Cómo aprovechar la Luz del Señor al máximo
Los físicos usan ciertas medidas para estudiar la luz que sirven también para reflexionar sobre Jesucristo, “la luz verdadera que, viniendo a este mundo, ilumina a todo hombre” (Jn. 1, 9) y que nos dice en el Evangelio del 3er. domingo de Tiempo Ordinario: “convertíos y creed en el Evangelio” (Mc. 1, 15). La Luz divina se podría comparar con el flujo luminoso, definido en “Magnitudes y unidades de medida” [Fuente de las citas sobre la medida de la luz] como “radiación luminosa a la que el ojo humano es sensible”, emitida por una fuente de luz en todas direcciones (medida por lumen - lm). “Ni la muerte ni el error vencieron a esta predicación [de Cristo] que brilla por todas partes y con su propia fuerza.” (S. Juan Crisóstomo). Así aprovechó la Luz Santo Tomás de Aquino (1225 – 1274), Doctor de la Iglesia: