La imagen de Lourdes no es fiel a la descripción de Bernadette
Sta. Bernadette Soubirous (1844-1879), recibió 18 apariciones de la Virgen María en Lourdes del 11 de febrero, 1858 al 16 de julio, 1858. Cinco años después, del 15 al 19 de septiembre, 1863, el escultor de la Virgen de La Salete, Joseph Hughes Fabisch (1812-1886) viajó a Lourdes para entrevistar a la santa. Le habían contratado para crear una estatua en mármol según la descripción de la vidente para reemplazar a una pequeñita (ver última foto del artículo que muestra a la santa ante la gruta). Dos meses después le mandó a la santa una foto de una primera estatua para que le diera su opinión.
Al ver la estatua final que llevó Fabisch a Lourdes pocos días antes de inaugarla el 4 de abril, 1864, la santa comentó: “No se acerca a la belleza que he visto”. De hecho, el escultor no había tomado en cuenta las correcciones de la santa.
La estatua carecía de sencillez. Decía la santa, “La postura es más natural. No echa la cabeza hacia atrás para ver el cielo. Simplemente levantaba los ojos.” La Virgen agradecía así a Dios su gracia al decir: “Yo soy la Inmaculada Concepción”. Las manos estaban más unidas, los dedos pegados, palma contra palma [las manos que se ven ahora son más recientes y demasiado grandes] , y el pie izquierdo de la estatua estaba demasiado separado, resaltando demasiado la rodilla.
No se cambió mucho entre el primer modelo (que se piensa está conservado en Mont-Luzin) y la estatua final: No se puede culpar al escultor por no poder representar el material correcto de la túnica o del rosario, materiales que dijo la santa que nunca había visto en ninguna tienda. Además, dijo Sta. Bernadette que era tan hermosa la Virgen que al haberle visto uno desea morir para poder verle de nuevo. Pero, algo podría haber hecho para evitar otras diferencias que señaló Sta. Bernadette. Ella le dijo que el velo debería cubrir de la misma forma los dos hombros y codos, sin pliegues bajo los brazos. La túnica no era tan ajustada y había dobladillo alrededor del cuello, que está demasiado descubierto en la estatua y aparece “largo y torcido”, diría la santa.
La santa cooperó con comentarios sinceros, describiendo la sencillez y modestia de la Virgen María. En cambio, el escultor pensó que esa niña campesina no tenía la menor idea de lo que era sublime e ideal visualmente, a pesar de que ella fue la que vió a la Virgen María, modelo de perfección. Él diría más tarde: “el arte es la elocuencia, su fin es perfeccionar al hombre, civilizarle”.
El escultor tiñó la cinta azul sin primero consultar con la vidente sobre cómo era el azul que mencionó. También omitió el dobladillo alrededor del cuello y no cambió los pliegues del velo ni la postura de la Virgen. No le agradó a la santa ver tantos pliegues en el velo y en la túnica (muy de moda en las representaciones artísticas en ese tiempo), que no mostraban la sencillez y humildad con las que se apareció la Virgen María. Es una lástima, ya que esa estatua la ven millones de peregrinos en el segundo lugar de peregrinaje mariano más visitado del mundo (después de Guadalupe).
Además, a Fabisch se le olvidó el rosario de la Virgen, que fue añadido después. Dijo la santa: “Tenía un rosario como el mío” y por eso las primeras estatuas producidas en Lourdes tenían 6 decenas como el rosario de Sta. Brígida que usaba la vidente, aunque se le añadió uno de 5 decenas a la estatua. Según la santa, el rosario de la Virgen tenía una cadena amarilla que brillaba como el sol y una cruz de material parecido (no se fijó si era un crucifijo), cuentas grandes blancas muy separadas, y que llegaba bajo las rodillas. Era muy grande para resaltar el mensaje de la Virgen en Lourdes: “Rogad por los pecadores” y “¡Penitencia, penitencia, penitencia!”
En el Evangelio del 5o. domingo de tiempo ordinario oímos que el Señor “curó a muchos enfermos” (Mc. 1, 34). Lo hizo por el bien de las almas, para que creyeran que tenía poder para perdonar pecados y que era el Mesías esperado. Nuestra Señora y Madre intercede por todos sus hijos, también pensando sobre todo en su bien espiritual. Le prometió a Santa Bernadette no que le haría feliz en esta vida sino en la siguiente. Sólo horas después de que la santa le obedeciera con humildad y escarbara en la tierra y bebiera barro en la gruta como penitencia apareció la famosa fuente que sigue curando a enfermos en tiempos modernos. (Ver aquí una lista de milagros en Lourdes aprobados por la Iglesia) La fiesta de Nuestra Señora de Lourdes es ahora la Jornada Mundial de los Enfermos.
¡Virgen de Lourdes, ruega por nosotros!
[Fuente: P. Jean-Philippe Rey, o.p.]
Ver historia de las apariciones en el Sitio Oficial de los Santuarios de Lourdes
Pregunta del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]: ¿Qué muestra la iconografía de otras advocaciones y apariciones marianas?
25 comentarios
La Santísima Virgen María se apareció a una pobre campesina en el basurero del pueblo como una jovencita descalza, según la vidente: "no más grande que yo" (1,40m), ...[que] le hablaba con respeto en su propio dialecto, sin tutearle. "Me mira como una persona habla con otra persona".
Así se trata a los niños. Ésa es la verdadera pedagogía: la del amor, que siempre es respetuoso, humilde, firme y veraz.
¡Gracias por sus reflexiones, María Lourdes...!
