La edad de la Primera Comunión: ¿Por qué tanta prisa?
Al comienzo de “Alicia en el País de las Maravillas", un conejo blanco con mucha prisa canta:
“¡Llego tarde! ¡ Llego tarde! ¡A una cita muy importante! ¡No hay tiempo para decir: ‘Hola’, adiós! ¡Llego tarde! ¡Llego tarde! ¡Llego tarde! […] ¡No, no, no, no, no, no, no! ¡Llego muy tarde! ¡De verdad que estoy en un caldo de conejo [en un apuro]! ¡No hay tiempo para decir: ‘Adiós’, hola! ¡Llego tarde! ¡Llego tarde! ¡Llego tarde!”
En cambio, Ntro. Señor Jesucristo, creador del tiempo y dueño del Sábado, mostraba una valoración diferente del tiempo y pacientemente permitía interrupciones a su predicación verbal para enseñar la caridad por obra. Cuando el padre de Jairo acudió a Él mientras enseñaba a la multitud para pedirle la cura de su hija de 12 años, el Evangelio del XIII Domingo de Tiempo Ordinario nos dice que: “Jesús se fue con él” (Mc. 5, 24). Por el camino, se detuvo para hablar con la mujer a la que había curado de su hemorragia de 12 años.
Si el Señor no parecía mostrar prisa, ¿por qué tanta prisa para que los niños reciban al Señor en su Primera Comunión?
—————————————————–
Para responder a esa pregunta, conviene repasar el Decreto del Papa Pio X: “Quam Singulari” (Q.S. en el artículo).
1) El amor de Jesús a los niños y su deseo de que se dejara a los niños acercarse a Él.
“Cuán singular amor profesó Jesucristo a los niños, durante su vida mortal, claramente lo manifiestan las páginas del Evangelio. Eran sus delicias estar entre ellos…” (Q.S. 1) El Señor no dudó en acudir a la hija de Jairo, a pesar de haber estado hablando a una multitud. Ni las burlas de las personas que encontró en la casa de Jairo pudieron cambiar su determinación de ayudar a esa niña.
2) A lo largo de los siglos, los niños han recibido la Eucaristía.
Desde los primeros siglos, “no solo en el acto del bautismo, sino después y repetidas veces los niños eran alimentados con el divino manjar; pues fue costumbre de algunas Iglesias el dar la Comunión a los ninos inmediatamente después de comulgar el clero; y en otras partes, después de la Comunión de los adultos, los ninos, recibían los fragmentos sobrantes.”(Q.S. 2) En 1215, el Concilio de Letrán estableció que los niños recibieran la Comunión al llegar al uso de la razón. (Q.S. 3)
3) El daño espiritual que causa alejar a los niños del Señor.
Dice S. Agustín que “No es otra cosa el tiempo de esta vida sino una carrera hacia la muerte” (La Ciudad de Dios, 13) y así fue para la mujer que padeció 12 años y la niña que se murió a los 12 años. El encuentro con Jesús les cambia la vida.
Al no determinarse enseguida la edad de la razón en los niños, “se fijaba la edad de la primera Comunión en unos sitios a los diez años o doce, y en otros a los catorce o aun más”.(Q.S.4) Recordemos que la hija de Jairo murió a los doce años antes de que Jesús llegara a ella. Como dice S. Gregorio Magno: “En fin, puesto que ignoramos en qué tiempo vendrá la muerte y después de la muerte ya no podemos obrar, resta que aprovechemos con afán el tiempo que se nos concede” (Moralia, 13).
“Esta costumbre, por la cual, so pretexto de mirar por el decoro del Santísimo Sacramento, se alejaba de él a los fieles, ha sido causa de no pocos males. Sucedía, pues, que la inocencia de los primeros años, apartada de abrazarse con Cristo, se veía privada de todo jugo de vida interior; de donde se seguía que la juventud, careciendo de tan eficaz auxilio, y envuelta por tantos peligros, perdido el candor, cayese en los vicios antes de gustar los santos Misterios. Y aunque a la primera Comunión preceda una preparación diligente y una confesión bien hecha, lo cual no en todas partes ocurre, siempre resulta tristísima la pérdida de la inocencia bautismal, que, recibiendo en edad más temprana la Santa Eucaristía, acaso pudiera haberse evitado.(Q.S. 5)
4) “No se requiere un perfecto conocimiento de las verdades de la fe” (Q.S. 9)
El Señor acudió a la casa de Jairo a pesar de que la fe de éste no era tan perfecta como la del centurión que le dijo al Señor que una palabra suya bastaba para sanar a su siervo. Sólo hace falta que “el niño sepa distinguir el Pan Eucarístico del pan común y material, de suerte que pueda acercarse devotamente al altar. Así, pues, no se requiere un perfecto conocimiento de las verdades de la Fe, sino que bastan algunos elementos, esto es, algún conocimiento de ellas; ni tampoco se requiere el pleno uso de la razón, pues basta cierto uso incipiente, esto es, cierto uso de razón.”(Q.S.9)
5) Los frutos que causa en los niños recibir al Señor en la Eucaristía.
