30.06.16

La falsa tranquilidad del rechazo a la cruz o la verdadera paz en la voluntad de Dios

Dom Columba Marmion

En este post, compartimos con nuestros lectores una hermosa carta del gran maestro de la vida espiritual, Beato Columba Marmión (1858-1923), a una dirigida espiritual carmelita. La carta ha sido traducida por nosotros del original en francés, la cual fue tomada del libro “Columba Marmion, Correspondances”, Paris, F.-X. de Guibert, 2008.


Enero de 1902

Mi querida hija en Jesucristo,

Al rezar por usted he comprendido que la única cosa que nuestro Señor pide de usted es la sumisión completa y confiada a la santa Voluntad de Dios . Fuera de esta santa Voluntad todo es ilusión y peligro, por más que usted crea encontrar paz o consuelo. La Santa Escritura nos dice “Sunt viae quae videntur hominibus rectae, quarum finis usque ad profundum inferni demeregit” ("Hay caminos que parecen rectos a los hombres, pero que culminan en lo más profundo del infierno”, Proverbios 16, 25). Nuestro Señor la llama a usted a su amor perfecto, pero encuentra en usted mucha resistencia que impide su operación y aflige su Sagrado Corazón. Esta resistencia viene de 3 causas:

Leer más... »

14.06.16

No hay conocimiento de Dios en la tierra

San Pio X

En este post, compartimos con nuestros lectores algunos importantes fragmentos de la carta encíclica Acerbo nimis, sobre la enseñanza del Catecismo, del Papa Pio X (del 15 de abril de 1905).


Los secretos designios de Dios Nos han levantado de Nuestra pequeñez al cargo de Supremo Pastor de toda la grey de Cristo en días bien críticos y amargos , pues el enemigo de antiguo anda alrededor de este rebaño y le tiende lazos con tan pérfida astucia, que ahora, principalmente, parece haberse cumplido aquella profecía del Apóstol a los ancianos de la Iglesia de Éfeso: “Sé que… os han asaltado lobos voraces que destrozan el rebaño” (Hc 20,29).

Leer más... »

27.05.16

Recibir la Comunión en pecado según el Santo Cura de Ars y 3

En este post, publicamos la tercera y última parte del Sermón del Santo Cura de Ars sobre la comunión indigna.


Sí, hijos míos, si pudiera describirles todas las consecuencias de un sacrilegio, ni uno de ustedes se atrevería a comulgar . Es narrado por san Godofredo, que era obispo de Amiens, que les había prohibido a los sacerdotes dar la absolución durante las fiestas de Pascua a todos los que habían comido carne durante la cuaresma. Un libertino, que era culpable de este delito, es decir que había comido carne, tomó el vestido de una mujer con el fin de engañar a su confesor. Este artificio le resulta, pero para su desgracia: porque cuando hubo recibido el cuerpo de Jesucristo, una fuerza invisible lo derribó, comenzó a espumar como una persona rabiosa, revolviéndose por tierra y murió en su furor. No, no, hijos míos, cualesquiera que sean los terrores que las comuniones indignas puedan poner en el corazón del hombre por los castigos espantosos que nos atraen, todavía no es nada si los comparamos a aquellos de los que Jesucristo hace caer sobre las almas; y estos castigos son ordinariamente, el endurecimiento durante la vida y la desesperación a la hora de la muerte. El buen Dios, en castigo de sus abominaciones, abandona a este desgraciado a su ceguera; el demonio, que le engañó durante su vida, se deja percibir sólo en el momento en que prevé que el buen Dios lo abandona; va de crimen en crimen, de sacrilegio en sacrilegio, acaba por no pensar más en eso y se traga la iniquidad como el agua; por fin, a pesar de todo el tiempo que tuvo y los socorros de la gracia, muere en el sacrilegio como vivió.

Leer más... »

9.05.16

Recibir la Comunión en pecado según el Santo Cura de Ars -2

Santo Cura de Ars

Conforme a lo anunciado , publicamos en este post la segunda parte del Sermón sobre el Cura de Ars sobre la Comunión indigna. Por su extensión, vendrá aún una parte tercera y final.


Sermón del santo Cura de Ars sobre la Comunión indigna. Parte II

Sin embargo, leemos en la historia unos ejemplos que hacen estremecerse . Vemos que un emperador pagano, en odio a Jesucristo, colocó a ídolos infames sobre el Calvario y sobre el Santo sepulcro, y creyó en esto que él no pudo llevar más lejos su furor hacia Jesucristo. ¡Eh! ¡gran Dios! ¿hay algo comparable con el comulgante indigno? ¡Ah! no, no, no es más entre ídolos mudos e insensibles que él coloca a su Dios, pero, ¡Ay! ¡en medio de sus pasiones infames y vivas, qué son tantos verdugos qué crucifican a su Salvador! ¡Ay! ¿qué digo? Este desgraciado une al Santo de los santos a asesinos prostituidos y le vende a la iniquidad. Sí, este desgraciado sumerge a su Dios en un infierno intenso. ¿Podemos concebir algo más espantoso? Sí, hijos míos, somos sobrecogidos de horror viendo en la historia las profanaciones que se han hecho a las santas Hostias. ¿Pero qué es esto, si lo comparamos a los que comulgan indignamente? ¡Oh! no, no, esto todavía no es nada.

Leer más... »

17.04.16

Recibir la Comunión en pecado según el Santo Cura de Ars

Santo Cura de Ars

Los santos son aquellos en quienes más ha resplandecido la luz de la fe , que no es otra cosa que el conocimiento de la verdad. Contrastando nuestros pensamientos con los de ellos, a veces nos sentimos impactados, quedando al descubierto el camino que a todos nos falta por recorrer hasta que aquellas palabras de San Pablo se hagan realidad en nosotros: “Justus meus ex fide vivit” (Hb 10,38).

Invitamos, en esa misma línea, a nuestros lectores a leer y meditar este impresionante Sermón del Santo Cura de Ars. Siendo un poco largo, lo publicaremos en 2 post consecutivos. Como siempre, los destacados en negrita y cursivo son nuestros.


Sermón del santo Cura de Ars sobre la Comunión indigna. Parte I.

Anima quæ peccaverit, ipsa morietur . El alma que pecare, morirá. (Ez 18, 6)

Si todo pecado mortal, hijos míos, le da muerte a nuestra alma , la separa de Dios para siempre, la precipita a todo tipo de desgracias, ¿a cuál estado debe pues reducirse el más horrible de todos los crímenes, que es el sacrilegio? Oh mi Dios, ¿quién es el que jamás podrá formarse una idea del estado espantoso de un alma cubierta de sacrilegios? Sí, nos dice Jesucristo, cuando ustedes vean la abominación de la desolación en el lugar santo, predicha por el profeta Daniel, compréndanlo bien; no, no, hijos míos, no eran las profanaciones que se habían cometido, y que todavía debían cometerse en el templo de Jerusalén, las que hicieron derramar las lágrimas de Jesucristo. ¡Ay! Hijos míos, habiéndose escogido el corazón del hombre para hacerlo su morada y su templo, Jesucristo preveía sin duda las profanaciones y las abominaciones desastrosas que el demonio haría por el pecado ; ¡qué pensamiento triste y desconsolador para un Dios! Pero el más grande y más terrible de todos los dolores es prever que se profanaría su cuerpo adorable y su sangre preciosa.

Leer más... »