El silencio según John Cage (no creyente) y el silencio contemplativo
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El compositor no creyente John Cage (1912-1992) explicó en 1947, mientras daba una conferencia, su idea para la que llegaría a ser su pieza musical más famosa:
“[uno de mis nuevos deseos] es componer una pieza de silencio no interrumpido y venderla a Muzak Co. [que se encarga de la música que se oye en muchas tiendas]. Durará tres o cuatro minutos y medio – siendo esas duraciones lo normal para música “enlatada” y su título será “Oración silenciosa”. Comenzará con una sola idea que intentaré hacer tan seductiva como el color, la forma y la fragancia de una flor. El final se acercará a la imperceptibilidad.” (Fuente citada en Wikipedia)
No quería que pareciera un chiste y no la compuso hasta 1952, después de visitar en 1951 un cuarto en la Universidad de Harvard diseñada para que las paredes absorbieran el sonido y no se oyeran ruidos del exterior. Creía que no iba a oír nada allí, pero sí oyó sonidos.
La partitura está dividida en tres movimientos anotados “Tacet”, que indica que el músico debe guardar silencio y no tocar su instrumento. No escribió la duración de cada movimiento, pero se conservó la duración del estreno interpretado por David Tudor, que tuvo lugar en Woodstock, Nueva York. Describió así el compositor ese estreno: “No se enteraron de nada. No existe el silencio. Lo que creían era silencio, porque no sabían cómo escuchar, estaba lleno de sonidos accidentales. Se podía oír el viento agitándose afuera durante el primer movimiento. Durante el segundo, las gotas de lluvia empezaron a golpetear el tejado, y durante el tercero las mismas personas hicieron toda clase de sonidos interesantes mientras hablaban o salían.”
John Cage explica en este vídeo (en inglés) su interpretación de lo que son los sonidos y el silencio:
Traducción de lo que dice John Cage en ese vídeo:
“Cuando oigo lo que llamamos ‘música’, me parece que alguien está hablando… y hablando sobre sus sentimientos o sobre sus ideas, sus relaciones. Pero cuando oigo el tráfico, el sonido del tráfico aquí en la Sexta Avenida, por ejemplo, no tengo la sensación de que esté hablando alguien. Tengo la sensación de que el sonido está actuando y me encanta la actividad del sonido. Lo que hace es hacerse más alta y más callada, y se hace más alta y más baja, y se hace más larga y más corta… Hace todas esas cosas y estoy completamente satisfecho con sólo eso. No necesito que el sonido me hable.
“No vemos mucha diferencia entre el tiempo y el espacio. No sabemos dónde comienza uno y dónde para el otro, o sea que la mayor parte de las artes las ideamos como si estuvieran en el tiempo y la mayor parte de las artes las ideamos como si estuvieran en el espacio. Marcel Duchamp, por ejemplo, comenzó a pensar sobre el tiempo. Quiero decir pensando sobre la música siendo no un ‘arte-tiempo’ sino un ‘arte-espacio’, e hizo una pieza llamada “Sculpture musicale”, que significa diferentes sonidos viniendo de diferentes lugares y durando, produciendo una escultura que es ‘sonaris’, y que permanece.
“La gente espera que la escucha sea más que la escucha, y por eso a veces hablan de ‘la escucha interior’ o del ‘significado del sonido’. Cuando hablo sobre la música llega por fin a la mente de la gente que estoy hablando del sonido que no significa nada, que no es interior sino sólo exterior. Y dicen, estas personas que lo comprenden por fin, dicen: ‘¿Quiere decir que son sólo sonidos?’, pensando que si algo es sólo un sonido es inútil.
“Mientras que yo amo a los sonidos tal y como son y no tengo necesidad de que sean nada más de lo que son. No quiero que sean psicológicos. No quiero que un sonido finja que es un cubo, o que es el Presidente, o que esté enamorado de otro sonido. Sólo quiero que sea el sonido.
“Y tampoco soy tan estúpido. Hubo un filósofo alemán muy conocido, Emmanuel Kant, y dijo que había dos cosas que no tienen que significar nada: una es la música y la otra es la risa. ‘No tienen que significar nada’, eso es, para darnos un profundo placer. (al gato) Y tú lo sabes, ¿no?
