El vegetarianismo por motivos religiosos
El vegetarianismo creció en popularidad en occidente en el s. XX por razones de salud y ecológicos (conservar especies de animales y plantas), por ejemplo. Los que son vegetarianos por razones éticas contra el maltrato y la explotación de animales no usan productos derivados de animales y suelen seguir una dieta vegana, o puramente vegetal (preferiblemente frutos o raices para no matar a la planta). Éstos tienen que tomar suplementos de vitamina B12, el único nutriente básico que no se encuentra suficientemente en productos vegetales y cuya deficiencia resulta en problemas de funcionamiento neuronal.
Pero, más del 70% de los vegetarianos en el mundo son de India, un país en el que el vegetarianismo se ha practicado desde hace siglos por motivos espirituales, por ser obligatorio en algunas tradiciones del hinduismo en que las ofrendas a los dioses que se comen después no pueden ser de carne. La mayoría de éstos son lactovegetarianos (que incluyen lechen en su dieta) y consideran la dieta vegetariana esencial para el progreso espiritual.
Muchos budistas son vegetarianos por respeto a la vida de los animales, aunque Buda rechazó incluir reglas estrictas de vegetarianismo para los monjes, prohibiéndoles sólo comer animales matados explícitamente para ellos. Aunque hay rabinos judíos y sectas cristianas que promueven el vegetarianismo, el judaismo y el cristianismo en general no promueven el vegetarianismo, ni tampoco el islamismo.
La Iglesia Católica recomienda la templanza en la comida, que ataca la gula sin atacar que se coma carne: “Las especies de gula son cinco: comer manjares exquisitos, en cantidad excesiva, preparados con excesivo esmero, fuera de tiempo y con voracidad” (Sto. Tomás de Aquino, Suma Teológica, 1-2, q.72, a.9c, ad2) “La virtud de la templanza hace, sin duda alguna, que el cuerpo y nuestros sentidos encuentren el puesto justo que les corresponde en nuestro ser humano.” (Papa Juan Pablo II, Sobre la templanza, 22.11.78).
Santos como los Padres del Desierto, S. Agustín y S. Jerónimo siguieron una dieta vegetariana, al igual que los cartujos, que más bien tenían que ver con el ayuno por razones ascéticas, pero no condenaban que otros comieran carne. Según el evangelio del primer domingo de Cuaresma, Jesús “Vivía entre alimañas” (Mc. 1, 12) en el desierto. Allí ayunaba día y noche, y los católicos seguimos sus pasos en la Cuaresma por medio del ayuno y de la abstinencia para negarnos a nosotros mismos por amor a Dios.
Nos explica S. Francisco de Sales: “El ayuno fortifica el espíritu, mortificando la carne y su sensualidad; eleva el alma a Dios; abate la concupiscencia, dando fuerzas para vencer y amortiguar sus pasiones, y dispone el corazón para que no busque otra cosa distinta de agradar a Dios en todo.” Esa mortificación se extiende más allá de la comida:
“Ayunen los ojos de toda mirada curiosa. . . Ayunen los oídos, no atendiendo a las palabras vanas y a cuanto no sea necesario para la salud del alma. . . Ayune la lengua de la difamación y la murmuración, de las palabras vanas, inútiles. . . Ayune la mano de estar ociosa y de todas las obras que no sean mandadas. Pero ayune mucho más el alma misma de los vicios y pecados, y de imponer la propia voluntad y juicio. Pues, sin este ayuno, todos los demás son reprobados por Dios.” (S. Bernardo, Sermón en el comienzo del ayuno)
Que nuestro ayuno y abstinencia esta Cuaresma (en todas sus formas) nos ayuden a practicar la templanza todos los días y sean sinceras expresiones de amor a Dios. Pero, además, si tantas personas en el mundo se abstienen de comer carne por la razón religiosa de la no violencia (en beneficio de los derechos de los animales), ¿no podríamos ofrecer nuestro ayuno y abstinencia cuaresmal al Señor con nuestras oraciones por los derechos de los no nacidos que tan violentamente son matados en senos maternos?
Preguntas del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]: ¿Es vegetariano o conoce a personas vegetarianas que lo sean por motivos espirituales? ¿De qué ayuna esta Cuaresma?
Mañana: Santas Perpetua y Felicidad – “cuando arrestaron a Juan” (Mc. 1, 12)
22 comentarios
”1249 Todos los fieles, cada uno a su modo, están obligados por ley divina a hacer penitencia; sin embargo, para que todos se unan en alguna práctica común de penitencia, se han fijado unos días penitenciales, en los que se dediquen los fieles de manera especial a la oración, realicen obras de piedad y de caridad y se nieguen a sí mismos, cumpliendo con mayor fidelidad sus propias obligaciones y, sobre todo, observando el ayuno y la abstinencia, a tenor de los cánones que siguen.
