Cristo en la Eucaristía: Hijo de Dios, pero también Hijo de María
La Fiesta del Inmaculado Corazón de María, celebrada al día siguiente de la fiesta movible del Sagrado Corazón de Jesús (primer viernes después del Corpus Christi), indica lo unidos que están esos dos corazones. No sólo le llevó la Virgen María a Cristo en su seno antes de su nacimiento, sino que está siempre unida al Señor espiritualmente por ser Inmaculada desde su Concepción. Por todo eso tiene una especial relación con Cristo en la Eucaristía.
Según el Evangelio del Domingo del Corpus Christi, Jesús dijo al instituir la Eucaristía en la Última Cena: “Ésta es mi sangre” (Mc. 14, 24). Lo mismo dicen durante la Consagración en la Santa Misa los sacerdotes, actuando en persona de Cristo. Explica S. Ambrosio: “Este cuerpo que consagramos procede y es de la Virgen […]; verdadera carne de Cristo era la que fue crucificada, la que fue sepultada: por consiguiente, verdaderamente es el sacramento de aquella carne.” (Sobre los misterios. 53).
Más aún, nos dice S. Juan Damasceno: “El cuerpo está verdaderamente unido a la divinidad, el cuerpo nacido de la Santísima Virgen: no porque el mismo cuerpo encarnado descienda del Cielo, sino porque el mismo pan y vino se convierten en el cuerpo y la sangre de Cristo.” (Sobre la fe ortodoxa, 4,14).
Por eso: “Es preciso adorar devotamente a este Dios escondido: es el mismo Jesucristo que nació de María Virgen; el mismo que padeció, que fue inmolado en la Cruz; el mismo de cuyo costado traspasado manó agua y sangre.” (S. Josemaría Escrivá, Es Cristo que pasa, 84)
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En este vídeo se oye el himno “How Beautiful” (interpretado por Annie Karto y Donna Cori Gibson), que alaba el Cuerpo del Señor:
1) How beautiful, the hands that served
the wine and the bread, and the sons of the earth!
How beautiful, the feet that walked the long dusty roads,
And the hill to the cross!Chorus: How beautiful (3X) is the Body of Christ.
2) How beautiful, the heart that bled,
that took all my sin and bore it instead!
How beautiful, the tender eyes
that choose to forgive and never despise!And as He laid down His life.
We offer this sacrifice,
that we will live, just as He died.
Willing to pay, to pay the price, willing to pay the price. Chorus3) How beautiful, the radiant bride,
who waits for her Groom with His light in her eyes!
How beautiful, when humble hearts give
the fruit of pure lives so that others may live! Chorus4) How beautiful, the feet that bring
the sound of good news, and the love of the King!
How beautiful, the hands that serve
the wine and the bread, and the sons of the earth! Chorus
1) ¡Qué hermosos, las manos que sirvieron
el vino y el pan, y a los hijos de la tierra!
¡Qué hermosos, los pies que andaron los largos caminos polvorientos,
y la colina a la cruz!Coro: ¡Qué hermoso (3x) es el Cuerpo de Cristo!
2) ¡Qué hermoso, el corazón que sangró,
que tomó todo mi pecado y lo llevó en vez [de mí]!
¡Qué hermosos, los tiernos ojos
que eligieron perdonar y nunca despreciar!Y como entregó Su vida,
ofrecemos este sacrificio,
Para que vivamos, como Él murió.
Dispuestos a pagar, a pagar el precio, dispuestos a pagar el precio. Coro.3) ¡Qué hermosa,la radiante novia,
que espera a su novio con Su luz en sus ojos!
¡Qué hermoso, cuando corazones humildes dan
el fruto de vidas puras para que otros puedan vivir! Coro.4) ¡Qué hermoso, los pies que traen
el sonido de buenas noticias, y el amor del Rey!
¡Qué hermosos, las manos que sirven
el vino y el pan, y a los hijos de la tierra! Coro.
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En este Año de los Sacerdotes, inaugurado en la Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, recordemos que los católicos creemos que el Vino y el Pan que consagran los sacerdotes ya no son sólo pan y vino sino Cuerpo y Sangre del Señor por la Transubstanciación. Las manos de los sacerdotes son los que hacen posible que los fieles recibamos el Pan y Vino de Vida Eterna, el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo, Hijo de Dios, Hijo de María. ¡Feliz Año de los Sacerdotes a todos los sacerdotes!