“La experiencia del sonido que prefiero sobre todos los demás es la experiencia del silencio. Y el silencio en casi todas partes del mundo ahora es el tráfico. Si escucha a Beethoven o a Mozart, ve que son siempre lo mismo. Pero si escucha el tráfico, ve que es siempre diferente.” (Nueva York, 4 de febrero, 1991)
Vídeo de versión orquestal de 4’33” [El estreno fue en piano.]
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En el Evangelio del XII Domingo de Tiempo Ordinario, Jesús calma la tempestad desde el barco de los apóstoles diciendo: “¡Silencio, cállate!” Sta. Teresa de Jesús, que alcanzó altos grados de contemplación, recomienda que uno haga todo lo que pueda para recogerse en la oración con el Señor, pero reconoce que el que concede la oración de quietud es el mismo Señor.
Esto aconseja Sta. Teresa de Jesús:
“Bien es procurar más soledad para dar lugar al Señor y dejar a Su Majestad que obre como en cosa suya; y cuanto más, una palabra de rato en rato, suave, como quien da un soplo en la vela, cuando viere que se ha muerto, para tornarla a encender; mas si está ardiendo, no sirve de más de matarla, a mi parecer. Digo que sea suave el soplo, porque por concertar muchas palabras con el entendimiento no ocupe la voluntad.” (”Camino de perfección 31, 7)
La misma santa advierte:
“Mas hay personas, y yo he sido una de ellas, que está el Señor enterneciéndolas y dándolas inspiraciones santas y luz de lo que es todo, y, en fin, dándoles este reino y poniéndolos en esta oración de quietud, y ellos haciéndose sordos. Porque son tan amigas de hablar y de decir muchas oraciones vocales muy apriesa, como quien quiere acabar su tarea, como tienen ya por sí de decirlas cada día, que aunque, -como digo- les ponga el Señor su reino en las manos, no lo admiten; sino que ellos con su rezar piensan que hacen mejor, y se divierten.” (Camino de perfección 31, 12)
El silencio contemplativo es una escucha del Señor, como nos muestra la experiencia de Elías:
“Y delante de él pasó un viento fuerte y poderoso que rompía los montes y quebraba las peñas; pero no estaba el Señor en el viento. Y vino tras el viento un terremoto, pero no estaba el Señor en el terremoto. Vino tras el terremoto un fuego, pero no estaba el Señor en el fuego. Tras el fuego vino un ligero y blando susurro. Cuando lo oyó Elías, cubrióse el rostro con su manto, y saliendo, se puso en pie a la entrada de la caverna, y oyó una voz que le dirigía estas palabras: ‘¿Qué haces aquí, Elías?’” (1 Reyes 19, 12-13)
Los cartujos también buscan a Dios entregándose en el silencio, siguendo una regla estricta basada en la de S. Benito. Dice la Regla de S. Benito sobre el silencio:
“Hagamos lo que dice el Profeta: ‘Yo dije: guardaré mis caminos para no pecar con mi lengua; puse un freno a mi boca, enmudecí, me humillé y me abstuve de hablar aun cosas buenas’.(Sal. 38, 2-3) […] Pues hablar y enseñar le corresponde al maestro, pero callar y escuchar le toca al discípulo.” (6, 1-6)
En el “trailer” de la película/documental de Philip Groening, “El gran silencio” se lee: “Silencio. Repetición. Ritmo. Sólo en completo silencio se comienza a escuchar. Sólo cuando el lenguaje se detiene se comienza a ver. El gran silencio.[…]”:
¡Qué gran contraste hay entre el “silencio” egoístico que crea John Cage buscando oír sonidos y el “silencio” generoso que viven los contemplativos buscando oír a su Maestro, el Señor!
[De WIkimedia Commons: Partitura: Stephen/ Ilustración de Jesús: Albrunot]
Pregunta del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]: ¿Qué tiene que ver el silencio con Dios? ¿Qué diferencias encuentra entre el silencio de John Cage y el silencio de los Cartujos?
Mañana – El nacimiento de S. Juan Bautista – “¿Pero quién es este?” (Mc. 4, 41)
35 comentarios
Hay un silencio de Dios que es que Dios habla bajito, nos pide las cosas como por favor, y si ve que no le respondemos, no insiste...
