servir a los intereses de Jesucristo. Para ello, lo primero que procede es agradecer a InfoCatólica la oportunidad de escribir en este importante y conocido portal católico, que acoge mi blog a partir de hoy (y Dios quiera que sea por mucho tiempo, pues tal es mi deseo). Muchas gracias, pues, a su Consejo Editorial, a Juanjo Romero, su Director y a Luis Fernando Pérez Bustamante, su Redactor Jefe. Me siento muy honrada por la confianza que todos ellos han depositado en mí y espero que el blog responda a sus expectativas. Y a las mías. Y, sobre todo, a lo que el Señor desee que sea este blog, que lleva el nombre de «In Hoc Signo Vinces», el lema que fue revelado por el Cielo al emperador Constantino antes de la batalla del Puente Milvio, para que empleara la señal de la Cruz como estandarte para afrontar esa batalla, con la promesa de su segura victoria en ella, como, efectivamente, ocurrió. Adopto, pues, dicho lema para el blog en homenaje a la Santa Cruz, señal del cristiano e instrumento de salvación y esperanza en la victoria de Cristo, Señor de la Historia.

¿Y a qué se debe el inicio de este blog? Pues a que, aunque yo no soy, ni pretendo ser, una maestra de la fe católica, sí debo, sin embargo, dar testimonio de ella, de acuerdo con el mandato del Señor: «Lo que Yo os digo en la oscuridad, decidlo a la luz y lo que os digo al oído, predicadlo sobre los terrados» (Mt 10, 27). Mandato que, sin dejar de estar dirigido, especialmente, a los Pastores de la Iglesia, al final, nos alcanza a todos los cristianos, quienes tenemos obligación de dar testimonio y razón de nuestra fe y de servir a la Iglesia y al prójimo del modo que cada uno entienda le pide el Señor. También me mueve a escribir el recuerdo de una anécdota del gran historiador Ricardo de la Cierva, de feliz memoria: San Juan Pablo II, a quien D. Ricardo había tenido oportunidad de conocer personalmente, en cierto momento le remitió el siguiente mensaje: «Canes debent latrare», animándole a continuar con su estupenda labor intelectual y de divulgación de la verdad. Sin intención de equipararme a dicho insigne historiador y escritor, también a mí me sirve de inspiración ese mensaje del santo Papa polaco.

Deseo, asimismo, rogar a los lectores que me disculpen por escribir mediante mi seudónimo, Lina Veracruz y, por tanto, sin revelar mi identidad. Tengo razones varias para hacerlo así y, si me permiten, les expondré algunas:

1. No busco notoriedad alguna con este blog, ni la deseo. Tengo en mi mente aquella admirable frase de San Juan Bautista: «Es necesario que Él crezca y que yo mengüe» (Jn 3, 30). Hago mío, pues, con toda humildad, dicho deseo de tan gran Santo.
2. El blog no sería lo mismo si escribiera sin seudónimo. No porque tenga la menor intención de hacer daño a nadie, Dios me libre; sino porque es probable que no pocos aspectos de mi intimidad espiritual salgan a flote en los artículos que escriba y, sin duda, me resultará más fácil reflejarlos sin usar mi identidad real, que, además, no resulta necesaria para el propósito de este blog.
3. Soy consciente de que los católicos estamos viviendo tiempos de persecución. En Occidente, también. La persecución que se está desatando, desde hace algún tiempo, en países como el mío, España, no es todavía una persecución física como la que sufren nuestros heroicos hermanos de otras latitudes (aunque en España, por ejemplo, ya se hallan penados los llamados «delitos de fomento del odio», que, por lo visto, sólo cometemos los católicos y los patriotas españoles, ya que todos los demás, al parecer, son arcangélicos); sin embargo, España, lamentablemente, es una nación profundamente descristianizada, para desgracia de muchas almas y no puedo dejar de tener muy presente la advertencia del Señor: «Os envío como ovejas en medio de lobos; sed, pues, cándidos como palomas y prudentes como serpientes» (Mt 10, 16). Estoy segura de que muchos lectores de InfoCatólica son estupendas ovejas de Cristo; pero el mundo de Internet – y no solo de Internet – es muy amplio y los lobos también pululan por las redes y fuera de ellas; por lo que, en el presente caso, opto, efectivamente, por la prudencia.

Por otro lado, me alegra mucho pensar que el blog tendrá lectores de España y, también, de otras naciones, con especial mención de nuestros queridos hermanos de Hispanoamérica. Mi seudónimo contiene el nombre de la ciudad mexicana de Veracruz, que, al igual que el nombre del blog, quiere ser un homenaje a la Santa Cruz; y, también, a la obra evangelizadora de España en América. Obra tan injustamente denostada, no solo con el fin de perjudicar a España, sino, también y sobre todo, para arrebatar a las naciones hispanoamericanas su identidad y cultura católicas. Sea, pues, mi seudónimo, también, un cariñoso guiño a la Hispanidad.

Finalmente, deseo encomendar, con humildad, mi labor en este blog al Espíritu Santo. Que Él, en Su Infinita Misericordia, me ilumine y guíe siempre, para que este blog sea siempre lo que Dios quiera. Y también, por supuesto, me encomiendo a la Santísima Virgen, nuestra Madre del Cielo, de todo corazón.

Comenzamos, pues.