“Más dichosos que los santos del Antiguo Testamento, no solamente poseemos a Dios por la grandeza de su inmensidad, en virtud de la cual se halla en todas partes, sino que le tenemos con nosotros como estuvo en el seno de María durante nueve meses, como estuvo en la cruz. Más afortunados aún que los primeros cristianos, quienes hacían cincuenta o sesenta leguas de camino para tener la dicha de verle; nosotros le poseemos en cada parroquia, cada parroquia puede gozar a su gusto de tan dulce compañía. jOh, pueblo feliz!” (S. Juan Vianney, Sermón sobre el Corpus Christi).
Pregunta del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]: ¿Hay algo en particular que le ha ayudado a apreciar mejor el Cuerpo de Cristo verdaderamente presente en la Eucaristía? ¿Cómo le ayuda su devoción a la Virgen María a amar más a Cristo en la Eucaristía?
Mañana – Confianza en el Señor- “las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla de agua” (Mc. 4, 37)
15 comentarios
Ya sabe que a mí me encanta leer lo que dicen los santos sobre la Eucaristía porque "el amor, amor contagia". Un saludo.
Copio aquí de nuevo el enlace a los archivos completos de la excelente revista "Heraldos del Evangelio" para los que no vieron el enlace en el artículo donde la recomendó anteriormente: http://www.heraldos.org/?area=10&pag=3
Muchas gracias a usted por compartir recursos tan buenos. Un saludo.
"Del todo semejante a su Hijo Jesús, es su Madre María, que, siendo Madre de Misericordia, no goza sino cuando socorre y consuela a los miserables. Y es tan grande el deseo que tiene esta Madre de dispensar gracias a todos, que, como dice el devoto Bernardino de Bustos, más desea ella darte bienes y concederte gracias, que tú deseas recibirlos.
Jaculatoria.— ¡Esperanza nuestra, salve!
Y, entonces , puede ocurrir que el " padre " se nos muera durante mucho tiempo...pero la madre no deja que las cosas queden ahí, sabe lo importante que es para su hijo comprender a su padre, sabe hasta qué punto se parecen, incluso, en los defectos, son "como dos gotas de agua".Sí, nuestra madre sabe nuestra debilidades, que no defectos; a ella le parecen gracias, adornos, que nos hacen singulares ,¡ay, si el hijo conociera a su padre ¡ ¡Ay, si el padre reconociera que lo que más le cuesta aceptar en su hijo es aquello en lo que más se le parece ¡ ¿ La libertad , tal vez?
Sí- y perdón por la digresión de "psicología del desarrollo"- fué Ella , Santa Maria, Madre nuestra, la que me devolvió a Él, con Ella pude ser débil y , sin embargo, ser acogido, supe que el Dios padre quería que fuera yo mismo, y que Su deseo era ayudarme a conseguirlo .
¿Mi libro de cabecera en esos dias ? "Los Milagros de nuestra Señora", un libro escolar al que yo le había tenido siempre gran aprecio , " de Gonzalo de Berceo llamado ", áquel al que Antonio Machado reclamaba como su autor primero .
No sé si viene este comentario mio a cuento del artículo y de los demás comentarios, tan valiosos, haga Vd.estimada Lourdes lo que mejor crea .Gracias por su página .
Le agradezco mucho su testimonio de cómo la devoción a Ntra. Ssma. Madre le acercó más a Dios Padre, inseparable de Cristo en la Eucaristía con el Espíritu Santo.
Me parece que la cercanía de la Virgen María a nosotros es un poco diferente a una simple relación humana porque ella es fiel reflejo del Amor del Padre. El Amor que Dios nos tiene es mayor aún que la de la Virgen María, ya que fue Él el que nos la dió. ¡Qué regalo nos hizo Cristo sobre la Cruz al dejarnos Su Madre como Madre nuestra!
Pero, estoy de acuerdo en que ella ha sido un maravilloso instrumento en manos del Señor para acercar a sus hijos a Dios. Me alegro mucho de verle pasar por aquí de nuevo. Un saludo.
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