1250 En la Iglesia universal, son días y tiempos penitenciales todos los viernes del año y el tiempo de cuaresma.
1251 Todos los viernes, a no ser que coincidan con una solemnidad, debe guardarse la abstinencia de carne, o de otro alimento que haya determinado la Conferencia Episcopal; ayuno y abstinencia se guardarán el miércoles de Ceniza y el Viernes Santo.
1252 La ley de la abstinencia obliga a los que han cumplido catorce años; la del ayuno, a todos los mayores de edad, hasta que hayan cumplido cincuenta y nueve años. Cuiden sin embargo los pastores de almas y los padres de que también se formen en un auténtico espíritu de penitencia quienes, por no haber alcanzado la edad, no están obligados al ayuno o a la abstinencia.
1253 La Conferencia Episcopal puede determinar con más detalle el modo de observar el ayuno y la abstinencia, así como sustituirlos en todo o en parte por otras formas de penitencia, sobre todo por obras de caridad y prácticas de piedad.
Hay expresiones en español como: "come más con los ojos que con la boca", "se come con los ojos" "come con los ojos" "come por los ojos" etc que tiene todo el sentido del mundo y dicen mucho de talento natural y la formación del pueblo español. Aunque supongo que habrá expresiones equivalentes en otras lenguas; pero no lo sé.
Dejando aparte el ayuno material, que como dice S. Francisco de Sales, sirve muy bien para quitarle los bríos excesivos a nuestra naturaleza animal; sí, el alma come con los ojos y los oídos, y con la "comida" que tomamos por estas líneas es de lo que tenemos que tener más cuidado. La contemplación tiene efectos de mucha fuerza: no es una ocurrencia.
S. Juan de Ávila nos recuerda y explica porque pecó tan gravemente David, por haber visto a la mujer de Urías. Y de los oídos y de los cantos de sirena, qué te voy a decir, de sobra sabemos todos, que hay que abtenerse bajo peligro de muerte. Saludos
Conozco a algunas personas vegetarianas, no por motivos espirituales (propiamente dichos), sino por posicionamiento y protesta a favor de los animales. Pero, precisamente, esas mismas personas abogan por una libertad a abortar. ¡Curiosa contradicción! Y lo siento pero, a mis efectos, incomprensible.
En mi familia nos abstenemos de comer carne los viernes de Cuaresma y nos aporta estímulo, fortaleza. Pero mucho más nos aporta el ayuno de muchos actos en nuestras vidas diarias, dar la espalda a las tentaciones que puedan hacernos caer en un comportamiento contrario a lo que puede agradar a Dios, como bien indica en el artículo. Si bien, a veces, resulta difícil pero ahí radica la satisfacción: En poder conseguirlo.
"Algunos programas de televisión es mejor que se ayune de ellos en cuaresma y en pascua.
En la homilia del miércoles de ceniza el sacerdote dijo que había que ayunar de palabreria, de hablar sobre nosotros mismos y nuestra excelencia, sería bueno escuchar algo a los demás asi tendríamos más empatia con ellos y habría menos discusiones, ayuno de curiosidad que no beneficia y tratar de elevar los pensamientos a Dios y aprovechar el trato con El para enterarnos de sus planes sobre nosotros" 03.03.09 @ 23:28
Probablemente por la influencia de algunos amigos y por haber tenido una mala experiencia comiendo carne fui vegetariana por casi cuatro años antes de casarme, aunque cocinaba carne para mi familia. No fui vegetariana por los derechos de los animales y me parece una lástima que no fue por motivos espirituales. Mi familia se pensó que me había unido a alguna secta religiosa, que no era cierto, y tras investigar un poco la información en este artículo comprendo mejor por qué pensarían eso.
También me parece muy curioso que, como dice, muchos de los que son vegetarianos porque no soportan el maltrato a los animales no ven ningún problema con el aborto.
Muchas gracias por su testimonio positivo de cómo vive la Cuaresma en su familia. Un saludo.
Los principales responsables de ello son un varios eclesiásticos que no sólo no promueven su práctica, porque están en contra de esa y en general de cualquier obligación (son hedonistas), sino que la desestimulan.
He discutido con curas cuando, ante algún festejo familar o de amigos que no son católicos y preveo que la comida se hará en base a carnes rojas, pido la dispensa de abstinencia para ese día y sustitución por otros. Me dicen que no estoy cuerdo y se mofan, otorgando que estoy dispensado por siempre, que no los moleste más.
En fin, es gente que no entiende lo que es la obediencia a la Iglesia y la privación voluntaria a fin de acompañar al Señor en sus sufrimientos, por los cuales nos santificamos.
