Una visita virtual a Tierra Santa: Nazaret ayer y hoy (Lc 1, 26)
Para aprender del Señor “hay que tratar de conocer su vida: leer el Santo Evangelio, meditar aquellas escenas que el Nuevo Testamento nos relata, con el fin de penetrar en el sentido divino del andar terreno de Jesús.” (S. Josemaría Escrivá, Es Cristo que pasa, 14). En el Evangelio del 4o. domingo de Adviento oímos cómo: “el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret.” (Lc 1, 26) ¿Cómo era Nazaret, “la flor de la Galilea” como la llamaba S. Jerónimo? Algo deberíamos de saber de este lugar que dió nombre a los primeros cristianos, que se llamaban “nazarenos” hasta que se cambió la palabra en Antioquía.
Nazaret es hoy en día la ciudad árabe más grande de Israel con un barrio alto judío (Nazaret Illit). Los franciscanos están allí, cuidando de la basílica cristiana más grande en Israel (la Anunciación) desde 1620, aunque la Tierra Santa fue oficialmente puesta por el Papa Clemente VI bajo su custodia en 1342. Nazaret está situada en una región montañosa, sobre una colina rodeada de cimas más altas. Cerca de allí, al noreste, está el monte Tabor de la Transfiguración de Cristo, y detrás el lago de Tiberíades. En los tiempos de Cristo era Nazaret de tan poca importancia que el Antiguo Testamento no la menciona y no se sabía de su existencia fuera de Galilea. Por eso Natanael de Caná (no muy lejos de Nazaret) se extrañó de que el Mesías fuera de Nazaret. (Jn 1, 46) Hasta hay los que piensan que se puso “de Nazaret” en la inscripción de la Cruz de Jesús para humillar aún más a este “Rey” que vino de un lugar más insignificante que Belén (donde nació el rey David y está la tumba de Raquel).