¿Por qué hay tan pocos matrimonios beatificados o canonizados?
Habiendo nacido en Madrid, uno de los santos que he admirado desde pequeña ha sido San Isidro Labrador, Patrono de Madrid y de los campesinos (1082-1130), aunque más le admiro por ser San Isidro, esposo y padre, uno de los pocos santos que forman parte de matrimonios en que ambos cónyuges han sido canonizados por la Iglesia Católica.
Su vida matrimonial con Sta. María de la Cabeza ( - c.1175) [de origen mozárabe] llena de milagros, deja claro que se tomaban muy a pecho lo que dijo el Señor en el Evangelio del V Domingo de Pascua: “sin mí no podéis hacer nada” (Jn. 15, 5) . S. Isidro se levantaba muy de madrugada y dividía sus bienes y su tiempo entre la Iglesia, los pobres y su familia (su esposa e hijo). Una vez, su hijo cayó en un pozo muy profundo [¿qué padre no se siente nunca culpable por algún descuido?] y enseguida los dos padres rezaron. Las aguas del pozo subieron y el niño no sufrió mal.