Hay otro que es el que recoge San Juan de la Cruz en su Cántico Espiritual, (la música callada, la soledad sonora)
Y hay ese silencio entre Dios y el alma que lo ama con locura en donde no hacen falta palabras, ambos se conocen, se miran, se aman, no hace falta hablar...Ya está todo dicho
Me parece curioso cómo John Cage considera algo como el tráfico, hecho por el hombre moderno, como silencio. Para él, el sonido del viento y de la lluvia que se oyó en el estreno de 4'33" es simplemente "accidental". El sonido carece de significado excepto el que él quiere darle. Hasta su propia existencia adquiere menos significado que los sonidos cuando dice en una ocasión que no duda que la música continuará tras su muerte.
En cambio, los primeros cartujos se apartaban con S. Bruno de los sonidos de la civilización humana en cuanto podían. El profeta Elías encontró al Señor en el Monte Carmelo y S. Francisco conversaba con el Señor en el silencio de la noche, apartado de todos y adentrado en la naturaleza, imitando el ejemplo del Señor. !Qué contraste con el "mundo" sonoro de John Cage! Un saludo.
El músico descubrió una cosita que se llama, en la tradicion cristiana, theoría, contemplación. Se escucha, sin hacer nada, sin buscar sentidos, sólo recibiendo el sonido, el milagro de la existencia del ser. No está mal para un no creyente.
En el cristiano, el silencio de Dios es la existencia, que recibimos de El sin que hagamos nada. Sólo recibir.
Y el silencio es la respiración de Dios, "porque una sola palabra ha pronunciado Dios, y es su Hijo" (San Juan de la Cruz). No hay más palabras.
En mi opinión, John Cage se acercó más a la contemplación de sí mismo que de la contemplación cristiana centrada en Dios. No creo que la escucha de cualquier cosa pueda ser pasiva. Nuestro cerebro forzosamente convierte lo oído a lo escuchado si queremos, si elegimos prestar atención. John Cage presta atención a sus pensamientos y a sus gustos (aunque no lo reconozca), pero entre escuchar sonidos y la contemplación divina hay todo un universo de por medio.
Es muy poético su descripción del silencio cristiano en el segundo párrafo.
¿Cómo terminó John Cage? ¿Incrédulo hasta el final?
Mira esto que encontré de Cage. Vocación frustrada, llamado silenciado, Dios negado. And yet, and yet...
http://cadernosdovagabundo.blogspot.com/2009/04/john-cage-about-religion.html
a mí también me gusta mucho este blog y las cosas que pones en él. Un beso para ti y tu familia.
Hoy he estado en el cementerio con una sobrina mía de 4 años recién hechos: le propuse rezar P Nuestro, Avemaría y Gloria y los dijo perfectamente; es lo que hace que sus padres se lo hayan enseñado desde pequeña. Podría querer dejar la fe con el paso del tiempo, pero la buena semilla sembrada por Dios y sus padres, ahí está. Esto viene a cuento de lo que preguntabas ayer sobre los hijos
Aquí puede leer (en inglés) una presentación autobiográfica de 1990 en la que resalta el budismo Zen como psicoanálisis y ciertas lecturas de alguien que pensaba que todas las religiones eran lo mismo, al igual que una mujer de India que le dijo que el propósito de la música era acallar la mente para hacerla susceptible a influencias divinas: http://www.newalbion.com/artists/cagej/autobiog.html
Me parece una lástima esa conversión frustrada si es cierta esa anécdota, pero estamos hablando de alguien muy inteligente, número uno en su escuela secundaria, que dejó la universidad cuando vió a muchos alumnos leyendo el mismo libro en la biblioteca y se dió cuenta de que sacó mejores notas leyendo un libro al azar. Imagínate si ese libro hubiera sido la Biblia... o la vida de los santos que se atrevieron a ser "diferentes" de todos a lo largo de los siglos conservando su individualismo y, más aún, dejándose perfeccionar por el Señor que nos creó a todos diferentes...
John Cage estuvo en España tambien, viajando por Mallorca y Sevilla.. ¿tuvo más oportunidades perdidas para convertirse? La santidad está al alcance de todos, pero pocos escogen la vía estrecha. Espero que se dió cuenta en el último momento, abandonándose por completo en los brazos del Señor.
Una vez oí a una directora de un programa de catequesis decir que esperaba que los niños se aprendieran la señal de la cruz antes de los seis años y desde entonces hasta la Primera Comunión unas pocas oraciones fundamentales más. Me parece una lástima que no se espere más de niños tan pequeños cuando son muy capaces.
Los escritos y las composiciones de John Cage (que no era católico pero era de familia protestante) hicieron que estuvieran de moda ciertas religiones no cristianas. Si se educaran bien desde pequeños los que están bautizados, ¡cuántas semillas buenas!, como dice.
Resulta que es de madrugada, me he desvelado y como supongo que les sucede a muchos, estos momentos son estupendos para conseguir intimidad con uno mismo, para repasar el día anterior y echar un vistazo al que ya pronto empieza... y por supuesto es un momento ideal para la oración.
Cuando he leído acerca de una pieza musical silenciosa (nombre curioso que nunca he oído) pienso que se trata de una definición maravillosa de la oración. Pienso que la forma más bella de oración se encuentra de algún modo en la música, que es un lenguage universal y una forma directa de llegar a Dios.
Cuando de repente escuchamos una pieza musical que nos gusta especialmente llegándonos al corazón y en ese momento nos olvidamos de lo que nos rodea, nos centramos en las notas musicales y nos dejamos invadir por esa sensación que todo lo envuelve, de alguna manera se hace el silencio, se para el tiempo por unos segundos y es como si el susurro de una voz cercana y amiga nos hablara, y de repente nos sentimos bien. Cuantas veces Dios nos habla y qué pocas lo sabemos percibir.
Un saludo y hasta pronto.
Los que parloteamos continuamente terminamos sonando sin palabras. Como mi niña pequeña: ¡Almudena eres una pesada! pero consigue lo que pide con su confiada insistencia, quien de vosotros si su hijo le pide un pez...
¿Será mi locuacidad una forma de silencio? ¿música habladora? ¿compañía sonora? Te pido tanto, Señor, que acabarás por no oir lo que pido: ¡viejocon eres tan pesado que te daré cien por uno, aunque solo sea por no oirte!
También suelo escribir cuando hay silencio en mi casa (en términos prácticos: cuando duermen mis hijos). En estos momentos está mi hija todavía dormida a mi lado y me doy cuenta de que no está todo en silencio: oigo su respiración y es como música para mis oídos. Me recuerda lo cerca que está el Señor a cada uno de nosotros y lo que dice "luis" en su comentario: "El silencio es la respiración de Dios".
En la madrugada es cuando el Señor rezaba. ¡Qué momentos de intimidad con Dios Padre! ¡Qué buen ejemplo para nosotros! Muchísimas gracias por su reflexión y espero que se anime a seguir compartiendo sus reflexiones. Un saludo.
Por eso, me parece muy buena práctica pedirle al Señor que nos ilumine a nosotros y a los demás según Su Voluntad. Leo lo que escribe Sta. Teresa y me avergüenzo de mi propio fracaso de seguir hasta los primeros pasos a nivel natural que describe la santa en la misma obra. Pero, todo es posible para el Señor. Sólo Él hace posible la oración de quietud y los demás grados superiores de oración que describe la santa.
Me llama la atención esa persistencia evangélica en que tanto insistía el Señor respecto a la oración. Y es que muchos se desaniman tras comenzar la práctica de la oración por diferentes motivos (pienso en la parábola del sembrador de semillas).
El silencio interior necesario para la oración (aunque no haya silencio exterior) parece algo aburrido e inútil a muchos, pero si uno insiste, seguro que el Señor se hace presente (aunque ya lo está de hecho). Un saludo a usted y a su hija Almudena también [mi nombre de confirmación es Almudena, en recuerdo de la Patrona de mi ciudad natal].
Todos los que me conocen saben que soy hombre de muy pocas palabras. La gente que me quiere lo respeta, pero, siendo la mayoría cristianos, aun después de muchos años, traslucen cierto desconcierto como si, de un modo u otro, hubiese de ser un problema.
La gente que no me conoce o no me quiere, por el contrario, tiene una facilidad descarada para echármelo en cara ¡con qué derecho, pregunto yo!
El hombre contemporáneo tiene horror por el silencio, es un horror tan supersticioso como el que sentía antaño por los dioses del sol o del mar. Creo que no hace falta explicar aquí porqué. Lo triste es que esto incluye también a muchos cristianos.
En cuanto a John Cage:
No hay que subvalorar a John Cage, un hombre intelectualmente íntegro que ha significado mucho en la música del siglo XX, sobre todo para la teoría de la música. Las palabras que se citan de él me parecen, como todas las suyas, muy meditadas e interpeladoras, se esté o no de acuerdo, y no creo que sean extrapolables a otro ámbito que no sea el de la teoría del arte.
