El santo cura de Ars
Benedicto XVI ha proclamado, oficialmente, un año sacerdotal, con ocasión del 150 aniversario del dies natalis (4-VIII-1859) de San Juan María Bautista Vianney, el Santo Patrón , que comenzó el viernes 19 de junio 2009, solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús y concluirá en la misma solemnidad de 2010. Como es sabido, el cura de Ars fue canonizado por Pío XI en 1925 y tres años más tarde le nombró patrono de los párrocos. Y recientemente, el 19 de junio de este mismo año, Benedicto XVI le ha nombrado también patrono de todo los sacerdotes del mundo. Paradójicamente, el cura de Ars, nunca fue párroco según las normas canónicas, pues Ars era una pequeña aldea con una iglesia de poco más de doscientos habitantes, dependiente de la parroquia de Mizérieux. Vianney recibió el encargo de Ars en 1818 y allí pasó el resto de su vida, hasta que murió el 4 de agosto de 1859.
“La personalidad del cura de Ars –ha escrito mi querido y admirado historiador y sacerdote, Gonzalo Redondo, que en paz descanse- es como un mentís decidido de la visión de un siglo XIX trepidante y cientifista, agitado tan sólo por revoluciones, guerras o movimientos sociales. El siglo XIX fue, a la vez, tiempo de espiritualidad renovada y profunda. Por su parte el cura de Ars es considerado como el prototipo de lo que puede conseguir un sacerdote de sus feligreses, cuando se entrega plenamente a su servicio, de acuerdo con su vocación y consciente de la ayuda constante de Dios”, como muy refleja este breve y magnífica biografía de Michel de Saint Pierre. Las páginas de este breve libro, al hilo de la sucesión cronológica de la vida del cura de Ars, están llenas de anécdotas de la vida del santo, que ilustran muy bien su comportamiento y el momento histórico que le tocó vivir.
Por todo ello es muy recomendable la lectura de esta biografía escrita por Michel de Saint Pierre, enmarcada admirablemente en los acontecimientos históricos de la Revolución Francesa, el Imperio Napoleónico, la Restauración y las oleadas revolucionarias de 1830 y 1848. Esta biografía es muy corta, pero acerca el personaje al lector de principio a fin de un modo emocionante, y nos hace entender porqué Benedicto XVI ha extendido el patronazgo del santo Cura de Ars a todos los sacerdotes. Y es que ante las necesidades actuales de la Iglesia se hace más necesario que nunca su ejemplo. Lo diré con palabras del autor, al que en cierta ocasión un jesuita le dijo que los problemas de la Iglesia se podían arreglar, si hubiera diez curas de Ars. A lo que Michel de Saint Pierre respondió: “La Iglesia en peligro está necesitada de santos. Ahora bien, las elevadas exigencias del sacerdocio no han cambiado desde la época del cura de Ars. Él supo resumir en su persona lo que constituye, y constituirá siempre la esencia misma de un sacerdote. Y me regocija repetir hoy, con toda la certeza que me es posible manifestar, la respuesta que le di al buen Padre de la Compañía de Jesús: `un solo cura de Ars nos bastaría´” (págs 13 y 14).
No quiero concluir sin señalar un acierto de este biógrafo del cura de Ars. Michel de Saint Pierre le ha devuelto al biografiado la humanidad que otros autores le habían arrebatado, con la buena intención –aunque no acertada- de resaltar la santidad de Juan María Bautista Vianney. Este sacerdote que se eleva hasta las más altas cotas de la espiritualidad, que por penitencia apenas come y duerme, es a la vez amable, tiene sentido del humor, se preocupa por todos sus feligreses a las que visita en sus casas y tiene una especial atención con los enfermos y recoge, cuida y alimenta a niñas abandonadas… Michel de Saint Pierre, en suma, retrata a un santo de carne y hueso. Sin duda una buena lectura para todos y, desde luego, lo recomiendo como un estupendo regalo para quien tenga un familiar o amigo sacerdote o para nuestro párroco.
Michel de Saint Pierre. La vida prodigiosa del cura de Ars. Madrid 2008. Homo Legens. 287 págs.
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