Los que siguen a Cristo más de cerca son aquellos que luchan por la verdad hasta la muerte
Hoy más que nunca, volvamos nuestra mirada hacia Cristo, quien ha venido al mundo “para dar testimonio de la verdad ” (Jn 18,37), verdad que como don de Dios concede la auténtica libertad al hombre (“la verdad os hará libres” Jn 8,32). Todo el que es de la verdad escucha la voz de Cristo y la sigue (cf. Jn 18, 37). Obrando así, en la adhesión plena a su Palabra, “puede compararse a un hombre sensato que edificó su casa sobre roca. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa; pero ésta no se derrumbó porque estaba construida sobre roca” (Mt 7, 24).
San Juan Pablo II ha comentado estos esenciales pasajes evangélicos en la audiencia general que transcribimos abajo para nuestros lectores. Construyamos la casa de nuestras vidas sobre la roca de la Palabra de Cristo. Él es nuestra paz. Amén, Aleluya.
“El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán” (Mt 24,35).
“A Cristo le siguen más de cerca aquellos que luchan por la verdad hasta la muerte” (San Agustín, Tratado 124,5).
Los destacados en negrita y cursiva son nuestras.
Audiencia General del Papa San Juan Pablo II, del 4 de mayo de 1988
La misión de Cristo. “Para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad” (Jn 18, 37)
1. “Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad” (Jn 18, 37). Cuando Pilato, durante el proceso, preguntó a Jesús si Él era rey, la primera respuesta que oyó fue: “Mi reino no es de este mundo…” Y cuando el gobernador insiste y le pregunta de nuevo: “¿Luego tú eres Rey?", recibe esta respuesta: “Sí, como dices, soy Rey” (cf. Jn 18, 33-37). Este diálogo judicial, que refiere el Evangelio de Juan, nos permite empalmar con la catequesis precedente, cuyo tema era el mensaje de Cristo sobre el reino de Dios. Abre, al mismo tiempo, a nuestro espíritu una nueva dimensión o un nuevo aspecto de la misión de Cristo, indicado por estas palabras: “Dar testimonio de la verdad". Cristo es Rey y “ha venido al mundo para dar testimonio de la verdad". El mismo lo afirma; y añade: “Todo el que es de la verdad, escucha mi voz” (Jn 18, 37).