El Señor resucitó a la hija de Jairo al acercarse a ella. Es el mismo Señor verdaderamente presente en la Eucaristía, que perdona los pecados veniales del que le recibe debidamente en la Eucaristía (sin pecado mortal, habiendo ayunado una hora y sabiendo a quién recibe). Da testimonio el Papa Juan Pablo II de que el decreto de Pio X:
“No solamente redujo la edad necesaria para acercarse a la Mesa del Señor [a los 7 años, más o menos], de lo que yo mismo me aproveché en mayo de 1929, sino que dio la posibilidad de recibir la comunión incluso antes de haber cumplido los siete años si el niño muestra tener suficiente discernimiento. La Sagrada Comunión anticipada fue una decisión pastoral que merece ser recordada y alabada. Ha producido muchos frutos de santidad y de apostolado entre los niños, favoreciendo que surgieran vocaciones sacerdotales.” (“¡Levantaos!¡Vamos!”, Barcelona, 2004, p. 97).
————————————–
Demos gracias al Señor por acudir al Pan y al Vino cuando el Sacerdote los consagra en la Misa y por permitir a los niños recibirle en la Eucaristía.
[Foto reloj: Isabelle Grosjean ZA en Wikimedia Commons]
Preguntas del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]: ¿Por qué es bueno que los niños reciban la Primera Comunión desde la edad de la razón? ¿Qué recuerda de recibir la Comunión de niño?
Mañana – Los deberes de los padres - “les dijo que dieran de comer a la niña” (Mc. 5, 43)
23 comentarios
SI un niño está bien preparado, debe comulgar para unirse a Cristo y dar un impulso a su vida cristiana, que , como dice el punto tres de Q.S., decaería si no tuviese la ayuda de la Eucaristía.
Creo que cuanto antes puedan comulgar, antes se irán haciendo santos, santos de pantalón corto.
El demonio nos rodea como un león rugiente buscando a quíen devorar, por eso, todas las ayudas son pocas para luchar contra él. Y la más importante, el propio DIos en la Eucaristía.
Es una pena la cantidad de niños que hacen su Primera y única Comunión, más como un rito social. Sus padres luego se despreocupan de su formación, de la asistencia a la misa dominical,en fin, una pena.
A finales del 2007, el Papa Benedicto XVI reconoció las virtudes heróicas de la Ven. Nennolina Meo, que murió a los 6 años y medio. Tenía la costumbre desde que empezó a prepararse para la Primera Comunión de "escribir" cartas a Jesús y a María que dictaba a su madre. Se pueden leer sus cartas aquí: http://www.nennolina.it/let_index_ES.htm La noche antes de su Primera Comunión dictó:
«Querido Jesús, mañana cuando estarás en mi corazón, haz como si mi alma fuera una manzana. Y como dentro de la manzana están las semillas, dentro de mi alma haz que haya un armario. Y como dentro de la cáscara negra de las semillas, está la semilla blanca, así haz que dentro del armario esté tu Gracia, que sería como la semilla blanca».¿No es admirable lo que puede hacer el Señor con niños tan pequeños con almas tan puras? Estoy de acuerdo con lo que dice sobre la responsabilidad de los padres de llevar a sus hijos a Misa, el tema del siguiente artículo. Muchísimas gracias por dejar su reflexión sobre el tema.
Reconozco que fui muy afortunada porque mi padre conocía a un sacerdote chino que estaba en España y le invitaba para contestar a las preguntas que tuviera. Ese sacerdote me dió la Primera Comunión. Además, mis padres nos llevaban a mis hermanos y a mí a visitar a unas monjas que conocían, con quienes me he mantenido en contacto.
Pero, como dice, suele haber mucha preparación no espiritual para ese día también, que espero no afecte demasiado la Primera Comunión de mis hijos. Además, la Primera Comunión, como dice Susi, no debería ser la última, sino que debería de acercarnos más y más al Señor. Me alegro mucho que el Señor ha permanecido en su vida.
Otro asunto relacionado es el decaimiento de la importancia de la Confirmación. Aunque educado en un colegio religioso, tuve que hacerla por mi cuenta en mi parroquia a los 16-17 (algún otro era mayor que yo, ya empezada la carrera universitaria), y muchos de mis amigos no la han recibido. No tengo ni idea de por qué no la hice en mi colegio; no tengo ningún recuerdo de que me lo propusieran.
En esta página hay más información sobre la edad de Primera Comunión. Se comenta lo que significa "cuanto antes" en esta cita (de esa página):
"El criterio referido es plenamente coherente con las prescripciones del Código de Derecho Canónico, de fecha 25/1/1983, que en su canon 914, refiriéndose a la participación de la santísima Eucaristía, señala: Los padres en primer lugar, y quienes hacen sus veces, así como también el párroco, tienen obligación de procurar que los niños que han llegado al uso de razón se preparen convenientemente y se nutran cuanto antes, previa confesión sacramental, con este alimento divino."La Confirmación de los niños como parte de un programa de educación religiosa se suele hacer en las parroquias que conozco en los EE.UU. desde los 13 a 15 años. Cuando vine a los EE.UU., mis compañeros ya habían recibido la Confirmación. Que yo sepa, no se obliga a los niños a confirmarse, sino que tienen que elegirlo por su cuenta. En mi parroquia creo que al menos un niño asistió a la catequesis pero no se confirmó porque no se sentía preparado y no quiso confirmarse. Mi esposo se confirmó ya adulto un año antes de nuestra boda y fui su madrina de Confirmación. Me pareció muy interesante su comentario.
No sabemos lo que puede decir Dios a un alma tan pequeñita, pero yo sé por mis 12 sobrinos que sus padres les enseñan a hacer sacrificios por diversas intenciones desde pequeños, que rezan, que van desarrollando una vida cristiana...
Recuerdo perfectamente, debía tener unos 6 ó 7 años, que en misa del Domingo de Ramos, tenía un ramo que me pesaba mucho, e iba a pedir que me lo cambiaran, pero dentro de mí oí como una voz que me pedía sacrificarme porque Jesús había llevado una cruz por mi. Y así estuve con el pesado ramo. No lo cuento para quedar bien, sino para ilustrar lo que puede o no hacer un niño por Dios, y si sigue adelante, con la gracia, llegará a ser santo y a acercar a las almas a Dios.
Tal vez si no hubiese hecho ya la Comunión, no hubiese tenido esa gracia de hacer el pequeño sacrificio por mi Dios.Nunca se sabe.
Cuanto antes se comulgue, mejor, en resumen.Y lo mismo para la Confirmación. ANtes se hacía muy pronto y algunos niños ni se enteraban, pero el Espíritu Santo iba actuando. Ahora, para que sean más conscientes, se espera demasiado, y hay muchos que se quedan por el camino, medio perdidos,hasta los 31 años como Odet o más...
También me parece que no se aprecia bastante lo que el Espíritu Santo obra en nuestras almas tras la Confirmación. Hace falta fe para recibir ese Sacramento, pero aumenta y fortalece mucho a uno, especialmente si es recibido debidamente. Me alegran mucho los testimonios como el de Odet, que por lo visto se mantuvo abierta a la gracia divina. A mí me parece una lástima que no empecé a ir a Misa diaria hasta después de mis años universitarios... pero, como dice Odet, el Buen Pastor no abandona nunca a Sus ovejas.
Recuerdo cómo Sta. Bernadette, la vidente de Lourdes, no recibió su Primera Comunión hasta los 14 años porque le creían muy ignorante (por circunstancias en su vida, no pudo asistir a la escuela regularmente como otros niños). Fue después de que comenzaron las apariciones de la Ssma. Virgen María y antes de la última. Tanto deseaba recibir la Primera Comunión que pidió a sus padres volver a su casa (estaba en casa de su madrina, creo) porque donde vivía le habían prometido llevarle a la catequesis y no lo hicieron. Por eso volvió a Lourdes, poco antes de las apariciones.
Dios nos puede hacer alcanzar la santidad sea la que sea la edad de nuestra Primera Comunión, aunque conviene recibirla en cuanto antes posible y después de eso no dejar de recibirla regularmente. Un saludo.
Recordemos también que el mismo Señor Jesucristo instituyó la Iglesia dándole mayor autoridad a S. Pedro entre los apóstoles, un hecho que también podrá encontrar en la Biblia.
Le animo a leer en el "Catecismo de la Iglesia Católica" la Segunda Parte, Sección 2, Capítulo 1 ("Los Sacramentos de la iniciación cristiana") para familiarizarse mejor con la doctrina de la Iglesia Católica respecto a los Sacramentos que menciona. Sobre el Bautismo de los niños, le recomiendo que lea "Bautismo de niños" en corazones.org. Un saludo.
--------------------------------
María, siento mucho que no es hasta ahora que le contesto. Quizás sus hijas ya recibieron su Primera Comunión. Si no es así, le recomiendo que pronto pregunte a un sacerdote en su parroquia sobre lo que debe de hacer para la preparación de sus hijas para recibir ese maravilloso Sacramento. El mejor recuerdo de la Primera Comunión es la alegría espiritual del alma que sabe a Quién recibe y lo hace con todo amor posible.
Si les ha estado dando buen ejemplo a sus hijas asistiendo regularmente a Misa y confesándose sacramentalmente también regularmente, ellas apreciarán mejor la importancia que debe tener el Señor en nuestras vidas. Ellas sabrán entonces que les está preparando para recibir al Señor por Amor y con Amor.
La edad de la recepción de la Primera Comunión tiene mucho que ver con la madurez del que se prepara. La Iglesia estipula que se puede recibir más ó menos alrededor de los 7 años, cuando se ha llegado a la edad de la razón, que es cuando uno ya puede discernir entre el bien y el mal y es capaz de cometer pecado mortal. Llegada esa edad, es prudente que se les anime a los niños a recibir el Sacramento de la Confesión, para que puedan obtener la gracia de Dios si es que llegan a cometer pecado mortal. Un sacerdote en su parroquia podrá ayudarle mejor a determinar si ya han llegado a la madurez necesaria. Admiro su preocupación por el bienestar espiritual de sus hijos. Un saludo.
Disculpa pero yo tengo 14 años y no e hecho la primera comunion y me da mucha pena porque mi tio es padre y pues yo la quiero hacer pero creo que estoi muy grande y me da mucha verguenza y pues ya estoy en la adolescencia.
-------------------------------
Denisse, en la Comunión recibimos al mismo Dios, verdaderamente presente en la Eucaristía. ¡Qué don más grande! Sus deseos de recibirle a Jesucristo le ayudarán a prepararse lo mejor posible.
Le animo a ponerse en contacto con algún sacerdote de su parroquia en cuanto antes posible. En los EE.UU. sé que muchísimas parroquias ofrecen catequesis para la iniciación católica de adultos. Tanto adolescentes como adultos se preparan para recibir el Bautismo, su Primera Comunión y/o la Confirmación. Dos de mis hermanos se prepararon para la Confirmación de esa forma y siendo los menores en el grupo, recibieron mucho apoyo. Su experiencia, según me cuentan, fue muy positiva.
Espero que pronto se cumplirá su deseo de recibir al Señor en la Comunión y que continuará a lo largo de su vida a recibir la Comunión regularmente. No se prive mucho más tiempo de tan grandes gracias como el Señor desea concederle por medio de ese gran Sacramento.
quisiera platicarles un poco mas a fondo de por k es para mi importante el tener a Dios con nosotros, tengo 32 años es mi primer hija tiene 9 años desgraciadamente soy viuda ella tenia al rededor de año y medio cuando su papa fallecio, hace tres años mataron a mi hermano y a su hijo, ella ha vivido todo esto y es por eso que yo como su madre tengo la obligacion de enseñarle todo sobre la religion catolica aparte que es lo unico importante que le puedo dejar y asi ella tener la paz y tranquilidad que en mi pais nos hace mucha falta soy de Chihuahua,chih. en Mexico. saludos a todos
-------------------------------
Karla Militza Rodriguez Escobedo, me ha conmovido mucho el testimonio que ha dejado. Muchísimas gracias por haber compartido su vivencia de fe en momentos tan difíciles de su vida. Admiro su determinación de educar a su hija en la fe. Un saludo.
-----------------------------------
Flor Carbajal, los sacerdotes diocesanos deben obedecer a su Obispo, o sea que supongo que en cada parroquia se sigue los decretos del Obispo, en lealtad al código canónico de la Iglesia Católica. Si después de ponerse en contacto amablemente con su párroco, éste no le permite a su hija el recibir la Primera Comunión una vez llegada a la edad de la razón, sin una buena razón, puede escribirle respetuosamente a su Obispo para pedirle su opinión en el asunto, ya que él es el Pastor espiritual de las almas en su diócesis. Si no obtiene una respuesta satisfactoria, puede recurrir también a la Congregación para la Doctrina de la Fe, en la Santa Sede. Claro que esos trámites tardarán lo suyo. Me alegro de que desee que su hija reciba los Sacramentos de la Iglesia y le deseo todo lo mejor.
-----------
Flor Carbajal, siento mucho que esté viviendo tiempos tan duros en su país, sobre todo cuando se tiene en cuenta que se preocupa por el bien espiritual de su hija. Los sacerdotes sí son los que "pastorean" a los fieles bajo el obispo, el "pastor" de la diócesis, pero los padres laicos tenemos la obligación de hacer todo lo posible de nuestra parte para educar a nuestros hijos en la fe [como expresa la comentarista Karla Militza en el comentario anterior a los suyos]. Por lo que expresa usted en sus comentarios, ya sabe que Dios les puso a nuestros hijos bajo nuestro cuidado, confiándonos la tarea no sólo de ayudarles materialmente, sino también espiritualmente para que se formen como verdaderos hijos de Dios. No olvidemos que la fe es un don de Dios que debemos cuidar para no perder y que en el bautizo de nuestros hijos nos comprometimos a educarles en la fe.
El sacerdote actúa en persona de Cristo cuando confiere los Sacramentos. Pero, como dice, son "representantes de la Iglesia" y cada sacerdote en sí [excepto el Papa, que también es sacerdote] no tiene poder para decidir nada respecto a los Sacramentos ni la Liturgia, excepto lo que la Iglesia Católica les permite a la luz del Magisterio de la Iglesia (que se basa en las Sagradas Escrituras y también la Tradición de la Iglesia). Ciertas cosas como los dogmas de fe no pueden cambiarse, pero otras cosas fuera de los dogmas podrían cambiar según el parecer del Papa como Vicario de Cristo. Éste es el caso de la edad de la Primera Comunión.
Dentro de la jerarquía de la Iglesia, existe la Congregación para la Doctrina de la Fe, por ejemplo, para vigilar contra los abusos de la ley canónica que siendo católicos debemos obedecer. Después de todo, fue el mismo Señor el que le dió autoridad a la Iglesia en el mundo como administradora de toda gracia necesaria para nuestra salvación. Cada párroco puede tomar ciertas decisiones respecto a su parroquia, pero el Pastor sigue siendo el Obispo. Por lo tanto, le sugiero que consulte con su Obispo si tiene dudas respecto a lo que se permite en su diócesis. Un saludo y siento mucho de nuevo la demora en responderle.
La Primera Comunión es uno de los Sacramentos que más me gusta por este encuentro que se da con Jesús. Los niños, al entrar en el conocimiento del mundo, de descubrir cómo funciona, de entrar "a la edad de la razón", al descubrimiento de lo que puede generar la toma de decisiones, me encanta cuando se dan cuenta de que hay Alguien que siempre estará contigo, que te va a guiar por el camino de la felicidad y que te va a Amar eternamente. Es encontrar, descubrir al mejor aliado de toda tu vida: Jesús.
Por eso también me parece muy importante que la preparación para este encuentro con Jesús esté llena de experiencias signficativas. Es decir, que más allá de aprenderse tajantemente los conceptos de fe que todo cristiano católico debe saber; sean momentos de fe que se saboreen, que los niños disfruten, se diviertan y con ello memoricen lo que un día, cuando sean más grandes de edad, podrán reflexionar y analizar para su crecimiento espiritual. Que la catequesis sea divertida, llena de símbolos, invitatoria a crear ese lazo con el mejor amigo de todos: Jesús.
Y que la fiesta espiritual, la Eucaristía sea para niños, con cantos alegres, con frases cortas, con palabras sencillas. Una Eucaristía que siembre el deseo de vivir siempre en Acción de Gracias, en Comunión con Cristo.
Ya al finalizar este magno momento, aterrizar a la vida común y corriente con una fiesta es muy saludable. Que haya regalos, juegos, risas, comida, abrazos, música, que sea una fiesta digna de recordar. Esto hace que en la vida diaria sea más fácil ver a Jesús, sea más fácil comprender su Muerte y su Resurrección; pues así comprendiendo a Cristo también en lo terrenal podemos anunciarlo a los demás.
Gracias por este espacio, gracias por escribir esta publicación. Dios te bendice María Lourdes Quinn.
Desde el corazón, recibe un abrazo.
Adriana, mexicana, guanajuatense y leonesa.
Los comentarios están cerrados para esta publicación.