SAludos
Creo que #1253 del Código de Derecho Canónico muestra una posible razón de por qué se han relajado algo las leyes del ayuno y de la abstinencia, aceptando la posibilidad de "sustituirlos en todo o en parte por otras formas de penitencia, sobre todo por obras de caridad y prácticas de piedad." No es que la Cuaresma sea menos un tiempo penitencial (aunque para muchos así indica la relajación del ayuno y la abstinencia de comida), sino que se pide a los fieles que se hagan esas prácticas por el debido motivo. Por eso quizá se pueden sustituir con otras obras, siguiendo el mismo espíritu de penitencia.
Le agradezco mucho su testimonio porque a mí me anima mucho saber que hay personas en el mundo como usted y Azahar que se esfuerzan en vivir con coherencia su fe católica. Un saludo.
Veo muy lógico que nosotros lo hagamos por amor.¿Porque no va a poder ser?. Estoy intentando de ayunar de bla, bla bla, bla y de programas de televisión que aunque sean indifeentes quitan tiempo para leer un buen libro, llamar a una amiga que está agobiada.
El ayuno de comida me da frio y dolor de cabeza y además cansancio ,estoy en ello pero....¿A vosotros no os pasa?
Me llama la atención que incluyó "llamar a una amiga que está agobiada" como una práctica para la Cuaresma. He oido de personas que hacen el propósito de escribir una carta al día a alguien con quien no ha tenido contacto en algún tiempo. Las obras de misericordia corporales y espirituales son muy buenas prácticas.
Al principio me pasa lo que a usted con el ayuno, pero noto que luego el cuerpo se ajusta. No debería de ser tan extremo que nos hagamos mucho daño físico. Conozco una iniciativa para la Cuaresma en los EE.UU. de 30 horas de ayuno en la que los jóvenes en una parroquia se reúnen durante este tiempo en el salón parroquial, por ejemplo, para unirse en oración y en actividades caritativas mientras ayunan.
Gracias a usted por el comentario que cité, que me pareció muy pertinente para la Cuaresma. Un saludo.
Lo de la amiga agobiada lo digo porque aquí estamos todos agobiados con la crisis y el miedo a los reajustes de personal
18Los sacrificios no te satisfacen:
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
19Mi sacrificio es un espíritu quebrantado;
un corazón quebrantado y humillado,
tú no lo desprecias.
Del profeta Joel, 2
12 Por eso pues, ahora, dice el Señor, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y llanto.
13 Y rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos; y convertíos al Señor vuestro Dios; porque es misericordioso y clemente, tardo para la ira, y grande en misericordia, y que se arrepiente del castigo.
"Creo que #1253 del Código de Derecho Canónico muestra una posible razón de por qué se han relajado algo las leyes del ayuno y de la abstinencia, aceptando la posibilidad de "sustituirlos en todo o en parte por otras formas de penitencia, sobre todo por obras de caridad y prácticas de piedad." No es que la Cuaresma sea menos un tiempo penitencial (aunque para muchos así indica la relajación del ayuno y la abstinencia de comida), sino que se pide a los fieles que se hagan esas prácticas por el debido motivo. Por eso quizá se pueden sustituir con otras obras, siguiendo el mismo espíritu de penitencia."
Algunas precisiones:
1) no creo que en el Código de Derecho Canónico se encuentren las causas del abandono de las prácticas de ayuno, abstenencia y, en general de penitencia. El incumplimiento de la ley es causado siempre por motivos extra-legales. No se puede responsabilizar al Código de la falta de fe o de nuevas creencias que practican con entusiasmo, sobre todo, varios eclesiasticos y muchos fieles. He mencionado el hedonismo, una falsa doctrina sobre el placer y la felicidad como causa de esta decadencia. Puede haber otras extra-Código para explicarla. Jesús, por ejemplo, cuando restableció la ley de la indisolubilidad del matrimonio explicó que la causa estaba fuera de esa exigencia de fidelidad matrimonial para siempre. Era la "dureza del corazón".
2) El ayuno y la abstinencia y su posibilidad de "sustituirlos en todo o en parte por otras formas de penitencia, sobre todo por obras de caridad y prácticas de piedad" está reservada a UNICAMENTE a las conferencias episcopales. No a los fieles. El catolicismo no es una religión a la carta.
3) Has afirmado que "por eso quizá se pueden sustituir con otras obras, siguiendo el mismo espíritu de penitencia". Aclarado que esa potestad sólo la tiene la conferencia episcopal, no conozco ninguna que lo haya hecho y difundido como es debido en el caso de haber modificado estas prácticas de ayuno y abstinencia.