ADVENIAT REGNVM TVVM
Mis padres estuvieron en Lourdes, Francia, para pedir hijos al Señor por intercesión de la Virgen. Los médicos les habían dicho que ninguno de los dos iba a poder tener hijos. Pero, para Dios todo es posible y poco después de su viaje se enteraron de que mi madre estaba embarazada.
Por eso me llamaron María Lourdes y nos llevaron a mis hermanos y a mí a la gruta de Lourdes años después para agradecer el favor. Espero poder llevar a mis hijos allí algún día también.
A mí me encanta la advocación de Nuestra Señora de las Maravillas. Era la patrona de mi colegio, pero lo que más me gusta es que, ya con su nombre, proclama las obras grandes que hizo Dios en su vida (como en el Magníficat)... y si hizo esos milagros en la vida de la Virgen, ¿por qué no los va a hacer en la mía, si me dejo?
La PAZ, te acompañe hoy y siempre.
ML
La historia de tu concepción es la de Isaac,la de Juan Bautista,la de los predilectos de Dios.
Mi familia celebra los días de los santos porque tengo esa bella costumbre por mi infancia en España, pero en los EE.UU. (que yo sepa) no se celebra en general, excepto por los hispanos. Es hermoso conmemorar a nuestros patronos de modo especial y sé que le debo mucho a Nuestra Madre.
Me parece una lástima que no he encontrado aún una estatua de mi patrona que siga la descripción de Sta. Bernadette, porque se pierde un poco del mensaje de la Virgen con cada "licencia artística". Quizás será porque en los EE.UU. la selección es muy limitada.
Sta. Bernadette mostraba la postura de la Virgen y cómo ella hacía la Señal de la Cruz (lentamente hacía una Cruz grande) a todas las personas en autoridad que se lo pedían (¡Qué paciencia hacerlo tantas veces como ella lo hizo!).
Gracias también por recordarme por los santos que menciona que me queda mucho que mejorar para poder agradecer al Señor adecuadamente (según mis limitaciones) Su Gran Bondad conmigo. Tanto como ama el Señor a cada uno de los santos (infinítamente), nos ama a cada uno de nosotros.
Leyendo tu post y lo que narra el P. Jean-Philipe Rey OP, parece que para acercarnos a Dios, a la Virgen María, y a las realidades celestiales y eternas, tenemos que andar con mucha humildad. A su vez, hemos de suplicar insistentemente este don al Espíritu Santo. Pues con la "mejor voluntad" estropeamos hasta las verdades e imágenes. Seguramente, "lo mejorcito" que tenemos es lo que Dios mismo esculpe o imprime, la Sábana Santa o la Virgen de Guadalupe. Para la Virgen de Lourdes, tal vez si se le hubiera pedido a Bernadette que hiciera de modelo, tampoco se hubiera dejado, así que nos conformaremos y esperaremos ver a Notre Dame la Inmaculada Concepción en el Cielo. Oremos unos por otros.
No nos olvidemos tampoco que Dios nos hizo a imágen y semejanza suya, o sea que si nos mantenemos en gracia con Dios, en nuestras almas y en las de los demás veremos un poco de la grandeza de Dios. La belleza de la Virgen supera la de todas las creaturas porque sólo ella es "la Inmaculada Concepción".
La pobre Bernadette sufría mucho cuando le sacaban fotos. En esos tiempos uno tenía que estar quieto mucho tiempo para que le sacaran una foto. [¡Cómo ha progresado la tecnología!] Cada sesión le agotaba especialmente porque ella no quería que nadie se fijara en ella (se lo mandaban sus superioras). Estaba muy contenta escondida en su hábito y cuando iba la gente al convento no sabían a primera vista cuál de las monjas era la vidente: la más bajita en todo sentido de la palabra.
http://tallernazareth.blogspot.com
o web en construccion
www.tallernazareth.cl
saludos
bernardo
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Bernardo, muchísimas gracias por haber compartido esos enlaces a artículos religiosos católicos. Veo que por el segundo enlace se ofrece una estatua de la Virgen de Lourdes, pero que como dice no es como la describió Sta. Bernadette (le falta una rosa sobre un pie, por ejemplo). Si tiene contacto con los artesanos que hicieron esa preciosa estatua, quizá podría recomendarles que la hicieran según la descripción de la vidente. Un saludo desde los EE.UU. y siento haber tardado tanto en publicar su comentario.
¡Que alegría saber de usted! Que la Virgen la proteja siempre.
Algo parecido sucedió con el cuadro del Jesús de la Misericordia encargado por santa Faustina y con la imagen de Fátima. Siempre va a ser así porque el artista no es el vidente y todavía no se ha aparecido a ningún artista que yo sepa.
En lo personal prefiero los iconos más que las efigies, todas las encuentro tan poco naturales en sus posturas, y algunas francamente feas, de hechura basta, claro que también en pintura es difícil representar la magnificencia de una aparición, pero al menos se pueden lograr colores más ricos y naturales que en una estatua policromada.
Y por otro lado están esas estampitas tan poco cercanas a la realidad ya sea de santos o incluso del Señor, un ejemplo la imagen del Sagrado Corazón: rubio, ojos azules, con un rostro casi femenino y esa barbita a lo mosquetero. En nada se parece a un judío de tez morena del siglo I, con el tono muscular de quien trabajó en oficios no sedentarios como el Señor. Pero claro, cada pueblo representa al Señor con los rasgos con los que se identifican, aunque algunos realmente exageran la nota.
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