Además, doy fe de que tiene razón en una cosa. Sin duda Mozart y Beethoven eran mucho más grandes que él, pero hay "momentos" en que escuchando cierta música de Cage (por ejemplo su "Music of changes", basada precisamente en el "I Ching"), gracias a su despojo y al uso hipnótico del silencio, parece que a la música de aquéllos les sobre, literalmente, todas las notas. O sea que estoy con Luis en que sí hay en ella cierto ascetismo.
Por último, felicidades a M.Lourdes por tan fascinante tema y a todos por sus inteligentes aportaciones.
perdóname la impertinencia pero Pärt es un pesado de cuidado. Feldman y sobre todo Takemitsu son seguramente mejores compositores que Cage, cuya importancia mayor es como teórico de la música. Aún así tiene obras excelentes, como la citada.
Su anécdota me recuerda que la gente suele llamar el silencio de las personas "timidez" o "altivez", por ejemplo, sin saber mucho de la persona. Creo que el silencio humano intimida a la gente bastante porque no se sabe entonces con seguridad lo que la otra persona piensa (algo que impacienta mucho, especialmente cuando uno no es humilde - lo digo de primera mano). Hay que tener mucha paciencia y humildad para estarse uno tranquilo y en paz cuando otra persona no dice mucho.
Respecto a John Cage, no hay duda que es uno de los compositores que más impacto ha tenido en la era moderna, quizás más por su teoría de música, como dice. Pero, me parece válida la extrapolación al campo religioso porque él mismo señaló que le influyeron el budismo y el hinduismo, hasta tal punto que ayudó mucho a que esas religiones se pusieran "de moda" entre intelectuales que quizá se sentían atraídos a la rebeldía de John Cage sin profundizar en un verdadero conocimiento de esas religiones. Tengo la impresión de que John Cage "usaba" esas religiones según le venía bien.
Muchas gracias por sus amable palabras y espero que siga participando en el blog.
Esta entrevista a Part en inglés me pareció interesante. Se menciona que comenzó con música de 12 tonos, bajo la influencia de Schoenberg (que enseñó a Cage) pero que luego pasó 10 años hasta que rompió su silencio con un nuevo estilo de música. El compositor explica que su nuevo estilo consiste de dos partes: sus pecados y el perdón de sus pecados. De la misma forma, la música tiene una parte más complicada y subjetiva, además de otra más clara y simple que es objetiva. Probablemente incluiré esa entrevista en algún futuro artículo.
Me parece interesante también lo que dice sobre la relación entre el ruido y el demonio. El Señor terminó bastantes de sus parábolas advirtiendo sobre el castigo de ser condenado a un lugar de llanto y de rechinar de dientes, describiendo así el infierno.
Le agradezco sus comentarios.
María, conviene recordar, como se desprende de la Sagrada Escritura que Dios es infinitamente generoso, y que como dices: "Pero, todo es posible para el Señor. Sólo Él hace posible la oración de quietud y los demás grados..." todo lo hace posible: pero como enseñan los doctores de la Iglesia, nosotros tenemos que tener la buena disposición para recibir.
Lo que quiere decir, que mucho depende de nosotros. Lo digo, para que nadie espere sentado y dormido al calor del rollito facilón. Que lo que nosotros hacemos es importante en el resultado final; pues a fin de cuentas, el buen negocio del amor es cosa de dos.
ademas creo que no es la comparacion adecuada,John Cage era un compositor y tenia su propia manera de contemplar la vida ,espero que este si no lo borren.
sera que hay libre expresion????
Hay libre expresión y los comentaristas no han estado siempre de acuerdo en este blog, pero también tiene que tener en cuenta que éste es un espacio católico no precisamente abierto a la polémica y a comentarios que muestran falta de respeto a la fe católica (por obvias razones). Ya sabrá de sobra que hay muchos otros blogs en los que su primer comentario sería bien acogido, pero en este prefiero mantener cierto ambiente y estoy dispuesta a moderar los comentarios que se pasen de raya.
De todas formas, muchas gracias por pasar por aquí de nuevo.
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César, muchas gracias por su interesante contribución distinguiendo entre la escucha artística y la religiosa. Siento haber tardado tanto en publicar su comentario.
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