"Parece que Dios no escucha mis oraciones"
Como el leproso en el Evangelio del 6o. domingo de tiempo ordinario acudimos al Señor en la oración diciéndole: “Si quieres, puedes limpiarme” (Mc. 1, 40), o puedes concederme esta u otra gracia. Le agrada al Señor que pidamos aunque ya sabe bien lo que necesitamos y tiene presente además las necesidades de todos sus otros hijos. Por eso nos recomienda Sta. Teresa de Jesús que seamos pacientes: “Basta poner los ojos en Dios, no en lo que se lleva, ya que no da Dios más de lo que se puede sufrir, y da su Majestad primero la paciencia”.
A pesar de eso, porque somos muy humanos, no es de extrañar que cuando no conseguimos enseguida lo que pedimos al Señor pensemos que Dios no escucha nuestras oraciones. ¿Por qué pasa eso? ¿Qué se puede hacer cuando nos sentimos así? ¿Por qué seguir rezando? Esto nos dicen los santos, los expertos en conseguir gracias de Dios: