El patrono de los bomberos y la locura de la conversión
S. Juan de Dios (1537-1550)nació en Casarrubios del Monte, cerca de Toledo. Quedó huérfano de madre cuando era pequeño y su padre se hizo religioso. El santo fue pastor y soldado y luego vendedor ambulante de libros hasta que llegó a Granada cuando tenía 42 años. Allí, un sermón de S. Juan de Ávila le cambió la vida. Quizás oyó algo como esto:
“Acuérdate, hombre, que eres ceniza, dice Dios; acuérdate del pecado que te consumió y del fuego que te tornó ceniza; acuérdate de que para remediar esos males, hizo Dios por ti lo que hizo. Para remediar esto vino Dios y Él mismo fue abrasado de amor y hecho ceniza, fue trabajado, sudó, cansó, fue perseguido y afrentado, crucificado por ti.
Toma la ceniza de Cristo; toma la memoria de su Pasión; acuérdate que Él obedeció más al Padre que tú pecaste; que agradó El más que desagradaste tú. Toma la memoria de Jesucristo crucificado; júntala con agua viva. No se te pide sino que te sujetes a la Iglesia, digas a Dios que pequé contra ti, pésame de haber ofendido a mi Dios, que eres, Señor, incomprensible bien. El pone los sacramentos; pon tú un poco de agua viva de contrición. ¿Cómo no te pesará de haber ofendido a quien se puso por ti en la cruz?” (S. Juan de Ávila, Homilía de Miércoles de Ceniza)
En medio de la homilía, S. Juan de Dios empezó a gritar: “¡Misericordia, Señor, que soy un pecador!”.
Con razón decía S. Juan Vianney: “No hay momento tan precioso para pedir a Dios nuestra conversión como el de la Santa Misa”. S. Juan de Nápoles añade: “Acudid al médico mientras podéis, no sea que después queráis y no podáis”. S. Juan de Dios se confesó con S. Juan de Ávila y decidió dejar todos su bienes y andar por las calles pidiendo perdón al Señor por sus pecados. Como penitencia dejaba que le maltrataran y le trataran como si estuviera loco.
Oímos en el evangelio del 2o. domingo de Cuaresma que Pedro, al ver al Señor transfigurado: “no sabía lo que decía” (Mc. 9, 6). Perdió el sentido ante la realidad de que Cristo es el Hijo de Dios. Al oir a S. Juan de Ávila predicar, S. Juan de Dios experimentó al Señor en su vida de tal forma que otros pensaron que perdió la cabeza.
Explica el Papa Pablo VI: “Solamente podemos llegar al reino de Cristo a través de la metanoia, es decir, de aquel intimo cambio de todo el hombre, de su manera de pensar, juzgar y actuar, impulsados por la santidad y el amor de Dios, tal como se nos ha manifestado a nosotros este amor en Cristo y se nos ha dado plenamente en la etapa final de la historia” (Const. Poenitemini).
Le llevaron a un asilo para locos, donde azotaban a los locos para intentar curarles. S. Juan sufría con paciencia pero reprendía el daño hecho a otros. Después de sacarle S. Juan de Ávila, S. Juan de Dios cuidó de los pobres y los enfermos, pidiendo comida para ellos gritando: “Haced bien, hermanos, para vuestro bien”. El obispo añadió “de Dios” a su nombre y le dió un hábito negro para que dejara de dar su ropa a los pobres. Cuando el hospital se incendió, entró varias veces, salvando a todos los enfermos sin quemarse. Por eso es considerado Patrono de bomberos. Se enfermó intentando salvar a un niño en aguas muy frías y el obispo dejó que una señora le cuidara en su casa, pero murió allí arrodillado en oración. [Fuente: www.corazones.org]
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¿Conoce bien la Biblia? Estas personas se convirtieron al oir a S. Pablo predicar.
¿A quién se refiere cada cita? [Solución]
A) Crispo, jefe de la sinagoga, con toda su casa
B) proconsul Sergio Paulo
C) Lidia y su familia
D) Dionisio el Areopagita y una mujer de nombre Damaris y otros más
E) el carcelero y su familia
1) Pafos - “Al ver [cómo Barjesús Elimas (el mago) quedó ciego], creyó ____, maravillado de la doctrina del Señor” (Ac. 13, 12)
2) Filipos - “El Señor había abierto su corazón para atender a las cosas que Pablo decía. Una vez que se bautizó con toda su casa, rogó diciendo: Puesto que me habéis juzgado fiel al Señor, entrad en mi casa y quedaos en ella; y nos obligó” (Ac. 16, 14-15)
3) Filipos - Tras un terremoto dijo:"‘Señores, ¿qué debo yo hacer para ser salvo?’ [S. Pablo y Silas] le dijeron: ‘Cree en el Señor Jesús y serás salvo tú y tu casa.’ […] en aquella hora de la noche los tomó, les lavó las heridas, y en seguida se bautizó él con todos los suyos. Subióles a su casa y les puso la mesa, y se regocijó con toda la familia de haber creído en Dios.” (Ac. 16, 27-34)
4) Atenas - “Cuando oyeron lo de la resurrección de los muertos, unos se echaron a reír, otros dijeron: Te oiremos sobre esto otra vez. Así salió Pablo de en medio de ellos. Algunos se adhirieron a él y creyeron, entre los cuales estaban Dionisio Areopagita y una mujer de nombre Damaris y otros más.” (Ac, 17, 32-34)
5) Corinto - “_____creyó en el Señor; y muchos corintios, oyendo la Palabra, creían y se bautizaban.”(Ac 18, 8)
“El auténtico conocimiento de Dios, Dios de la misericordia y del amor benigno, es una constante e inagotable fuente de conversión, no solamente como momentaneo acto interior, sino también como disposición estable, como estado de ánimo. Quienes llegan a conocer de este modo a Dios, quienes lo ‘ven’ así, no pueden vivir sino convirtiéndose sin cesar a Él.” (Juan Pablo II, Enc. Dives in misericordia)
Preguntas del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]: ¿Conoce a alguien que haya hecho “locuras” por el Señor? ¿Alguna vez oyó algo en un sermón o charla que le cambió la vida?
Mañana: Sta. Francisca Romana – “Este es mi Hijo amado; escuchádlo” (Mc. 9, 7)
12 comentarios
La verdad es que el testimonio que dio San Juan de Dios debe servirnos de gran ayuda para entender qué significa de verdad la conversión. El descubrir a Cristo a través de la Palabra, seamos sinceros, no sucede muy amenudo. Es más. Muchos que se dicen cristianos y acuden al sacrificio dominical, se pasan el sermón hablando o simplemente pensando en sus cosas, sin atender ni intentar comprender por qué Crsito nos dice lo que nos dice.
Sin embargo, si de verdad somos conscientes de lo que nos quiere decir Dios, podemos llegar a ahacer locuras. Esas locuras serán locuras a los ojos de los hombres, de aquellos que vean en el seguir a Dios una carga. Sin embargo, a los ojos de Dios serán un signo inequívoco de nuestra fidelidad hacia Él.
Si de verdad queremos llevar una vida cristiana plena, debemos hacer muchas "locuras". Sólo de esta forma viviremos en completa comunión con Cristo. Pedro, ante la Transfiguración de Cristo en el Tabor sólo sabe responder con el montaje de unas cabañas para el Señor, Moises y Elias. El no entendía que hablaban Jesús y los profetas entre ellos, pero sabía cómo actuar ante ellos.
Confiemos pues en Cristo y su Palabra y respondamos llevando a la acción su mensaje. Sólo de esta forma, las locuras mundanas serán triunfus celestes.
+ CREDO IN UNUM DEUM
¡Cuánto se pierden los que no buscan a Dios en la Misa, tanto en la liturgia de la Palabra como en la Eucaristía! Santa Teresa de Ávila encontraba gran provecho en las homilías que oía:
"12. Pues el tormento en los sermones no era pequeño, y era aficionadísima a ellos, de manera que si veía a alguno predicar con espíritu y bien, un amor particular le cobraba, sin procurarle yo, que no sé quién me le ponía. Casi nunca me parecía tan mal sermóhn, que no le oyese de buena gana, aunque al dicho de los que le oían no predicase bien. Si era bueno, érame muy particular recreación.
De hablar de Dios u oír de El casi nunca me cansaba, y esto después que comencé oración. Por un cabo tenía gran consuelo en los sermones, por otro me atormentaba, porque allí entendía yo que
no era la que había de ser, con mucha parte." (Libro de la Vida Cap. 8, 12)
"Tu corazón desea amar y con locura. ¿No crees tú que un hombre es demasiado pequeño y miserable para ser digno de un tal amor, ya que cuanto más amamos, necesitamos y ansiamos más el sacrificio, y sacrificarse por demostrar a un hombre, a una criatura, nuestro amor, es perder el mérito, la nobleza del sacrificio ?Las "locuras" que se nos ocurran hacer por amor de Dios siempre se quedarán cortas ante la sublime "locura" de la Cruz de Cristo. Un saludo.
Amemos al Amor eterno, al Amor infinito, inmutable. Amemos locamente a Dios, ya que El en su eternidad nos amó. Sin necesidad de nosotros nos creó. Toda la obra de su poder fue dirigida para el hombre. Todo lo puso a disposición de nosotros. Continuamente nos sostiene y alimenta. Y para no separarse de nosotros en la eternidad, nos dio su Unigénito Hijo. Dios se hizo criatura. Padeció y murió por nosotros. Dios se hizo alimento de sus criaturas. ¿Has profundizado alguna vez esta locura infinita de amor? Créeme que siento mi alma deshecha de gratitud y amor. Mi vida la paso contemplando esa Bondad incomprensible, y me duele el alma al ver que el Amor no es conocido. Me abismo en su grandeza, en su sabiduría. Pero cuando pienso en su Bondad, mi corazón no puede decir nada. Lo adoro..."
Pero Dios, en su amor infinito, no permitió que se consumara dicha prueba. El Señor no quiere "locuras" que nos dañen, sino una respuesta sincera a su llamada. Aceptando lo que en principio parecería un duro trance, Abraham cometió la "locura" de confiar en Dios y en su Palabra.
Como bien señalas, la santa de Ávila "de hablar de Dios u oír de El casi nunca me cansaba". No nos cansemos nunca de responder al llamamiento del Padre. Sólo, de esta forma, la alianza de amor entre Cristo y los hombres surtirá efecto.
+ CREDO IN UNUM DEUM
Estoy de acuerdo en que no es cuestión de hacer cosas imprudentes, sino dirigir nuestras obras con prudencia hacia lo que más sentido tiene según la voluntad de Dios en nuestras vidas. Eso suele chocar con lo que la sociedad piensa que es lo mejor... de allí la "locura" y la respuesta no siempre caritativa de los demás.
Se trata de un mártir de los primeros siglos de la Iglesia que murió durante la persecución de Diocleciano y es además patrono de Austria: San Florián.
Quiero por mi cuenta señalar dos cosas en relación a la cita de Sante Teresa de los Andes:
Referente a " Mi vida la paso contemplando esa Bondad incomprensible,.." que podemos tener en cuenta, a efectos de empezar en la contemplación que, "el Universo entero es el trono de Dios" y también para que lo entienda mejor el hombre de hoy, "Lo adoro..." se puede sustituir por lo admiro, pues el mismo Dios le dijo a Moisés que su nombre era admirable, Y ya sabemos que los nombres de la Sagrada Escritura no son ocurrencias. Etc, etc...saludos
Sta. Teresa de los Andes solía hablar con Dios mientras montaba en caballo y le encantaba nadar. Esa santa, que murió muy jóven, contagiaba su amor de Dios a otras que le siguieron al convento, como su hermana Rebeca, que se sintió llamada a ocupar su lugar en el convento cuando murió. Se enamoró de Dios, dándose cuenta de que Él era mejor que todo lo creado.
Me gusta su reflexión sobre lo admirable, pero prefiero "adoro" a "admiro" por lo que veo en las sociedades en las que vivimos. Muchos admiran a Jesucristo como hombre pero no le adoran, y eso se nota... ¡Cuánta falta hace al mundo que Dios Todopoderoso sea adorado (tanto en culto como en afecto) como le corresponde! Un saludo.
En cuanto a lo de "adoro" "admiro", creo que una cosa nos lleva a la otra: por no decir que básicamente son iguales. Pero, para el hombre sano y normal de hoy, pienso, que para introducirlo en el tema, es más apropiada la palabra "admirable" pues la primera razón es, que es la que viene en la Sagrada Escritura; y lo segundo es que para empezar también me parece que es mejor. Por otra parte comprendo muy bien que una mujer como tú prefieras "adoro" y la verdad de verdad es: que creo es la mejor y más apropiada.
"Dios mío, yo creo, adoro, espero y os amo. Os pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no os aman."
Laurel, muchas gracias por la recomendación. Espero que otros lean el libro para conocer mejor la vida del santo.
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