4) Queda para otro momento ir al tema de fondo: las razones profundas de la Santa Madre Iglesia de promover acciones penintenciales, incomprendidas por muchos. Sólo mencionar una razón de porqué intento, y a veces no puedo porque soy pecador, obedecer a la Iglesia: el Señor dijo a los discípulos "el que a ustedes oye, a mi me oye; y el que a ustedes desecha a mi me deshecha" (Lc, X, 16).
Saludos desde Uruguay.
El ayuno a nivel espiritual ha sido tratado y practicado por muchos grandes santos de la Iglesia Católica (S. Pedro Damián, S. Pedro de Alcántara, S. Juan de la Cruz, S. Juan Vianney, Sta. Inés de Praga, Sta. Clara, etc.) y sigue siendo una práctica en muchas órdenes religiosas, como los cartujos que menciona. Pero, más importante que la práctica externa es el ayuno interno, que ve en el secreto de nuestros corazones el que se fijó en el óbolo de una viuda en el templo.
"El ayuno, una forma muy especial de penitencia, y segundo llamado de Jesús, ha sido parte constante de nuestra tradición católica. El ayuno nos ayuda a poner nuestra casa en orden. [...] Con el ayuno y la autorrenuncia, llevando vidas moderadas, tenemos más energías que consagrar a los propósitos de Dios y una mejor autoestima que nos ayuda a sentir mayor interés por el bienestar de los demás.
"La privación voluntaria del alimento crea en nosotros una mayor apertura al Espíritu de Dios y profundiza nuestra compasión por quienes se ven obligados a no alimentarse. La incomodidad producida por el ayuno nos une a los sufrimientos de Cristo. El ayuno debe traer a la mente los sufrimientos de todos aquellos por quienes Cristo sufrió. Uno puede abstenerse de ciertos alimentos por propósitos estrictamente dietéticos, pero esto no sería penitencia cristiana. Por el contrario, nuestro ayuno y abstención constituyen respuesta a las obras del Espíritu Santo. Con el ayuno sentimos un hambre y sed más profundos de Dios. Paradójicamente, nos damos un banquete ayunando: un banquete con los valores espirituales que guían a las obras de caridad y servicio. ¿No proclamaba el profeta Isaías que tales obras caracterizan el ayuno que desea Dios? (Is. 58, 6-7)"
" es un medio para un fin: crecer en nuestra vida en Cristo. Cada vez que el medio se convierte en el fin, nos hacemos vulnerables al fariseísmo y la arrogancia espiritual."
"Mediante el ayuno, nuestro espíritu se abre más para escuchar el llamado de Dios, y recibimos nuevas energías para desempeñar obras de caridad."
"En el centro de toda penitencia está el llamado a la conversión. El imperativo de Jesús "Tomen otro camino y crean en la Buena Nueva" (Mc 1:15) hace explícita esta conexión entre el auténtico discipulado y la disciplina penitencial. El discipulado, el seguir a Jesús, incluye la disciplina, un firme compromiso de hacer todo lo que se deba hacer para promover el reino de Dios. Vista de esta manera, la virtud de la penitencia no es opcional, tal como la desyerba de un huerto no es opcional para un cuidador responsable. El hortelano está interesado en una cosecha abundante; el discípulo está interesado en una mayor conformidad con la persona de Jesús."
" La mortificación nos ayuda a "hacer morir" las células cancerosas del pecado; el ascetismo inculca una disciplina que nos hace cada vez más libres y responsables. "
Además de la oración, la limosna y el ayuno recomiendan las 14 obras de misericordia.
Quizás le sorprenda esto que leí en una hoja parroquial de este año (traducido):
"La obligación de ayunar y de abstenerse, en un conjunto, es una obligación seria. Mientras que fallar en la observación de cualquier día penitencial en sí puede no ser considerado serio, el no observar ningún día penitancial o un número sustancial de ellos sin buena causa, sería considerado un asunto grave. A los que no pueden abstenerse por una razón válida en algún viernes particular de Cuaresma se les pide hacer algún otro acto penitencial o abstenerse en otro día."Quizás pueda comprender un poco mejor ahora por qué hice mi anterior comentario.
Un saludo desde los EE.UU.
Sobre la abstinencia: Obliga todos los viernes del año y no a solos los viernes de cuaresma como practica azahar: No solo es no comer carne, sino caldo de carne entra dentro de la prohibición. Antiguamente entraban también los huevos y la leche.
Sobre la sustitución con otras formas de caridad o de piedad. Solodoctrina afirma que no conoce ninguna conferencia episcopal que lo haya hecho y difundido. Pues bien; yo cito una, y bien próxima de su tierra: Brasil : la abstinencia puede ser sustituida por los propios fieles por otras prácticas de penitencia, caridad o piedad, particularmente por la participación en esos días en la Sagrada Liturgia. La traducción es mía.
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